Saturday, November 25, 2006

UNA MUJER SOMBRIA

Cuando finalmente mi coartada falló, era lo que repetía una y mil veces esa mujer de gesto adusto, tomaba su cabeza con sus manos y temía enfrentarse a la verdad.
Era la mujer más bella, vivía en algún lugar de la tierra, sitio que no pudo admirar debido a sus flaquezas.
Sus ojos que alguna vez habían sido bellos, su mirada tierna, hoy mostraban un odio que no sabía a ciencia cierta de donde provenía.
Su andar de gacela era admirado por todas las mujeres del pueblo, todos querían copiar su don de gente, por donde caminaba dejaba la estela de su exquisito perfume, como mujer que sabe caminar por el mundo, vestía las mejores ropas, aquellas que realzaban su figura de muñeca.
Cuando el sol estaba abrazando a la tierra sus rayos se confundían con sus cabellos de oro, siempre llevaba en sus manos un rosario y flores silvestres para llevar a la iglesia del pueblo. Ante Dios, desnudó su alma, a El le contó de sus luchas internas, tal vez la amargura que deja una partida temprana.
Solo Dios sabía que ésta mujer tenía un secreto, a El podía confesarle sus infortunios.
Sus ojos vacíos eran incapaces de admirar la naturaleza, no veía el aletear de los pájaros que surcaban el cielo, tan azul como sus ojos, no escuchaba sus trinos, esos que a otros mortales le regalaban la más dulce de las melodías.
No veía la luna regalando sus hebras de plata, tampoco el titilar de una estrella.
Hoy esa dama pasea con sus fantasmas del pasado, solo sabe que será absolutamente libre cuando la verdad florezca.

Thursday, November 23, 2006

CELOS

Cuando finalmente mi coartada falló, confesé que lo maté por amor.
La oficina era chica, fría, las paredes descascaradas por el tiempo, a un lado un armario que contenía expedientes, tapas de cartulinas que escondían otras historias.
Frente a mi, un sillón que alguna vez fue rojo como era mi pasión, un reloj que al marcar los segundos late tan fuerte como mi corazón.
Puedo escuchar el sonido del silencio, en el pasillo retumban las pisadas, se escuchan gemidos y llantos de otros que están perdidos como yo.
Llega mi verdugo, me observa y le pide al oficial que me acompaña que me quite las esposas.
Siento que mis manos libres pueden volar como pájaros.
Con tono burlón comienza el interrogatorio.
Ante él, desnudo mi alma.
Conocí a Julio hace cinco años, me esperaba a la salida del secundario, mis padres no lo querían,bastaba con el amor que yo le profesaba.
Nos fuímos a vivir a una casa chiquita en la ladera de la montaña, el paisaje se asemejaba a las pinceladas de un cuadro, frente a nuestro jardín perfumado por las más bellas flores, corría el brazo de un lago, tan azul que reflejaban los ojos de mi amado.
Nuestro despertador era el trino de los ruiseñores, nuestra luz el sol que jugaba a salir de las aguas.
Era nuestro mundo ideal hasta que él cambió, se transformó en un ser hosco y agresivo.
A Julio ya no le importaba si por la noche del cielo pendía la luna o una estrella fugaz se llevaba mis deseos.
Sin motivo tomó vida la agresión, sus manos que antes eran caricias se convirtieron en tortura.
Mis ojos ya no tenían lágrimas para tanto dolor, esperé que se durmiera y con una daga atravesé su corazón.
Inmutable el juez escuchaba mi relato, garabateó en un papel algunos datos, con su cabeza hizo una señal.
Hoy camino por un largo pasillo tratando romper las rejas que se adueñaron de mi alma.
ella sabe que pronto nos encontraremos tal vez en otro lugar.

Thursday, November 16, 2006

VIAJE SIN TIEMPO

Marcia viaja a través del tiempo.
Se encuentra en un lugar árido, donde no crecen las flores.La arena inunda de dorado el paisaje, en unos minutos estará en la ciudad de sueños.
Su túnica blanca apenas cubre su cuerpo de diosa, en su cabeza de azabache colocan hojas de laurel dorado.Las cintas de su calzado resaltan la belleza de sus piernas bronceadas.
Con pasos firmes se dirige al museo, la brisa cálida juega con sus cabellos.
Asombrada observa el edificio, las columnas del frente parece que sostuvieran el tiempo, los techos son altos y vidriadoS para que la luz natural ilumine el espacio.
Extasiada se detiene delante de una vitrina, dentro de ella un viejo papiro reseña la historia de una diosa.
Un temblor recorre su cuerpo y desaparece.
Ahora está en el palacio del faraón.
Las cítaras regalan la más dulce de las melodías, las copas de vino se elevan para el brindis, el perfume de los jazmines embriaga el lugar invitando al placer, cada uva es un beso que se comparte.
Todo es alegría, danzas de fuego, labios que se unen cuerpos que se funden, promesas y amores
Ella que transmutó en Isis, ella que puede dar vida a la muerte, le grita al sol que se esconda, para dar paso a la noche y sus misterios.

Tuesday, November 14, 2006

PROHIBIDO CREER

Que este que emprendemos no será el viaje con que siempre hemos soñado.
Preparo mi maleta con las cosas que me pediste el vestido amarillo bordado, ese que usé cuando delante de Dios te prometí amor eterno.
En un frasquito pondré algo de arena y un poco del agua del mar que tanto amamos, ese mismo que fue testigo de nuestro amor,los juegos en la playa nuestro primer beso y la sublime entrega de nuestros cuerpos.
Del árbol que te gusta cortaré una flor para prender en mis cabellos
.Es hora de partir, ambos quisimos ser protagonistas de este viaje, alejada del aeropuerto nos espera una nave para llevarnos a toda velocidad a dar un paseo por el espacio.
Apuramos nuestros pasos nuestros sombreros se vuelan para posarse en la pista, serán lo único que demuestren que alguna vez estuvimos en la tierra.
Dentro del cubículo, cerca de los comandos observo u sobre y una flor, su perfume embriaga nuestro espacio.
Me pides que no la abra ahora, que deje de lado mi impaciencia, hasta más tarde.
Ajustamos nuestros cinturones a las butacas de ésta que será nuestra nueva casa.Lejos de los ojos que tanto nos dañaron, juntos observaremos la aparición de la primera estrella.
No viene sola, miles de ellas como luciérnagas titilan en el cielo de un color azul indescriptible, un poco más lejos vemos la luna en cuarto creciente.
Ese será nuestro lugar, ya llegamos, hace frío y tu abrazo le devuelve calor a mi cuerpo.
Robaremos de la luna un rayo plateado para que nos ilumine su luz potente nos permitirá vernos por fuera y por dentro.
En el centro de tu pecho viril palpita tu corazón, sus compases realizan una simbiosis con el mío.
Estamos alejados viviendo en el lugar donde viven quienes se aman de verdad, sin ataduras sin palabras que intenten socavar este sentir eterno, si más sentimientos que los nuestros, eso alcanza para que la imaginación haga brotar de un suelo árido el mas tierno de los sentimientos.
Alejados del egoísmo, de las palabras que hieren como una daga, aquí solo estamos, tú y yo para amarnos.
Algún día, nadie sabe cuando, ya que aquí no se mide el tiempo, nos hemos convertido en una parte del infinito regresaremos a la tierra, cuando haya paz, cuando las semillas de los sentimientos broten por todas partes, cuando todos los males hayan sido erradicados, cuando todos sepamos conjugar el verbo compartir y comprender que las estrellas solo están en el cielo, allí volveremos con la preciosa carga de nuestro hijo, para seguir sembrando lo que aprendimos, pero por sobre todas las cosas para que los humanos entiendan que no hay lazo más fuerto que el que tiene como eje un amor sincero.

Friday, November 10, 2006

EL TATUAJE

Para no creer que la vida se parece a la caja de Pandora.
De ella salen viajes con paisajes de arenas blancas, olas que juguetean en la playa donde una mujer a la que El Creador le regaló toda la belleza.
Hoy esa mujer se encuentra en un playa mirando como el sol quiere salir de las aguas para elevarse al cielo.
Admira los tonos naranjas con unos matices de grises que se escapan de la paleta de un pintor para regarlas en el universo que se confunden con el océano.
Con una ramita que cortó de un árbol lleno de flores garabatea un nombre en la arena.
¿Qué será de ese ser?
Recuerda que era moreno, alto y con una elegancia que no se puede describir con palabras.
Sus ojos de azabache invitaban a la aventura.
¿Cómo resistirse a sus encantos?.
Caminaba por la playa desierta, de sus brazos torneados por un escultor, colgaba una canasta de mimbre en ésta relucían las frutas de lugar.
Marcia en la playa seguía dibujando diferentes figuras, una sombra le anunció que alguien observaba sus juegos y podía adivinar sus pensamientos.
Lo miró extrañada, le llamó la atención un tatuaje que lucía en su brazo derecho, tenía forma de corazón y algunas estrellitas, pero se reservaba el lugar del nombre, para quien fuera compañera de su destino.
Pasaron varios días hasta que volvieron a encontrarse, el cuerpo de Marcia había tomado el color de los rayos del sol, su silueta impecable se destacaba en la playa, perlas saladas realzaban su cuerpo.
Llegó él, con su tatuaje cubierto, le explicó que había remplazado una estrella por una inicial, grande fue su sorpresa cuando vio una letra M.
No tuvo dudas esa noche se entregaría a los juegos que preludian el amor.
Extasiado el jugó con sus cabellos, bebió de sus labios el más dulce néctar, y cuando las estrellas titilaban en el cielo se confundieron sus cuerpos.
Un suave aroma a jazmines embriagaba la playa.
En ese momento él le confesó que las otras señales de su tatuaje serían cubiertas por el nombre de los hijos que tendrían algún día.
El primero fue bautizado con el nombre de Joshuá, era bonito y se asemejaba al nombre de EL Creador.
Los otros espacios aún no tienen nombre que los identifique, solo el tiempo podrá adjudicarle identidad a ese tatuaje.

Saturday, November 04, 2006

NAPOLES Y UNA VENGANZA

Anna estaba feliz, esa noche le diría a su padre que Duilio sería quien transitara con ella el resto de su vida.
Vivía en una calle angosta donde la ropa colgada se confundía con el aleteo de los pájaros de mil colores que regalaban sus alas al viento.
Terminó sus tareas más temprano que de costumbre, eligió un vestido con lunares, ese que Duillo le había regalado, a él le gustaban esos colores que realzaban sus formas.
Calzó sus tacones y presurosa se dirigió al puerto.
Las embarcaciones se mecían en la costa, la brisa las hamacaba suavemente, los colores de ellas se reflejaban como una película en el océano.
Duilio estaba vestido de blanco, con un sombrero que atemperaba los rayos de sol esperaba la órden para embarcar y comenzar su jornada diaria.
Como siempre el mar le regalaría sus frutos que posteriormente serían vendidos en la feria.
En hilera las embarcaciones partieron, parecían salidas de un cuadro con sus colores fuertes querían contrastar con el azul del mar que a lo lejos se juntaba con el cielo Marco en la proa daba la señal para partir, su rostro demostraba ira, sus cabellos negros estaban crispados tanto como sus pensamientos.
De ninguna manera permitiría que su primogénita uniera su vida a la de ese pescador que era el hijo de su enemigo.
Clavaron el ancla en el preciso lugar que sabían podrían conseguir los mejores peces.
Pasó la jornada, la quietud no presagiaba la muerte.
En un momento en que todos los pescadores acomodaban los peces en las canastas de mimbre, Marco decidió que había llegado el momento de hacer desaparecer a quien él consideraba muy poco para su hija.
Cuando el sol se escondía detrás de la playa en la costa esperaba con ansias Anna, de pronto una fuerza diferente agitó las aguas.
De los barcos pintados de rojo y verde bajaron los pescadores.
Anna seguía esperando, el viento trajo consigo nubes que cubrieron el cielo, la luna se ocultaba detrás de ellas, las estrellas no brillaban, un relámpago cruzó el horizonte dejando ruido y desolación.
Cansada se recostó en la arena, la venció el sueño,creció la marea y suavemente la depositó en el fondo del mar, allí en la inmensidad, rodeada de corales encontró el cuerpo inerte de Duilio, lo abrazó con fuerzas para devolverle la vida, en sus labios depositó el más dulce de sus besos y se entregó al destino.
Marco en la playa bebía su venganza, no sabía que en los brazos de Poseidón descansaba su hija junto al amor de su vida.
Esta vez la venganza no cumplió su cometido, el agua no alcanzó para apagar el fuego de un amor que creció más allá de la eternidad.

Friday, November 03, 2006

RECUERDOS DE AYER

La vida no había sido pródiga con Carolina en cuanto a sentimientos se refiere.
Había triunfado en todo lo que se proponía, terminó su carrera siendo la más joven del grupo.
En uno de sus viajes mientras el avión se desplazaba por sobre las nubes dejando ver por la ventanilla el cielo límpido, conoció a Emir, un hombre de singular y enigmática belleza.
Provenían de mundos y culturas diferentes, en idioma gestual le pidió sentarse a su lado ella accedió un tanto confusa,por el altavoz la azafata anunciaba que en minutos llegarían al aeropuerto.
Se alojaron en un hotel con vista a una playa, desde el balcón de su habitación miraba extasiada la danzas de las olas.Pasados unos minutos el conserje del hotel golpeó a su puerta, junto a las rosas rojas de un ramo había una pequeña tarjeta, Emir la invitaba a compartir su mesa.
Eligió para esa noche un vestido verde que profundizaba el color de sus ojos, sujetó una flor en su cabellera azabache unas gotas de perfume le daban un toque de misterio.
Bajó la escalera como una diosa, convirtiéndose en el centro de todas las miradas, al pié de la misma él le ofrecía su brazo y una sonrisa que no olvidaría por el resto de su vida.
Terminada la cena salieron al jardín, la música invitaba a bailar, pronto sintió los brazos de Emir rodeando su cuerpo, preludio de un beso apasionado.
Aunque no hablaran el mismo idioma se entendían a través de las caricias pronto sus cuerpos serían uno solo.
Pasaron días inolvidables, disfrutaban de la playa y sus juegos en el agua, quedaron en encontrarse nuevamente por la noche para continuar su historia.
Carolina decidió descansar, estaba dormida cuando un empleado del hotel tocó a su puerta ésta vez no traía flores, en sus manos un sobre blanco que discretamente dejó sobre una mesa.
Las lágrimas le impedían terminar de leer el contenido de la carta, su corazón sobresaltado le anunciaba que su amor había partido con otra compañía.
Desolada Carolina regresó a Buenos Aires, en su alma no anidaba la venganza, de ello se encargaría el destino.
Poco tiempo después supo que Emir fue asesinado por la mujer que lo acompañaba.
Hoy Carolina elige un libro como companía, en sus hojas encuentra una rosa marchita , en cada pétalo hay un recuerdo.