Tuesday, June 27, 2006

EL ULTIMO PENSAMIENTO

MENSAJE
5 de 48512

Es su última noche en ese lugar.
No tiene miedo, si está inquieto, en un rato vendrá un sacerdote a confesarlo.
El guardia le ofrece un cigarrillo, se aleja de la puerta y se tira sobre el camastro.
Conoce de memoria cada trozo de ese techo.
El humo y la luz mortecina lo llevan a revolver sus recuerdos.
Hace veinte años caminaba por la playa solitaria, detrás de los acantilados apareció ella como una diosa pagana, sus cabellos húmedos llegaban a su cintura, sus ojos tan verdes como las hojas recién nacidas de un árbol.
Se sentó a su lado, iniciaron una conversación, cuando caía la tarde allí donde el sol transforma el cielo en púrpura se amaron.
Al poco tiempo, él la esperaba en la capilla del pueblo, parecía un ángel vestido de blanco, se prometieron amor eterno.
La vida les obsequió dicha y dolor.
A medida que pasaba el tiempo Aníbal cambiaba su carácter, de ser un hombre cariñoso, pasó a mostrarse hosco, celoso.
Como todos los días ella salió a cumplir con su rutina de gimnasia, allí en el parque donde cantaban los ruiseñores y las flores regalaban su exquisito perfume, decidió terminar con sus celos, solo un disparo y la belleza de su mujer teñía de rojo el suelo.
Ahora en breves minutos caminaría por última vez esos pasillos, detrás de la pesada puerta una camilla con correas, mientras esperaba que el líquido trajera la muerte la recordaba, cerró los ojos para reunirse con ella.

Monday, June 26, 2006

SIN RESPUESTAS

Derás de las rejas, los ojos de ese hombre rojos de llorar.
No le quedan más lágrimas solo recuerdos.
Quisiera salir de allí y gritar al mundo su verdad, o su alma sabe que no cometió délito alguno, abrazado a la puerta recuerda un día de sol.
La playa de blancas arenas invitaba a caminar, el mar calmo parecía un trozo de cielo, pensaba cuan solo estaba.
Detrás del bosque apareció ella, tan hermosa que en la tierra no se habían inventado las palabras para describirla.
De día su belleza nublaba el sol, de noche opacaba la luna.
Con timidez se acercó, del lugar poblado de flores cortó algunas y formó una para coronar a la reina de su corazón.
En ese lugar sin horas que marcaran el tiempo le declaró su amor.
Marcia ruborizada le ofreció su boca, las risas y caricias formaron una canción que solo ellos podían escuchar, pasaban los días sin espacios ni tiempos hasta que ella mansamente se entregó, en el cielo aparecieron brillantes estrellas aprobando esa unión.
Hoy no comprendía la actitud de Marcia, desolado y abrazado a las rejas preguntaba ¿por qué?

Friday, June 23, 2006

ESA MIRADA

Detrás de las rejas Aníbal sabía que solo podía llegar a ella por medio de esa foto.
La conoció en primavera, cuando los capullos de las flores nos regalan todo su perfume.
Habían paseado por las arenas blancas de algún lugar, con una rama el inmortalizó su nombre en la arena.
Marcia era la mujer que había soñado, linda por dentro y por fuera .
Debajo de su pareo escondía una diminuta bikini.
En su pelo lucia una flor amarilla que contrastaba con su negra cabellera.
¿Qué podía decir de su cuerpo? Era esbelta sus piernas no parecían terminar nunca, sus ojos tenían el color del océano, su boca era un frutilla que aumentaba sus deseos.
Rodeados de verde y flores, cuando el sol se escondía, y comenzaban a titilar las estrellas en esa noche profunda decidió fundirse en ella.
Marcia tenía sentimientos encontrados, por primera vez se había entregado en cuerpo y alma.
Corrió hacia el destacamento policial y lo denunció.
Ese hombre de mirada azabache la había violado.

LA PRIMERA PALABRA

Recorremos lugares soñados en busca de la primera palabra.
Marcia decide abordar una nave que la hará regresar en el tiempo.
En el moderno departamento de biotecnología donde trabaja le asignaron buscar la primera palabra que nació junto a la humanidad.
Está todo listo en la estación espacial, ella se despoja de sus ropas para calzarse un traje plateado, debajo de una escafandra un rulo dorado juega en su rostro aniñado.
Su mirada trasunta un dejo de temor sus ojos azules brillan velados por lágrimas de emoción.
Solo debe dejar el reloj antes de abordar la nave.
En su butaca se libera , la falta de gravedad la convierte en un pájaro.
Luego de unas horas llegan al destino indicado.
Al bajar de la nave en un lugar solitario observa la belleza de un bosque que la invita a internarse en él.
Asombrada mira a su alrededor, todo es verde y perfume de flores que no se conocen en la tierra, corta una de color blanco y la prende de sus cabellos.
Luego de caminar un rato se interna en una cueva, el haz de luz de su linterna ilumina las paredes, curiosamente aparecen dibujos de manos, pero no es lo que ella busca, a un costado un rollito de cuero, intrigada lo abre, parece escrito con un cincel, acerca la luz hacía ese objeto, su cara se transforma en una sonrisa eterna, logró su misión la primera palabra de la humanidad se presenta ante ella y es AMOR.

Friday, June 16, 2006

ELLOS DOS

stoy en un lugar del universo, no tengo ropa sólo una hoja.
Me interno en el mar azul para conseguir mi comida.
Mi casa es el bosque, donde consigo frutas y admiro todos los colores que algún día Ustedes conocerán.
Mi creador me enseñó el nombre de las cosas, sé que ese manto inalcanzable a veces azul, otras celeste es el cielo.
Brilla en él, una estrella que da calor es dorada, cuando ella se esconde detrás del horizonte, aparece otra que cambia de forma iluminando mis noches de plata, también lejanas titilan las estrellas.
Busco el abrigo de un árbol para descansar,me tapo con hojas.
Me duele el cuerpo, no puedo definirlo y sueño.
Al despertarme no estoy solo, me acompaña una bella mujer,tiene largos cabellos,ojos que se parecen al océano y me invitan a sumergirme.
Corremos por la paya, nos internamos en el mar, jugamos con el agua, la acaricio, la beso, el instinto me dice que debo fundirme en ella, busco su boca, es mía.
Pasa el tiempo no estamos solos, ella en sus brazos arrulla un niño,parece un ángel, es nuestro.
Así nace la humanidad, soy feliz camino por la vida muy cerca de Eva.

Thursday, June 15, 2006

UN BAILE DIFERENTE

En ell cabaret el cantor hacía mención a una noche de lluvia.
Esa noche Estela tenía un mal presagio, no tenía ganas de salir a la calle pero las deudas la obligaban.
Tomó un taxi y miraba como las gotas de lluvia se estrellaban sobre el parabrisas.
Una luz mortecina le indicó que había llegado.
En esa piecita llena de humedad, cambió su sencillo vestido por una pollerita de raso negro con un profundo tajo que dejaba ver su bordada ropa interior, arriba una camisa blanca y un pañuelito al cuello, anudó sus cabellos en la nuca y agregó un tocado de plumas.
Ahora deslizaba las medias de red que realzaban sus largas piernas, tacos altísimos con pulsera, faltaba retocar el maquillaje un poco más de rubor y labial rojo, ya estaba lista.
En la pista giraba al compás de una milonga.
En la primera fila Aníbal miraba a esa mujer que era objeto de su deseo, ignorando que ella tenía dueño, no podía dejar de contemplar esa grácil figura, la quería solo para él, le ofrecería una vida de día, sin lujos pero en la que nada faltaría, una casa cálida y confortable, tal vez llegaran hijos.
Con las luces de una gris madrugada finalizó la función.
Aníbal decidió pelear por lo que quería y enfrentó al bailarín a punta de cuchillos.
Estela se alejó del centro de la pelea caminando, la lluvia arreciaba con fuerza.
No estaba sola, alguien la seguía con dificultad, se dió vuelta al oír su nombre,asustada solo atinó a mirar la pared descascarada del conventillo, mágicamente se leía en letras de sangre:Te amaré aún después de la vida.

Monday, June 12, 2006

OTRA LLUVIA, MUCHAS LLUVIAS

Otra lluvia en Buenos Aires empañaba todo, del pavimento se levantaban nubes de humo que formaban raras siluetas.
Marcia recordaba las lluvias de su vida en la ciudad.
Aquella vez donde por correr se rompió el taco del zapato.
Como el viento quería correr, no tenía alas, pero sabía que sus palpitaciones la harían llegar a los brazos de aquel hombre que casualmente había conocido cuando el cielo volcaba todas sus lágrimas.
Se conocieron en un café chiquito, con nombre francés, de esos que pueblan las calles de Buenos Aires,
Su vestido se adhería a su cuerpo insinuando sus formas, entró al lugar y todos volvieron su mirada.
Charlaron sin espacio ni tiempo, el acariciaba sus cabellos dorados como el maíz que crece en el campo.
Otro día de lluvia, él la esperaba en la puerta de la capilla para dar el sí ante Dios, flores y cantos para alegrar el momento no opacaron la ceremonia.
Hoy nuevamente la lluvia, la ambulancia corre por las calles de esta ciudad desierta.
Por el pasillo del hospital la camilla la lleva a su destino.
En pocos minutos Agustín llegaría a la vida, su primer llanto despejó el cielo.
Tímida asomaba una luna redonda y plateada.

NOCHE TRAGICA

Es tarde y no deja de llover en la ciudad, cada gota trae un recuerdo al corazón atormentado de Marcia.
Esta noche lluviosa de Buenos Aires revive sus recuerdos.
Hace unos años corría por las calles desiertas, tratando de atrapar en su corazón lo que había pasado solo una horas antes.
Había vestido su casa con hojas doradas y algunas flores, los candelabros de plata contenían las velas, que iluminaban la mesa.
Durante gran parte del día se había preparado para disfrutar una velada diferente, su cuerpo tenía un delicado perfume, eligió ropa cómoda, un jean, camisa y esos zapatos que él le había regalado y tanto le gustaban.
Sujetó sus largos cabellos con una cinta de raso azul profundo como su mirada.Encendió las leñas del hogar para darle más calidez al encuentro.
Sonó el teléfono y su cara se convirtió en una mueca de horror, el ulular de las sirenas anunciaba un accidente.
Corriendo bajó las escaleras, perlitas de sudor humedecían su cara, abrió la puerta, sobre el pavimento yacía inerte, el cuerpo de su amado.
Otra noche lluviosa le indicó que su vida ya no era nada.