Monday, July 17, 2006

EL GLACIAR Y YO

No me pregunten como nací, sé que fué hace muchos años, cuando todo en la Patagonia lugar de mi residencia era desierto.
Hombres de raras vestiduras me quitaron a mis amigos los pájaros y los hombres que luchaban palmo a palmo por éstas tierras codiciadas por muchos y apreciadas por quienes deseaban dejar a sus descendientes un lugar donde levantar sus cacerías, ofrendaron sus vidas.
He visto la traición, pero me hice amigo de aquellos que se amaban y en el fragor de la lucha, preferían entregarse al amor sin límites, ése que hace que hoy sea un tierra más poblada.
Tengo un amigo incondicional, es famoso y para nada podría calificarlo de frío, admirado por argentinos y gringos, su vestimenta tiene los colores del cielo y cuando expresa su tristeza lo hace con mucho ruido y ofrenda pedazos de su alma al lago, no le gusta que invandan sus entrañas.
A la vera de esos lagos con mis amigos lo acompañamos y el nos regala la dulzura de sus aguas heladas cuando nos agobia la sed.
El es majestuoso, nosotros estamos vestidos de verde, cuando el tibio sol nos acaricia le regalamos a todos nuestros frutos para que vuelvan, para que sepan que el silbido del viento es nuestra música y si observan a mi amigo verán bandadas de ángeles que migran al universo, ya que tiene las llaves del cielo.
Este lugar bendecido es de Ustedes y nuestro, aquí siempre los esperamos.

AYLEN

Ela hija mayor del cacique mapuche, mientras su padre a lomo de mula recorría las tierras que pronto le serían arrebatadas, ella cuidaba de sus hermanos.
Sus días eran una rutina que se repetía en un caluroso verano de la Patagonia.
Se levantó temprano y dentro de una canasta recogió la ropa que lavaría a orillas del río.
En plena tarea vió que se acercaba un jinete del ejército rosista, lo había visto otras veces y no le inspiraba temor alguno.
Esa mañana, el se acercó demasiado, desenfundó su espada y con la punta le corrió los cabellos que como el manto de una virgen cubrían sus espaldas.
Prendado de su belleza con un ligero moviento cortó la blusa que ella vestía, la observó lentamente y no podía dejar de sorprenderse ante semejante belleza.
Bajó del caballo y la tomó de la cintura, sentía los latidos del corazón que parecían solo uno.
Sintió el calor de su boca, embriagado de placer la hizo suya.
No tuvo en cuenta que no estaban solos, se acercaban tres jinetes que habían observado todo.
Antes de ser tomado prisionero clavó su sable en el corazón de ella y luego decidió quitarse la vida.
En el lugar hace muchos años crece un árbol de una especie desconocida, sus flores son perennes de un color blanco inmaculado, solo algunas tienen unas pintas rojas que se asemejan a gotas de sangre.
El viento que todo lo horada dibujó en el cantero que lo contiene la figura de un corazón atravesado por una espada.

Monday, July 10, 2006

RENACIMIENTO

Superados sus miedos Marcia decidió realizar un curso de buzo.
Luego de varios días obtuvo la licencia para internarse en las aguas, era la única manera de olvidar ese amor perverso.
Se acercó a la costa, la vista era increíble, el mar azul y sereno, así estaba su corazón ahora.
Calzó el traje de neoprene que realzaba su figura, debajo de la gorra acomodó sus rizados cabellos, se puso las antiparras y le ayudaron con los tubos de oxígeno, que pesaban casi tanto como la mochila del amor que la había abandonado.
Saltó al agua y comenzó a sumergirse lentamente, el paisaje era soñado, a medida que descendía el mar cambiaba del celeste a un azul profundo.
Peces de mil colores jugueteaban con sus patas de rana, detrás de un banco de corales, vió una luz tenue que se agrandaba a medida que se acercaba.
Allí un hombre estudiaba diferentes especies.
Aníbal reparó en esa figura que se deslizaba suavemente hacia éel, se sacó las antiparras para obsevarla en plenitud, nunca había visto una sirena con semejante belleza, esa silueta le recordaba un pasaje de su vida.
Solo bastó una mirada, en la inmensidad del océano sus bocas se buscaron hasta confundirse en un beso que se transformó en innumerables burbujas ascendiendo a la superficie.
En la quietud y profundidd del mar había renacido el amor.

EL MUSICO

Era su profesor de música.
Quedó impactado con su belleza,le declaró su amor y decidieron sellarlo emprendiendo un largo viaje por las islas del Caribe.
A su llegada todo era perfecto, el clima, la playa, el sol, las noches iluminadas por la luna plateada.
La noche cálida, la música suave eran el marco perfecto para que ella se entregara en cuerpo y alma.
De día la observaba caminar sobre la arena cual diosa pagana, ataviada con su diminuta bikini apenas cubierta por un pareo, en sus cabellos llevaba flores.
Admiraba a esa mujer bronceada que apenas se acercaba a ese mar color turquesa era salpicada por gotas que brillaban sobre su piel dorada.
Por la tarde caminaron hacia el pueblo, entre risas y besos, al arullo del canto de los pájaros y el sol escondiéndose detrás de las palmeras.
Mientras ella compraba recuerdos, él curiosamente adquiría corbatas.
A medida que se sucedían días y noches, aumentaba su amor enfermizo por ella.
En escena habían aparecido los celos, que poco a poco horadaban ese amor tan bello.
Visitaron varias islas y sus pueblos, él seguía comprando exóticas corbatas, no podía detener ese sentimiento que cada día lo asaltaba.
No quería compartirla con nadie.
Esa noche decidió llevar a cabo el plan que tenía, para ello había comprado las corbatas.
Otra vez se amaron bajo la luz de la luna y cuando el comenzó a jugar con sus coloridas corbatas, ella le regaló la más tierna de las miradas.
En ese instante desestimó su deseo de matarla, luego de ese beso que sabía a almíbar, arrojó la corbata, tomó su saxo y le regaló una bella canción de amor.

EL PROFESOR

Cursábamos el último año de la facultad.
Allí estaba él, no era lindo ni feo, sí, interesante.
Trataba de explicar su materia escondido detrás de sus gruesos anteojos.
Ni bien comenzaba la clase, la buscaba con la mirada.
En el tercer banco estaba ella, ojos almendrados, larga cabellera y cuerpo de gacela.
No podía concentrarse ante tanta belleza, el resto del alumnado se daba cuenta.
La clase parecía dirigida a una sola persona y él al frente rojo de vergüenza.
Su timidez le impedía entablar cualquier diálogo.
Trubado la invitó a tomar un café ella aceptó.
Comenzaron a frecuentarse, la pasaba a buscar con su auto, estaba encandilado con su belleza.
Su risa mostraba no solo su simpatía, también esos hoyuelos que adornaban su cara.
La invitó a bailar, ella apareció como una diosa enfundada en un vestido rojo que mostraba la palidez de su espalda.
La quería solo para él y decidió que la única manera de tenerla para siempre era matandola.
En la quietud de su habitación la sueña y se abraza a esa pequeña caja.

PRINCIPES Y PLEBEYAS

La preocupación reinaba en el palacio, los análisis efectuados a Federico el sucesor del trono habían tenido un resultado adverso, era estéril.
Había que acallar las voces y murmullos para que no salieran de las paredes del reino donde se tejían y destejían toda clase de intrigas.
Los reyes, ya entrados en años decidieron que quien los sucedería en el trono sería su hijo Fabricio, hombre de vida apasionada, adicto al alcohol y las mujeres del pueblo.
La única condición que le impondrían sería que contrajese matrimonio con alguna princesa de casta, situación que aquel no aceptaba.
Había conocido a una plebeya que lo hizo cautivo de su mirada, era hermosa, su cabellos dorados, sus ojos azules le recordaban sus viajes por los mares de todo el mundo, su figura esbelta la asemejaba a los cuadros que adornaban el palacio.
En un baile celebrado en el pueblo decidió hacerla suya, su belleza era irresistible,se amaron hasta el amanecer.
Pasó un tiempo y Aldana le dijo que de aquella noche había nacido un niño quien había heredado la belleza de su madre y el carácter díscolo de su padre.
Los reyes se opusieron con tenacidad a esa relación y Fabricio, anunció que sería ella o nadie la mujer que ya reinaba en su alma.Llegó el día, por los pasillos del palacio todos apuraban sus tareas.
Todo debería estar impecable.
Sobre la mesa cubiertos de plata y copas de cristal para brindar por la felicidad del futuro rey.
A media tarde vestida de blanco ingresó ella del brazo de su padre, entre puntillas y volados, no podía evitar que por sus mejillas rosadas rodara una lágrima.
Bonita como la figura de un camafeo, se acercaba lentamente, sus pasos eran antecedidos por un niño que en sus manitos llevaba una bandeja de oro donde posaban algunas flores y los anillos.
El la esperaba en el altar, las campanas obsequiaron su mágico sonido, un beso dio por finalizada la ceremonia.
En ese momento los reyes confirmaron, que el destino está escrito, todo es posible cuando el armor es indestructible.

Wednesday, July 05, 2006

SIN SALIDA

Marcia anhela un mundo sin relojes ni almanaques.
Su deseo es pararse a finales de un mes cualquiera, ese que estaba plagado de risas y complicidades, de besos, caricias y miradas que la llevaban a sentirse más mujer cada día.
El sol ya no es esa estrella que cuelga del cielo, los días son grises, tampoco puede ver el reflejo de la luna plateada en el agua.
Las estrellas no le ofrecen sus guiños brillantes, no buscó esa soledad. Aníbal ya no es el hombre que le regalaba su tiempo, sus palabras llenas de amor.
Hoy es un extraño que regresó a un pasado incierto, está preso de sus recuerdos esos mismos que le impiden ver un futuro diferente.
Hablan diferentes idiomas, se muestra distante.
Marcia decide visitar la playa, lugar donde se amaron, sin espacio ni tiempo, la encuentra desierta, no hay flores, esas que le gustaba jugaran en sus cabellos,el viento con su silbido desvistió los árboles.
Por su mente pasa como una película todo lo que vivieron en esa orilla del mundo que se esfuma lentamente.
Supo que otra figura se adueñó de las horas de ese ser tan amado, se niega a reconocer que es la otra quien llenará los espacios que sin darse cuenta ella ayudó a que ocurriera.
Mientras piensa en un futuro vacío de sentimientos, al mar que soñaron juntos le regala cada una de sus lágrimas.

Tuesday, July 04, 2006

SIN SENTIDO

De regreso de sus merecidas vacaciones Marcia decidió darle un giro a su vida.
Aún en sus retinas tenía las imágenes de esa playa soñada, los primeros días se sentía sola caminando por el borde de la playa de arenas blancas.
Se había levantado más temprano que lo habitual, eligió un diminuto bikini que realzaba sus formas y en su cintura anudó un pareo con las mismas flores que había en la plaza frente al hotel que la embriagaban con su perfume, cortó una de ellas y la prendió de sus rizados cabellos.
El día era diáfano, tímido bañándose en las aguas azules del océano asomaba el sol que luego se colgaría del cielo.
Caminaba sola juntando caracoles, cuando advirtió que una sombra se acercaba, decidió sentarse en la arena y admirar la curiosa danza de las olas.
Pasaron varios días hasta que se animó a conversar con su sombra, a ella le contó que quería cambiar el rumbo de su vida, necesitaba la compañía de un hombre para calmar su soledad. Estaba todo previsto el hombre de sus sueños sería solo para ella, construiría una casa de cristal dónde tuvieran cabida ellos dos y su amor.
No le importaban los riesgos que esa actitud implicaba, se había propuesto revivir un pasado no lejano, fueron intensas noches de amor y sentir tocar el universo con las manos, de allí sacó una estrella para regalarle.
Pasó un tiempo de frenesí, pero en la casa de cristal siempre faltaba algo que sería detonante del fin de su historia, no había libertad.
Luego de un tiempo abatida, Marcia volvió a la playa en busca de su sombra para contarle sus penas, no la encontró.
El cielo plomizo y amenazante anunciaba tormenta, el mar reflejaba las nubes convirtiéndolo en un espejo de plata, caminó hacía él buscando la felicidad perdida en la otra orilla del mundo, sin saber que justo allí concluiría el suyo ahogando sus sueños.

Monday, July 03, 2006

PRESINTIENDO EL FINAL

Fue el verdugo de mi vida, no tenía que usar la guillotina o un hacha solo con sus palabras me destruyó el corazón.
Después de muchos años el fantasma que nunca se había ido del todo reapareció, quiso retomar una relación, mis cimientos eran fuertes, ella era el pasado, él necesitó reflotar la vieja historia. Lo amo con desesperación pero no puedo compartirlo.
El estaba solo como el naufrago asido a un madera para no hundirse.
Apareció la desconfianza que de a poco va matando el amor, durante meses fuimos su representación fiel , sus ideas eran las mías, su respiración eran mis suspiros, todo, éramos nosotros dos.
Construimos un mundo de cuentos, donde habitaban seres especiales, las estrellas iluminaban nuestras noches, la luna plateada nuestra cómplice, el sol doraba nuestros cuerpos en la arena, en el crespúsculo ardíamos hasta transformarnos en uno.
¿Cuál fue el error?.
Creer que la vida es un cuento de hadas, donde la fantasía supera la realidad, donde la diferencia de edad no es una barrera si el sentimiento es verdadero, si las ilusiones se tejen de a dos, cuando veo con sus ojos, sonrío con su risa, palpita mi corazón al compás de su latir.
No, hoy la vida me da una cachetada, me grita que no estoy a orillas de fin del mundo.
El es un hombre que tal vez quiso matar de un golpe la soledad, yo creí que era su todo y no paro de llorar.

SI PUDIERA

Daría mi vida por volver a la otra orilla del mundo y encontrarte.
Escuchar otra vez las palabras que nacen cuando hay un gran amor, sentir nuevamente que soy una parte de tu vida, que me sueñas y te sueño.
Como antes, que te levantas pensando en nuestras vidas, cocinando nuestros proyectos, buscándoles nombres a los hijos que no nacieron.
Es tan grande el amor que caminaría hasta cansarme, porque sé que otra vez estarías a la orilla del mar esperándome, correría a tus brazos para sentirme protegida, desaparecerían mis miedos con cada uno de tus besos, con tus caricias mágicamente borrarías mis dudas.En la inmensidad de la playa nos entregaríamos en cuerpo y alma.
Nada puedo hacer cuando la realidad me dice, que has partido.
Que las palabras hermosas que me dedicabas hoy tienen otra dueña.
Fui egoísta, te quería solo para mí al punto de desear esconderte dentro de mí para que nadie supiera que existías.
El camino se dividió, yo transito sola por un sendero y tú de la mano de una desconocida vas riendo por otro.
No supe retenerte, he perdido todo, menos la esperanza de reencontrarte.
Mi corazón aprendió a llorar sabiendo que te ama y no puede gritar este amor prohibido.

ETERNAMENTE

ETERNAMENTE
La otra orilla del mundo es tu corazón, tu alma.
Sé que allí puedo acudir cuando me asalta la soledad,cuando el miedo se apodera de mi ser y mi cara se puebla de pequeñas gotitas que sabiamente tus labios absorverán.
A tu lado, palpitando juntos, me siento protegida, de tu mano puedo recorrer todos los caminos, juntos con el amor que nos acompaña podemos escalar las montañas , en ese lugar donde los verdes se pierden y se transforman en blancos nevados.
Si lo prefieres podemos jugar en la playa, escribir fugazmente nuestros nombres en la arena, hasta que una ola traviesa en su danza se los lleve.
En ese lugar podremos escuchar el trino de los pájaros que cantan al atardecer.
Del bosque encantado podremos cortar las flores más bellas y con sus pétalos formar la palabra AMOR.
Si tu quieres emprenderemos un viaje al universo para contar las estrellas y escondernos detrás de la luz de la luna para amarnos sin espacios ni tiempos.
Sé que al final del camino, allí donde está la otra orilla del mundo, nuevamente estaremos para siempre juntos tú y yo.

Saturday, July 01, 2006

LA OTRA ORILLA

Desde niña Marcia se sentaba en la playa a contemplar el mar, a veces se confundía con el azul del cielo o era verde como una esmeralda ,o en las noches de luna era un espejo de plata.
Siempre quiso saber dónde terminaba, para ello dejaba volar su imaginación.
A veces surcaba las aguas a bordo de un gran transatlántico, un lugar mágico en el que podía vestirse de gala y danzar con el hombre de sus sueños, ese que en algún momento le regalaría sus caricias, sus besos.
Otras de su espaldas nacían alas, con ellas era capaz de volar a lugares distantes, conocer otras culturas,conjugar los verbos compartir y amar.
Una tarde soleada del bosque cercano a la playa salieron unos hombrecitos de voces aflautadas, con vestimentas coloridas, supo que eran duendes y gnomos que venían a acompañar su soledad.
Esos sabios chiquitos le contaron que justo donde ella se sentaba para que el sol acariciara su cuerpo era una orilla del mundo, del otro lado donde el cielo se confunde con las aguas estaba la otra parte de la humanidad, esa que Marcia temía explorar.

LA CASA DE PIEDRA

Estaba sobre el acantilado, allí donde las olas rompen con fuerza.
Su morador era un ser huraño, en los últimos tiempos estaba dedicado a escribir sus memorias
Había nacido en una ciudad luminosa, su casa ubicada en una céntrica avenida tenía un jardín poblado de flores que al anochecer se vestían de rocío, iluminadas por la luz de la luna.
Su musa inspiradora era la mujer con la que se había casado siendo muy joven.
Ella poseía una extraña belleza, sus enormes ojos negros contrastaban con su piel blanca, largos cabellos renegridos que casi siempre sujetaba con una cinta o adornaba con una flor.
Eran los amantes perfectos, su mundo estaba constituido por ellos dos la respiración de uno era el suspiro del otro.
La felicidad duró poco a punto de dar a luz a su hijo murió en forma súbita.
Lleno de dolor decidió alejarse de todo y fue así como eligió la casa de piedra, para consagrarse al recuerdo de su amada y volcar sus vivencias en un libro.
Una noche de invierno conoció la furia del viento, el mar encrespado dibujaba figuras con la espuma, las ventanas de su casa se abrieron en forma violenta, de sus manos volaron las hojas en las que había escrito durante tanto tiempo, el alarido de un trueno hizo que corriera sin rumbo bajo el agua, al mirar hacia atrás observó que su casa era solo fuego.
Supo que junto a ella había llegado a la orilla del fin del mundo.