Wednesday, May 31, 2006

UNA GOTA DE ROCIO

A veces se condensa en las nubes del cielo, les da su color y juega a flotar entre ellas.
Otras cuando se juntan son capaces de formar una lágrima que recuerda el amor de quienes no están.
Cuando anochece las vemos brillar en las hojas de un árbol o también formando perlitas transparentes para embellecer una flor.
Sé de una que al elevarse al universo se enamoró de un cometa, muchas veces se encontraban en el cielo y otras al ras del suelo.
Ella acompañando el movimiento de su cometa le acercaba poesías arrulladas por el murmullo de los ángeles.
Su esencia era ir y volver varias veces al día con la intención de posarse en el hilo que sostenía al cometa a la tierra y transformarse en su rocío.
Le regalaba colores que traía de sus diferentes viajes, pero él se mostraba distante.
Se reflejaba en sus ojos, acompañaba la respiración de ese objeto tan extraño en cada una de sus apariciones.
Quería atraparlo para ella, hacerle saber de sus sentimientos sin que él supiera que por ser vapor moriría varias veces al día.
Prefería el estío al invierno, para poder mezclarse entre las flores.
Un frío atardecer se posó sobre un árbol desnudo y con el viento desapareció.

Monday, May 29, 2006

SUEÑOS

Recostada en un sillón Marcia miraba la pila de libros que tenía que acomodar en cada estante.
Al abrigo de la luna y la luz de las luciérnagas se quedó dormida.
Como en una película su sueño la transportó a un libro de cuentos, pudo sentir el canto de las hadas yel murmullo de los duendes que moraban en un bosque infinito.
A medida que pasaban las hojas del libro una suave brisa jugaba con sus dorados cabellos, sus largas pestañas sombreaban sus párpados.
Ahora estaba en un palacio al que se llegaba atravesando jardines de ensueño,
Las flores regalaban su color y fragancia a medida que avanzaba.
Cerca de una ventana vió la figura de un caballero vestido de uniforme, sus pasos se dirigieron a esa figura que la encandilaba, acomodó las cintas de sude su vestido y detrás de su abanico intentó esconder el rubor de sus mejillas.
El acorde de los violines invitaba al baile
.El ceñía su cintura y entre giros sus labios se unieron.
Sueño y realidad se mezclaban.
Sintió que el frío la despertaba, la brisa mecía los cortinados de las ventanas, sobresaltada miró la mesa buscando el libro que le había dado vida a su alma.
Se incorporó y con el viento desapareció.

TODO ES POSIBLE

Todo es posible cuando el eje de nuestras vidas está guiado por el amor.
Una rosa que se abre para regalarnos su perfume, esa que se destaca por ser la más bonita del jardín.
Es posible cambiar el llanto de un niño por una risa de caramelos.
También la historia d dos seres que se aman a la luz de la luna y al abrigo de las estrellas que cierran sus ojitos cómplices cuando titilan en el cielo.
Es posible verse reflejado en las arrugas que surcan el rostro de un ser querido y saber que cada una es señal de experiencia.
Es posible entrar mágicamente en las hojas de un libro y sentirse protagonista de un cuento.
Podemos a través de la páginas de un libro transportarnos sin tiempo ni espacio, jugando a ser héroes de uniformes que impactan, damas que visten de rosa y blanco y en sus manos llevan abanicos de plumas que mecen sus sueños.
Es difícil aceptar que cuando cae la tarde tiñendo el cielo de naranjas y violetas, los sueños se derrumben con la fragilidad de un papel.
Mis recuerdos afloran para decirme y cuando llegó el viento todo desapareció.

Friday, May 12, 2006

LOS SUEÑOS

En el teatro se destaca el estilizado cuerpo de la primera bailarina, con los acordes de la música arqueaba su cuerpo cual mimbre.
Sus largas piernas dibujaban piruetas dirigidas al universo, extendía sus esbeltos brazos y desplegaba sus inmensas alas para atrapar con ellas los sueños de quienes la admiraban en silencio.
Ella sabía que ese momento era el último, sentir los ojos de su público y los de él en primera fila, quien desde su butaca le hacía llegar los latidos de su corazón.
Se cierra el telón, al encenderse las luces Aníbal sintió un escalofrío y sobresaltado miró a ese pequeño gato que se deslizaba sobre el escenario.
Atraído por la mirada cristalina de ese animalito intentó abrazarlo, no pudo, ante sus ojos azorados por un instante vio reflejados en el gato los ojos rasgados de quien minutos antes había regalado todo su arte.
No podía sostenerse de pie, desperado volvió a sentarse.
Cerró los ojos y creyó viajar a un campo de girasoles, había cambiado su traje por una sencilla camisa blanca.
El calor era insoportable, sintió un ruido estiró sus manos y apagó el despertador, escondió su cabeza debajo de la almohada, necesitaba seguir soñando.

Monday, May 08, 2006

EL ASCENSOR

Carolina se reintegraba a su trabajo luego de unas largas y merecidas vacaciones, con esfuerzo había ahorrado el dinero suficiente para abordar el crucero. Los días en la playa habían sido intensos, el sol doraba su estilizado cuerpo, las olas del mar cálido la salpicaban con suavidad y dejaban en sus piernas gotitas de agua y sal.
En ese paisaje rodeado de diferentes verdes y flores multicolores, allí donde los pájaros le regalaban sus trinos melodiosos, olvidó el trauma que la perseguía desde niña, su miedo a los ascensores.
El hotel donde se alojaba organizó la fiesta de despedida de ese contingente.
Esa noche conoció al hombre de sus sueños, bailaron, conversaron como si se conocieran desde siempre.
En el salón iluminado languidamente con velas hacía calor, decidieron salir al jardín.
Del cielo irradiaba su luz plateada una luna enorme que los miraba, lentamente sus cuerpos con el guiño de brillantes estrellas se fundieron en un mar de abrazos, caricias y besos hasta convertirse en uno solo.
Era hora de emprender el viaje de regreso, en pocos días Carolina debía retomar su trabajo.
Se levantó temprano, eligió un vestido que realzara su bronceado, en la nuca recogió su rizada cabellera, unas gotas de su perfume favorito y salió a la vida.
Pocas cuadras la separaban del edificio gris donde trabajaba en un séptimo piso, al llegar a la puerta su corazón cabalgaba dentro de su pecho, pequeñas gotitas de transpiración aparecían en su rostro, nuevamente el pánico se apoderaba de ella,odiaba esa caja de acero que la esperaba a pocos metros para llevarla a su oficina.
Para relajarse optó por la escalera después de subir unos escalones volvió sobre sus pasos y decidió enfrentar al dueño de sus temores, pulsó el timbre se abrieron las puertas, no estaba el ascensorista si, el hombre de la playa que con un apasionado beso diluyó su miedo._________________