Monday, April 30, 2007

JUAN POR SIEMPRE

Juan pese a su edad era un hombre atractivo, sus cabellos blancos como las nubes le daban aspecto de sabio.
Trabajaba como chofer de un camión de caudales, su móvil estaba identificado con el número siete (7).
Los compañeros de trabajo estaban acostumbrados a que este hombre triste y solitario les contara anécdotas de la vida y otras de la calle.
Concluido el trabajo preparaban el mate para luego reunirse en el garage a escucharlo.Ese hombre taciturno siempre recordaba a Estela su mujer, se habían casado hacía veintinueve (29) años, la vida había sido generosa con el matrimonio, los había premiado con tres (3) hijos dos mujeres y un varón, este último llegada la adolescencia decidió migrar a otro país para buscar mejor suerte, General Mosconi un pueblito olvidado de Salta, no les ofrecía mucho futuro a los jóvenes, la mayor había partido unos años antes, Juan los alentaba a alejarse de ese pueblo chato, solo sobresalían los paisajes plagados de verde al lado de un río correntoso, la del medio prefirió quedarse cuando adivinó que su madre se quedaría sola, era inminente la separación de sus padres.Juan migró a Buenos Aires el 11-05-2000, al principio el ruido de la ciudad lo aturdía, acostumbrado a ver salir el sol inundando de dorado el río de aguas marrones.
Recordaba los sauces con sus largas hojas meciéndose en las aguas, escuchaba el llanto de los enamorados.
Llegó con su pequeño equipaje a la pensión de Rosaura ubicada en Las Acacias 1719, la habitación era simple y cómoda.
Pasó el tiempo, Rosaura se enamoró perdidamente del caminante sin rumbo, era jóven, bonita en su sencillez, se entregó a Juan con pasión sin esperar nada a cambio, sin preguntas del pasado reciente, solo él le importaba, quería tener una compañía, un médico del hospital le había dicho que jamás podría tener hijos por un problema genético,grande fue su sorpresa cuando supo que estaba embarazada, el veintitrés (23) de febrero nacería su hijita, una niña especial por su mirada parecida al azabache.
Un día Juan se preparó como siempre para inciar su jornada de trabajo, afuera cantaban las chicharras preanuncio del calor del estío, eligió el uniforme de verano, en trece (13) minutos su compañero lo pasaría a buscar por la pensión, se despidió de Rosaura, se acercó a la cuna donde descansaba la niña, una caricia recorrió el cuerpecito que dormía placidamente.
Llegaron al estacionamiento, en la cochera los esperaba el camión amarillo,detrás de los barrotes del móvil hacía calor.
Tomaron por Avenida Corrientes, como siempre el tráfico estaba endemoniado, un semáforo los detuvo.
De la nada apareció una moto, un muchacho apuntó a Juan, dos (2) tiros certeros terminarían con su vida.
Tendido en el pavimento Juan esperaba la muerte, un ángel de rubios cabellos, tomó sus manos invitándolo a transitar la eternidad para siempre.

Sunday, April 29, 2007

LAS CUATRO ESTACIONES SIN ÉL

Hace trece (13) días que decidimos, hacer un paréntesis en nuestra relación, pese a que nos casamos hace (7) años.
¿Recuerdas fue el 17-11-1999?.
Dos días después el diez y nueve (19) consagraríamos nuestro amor ante Dios.
Luchamos contra el mundo por la diferencia de edades, mis padres se oponían a nuestra relación, decían que con el correr del tiempo las años que nos llevabamos serían más que notorios.
Nos amamos tanto que ninguno de los dos (2) advirtió que eso podría ser realidad algún día.
Recuerdo que juntos elegimos la pequeña iglesia de madera para la ceremonia religiosa.
Los bancos estaban adornados con flores y moños idénticas a las veintitrés (23) rosas que formaban mi ramo.
Cuando extendiste tu mano para llevarme al altar, nos miramos, allí pensé que el destino nos uniría para siempre.
La voz de la soprano entonando el Ave María erizaba nuestra piel de emoción, también la de los concurrentes, parecía un pájaro entregando esos gorjeos mágicos que nacían en su privilegiada garganta.
Detrás nuestro Milenia, una preciosa niña de tres (3) años divertida jugaba con nuestras alianzas.
Decidimos reunir a familiares y amigos en la casa que junto habíamos proyectado,en los jardines estaban dispuestas las mesas, cada una tenía como único arreglo una copa con una vela rodeada de cinco (5) flores, solo vos y yo conocíamos el significado.
Cómplices nos reíamos, en cada detalle estaba representada un fecha nuestra.
A la mañana siguiente abordamos un crucero, que nos llevaría a conocer otras tierras, duraba exactamente veintinueve días (29).
Recorrimos varios puertos, tus manos eran una extensión de mi cuerpo, nunca me soltabas, temías que cayera.
El sol doraba nuestros cuerpos, jugábamos en la arena, el encuentro de nuestras miradas convocaba al fuego, la luz de la primera estrella anunciaba la noche y sus misterios.
Fueron los días más felices de nuestras vidas.
Los destellos de la luna iluminaban cada proyecto.
Planificamos nuestra familia, primero nació Joshuá, lo amábamos, me divertía verlos jugar a la pelota, vos parecías más niño que él.
Una tarde de verano, te pedí que regresaras temprano quería que supieras que otro fruto de nuestro amor crecía en mis entrañas, seguramente nacería con las primeras flores de la primavera.
Hoy estoy sola, me revelo ante esta separación pero la acepto, en el fondo de tu corazón aún vive un niño que se pelea con los fantasmas que viven en tu imaginación.
El alma me cuenta que pronto regresarás a casa, la sonrisa de tus hijos junto a la mía te espera.
No tengas miedo, nada será diferente, solo el paisaje ha cambiado un poco, el otoño desvistió los árboles, en sus ramas hicieron nido las palomas .
Estoy segura que cuando nazca el primer polluelo, otra vez tu risa sonora le pondrá música a ésta, tu casa.Cuando el invierno anuncie su llegada, con el primer copo de nieve regresarás a nuestro lado.

Saturday, April 28, 2007

UN AMOR DIFERENTE

Tenían veintinueve (29) y veintitrés años (23).
Se habían conocido cinco (5) años antes en los claustros de la universidad.
Aníbal recuerda el día como si fuera hoy fue el once (ll) de julio,siete ((7) días después de su primera conferencia lo esperaba un viaje, había conseguido una beca para perfeccionarse.
Turbado por esos ojos que lo miraban con insistencia no podía concentrarse en las palabras que debía pronunciar para darle la bienvenida a los muchachos que tomaban apuntes de sus palabras, en el escritorio descansaban tres (3) láminas que usaría para apoyar sus teorías sobre el nacimiento de la humanidad.
Desde la primera butaca esos ojos negros como el azabache lo observaban de manera especial, quería sumergirse en ellos sin ataduras convencionales, deseaba esos labios dibujados.
Se detuvo un momento, mientras sacaba un bolígrafo del interior de su saco miró al estudiantado que con avidez esperaba las palabras del profesor, y allí estaba esa cara cincelada por un escultor, la palidez agregaba belleza a la belleza, jamás había visto un rostro tan perfecto, pese a que un escalofrío recorría su cuerpo tenía que seguir sin demostrar sus sentimientos.
La charla siguió amena, aún cuando su mirada estaba clavada en esa silla de la primer fila.
Le pidió a una alumna que fuera a buscar material que había olvidado, le indicó que estaba en el armario número trece (13).
Los estudiantes estaban entusiasmados con la charla, les agradaba conocer cómo había nacido la humanidad.
Los aplausos cerraron la exposición.
Las autoridades de la institución habían preparado un brindis de despedida, timidamente y sin que nadie lo percibiera le entregó una tarjeta con el número de su celular.
Llegó a su departamento, vivía en el piso diez y nueve (19) de un moderno edificio.
Su novia de toda la vida lo esperaba como siempre, solo que esta vez, ante la inminencia del viaje de su amado, había preparado una exquisita cena, durante la misma él se mostró indiferente, rechazaba las caricias de ésa mujer que creía acompañaría para siempre su destino, sus pensamientos estaban en otra parte, el corazón buscaba ésa mirada.
Ella sugerente comenzó un juego de caricias buscaba su boca, no la encontraba, ofrecía como tantas otras veces su cuerpo al amor, Aníbal parecía estar en otro mundo.
Le pidió que se fuera, quería ordenar sus pensamientos, tenía varias cosas para hacer antes de abordar el vuelo de las diez y siete (17) horas del día siguiente.
Rogó que ella no fuera a despedirlo al aeropuerto, odiaba las despedidas y no tenía ánimo de fingir.
Llegó con tiempo suficiente para efectuar los trámites de rigor, grande fue su sorpresa, en la otra punta del salón Esteban agitaba un ticket, en ese instante supo que ellos dos (2) iniciarían en la tierra de los tulipanes un amor eterno y sin condenas.

Friday, April 27, 2007

AMOR Y NUMEROS

Hace 29 años que ellos caminan por la vida en forma paralela, no comprenden por qué los caminos se bifurcaron.
Se conocieron el 19 de septiembre, pasaron casi 2 años, faltaban pocos días para la primavera en éste lugar del planeta.
Caminaban abrazados mostrando su amor apasionado a quien quisiera verlos.
A veces los sorprendía el atardecer en la playa.
Todo era mágico los colores, la brisa del viento acunaba sus cuerpos.
Esa tarde de verano buscaban en el bosque un trébol que les diera suerte, curiosamente el destino hizo que encontraran una especie rarísima, en una mata de hojas verdes y brillantes erguida se erigía un flor de 5 pétalos.
Divertidos contaron las hojas, eran 11, cada una se transformaría en caricias y besos.
Los días transcurrían con placidez, parecía que solo ellos eran dueños del universo.Una mañana decidieron comprar un refugio para compartir lo que imaginaban sería para siempre, de la mano caminaron 13 cuadras, en compañía de ese amor que creían eterno.
Llegaron a la inmobiliaria ubicada en la calle 19, quedaban 17 casas para comprar en el lujoso condominio, todas tenían un jardín cuidado, las viviendas parecían salidas de un cuento.El eligió la número 23, experto en construcciones le explicó a su enamorada que allí el sol entraría a acariciar el sitio elegido a cualquier hora del día,el sol entibiaría cada momento hasta apagarse y dar paso a la noche y sus misterios.
Ella asintió contenta, por fin tendrían un lugar para prodigarse el amor que tenían para darse mutuamente alejados de miradas indiscretas.
Ignoraba que ese día coincidía con el del nacimiento de un angelito que desde un cuadro bendecía la unión de dos almas gemelas.
Los días transcurrían con tranquilidad, todo era casi perfecto. en 7 días se mudarían a la casa de sus sueños, ocuparía el tiempo para agasajarlo.
Juntaba flores del jardín para alegrar la casa, jamás había estado tan enamorada, quería disfrutarlo sin importar el mañana, merecían vivir el presente.
Una tarde ella se encontraba agobiada, sabía que sus presentimientos se convertirían a corto o largo plazo en verdades tangibles.
Para esa noche que adivinaba incierta, eligió el vestido que Ël le había regalado, el verde se asemejaba a sus ojos color esmeralda, el champagne esperaba acariciado por el hielo en el balde, las rosas perfumaban el ambiente.
Un viaje de negocios los separaría temporalmente, a Él otros cielos lo esperaban para seguir edificando el camino de sus logros.
Hoy pasaron 3 largos años, nada sabe de su amado, como perlas las lágrimas ruedan por sus mejillas de porcelana.
El tiempo transcurre languidamente,finas hebras de plata cubren su cabellera, está sola, la sobresalta el ruído de la puerta, afuera Joshuá ajeno a todo sigue esperando que aparezca la silueta del hombre que nunca conoció, su padre.

Wednesday, April 25, 2007

CUENTO MUSICAL

Con tanto conocimiento enloqueció al punto... de convertirse en una nota musical.
Entre claves de sol y corcheas fue dibujando en el pentagrama una melodía.
Pensó que no necesitaría mucho para crearla, con esa intención la noche anterior se había detenido en forma casual a leer el foro de un diario, los artistas regalaban sus cuentos.
Quería alejarse de las noticias que se repetían día a día, muertes que opacaban la vida quitándole su valor esencial.
Políticos que desde un estrado prometían metas inconclusas e inalcanzables para el común de la gente.
La tarde caía vistiendo el lugar con el misterio de la oscuridad, afuera sobre la Bahía del Encanto tímidos copos de nieve se estrellaban en el suelo, un manto blanco le recordó un vals de Strauss, en su mente sonaban las “Rosas del Sur”.
La veía a ella envuelta en su traje azul, sus pies descalzos dibujaban figuras, él la tomaba de la cintura y la hacía volar aún cuando escondiera sus alas.
Era hermosa.
Le pidió a Wagner el Anillo de los Nibelungos, sabía que lo conseguiría para entregarselo a su amada.
En su sueño nítidamente escuchaba a Beethoven, su “Oda a la Alegría” sería la música perfecta para declararle amor a su enamorada.
No sabía el nombre de esa mujer tan bella que con una mirada le había robado su corazón.Tal vez se llamara Aída como la ópera de Verdi.
Necesitaba concentrarse no podía creer que el amor se manifestara de una forma tan loca.
La noche caía, lejos de la bahía observaba una estrella, una nube intentaba ocultarla.
Sentado en el taburete frente a su piano, sintió que estaba cansado, se alejó del teclado.
Una música extraña acunaba sus sueños, "Voces de primavera"le devolvía el aroma de las flores, se asemejaba al ramo que alguna vez con amor infinito había pedido al florista que armara.
Recordaba los pétalos rojos vestidos de nácar, y allí estaba ella esperando.
El vino que sostenía en su mano lo llevó a un sopor profundo, en su mente bailaban todas, se destacaba ella, hermosa como la figura del camafeo que su madre orgullosa lucía en el pecho.
Tomó una manta, apagó su pipa y la dejó sobre la mesa, el calor de la frazada se parecía a los abrazos de ella, cálidos acompañaban sus respiración.
No sabe cuanto tiempo pasó, afuera el cielo se teñía con los colores del amanecer, una sinfonía de rosas y violáceos acompañaba su despertar.
De pronto una batería rompía la armonía, su vecino del cuarto piso a toda voz cantaba “Mariposas de colores”.
En ese instante de ruido decidió ser parte del pentagrama, solo, en silencio buscaría a la musa que lo inspiraba.

Monday, April 23, 2007

EN COLORES

Con tanto conocimiento enloqueció al punto...de intentar cambiar los colores.
Era un artista famoso, desde niño había sido incentivado por su madre para que se dedicara a la escultura.
Una tarde mientras cincelaba una placa de mármol blanco esbozando la silueta de una mujer, descubrió que si usaba colores las obras tendrían más vida.
Cambió el cincel por pinceles, piedras por telas.
La paleta se mostraba brillante ante sus ojos.
El universo le ofrecía una sinfonía de tonos, elegía los que se asemejaban a sus diferentes estados de ánimo.
El celeste del agua quieta de un lago se esfumaba hasta tornarse en cielo.
Demostraba alegría con rosados, ocres o dorados.
Para la pasión sus preferidos eran los rojos, hasta que la profundidad y la fuerza de los sentimientos lo llevaban al morado.
No faltaban los amarillos que mutaban al verde que utilizaba para ponerle traje a árboles y plantas.
Los sueños eran transparentes como el alma, a simple vista no se veían reflejados en los cuadros, pero allí estaban latentes esperando mostrarse.
Una tarde de otoño perdió a la musa que inspiraba sus obras, no supo retenerla, allí todo se tiñó de grises y negros.
Fue el instante más cruel de la vida de éste artista, tenía que aprender a caminar solo, ella siempre había acompañado sus logros.
Hoy intenta salir de ése pozo, decidido enfrentará cada momento, quiere recuperar la admiración de quienes contemplan sus cuadros, ella es una sombra sonriente que anidará para siempre en su alma.
Las manos fuertes cual garras se aferran al borde del precipicio, a unos pasos la naturaleza es un estallido de colores,debe alcanzarla, no importa cuan grande será el esfuerzo, quizás en la salida encuentre la figura de ella, como un ángel desplegará sus alas para cobijarlo eternamente.

Saturday, April 21, 2007

EN EL FONDO DEL OCÉANO

Con tanto conocimiento enloqueció al punto tal que decidió sumergirse en el océano.
El sol recién comenzaba a iluminar la playa, desde lo alto sonreía dejaba que la espuma de las olas dibujara la arena.
Vestida con su traje de neoprene acomodó en su gorro los rulos, quería olvidarse del paisaje que tantas veces había compartido.
Lentamente se introdujo en las aguas, a medida que caminaba le parecía que flotaba, como tantas veces lo había sentido solo al tomar la mano de su ser amado, idénticos escalofríos recorrían su cuerpo.
El silbido del viento agitaba el espejo de agua.
Mientras descendía el mar se tornaba más oscuro, conservaba su transparencia , ella sentía frío.
Ajustó la entrada de oxígeno.
De pronto ante sus ojos apareció el verde de las algas, en sinfonía abrazaban la pequeña silueta hasta sentir cierta presión que le recordó los besos que habían muerto en su boca por no haberlos dado, las caricias que se desvanecían por no encontrar a quien prodigarlas.
Estaba sola ante la inmensidad, en las profundidades del mar y ante un camino incierto.Había descendido tanto que sus pies descalzos tocaban la arena, más allá un banco de corales regalaba sus tonos rojos, parecido al fuego que había sentido al lado de ese hombre que hoy se presentaba distante, más parecido a una sombra que al ser que tanto amaba.
Asombrada con su linterna iluminaba ése espacio profundo, de una cueva salió una sirena, vestida con escamas luminosas le dio la bienvenida.
A ella pudo contarle de sus pesares en la tierra, no quería volver y encontrarse con la soledad la misma que había lacerado hasta dejar en llagas un corazón apasionado.
Su pretensión era olvidar casi todo, estaba segura que jamás arrancaría de su mente la mirada de ese hombre, tampoco borraría ese abrazo interminable que no concluyó en un beso.
La sirena le propuso un trato para borrar sus dolores, solo le permitiría quedarse con un recuerdo, ella asintió y guardo solo uno, a cambio debía permanecer para siempre en el fondo del mar, ambas se harían compañía.
En la superficie ninguna de las dos tenía quien con amor sentido las esperara.

Friday, April 20, 2007

VIEJOS RECUERDOS

Con tanto conocimiento enloqueció al punto... de no reconocerse.
Refugiado en su casa miraba el álbum de fotos, allí vio a un niño, en ese entonces estaba acompañado de sus hermanos miraban los barcos que anclaban en el caudaloso río, buscaban la sombra de los añosos árboles, cuando querían esconderse divertidos trepaban a ellos.
Hasta podía escuchar la risa de los seres queridos o el reto de la madre por ese pantalón roto,prenda de los juegos.
La adolescencia lo encontró estudioso, en la eterna búsqueda de los afectos.
Cada foto era un recuerdo que acudía a su mente, horadaban el corazón endurecido.
Acarició las imágenes, estaba ella, quien con pudor le entregó el primer beso.
Construyeron la casa de sus sueños, sencilla,cómoda para albergar los hijos que pronto llegarían, ahí estaban tan cerca de sus manos, retratados para siempre.
Llegaron los viajes de trabajo, era un hombre exitoso, requerido en todas partes.
La distancia resquebrajó la relación, ella se quedaría con los bienes más preciados la compañía de los hijos.
Él trataría de olvidarla eligiendo otros paisajes.
Partió a Turquía un destino por siempre soñado, lo esperaban más logros, otras culturas, más amores efímeros.
Sus manos intentan capturar las caricias del pasado como pájaros volaban hacia las sombras hasta perderse y confundirse en ellas.
Decide regresar a su patria, otra vez el éxito corona los proyectos.
Todos valoran su experiencia, las conferencias se multiplican, la vida transcurre entre lujosos hoteles y aeropuertos, pese a estar tan cerca del cielo, nunca tuvo tiempo de admirar el titilar de las estrellas.
Cierra el álbum, una lágrima acompaña la soledad de su vida, sin quererlo abrió las ventanas de su alma para que escaparan uno a uno sus afectos.

HISTORIA DE UN LIBRO INCOMPLETO

Con tanto conocimiento enloqueció al punto tal que decidió sacar de los estantes todos los libros de la biblioteca donde trabajaba.
Pidió un té para tranquilizarse y mirar la cubierta de los libros, las encuadernaciones eran de todos colores.
Grandes autores la miraban desde los títulos, en ese instante tomó conciencia, con su actitud estaba dañando sin querer a quienes había dedicado su tiempo a escribir páginas enteras para que chicos y grandes encontraran un momento de paz y sosiego.
Dejó la taza de té sobre su escritorio, debía comenzar a recomponer el desastre que por un momento se había apoderado de ella.
Buscó en el cajón de su escritorio, un paño sería su arma para dejar todo en órden.
El primer estante estaba listo, los libros apilados daban las gracias por volver a su espacio, algunos sabían que pronto integrarían una feria famosa, pronto serían embalados en prolijos canastos para ser depositados en mesas de un espacio que ya conocían de otras ediciones de ese magnífico evento.
Con cuidado siguió acomodando los libros y separando aquellos que saldrían a pasear por otros sitios, ése lugar lleno de encanto donde todos se unen para apreciar la lectura.
Estaba cansada, consultó su reloj, aún tenía tiempo.
Sentada en un mullido sillón observó sobre la mesa un libro de tapas blancas, sus letras doradas indicaban que era el libro del destino.
Una suave brisa entraba por la ventana, afuera el otoño regalaba ocres y dorados.
Cerró los ojos, aún conservaba el libro en sus manos, las hojas de éste no estaban concluídasEl libro tomó vida, apareció un hombre de cabellos blancos, su barba de plata denotaba el paso del tiempo, mientras las hojas danzaban pidiendo ser completadas, el visitante se sentó al lado de la bibliotecaria que parecía dormida, con suavidad sacó el libro de sus manos, pudo observar que parecía un ángel dormido, le susurró al oído que necesitaba volver a su espacio pero para cumplir su cometido el libro que descansaba en una esquina del escritorio, debía ser concluido.
Aparecieron los duendes de las letras, en sus manos portaban plumas dispuestos a comenzar la tarea.
En sueños ella le contó parte de su vida, creyó haber sido feliz, le contó de su infancia acompañada por sus padres y hermanos, llegó a la adolescencia, entre risas recordaba los primeros amores, el momento en que creyó había encontrado el amor eterno.
Allí se quedó callada, el sueño la abrazaba, el hombrecito comprendió que esa joven recién había comenzado a transitar su destino.
No quiso despertarla.
Buscó un papel en él escribió unas pocas líneas, le pedía que siguiera escribiendo ese libro, que no se detuviera ante las adversidades, ellas formaban parte de la vida, que volcara cada instante vivido, él velaría sus sueños y cada momento.
La mitad del libro está escrita, la que falta será completada viviendo con intensidad cada día.

Monday, April 16, 2007

EL FILOSOFO

Avanzaba lentamente por el escenario del auditorio de la universidad colmado de estudiantes ávidos por escuchar una conferencia diferente.
El murmullo de los jóvenes en un instante dio paso al silencio.
El sabio impresionaba con su presencia, vestido con una túnica blanca, de su cintura colgaba una bolsita de gamuza marrón, dentro de ella tintineaban algunas monedas, a su lado un perro manso era su guía, allí todo el alumnado percibió que el filósofo apenas veía.
Hoy les hablaría de la vida, para ello pidió a uno de los alumnos que desplegara un gráfico en el atril.
Comenzó a explicarles que las líneas rectas indicaban el camino que se podía transitar sin peligros, allí estaba la luz del conocimiento y la experiencia, los otros que parecían círculos, no eran tales, esa percepción solo la tenían quienes aún no habían logrado la madurez como para salir de ellos.
Ese laberinto era formado por la mente de cada ser humano, de él se podía salir con confianza y esfuerzo.Les contó de su vida en otras tierras, allí donde se erigían cual fantasmas torres apenas iluminadas en la noche que apuntaban filosas al universo.
Habló de sus viajes infinitos, de la mujer de sus sueños y de los hijos que una explosión había llevado a vivir en otros planos.
Dijo del amor a esa mujer con la que había sido feliz unos pocos años, suficientes como para dejar en su alma para siempre la risa cantarina de sus hijos.
La soledad lo llevó a estudiar el misterio de la vida, era la única forma de estar cerca de sus seres amados.Caminó por el mundo en soledad, cruzó todos los mares.
Como pago a sus charlas recibía una moneda de oro, tenía tantas que un atardecer decidió quemar unas cuantas en un bracero, las luces que el fuego le devolvía le permitían ver las imágenes del pasado compartido con su mujer, los hijos.
Esta sería una de las últimas conferencias por ello había elegido rodearse de jóvenes, contarles sus experiencias para que no cometieran errores que a él le habían sucedido en el pasado reciente.
Desató la bolsa gastada y repartió las monedas, a cada uno le pidió que no la guardara, deberían quemarlas pidiendo un deseo, así ellos se convertirían en una realidad tangible.
Terminada la charla se alejó de los muchachos, sabía que había sembrado la semilla de la vida.
Decidió caminar sin rumbo, sus pasos se sentían acompañados por los de su fiel compañero.
Cansado buscó el refugio de un árbol que perfumaba con sus flores, antes del fin supo que había llegado el momento de reunirse con ellos.

Saturday, April 14, 2007

MADAGASCAR

Una vez más Marcia debe alejarse de sus seres amados, sus estudios esta vez la llevan a Madagascar.
Al llegar no puede dejar de admirar el efecto que la humedad produce en la vegetación, la variedad de árboles es infinita, todos los verdes del mundo están en las hojas, prendidas de las ramas crecen orquídeas, el estallido de flores impresiona con sus colores.
Belén su compañera de viaje no deja de fotografiar todo lo que observa.
Las playas del océano Indico quedarán aprisionadas para siempre en una imágen.
A media mañana el sol brilla en el cielo, sus rayos parecen querer derretir la isla.
Regresan al hotel, mientras Marcia pide frutas para atemperar el calor, Belën vuelca las fotos que había tomado en su computadora, sorprendida observa cuatro fotos que ella está segura no haber tomado, no dice nada a su compañera de viaje, las guarda en su mochila pensando que alguien debe saber el motivo de ese misterio.
Por la tarde tienen una excursión, visten sus trajes de exploradoras, en la puerta del hotel las espera un jeep contratado por la empresa para la que trabaja nuestra arqueóloga.
Llegan a destino, la selva está cerrada por la copa de los árboles, allí no llega el sol, pequeñas gotas de roció cubren las hojas, el suelo está cubierto de ellas asemejando una mullida alfombra.
Mientras Marcia toma muestras del suelo, su amiga le cuenta al guía la aparición de las fotos.
El sonriendo le cuenta una leyenda, hace muchos años un expedicionario llegó al lugar en búsqueda de un tesoro escondido en el corazón de la selva, para encontrarlo debía seguir ciertas instrucciones, un perro debería acompañarlo en el camino para adentrarse en la espesura del lugar, a mitad de camino encontraría un brasero, con hojas secas debía hacer fuego, cuando las lenguas rojizas salieran por fuera del recipiente una a una debia colocar monedas de oro hasta fundirlas, cuando éstas llegaran a estado líquido, en ese preciso instante debía pedir un deseo.
El hombre que no creía en nada siguió cada paso, su único interés era encontrar el tesoro al que llegaría observando las figuras de un mapa que estaba en la corteza de un añoso árbol el que moría por falta de savia que hiciera crecer sus hojas.
Llegó al objetivo, miró cada línea del supuesto mapa, estaba cansado, un extraño sopor se apoderó de su cuerpo, pesadamente cayó debajo del árbol.
Sus sueños eran difusos , enmarañados como un tatuaje amorfo, el perro a su lado descansaba.Se vió corriendo por tierra árida,cada paso la iba resquebrajando, la sombra del perro seguía sus pasos, cerca de un oasis inexistente se levantaban torres iluminadas.
Nada se supo de ese hombre solitario.
Cuentan los lugareños que la selva desaparece a quienes intentan lastimarla.
En la vida el mejor tesoro es el amor y la esperanza.

Friday, April 13, 2007

SIN SOMBRAS

La sombra de su perfil se veía por la ventana del moderno edificio, aún era temprano para encender la luz de su estudio.
En la pared un mapa indefinido, parecía que en su ausencia miles de arañas habían tejido sus redes para darle forma, no podía quitar la vista de él, se asemejaba a su vida, llena de recovecos inexpugnables.
Los lugares en blanco de la figura eran los caminos sin explorar, apenas el contorno del destino que le quedaba por vivir.
En su vida había conocido casi todo gente, lugares allí su pensamiento se detuvo recordó una tarde que caminaba por las frías calles de República Checa, primero paseó por la ciudad, admiró las cúpulas de mil colores que se erigían cerca del lago, iguales a las que ahora veía desde su hábitat en penumbras, profusamente iluminadas.
Caminando con cuidado ya que las veredas tenían vestigios de nieve, decidió ir al interior de esa ciudad, la belleza de las construcciones iba desapareciendo para transformarse en casa bajas, más adelante encontró un barrio precario, deshabitado, sin vida.
Siguió su camino acompañado de sus recuerdos y el silencio.
Otra vez el paisaje cambiaba, comenzaba a llover, en una esquina un niño trataba de proteger los diarios y revistas que vendía con unos plásticos sin lograr su cometido, se acercó a él, la mirada del pequeño trajo a su mente la propia niñez.
Al partir su padre en forma temprana él debió ser sostén de su familia por ser el único varón de la casa, de día también trabajaba en un puesto de diarios, por la noche dedicaba sus horas al estudio.
Pese a las contigencias de la vida logró su título universitario convirtiéndose en un hombre reconocido por su prestigio a medida que este aumentaba se sentía más solo, igual que ese niño que ahora en un bar calentaba su cuerpo con una taza de chocolate.
Un impulso lo llevó a comprarle todos los diarios y revistas a su pequeño amigo, sacó del bolsillo de su impermeable un fajo de billetes, se los entregó, por primera vez alguien en el mundo le mostraba con una tierna sonrisa su agradecimiento, los ojos del niño se iluminaron.
Le pidió al hombre que lo esperara, no tardaría.
El hombre existoso pidió una bebida fuerte a los pocos minutos el jovencito aparece en el bar en compañía de su único bien, Saúl su perro.
Era lo único que tenía para agradecerle, fue tan insistente que el hombre decidió aceptarlo.
De regreso a su departamento la lluvia había cesado, ya no estaba solo tenía un motivo para vivir.
Saúl, bañado y alimentado se enroscó como un ovillo frente al hogar.
El miró nuevamente el atril donde descansaba el mapa, algunas líneas se habían borrado, se iniciaba un sendero de luz, podría recomenzar nuevamente.
La vida le daba otra oportunidad, cambiaría todo.
A partir de ese momento se alejaría para siempre de las cosas materiales para vivir en plenitud cada instante.
Por la mañana se levantó cantando, bajó la escaleras del edificio, el sol del invierno apenas regalaba sus rayos, el corría alegremente por una plaza de ladrillos rojizos, detrás de él, Saúl jugueteaba contento.
La ternura de un niño había disipado sus sombras, nunca más estaría en soledad.
Ese niño en su ingenuidad le había señalado el camino correcto.

Wednesday, April 11, 2007

LA FUERZA DEL AMOR

La única razón por la que vine es para dejarles una carta que encontré hojeando una revista,la que copiaré en forma textual para no quitarle su esencia.

Querido ¿mío?:

Hace tiempo que estamos incomunicados, entiendo que no te hayas enterado de mi accidente automovilístico, como no soy una estrella no salió publicado en ningún medio.
Como sabrás el tránsito en Buenos Aires siempre fue endiablado, en esta época aún más porque se acercan las elecciones, todo tiene que estar perfecto a fuerza de parches que duran más que un suspiro.
Esa tarde de domingo otoñal me dirigía por Libertador hacía el bajo, no tenía rumbo fijo, la noche anterior habíamos discutido por una tontería, un celular que se cortaba en forma misteriosa impidiendo que intentaramos cristalizar nuestros proyectos.
Una vez más tu silencio pobló mi cielo con densos nubarrones, como otras veces era el preludio de una tormenta, ésas que con su fuerza dibujan en el aire con tonos violetas los relámpagos que surcan el firmamento.
Entretenida miraba el follaje de los árboles que se yerguen majestuosos a ambos lados de la avenida para terminar entrelazando sus copas de hojas doradas en lo alto, como si sus ramas quisieran acariciar el cielo.
Reinicié la marcha luego de admirar el espectáculo gratuito que me brindaba la naturaleza.
Mi velocidad era normal, de la nada apareció un auto, me chocó con fuerza.
Vos sabés que no uso el cinturón de seguridad.
En un momento estaba tendida en el pavimento, el ulular de las sirenas no lograba sacarme del estado en que me encontraba, confundida, con mucha gente mirando sin atinar a hacer nada.
Cuando desperté estaba en la cama de un hospital, me asustó el silencio, el olor típico que se apodera de ellos.
Los médicos parecían fantasmas con sus vestimentas blancas, a las enfermeras solo le faltaban alas para asemejarse a los ángeles.
Mi debilidad hizo pensar que me quedaban pocas horas de existencia, hasta llamaron a un sacerdote para que mi alma en paz reposara quien sabe adónde.
A las pocas horas me encontraron sentada en la cama, tratando de desconectar de mi cuerpo todas las sondas que me mantenían viva, pidiendo un block de hojas para escribirte.
No sé si llegarás a leer esta carta, cada una de las palabras que escribí en ella fueron dictadas por la fuerza del amor.
Ahora estoy bien, del accidente solo quedaron unos magullones en la frente que disimulo con maquillaje, los que tengo en el alma espero que tu amor apasionado,un día no lejano pueda borrarlos.
Te amo,
Tu pajarito de papel

Monday, April 09, 2007

VIAJE SIN FIN

La única razón por la que vine es para contarles que lentamente voy deslizándome por un pozo sin saber donde finaliza.
Pareciera que manos invisibles me llevan hacia abajo, la caída es lenta, por momentos me deja suspendida.
Las paredes rugosas de colores grises con vetas marrones tienen escalones, en ellos hay fotos, en la primera no me reconozco pero sí a quienes entre sus brazos sostienen a un bebé recién nacido, son mis padres.
Quisiera quedarme en ése instante pero es imposible una fuerza extraña hace que siga descendiendo, veo retratada mi niñez, las risas de caramelo de mis amigos, hasta puedo escuchar el sonido de la música que acompañaba nuestros juegos.
Las manos de mi mamá acunándome para disipar el miedo, una voz me recuerda a mi primera maestra, mujer de tierna mirada que con paciencia nos enseñó las primeras letras.
El viaje sigue.
Mi primer vuelo en avión, intentar tocar las nubes con las manos, desde allí arriba, tan cerca del cielo ver los paisajes pequeños, todo parecido a un rompecabezas de colores azules y verdes.
Los juegos en la playa juntando caracoles, mientras la espuma de las olas dibujaba figuras en la arena.
Más abajo la adolescencia, las primeras experiencias de vida.
El primer amor o atracción, sentir una caricia que hace bailar el corazón fuera de su espacio. Otra foto, la mirada del amor verdadero, ésa que nos marca el sendero, junto a ella aparecerán diversas sensaciones, a veces nos sentiremos cerca del cielo, otras rozando el fuego del infierno.
En el descenso ya no hay fotografías.
Talladas con un cincel en las piedras aparecen palabras, esas que demuestran amor y las otras como la mentira que lentamente van llenando de llagas el corazón.
De pronto las manos que me sostienen me sueltan, aún sin tener alas vuelo sin rumbo, tengo miedo, está oscuro, el frío congela mis lágrimas, un manto helado cubre mi cuerpo, siento que floto, la oscuridad se adueña de ése espacio.
El pozo se expande, inmenso aparece el vacío, el silencio clava en mi cuerpo pequeñas dagas, cierro los ojos, en ese instante no siento nada.

LA NIÑA Y LOS DELFINES

Valeria es una hermosa niña,sus cabellos son dorados como las espigas del trigo, los ojos tienen el azul del cielo pero su mirada es triste.
Hace unos años Valeria hacía exhibiciones de natación en el club cercano a la casa que compartía con sus padres y hermanitos.
Esa tarde estaba ansiosa, de otros clubes vendrían a admirar su destreza.
Sobre el trampolín daba pequeños saltos, el público se agolpaba para verla volar como un pájaro que terminaría su carrera deslizándose en el agua.
Esa tarde de competencia había logrado ganar tres medallas doradas que orgullosa lucía sobre su pecho.
Le pidió a la madre permiso para ir al kiosco del club, estaba tan contenta que no vio que un automóvil salía del estacionamiento.
Largos días en el hospital la mantuvieron inmóvil, el diagnóstico de los médicos no daba muchas esperanzas, el golpe en la columna había sido fuerte, no necesitaba operación pero la rehabilitación sería larga, y la niña debería superar los miedos.
Valeria concurría a la escuela en una silla de ruedas que la limitaba en sus juegos, se había convertido en una niña triste, su mirada no irradiaba luz.
Un verano sus papás para animarla decidieron llevarla a conocer un acuario.
En la platea estaban esperando el espectáculo, la silla de ruedas fue acercada al estanque de aguas azules donde los delfines comenzaban a realizar sus piruetas.
Un de ellos de nombre Cacán, nadaba cerca de Valeria, erguía su cuerpo para realizar remolinos en el agua.
Era la primera vez en mucho tiempo que se escuchaba la sonora carajada de la niña.
La instructora que conocía del accidente de ella, de un baldecito sacó un pececito para premiar a Cancán y lo puso en manos de la pequeña.
A medida que transcurría el tiempo, la niña se acercaba más al delfín, de a poco iba alejando los temores, ahora le acariciaba la cabeza.
En ese instante la instructora decidió invitarla a dar un paseo sobre el lomo de Cancán, ella iría detrás para sostenerla.
Paseaban por el estanque, el agua formaba pequeñas olas, Valería reía abrazada al delfín.
En ese momento la instructora lentamente se desliza hacia el agua, la pequeña estaba tomada de la aleta del noble animal, sin darse cuenta comenzó a mover sus piernas, cuando Cancán la lleva al borde del estanque todos asombrados ven como Valeria caminando se acerca a sus padres.
El delfín había logrado el milagro.
Así como ellos ayudan a los niños que a veces tienen dificultades nosotros debemos cuidar a esta especie para que no se extinga, de esa forma Ustedes y ellos disfrutarán mutuamente.

Friday, April 06, 2007

COSA JUZGADA

La única razón por la que vine es para ser juzgada.
La sala del juzgado es pequeña para albergar tanta gente.
A la izquierda se sientan los fiscales y sus secretarios, a la derecha yo( la acusada) junto a un defensor de oficio.
En el frente las sillas con el terciopelo raído esperan a los jueces.
En la pared descascarada descansa un crucifijo, la fé que une a todos parece renovar el marfil donde un artista talló la figura, para terminarla en una cruz de madera.
Esta mañana me levanté casi al alba, el agua fría de las duchas corría por mi piel desnuda, Estela mi compañera en la prisión, me prestó un trajecito para asistir al juzgado.
Por fin dejo el guardapolvo gris que es mi uniforme en la cárcel, tiene el mismo color que hoy tiene mi alma.
El trajecito azul hace juego con mis ojos que parecen dos cuencos vacíos de lágrimas.
Una cinta anuda mis cabellos.
La celadora abre las puerta de la celda me cruza las manos en la espalda y caminamos hacia la salida, atrás quedan las baldosas rojas, otras rejas rítmicamente se abren y cierran a nuestro paso, en cada cubículo enrejado otras mujeres destejen sus sueños.
El camino hacia el juzgado me permite sentir el aroma de la libertad, aun cuando lo haga desde una ventanita pequeña, observo impúdicos en las veredas a los árboles desnudándose.A sus pies algunas flores aún conservan los colores, los pájaros buscan sus nidos.Llegamos.Dentro
del juzgado, un oficial femenino, me quita las esposas, mis muñecas tienen la marca roja de los precintos, ahora puedo moverlas dibujar en el aire una caricia.
Nos ponemos de pié, entran los jueces, esos que dictarán sentencia.
El fiscal con voz monótona lee el expediente, su voz suena lejana, pero en mi aviva cada recuerdo.
Es cierto ésa tarde volvía de mi trabajo, contenta, había logrado un ascenso, decidí caminar hasta mi casa, las hojas del otoño formaban una alfombra bajo mis pies, me gustaba el crujido cuando mis pisadas las quebraban.
Me detuve en un kiosco para comprar los chocolates que a él le gustaban, en la esquina una anciana vendía flores, elegí el ramo más bonito.
Esa noche con mi pareja podríamos proyectar el futuro, el ascenso nos permitiría vivir con más holgura, quizás realizar un viaje para estar más tiempo juntos.
La puerta de entrada del edificio permanecía abierta, el portero lustraba los bronces, decidí subir las escaleras, al llegar al segundo piso comencé a escuchar música, a medida que ascendía el sonido era más fuerte, grande fue mi sorpresa venía de nuestro departamento.
En el perchero del comedor dejé la cartera, necesitaba ir a la cocina por dos copas, este momento sería único e irrepetible.
Lo llamé varias veces, bajé el volumen de la música, parecía que no había nadie, al llegar a la suite se escuchaban los jadeos y risas de una mujer.
Abrí la puerta, no notaron mi presencia.
En nuestra cama estaba disfrutando con otra, debía compartir sus besos, los cuerpos entrelazados bailaban una danza frenética.
Lentamente salí, las lágrimas nublaban mis ojos, pero no la razón, sabía que en el escritorio él guardaba un arma.
Regresé sobre mis pasos esta vez abrí la puerta con violencia, antes que pudiera emitir palabra un disparo certero quedó alojado en su corazón, a ella la dejé ir.
Terminada la lectura, el juez me pide me ponga de pié, antes de escuchar el veredicto, hago uso del derecho de hablar por última vez.
Allí frente a los jueces me declaré culpable, lo maté por amor, no quiero mi libertad, no tiene sentido vivir si él.

Tuesday, April 03, 2007

HOMENAJE

El viento golpea implacable al crucero, la lluvia enfurecida agita los barcos, en cubierta un hombre jóven se guarece el frío con una capa que no alcanza.
La lluvia que en otros tiempos fue la música de momentos compartidos, desata su furia.
El mira la nada, tiene hambre, las provisiones no alcanzan para paliar el ruido del estómago vacío.
Otros sonidos pueblan el universo, el mar no es capaz de apagar con sus aguas el fuego de las bombas.
Está solo en cubierta, piensa si volverá a ver la risa de sus hijos, el abrazo cálido de su compañera de años.
Busca en el bolsillo de su chaqueta un chocolate para mitigar, con la dulzura el tiempo.
No sabe si volverá a compartir las caricias de sus seres amados, el mar es inmenso,.
Una gaviota que acompañó la estela del crucero cae a las aguas envuelta en fuego.
¿Por qué?.
Imágenes difusas vuelven a su memoria, recuerda la sonrisa de su hijo al nacer o la mueca que generalmente hacen los niños, escucha su llanto como una letanía.
Todo está lejos, el abrazo cariñoso de su padre, las lágrimas contenidas de su madre y hermanas.
El chocolate tiene gusto amargo, preparado espera la voz del comandante, sus compañeros tienen en sus rostros dibujados el miedo, el mar los abraza, quiere llevarlos a sus entrañas.
La lluvia no cesa.
No eligió esta vida, añora su vida en el campo,su placidez , el verde de los cerros, las flores de los naranjos, el perfume de los azahares, la sonrisa de su enamorada, sus dulces besos.
Todo está lejos.La lluvia traspasa su precario piloto, tiene frío.Encuentra en una botella, en un papel mojado escribe algunas palabras, estoy bien, luchando por mi patria, te amo.El ruido de una bomba tiñe todo de rojo igual al fuego.
Lentamente la nave desaparece de la superficie, en la profundidad, quedarán vidas e historias.
Todo huele a muerte, el agua helada lo mece como si estuviera en los brazos de su madre, recuerda a Lin Yu Tang, de la nada vienes, a la nada vuelves.
A los que desplegaron cual pájaros sus alas al viento mi recuerdo, a los que mutilados sobreviven en la adversidad, mi agradecimiento.

Sunday, April 01, 2007

EL RECITAL

La relación de Silvina con su novio estaba tocando fondo.
Los momentos felices habían quedado atrás prendidos como luciérnagas sin luz en el tiempo.
Tenía inseguridades, miedos, ya no disfrutaba de los encuentros.
Juan era diferente, tenía otra escala de valores, era un hombre feliz pese a las contigencias de los sentimientos que asaltaban sin motivo aparente a su enamorada.
El era un hombre apuesto, exitoso muchas veces no podía negarse a las insinuaciones de sus compañeras de trabajo, la verdadera dueña de su amor era Sil, como el cariñosamente la llamaba.
Se habían conocido en un crucero, ambos iban solos en búsqueda de olvidar amores pasados.
Una noche de fiesta , él la invitó a su mesa, luego de la cena le pidieron al camarero que les sirviera el champagne en las mesitas que estaban en la cubierta, la noche oscura solo estaba iluminada por las estrellas, el mar encrespado mecía la embarcación, juntos buscaron un lugar más tranquilo para seguir proyectando el futuro, el camarote de ella era acogedor, podía sentir el perfume ,ese que lo embriagaba.
El amanecer los encontró en la cama, apenas cubiertos por sábanas.
Ella se quedó dormida en sus brazos.
El tiempo concluía cada uno debía volver a sus trabajos, en ese instante comenzaron las diferencias, pequeñas discusiones intentaban quebrantar ese amor fogoso.
Silvina estaba confundida, no encontraba nada que satisficiera sus gustos.Una pared delgada se interpuso entre ellos.
Esa noche Juan decidió invitarla a un recital, junto a un ramo de rosas rojas llegó la tarjeta en ella se leía “Sos mi vida, te amo, te espero esta noche”.
El tiempo no ayudaba, días enteros de lluvia aumentaban la tristeza de ella, en un instante pensó en rechazar la invitación, tenía los ojos enrojecidos por el llanto, no podía dejar de pensar en él, tenía que enfrentar sus sentimientos para conocer la verdad que se le negaba.
Eligió el mismo vestido que usó la noche mágica del crucero, el color negro realzaba sus formas, el cabello rebelde no admitía ningún peinado, decidió anudarlo a su nunca con una cinta de raso.
El la esperaba en la puerta del teatro con su sonrisa de triunfador, se ubicaron en una platea cercana al escenario.
Varias canciones los fueron acercando, en ese momento la cantante comenzó con los acordes de “Piensa en mi”, esa canción era un himno para ellos.
Antes que terminara el espectáculo partieron, ésta vez fue el departamento de él.
Estaba adornado con las flores que a ella tanto le gustaban, sobre una mesita dos copas, en el balde con hielo la botella de champagne esperaba el momento.
Afuera la lluvia golpeaba los cristales, parecía querer entrar a bendecir esa tierna historia de amor que continuaría para siempre