Thursday, December 27, 2007

TRIBUTO A PILAR*

TRIBUTO A PILAR*
Recién recibida, cambió la comodidad de su casa para ayudar.
Hace horas que fue secuestrada en Somalía, una región que carece de gobierno desde hace una década.
Vi su imágen en los medios de comunicación, su mirada destila ternura, sus ojos profundos parecen dos esmeraldas queriendo iluminar el camino.
El shador oculta su cabellera castaña, sin embargo no puede esconder la ternura de sus manos, esas que cual pájaros se deslizan sobre los pequeños que mansamente esperan la muerte.
Inocentes a los que la vida le mostró la cara más amarga, guerra y destrucción cuando ellos recién inician el camino de la vida.
Huérfanos de padres y amor, en las manos de la mujer blanca encontraban la caricia de un abrazo, el aliento de sus palabras, aún cuando aquellas fueran pronunciados en idiomas foráneos, para el amor no existen las barreras del idioma que imponen los hombres egoístas a los que no les importa el destino de los otros.
Vi cuerpitos morenos, sus torsos desnudos dejaban ver sus costillas.
¿Por qué el ser humano se puede transformar en un monstruo?
¿Acaso no fueron paridos con dolor por una madre?
Qué frágil es la memoria cuando prevalecen los intereses.
Pilar es una joven que recién comienza a vivir, sin embargo decidió ayudar a los que menos tienen.
¿Quién puede erigirse en dueño de la vida de terceros?
¿Qué culpa tienen esos angelitos que no pidieron venir al mundo?
¿Qué pecado cometió Pilar para ser privada de la libertad?
Miro por la ventana, el mar encrespado acaricia las rocas, como una saeta un relámpago surca el firmamento.

Escucho el grito de un trueno, me estremece su bravura.
En mi sueño creo ver una paloma, símbolo de la paz que se ha perdido.
Busco en el cajón de mi escritorio, no sé rezar, encuentro un rosario, cada cuenta me lleva a pedir por ella en idioma coloquial .
Sé que un ser supremo me escuchará, puede tener cualquier nombre, puede estar en cualquier lugar, a Él elevo mi oración.
Busco una utopía, anhelo que Pilar y la médica que la acompaña sean rescatadas, sanas y salvas, de esa forma podrán seguir ayudando sin pedir nada a cambio.Sueño con un mañana diferente, donde los niños no estén nunca más solos, los veo jugando, percibo las caricias de padres que el horror no habrá alejado de sus hijos.
Espero que este año que termina en pocos días nos traiga ventura a todos, que sea capaz de borrar los resentimientos.
No me despierten quiero seguir en el mundo donde los sueños se cristalizan.

* Este cuento es un pequeño homenaje para la enfermera argentina y la médica española que fueron secuestradas en Somalía.

Friday, December 21, 2007

EL SOLITARIO

Con esa forma de ser jamás consiguió tener a su lado verdaderos amigos.
Su forma de vida errante lo llevó a conocer todos los lugares del planeta.
Gozaba de su prestigio y de los amores efímeros.
Una navidad lo sorprendió en pleno vuelo, acompañado de seres anónimos que como Él vagaban por el mundo en la más absoluta soledad.
La azafata anunciaba una escala, tendrían dos horas para que la nave se reabasteciera y dar la posibilidad a que otros pasajeros la abordaran.
Habían pasado pocos minutos de la medianoche, en todas las casas se brindaba por la noche buena.
Mientras esperaba en un salón del aeropuerto su mirada se detuvo en un arbolito de navidad, esferas de colores lo adornaban, cintas doradas ornamentaban sus ramas, coronaba el árbol un ángel.
Mientras bebía una copa de champaña decidió hacer un balance de su vida, desde el árbol el angelito lo miraba, parecía que había tomado vida.
Recordaba haber estado acompañado de mujeres hermosas, sonreía cuando las imágenes le devolvían siluetas confundidas en un sola, amándose
Su boca repartió infinitos besos, en esa fecha especial no tenía con quien brindar.
No le importaba que su cuenta bancaria hubiera crecido en forma continua, comparado con la soledad que sentía, no tenía nada.
Los hoteles lujosos que lo albergaban se diluían en su mente atrapada por el poder, allí comprendió que lo material no sirve si no es acompañado por los regalos del alma.
Tomó su portafolio como otras veces, caminaba lentamente hacia la pista, allí lo esperaba el pájaro de alas plateadas.
Quería olvidar todo o nada.
No percibió que se acercaba la camioneta que transportaba los equipajes, un ruido seco terminó con su vida.
El ulular de las sirenas rompía el silencio de una noche estrellada, nada pudieron hacer, el hombre solo, exhalaba su último suspiro.
El solitario, hoy no está solo, duerme eternamente, acunado por las alas de los ángeles.

Wednesday, December 19, 2007

EL RINCÓN DE LOS POETAS

Me llaman con diferentes nombres, según los diversos lugares del planeta, muchos dicen que nací en las heladas tierras de Finlandia.
Vi la luz por primera vez en Anatolia, territorio que hoy ocupa Turquía, lugar habitado por bellas mujeres que ocultan sus rostros detrás de un shador que solo deja ver su cálida mirada.
Poco importa el lugar , tampoco me molesta que me llamen Santa Claus, San Nicolás o simplemente Papá Noel.
Esta noche saldré de viaje, ahora estoy en un lugar del mundo que no puedo develar su nombre, mi cabaña de madera es pequeña, pero cómoda, esta rodeada de valles y picos nevados.
No tiene cerco, solo la embellecen pinos de diferentes tamaños.
Tengo un escritorio, cerca de la ventana está la chimenea, yo mismo me ocupo que no se apaguen los leños, mi trineo tiene la apariencia de todos, está tirado por renos, pero es moderno ya que me permite en veinticuatro horas viajar a todos los rincones del mundo para llevar alegría.
Esta noche debo partir, pero antes contestaré todas las cartas que me mandaron aquellos que creen, quiero compartir con Ustedes, una de ellas, viene de un lugar muy lejano y dice:

Querido Papá Noel:

Somos un grupo de amigos quienes te escriben estas líneas.
Hace dos años, tal vez un poco más encontramos una casa encantada, para que la identifiques te decimos que se llama “EL rincón de los poetas”, te será fácil ubicarla, para llegar al salón principal hay una chimenea, por allí podrás deslizarte , verás que hay una mesa de roble muy extensa, sobre ellas encontrarás muchas computadoras con sus teclados.
En ese sitio todos vuelcan sus sueños, dejan pedacitos de sus vidas.
Para serte sincero no encontrarás seres humanos, casi todos se han ido a festejar estas fechas con sus familiares, quedan unos pocos, desatando pasiones y otras cosas que no te vamos a decir, ya que sabemos que tenés poco tiempo y sos inteligente.
No te pedimos mucho, queremos que al costado de cada computadora dejes una pequeña jaula, en su interior debe haber una paloma, sabés que es el símbolo de la paz.
Es la única forma de hacer regresar a los que se han ido buscando tranquilidad, lejos de las ofensas, alejados de los que ignoran conjugar el verbo compartir, intentando ignorar a los duendes inquietos que sobrevuelan el espacio.
Sobre la mesa encontrarás una jarra con chocolate caliente eso te dará energía para seguir repartiendo sueños.
Esperamos que puedas cumplir nuestro pedido, te saludamos con afecto sincero, somos los escritores de un foro de cuentos.

Así Papá Noel, comienza su viaje, tratando de cristalizar las utopías.

Tuesday, December 18, 2007

EL CALDÉN

Estoy cerca de una pista de nieve, aún se conserva debido al frío que pese al estío soportamos en la ciudad más austral del mundo.
Veo los perros siberianos sometidos a la tarea de llevar a los turistas a pasear en trineo.
Sin saber cómo, uno se desata de la jauría para recostarse cerca de un caldén, cava en la tierra para conseguir saciar su sed.
Fotografío la escena, guardo en mi retina la imágen del perro cansado y la belleza del árbol, ese que en invierno deja que la nieve se deslice como pájaros en sus ramas.
Me gusta soñar, aún cuando estoy despierta.
Los rayos del sol intentan sin éxito derretir la nieve, observo la naturaleza extasiada, Dios ha sido pródigo con éste lugar.
Los picos de los cerros intentan acariciar el cielo.
Busco en mi mochila un block de hojas, intento dibujar la escena con mis limitaciones como dibujante.
En el papel plasmo todo lo que veo, flores silvestres de mil colores que crecen a los pies de la montaña.
La brisa despejó el cielo de nubes, ahora tiene los colores del océano.
La imaginación me lleva a transportar el caldén a otro sitio.
Encuentro un hogar de niños abandonados a su propia suerte.
Lo adorno con esferas de mil colores, busco cintas doradas para ornamentarlo.
Por primera vez esos pequeños conocerán el sentido de la navidad.
El bosque me brinda frutas, las acomodo en una canasta de mimbre, de mi casa saqué dulces para agasajarlos.
Tiendo un mantel blanco que bordara mi abuela.
Mi alma se regocija con la sonrisa de los niños, veo sus bocas manchadas de chocolate, los abrazo a todos, por primera vez no están solos.
Formamos una ronda, para cantar canciones navideñas, repartimos abrazos y besos manchados de caramelo.
Ahora mi sueño se diluye, estoy sola.
El caldén imaginario quiso vestirse de fiesta para arrancar una sonrisa a esos pequeños.
Un ruiseñor solitario le canta al viento, el mismo que me hiso despertar de mi sueño.
Lloro lágrimas de hielo, los niños siguen estando solos buscando el calor de una caricia, ellos acompañan mi llanto solitario, extiendo mis brazos, como alas imaginarias para cubrirlos con mi abrazo.
No permitas que en esta fecha un niño, un hombre o un anciano lloren de tristeza.
Olvida los sinsabores que nos depara la vida al despertar cada día, por una vez en el año te pido que te animes a compartir tus sentimientos, con aquellos que están solos por designios del destino.
Deja de lado tus enojos, la vida es corta, da las gracias todos los días, por despertar a un nuevo día.

Friday, December 14, 2007

LA HERENCIA

Claude había dejado Francia por problemas políticos, dejó a sus hermanos la casa de la campiña francesa a fines del año mil ochocientos.
Muchos huían por la misma causa, otros murieron defendiendo sus ideales.
Claude abordó una embarcación que lo llevaría a otras latitudes del planeta, en su equipaje llevaba lo indispensable, agregó algo de dinero para vivir los primeros meses, su madre que era la única que sabía , su destino le regaló un diccionario de palabras castellanas.
En el bolsillo de la maleta aprisionó los recuerdos.
El viaje duraría más de un mes, en ese tiempo podría aprender algo del nuevo idioma de la tierra elegida.
Los días a bordo eran infinitos, le gustaba levantarse al amanecer , para admirar cuando el sol salía de las aguas transformando los rosas del firmamento con sus destellos de oro.
Las noches eran oscuras, el océano mostraba su oscuridad y bravura.
Habían transcurrido varios días, el barco haría su primera escala en una isla, allí conoció a Lara que viajaría junto a sus padres al norte de Argentina.
Cuando la vio su corazón dio un vuelco, surgió el amor, solo tenían un obstáculo, el se establecería en lo que hoy conocemos como Villa la Angostura.
Antes de llegar a la nueva tierra decidieron casarse.El capitán de la nave celebró la ceremonia, eligieron como testigos a parte de la tripulación.
Poco tiempo después de llegar a tierra, construyeron su nido de amor, una casa amplia y sencilla, cercana a un lago.
Las cenizas volcánicas ayudaban a crecer las rosas que adornaban el jardín de la casa, allí veían crecer a sus hijos, una tarde decidieron dejarla como herencia a sus vástagos, conocieron a sus nietos, cada nacimiento era una confirmación del amor que ellos se prodigaban.
La casa se ampliaba cuando llegaba un nuevo integrante a la familia.Hoy nació Marcia, una niña de rulitos dorados, tiene los colores del mar en sus ojos, descansa en un moisés,su madre preparó el cuarto de esta niñita que inicia la quinta generación de mujeres nacidas en ese paraje de ensueño.
Las cortinas almidonadas son las mismas que bordó su abuela cuando vino a la vida su madre.
Cuando esta bebita sea más grande, conocerá que es la quinta generación de mujeres nacidas en esta orilla del mundo.
Duerme tranquila, en unos años recibirá la herencia de amor que comenzó hace más de un siglo,lejana en el tiempo.

Tuesday, December 11, 2007

ENCUENTROS

No quiero perturbar tu descanso, te busco en el canto del río entre las piedras, en el fondo veo tu imágen amada.
Tal vez estás más cerca de lo que pienso, sos el perfume de las flores que me regalan belleza todas las mañanas.
Quizás estés en la cima de la montaña, allí donde permanece la nieve, imagino tu figura en los picos que intentan alcanzar el cielo.
Te veo en los colores rosados del amanecer.
Sos el gigante que se esconde en los bosques para disfrutar de la compañía de gnomos y duendes, en ese instante brotará tu risa dejando salir el niño que llevas dentro de tu ser.
También puedes ser el tronco del árbol añoso que brinda sin reparos sombra al caminante cuando se cansa de recorrer todos los senderos, ése que en sus ramas deja que se cuelguen los nidos de las aves, ofreciendo sus brazos marrones para que en ellos se posen flores silvestres.
Te he tenido cerca, tanto que pude sentir tu aliento tibio rozando mi cuello, tus abrazos rodearon con fuerza mi cuerpo, hasta lograr que fuera solo una silueta que se recortaba en la inmensidad de los pensamientos.
Huelo tu perfume, mezclado con el aroma a tabaco, el mismo que una y otra vez me hacía volver a tus brazos.
Intento olvidarte, me alejo, tanto que ahora estoy en un bosque que caminamos juntos, las copas de los árboles se unen formando un arco.
Hace frío, las especies arbóreas se unen, impiden que los rayos de sol entibien mi cuerpo.
Sigo caminando.
En la corteza de un pino tallaste nuestros nombres, esa tarde reía, era la primera vez que bebía el néctar de tus besos.
Sonrío a los recuerdos, parecíamos dos estudiantes. Cortaste una flor que se enredó en mis cabellos.
Nuestros encuentros eran mágicos, tu voz grave recitaba citas famosas, arrullaban mi alma.
Los pájaros aleteaban alrededor nuestro, sus trinos llamaban al amor.
El suelo estaba tapizado de hojas doradas y crujientes, se rompían a nuestro paso.
El bosque termina para que aparezca majestuoso un lago de aguas azules como tu amorosa mirada, una mariposa revolotea enamorando a una flor, la tomo en mis manos, trémula tiembla, en sus alas tiene todos los colores del universo, la dejo libre, quizás ella pueda encontrarte para siempre.
Quiero darle fuerzas para que por fin se repitan eternos, nuestros encuentros, extiendo mis manos para ayudarla, busco tus caricias, se diluyen en la nada.
Aún cuando el tiempo pase te estaré esperando, en el lugar que se esconde el sol nuestras almas se unirán más allá de todos los tiempos.

Saturday, December 08, 2007

EL CUADRO

Édouard Manet pinta los colores del cielo sobre la tela, agrega flores amarillas, rosadas, púrpuras, para enriquecerla.
Hoy me ha citado a su estudio, debo posar para otro de sus cuadros.
Elijo un vestido verde, ese que hace tiempo usé en una fiesta, es largo, en el escote tiene pequeños bordados.
Me deja la espalda descubierta, tímida a las caricias, aún así las llama.
Veo al maestro en los jardines de su casa, el aroma a flores languidece en la tarde.
Una estrella asoma temprana, los pinceles como pájaros dejan su marca en la tela, los matices se amalgaman.
Un destello de luna se refleja en el agua de la fuente, ángeles de cemento nos vigilan, en ese paisaje las alas se juntan, igual que las ilusiones.
Se encienden las luces del parque, cae la noche y sus misterios.
El canto de los grillos noctámbulos acompaña la escena.
Édouard sigue creando, tararea una canción de amor.
Amanece, los pétalos de las flores visten gotas de rocío.
El sol se despierta temprano, deja los pinceles al costado del cuadro.
Lentamente se acerca, siento sus manos acariciando mis hombros, su boca busca mi cuello, la mía encontrando sus besos.
El maestro descansa, lo miro extasiada, hoy nacerá otro cuadro.

Thursday, December 06, 2007

DÉSIRÉE

Madre:

Quiero que sepas que hoy ha llegado un carruaje a las puertas de mi casa en Marsella, de él bajó un señor con una vistosa librea, traía en sus manos una hermosa canasta de tulipanes recién cortados, si los vieras te asombrarían los colores.
El obsequio contenía cintas blancas y rosadas, escondían una tarjeta y un anillo de brillantes, era el regalo con el que Napoleón, me ofrecía su amor, en el anillo hay grabada una fecha, veintiuno de abril, falta muy poco, la primavera nos regalará todas sus fragancias perpetuadas en los pétalos delicados de las flores.
Mamá, sé que recién he pasado el umbral de la adolescencia, también recuerdo que me dijiste que tuviera cuidado ya que él está comprometido con Josefina.
Ese compromiso fue celebrado por conveniencia, ha tenido sus frutos, también conozco la historia del hijo extra matrimonial de la pareja.
Dispone para mi de un palacio cercano a su residencia, emplazado en una colina, rodeado de flores, puertas talladas de madera, me imagino los almendros recién florecidos, lo amo pero no quiero convertirme en la otra.
Nuestras familias se conocen de antaño, yo era una niña cuando el hablaba de las virtudes de ser el hombre más importante en la historia de Francia.
Madre a mi no me atraen las riquezas, solo quiero compartir mi vida con un hombre, no me importaría que fuera en una casa pequeñita de la campiña francesa, allí cuidaría mis flores, lo esperaría con el amor sincero que me embarga.
Napoleón me ofrece una vida fastuosa, pero en ella tendrán cabida las sombras.
No quiero ser la tercera en discordia, siempre soñé llegar a casarme con un hombre probo, pero por sobre todas las cosas tener un amor que trascendiera por los sentimientos.
Quisiera entrar a la iglesia del brazo de mi padre, ser quien adornara con flores los bancos y altares de aquella capilla que conocimos hace tiempo, usar mi traje, confeccionado con las ricas sedas que comercia mi padre, intercambiar promesar de amor y que Dios otorgara bendiciones a nuestros sentimientos prolongando la vida en los hijos.
Estoy confundida, solo sé que lo amo con todas mis fuerzas, pero entiendo que no puedo compartir el amor de tan gallardo caballero.
Iré al convento, hablaré con el sacerdote, para luego enviarle a Napoleón mi decisión.
Josefina es una mujer de fuerte carácter, no quiero dañarlos, prefiero renunciar al amor para siempre,soy débil, quizás no pueda perdonarlo nunca, tal vez las lágrimas me acompañen eternamente, he perdido mis esperanzas, se diluyen en el tiempo.
Te quiere tu hija

Désirée

UTOPÍA

Cuando terminó el verano, muchas personas optaron por migrar a otros paisajes.
Se resistían a compartir sus sensaciones en un sitio que otrora fuera poblado por seres virtuales unidos en el mágico ejercicio de contar historias.
Era un sitio encantado, todos tenían algo que relatar,en la casa de los sueños que se cumplían.
Eran muchos, compartían risas, utopías que llegaban a cristalizarse.
Eran artífices del destino, propio o ajeno.
Muchas veces dejamos escapar una lágrima, leyendo cuentos que nos movilizaban.
La risa de un niño, el llanto de una madre, la soledad de un amigo, todo servía para llamar a las musas, ellas venían ante el menor vestigio de imaginación para ayudarnos a enhebrar un cuento.
Cada episodio nos llevaba a sentir todas las emociones.
El sol regalaba sus rayos dorados a quien supiera verlo, las flores su fragancia a quien pudiera sentirla.
No importaba si el otoño le daba un color ocre a las hojas de los árboles para luego dejar un colchón crujiente en el suelo.
La nieve brindaba unos de los espectáculos más maravillosos de la naturaleza, allí conocimos otras imágenes, todo servía para terminar de pintar un cuadro de letras.
Cuando la convivencia fue alterada por las tormentas, que a su paso creían arrasar con todo, esa madre que curiosamente se llamaba foro dio a luz otros hijos, orgullosa, aún cuando se quedara sola, era feliz viéndolos crecer día a día, palabra por palabra formaron otros espacios.
Esa madre, como todas las mamás esperaba el regreso de sus amados hijos, algunos volvían a visitarla, ella sonreía, extendía sus brazos cual alas imaginarias para contenerlos .
Sin embargo las tormentas se sucedían una tras otra, no tenían razón de ser, nada fundamentaba su furia.
Muchos hijos decidieron no volver nunca más a visitar a su madre, la miraban de lejos, ella luchaba como una leona cuando ve en peligro a sus crías.
Esperó paciente, sabiendo que el regreso jamás se produciría, entonces decidió formar un panal en su corazón, en cada celda estaría el recuerdo de cada uno de sus hijos, de esa forma cuando la embargara la tristeza los acariciaría amorosamente, pronunciaría cada nombre con una voz dulce y cristalina, sabía que el fruto de sus entrañas, lograría escucharla.
Sola,resistía cada embate del tiempo, sabía que en algún lugar estarían ellos.
En el tiempo transcurrido nacieron otros frutos, pero la añoranza jamás podría borrarse.
Hoy transitamos el último mes del año, esa madre se levantó con una sonrisa, en su alma colgó una palabra: Utopía, quizás entre todos podamos arrancarle una sonrisa, valorando el espacio que nos dio, dejando de lado las miserias humanas, el egoísmo, la afrenta gratuita, eso que entierra los valores, la sin razón, el insulto, todo aquello que convierte en cenizas el alma.
Ella espera, yo también.

Wednesday, December 05, 2007

ACARICIANDO SUEÑOS

Navega por todos los mares, el Capitán arenga a la tripulación, los fiordos se recortan abrazando el agua, la vegetación y la neblina le dan un aspecto fantasmagórico.
Las bodegas tienen víveres para quince días, tiempo que durará el viaje hasta una isla que parece un punto perdido en el mar.
Nadie conoce el destino final de la travesía, solo le han informado que luego de permanecer en la isla, el experimentado Capitán viajará solo en su goleta.
Las velas se izan, el mar tranquilo tiñe todo de azul hasta confundirse con el
cielo.
El aullido de una sirena indica el momento de la partida, varios pañuelos blancos se agitan como si fueran a convertirse en pájaros, la brisa hace que el perfume inunde la embarcación, acompañará las historias de vida de cada marinero.
Las gaviotas aletean sobre la estela espumosa que deja la nave, les señala el camino, a pocas millas regresaran a posarse en la playa.
Los días transcurren tranquilos, a veces el silbido del viento es el preludio de una tormenta, como saetas los relámpagos surcan el firmamento, la voz ronca de los truenos corta el silencio.
Los grumetes sujetan las velas, allá en lo alto sus siluetas se asemejan a las aves nocturnas, esa noche la luna juega a las escondidas, se rehúsa a mostrar su cara plateada, no quiere regalar sus mágicos destellos.
El Capitán permanece en silencio, enciende un habano, las volutas de humo forman dibujos diversos, mañana llegarán al primer destino.
Amanece, el sol emerge de las aguas, su fuerza tiñe de naranjas y rosados el cielo límpido.
A pocas millas encuentran la isla, allí la tripulación se entera que permanecerá en ese lugar de indescriptible belleza unos pocos días.
El tiempo cálido los recibe, mariposas de mil colores aletean sobre las flores.
El Capitán se despide, debe continuar el viaje en la más absoluta soledad.
El timón de madera lustrosa será su única compañía.
La goleta suavemente se desliza por el agua, en su derrotero encontrará noches tranquilas, otras serán turbulentas.
Nada asusta al hombre, disfruta cada instante del viaje, no siente el cansancio, sabe que cuando el ancla deje su huella en la arena, Él estará acariciando sus sueños.

Tuesday, December 04, 2007

ELLA CREÍA

Cuando no hubo más verano, la tierra se transformó en una mueca de dolor.
Las golondrinas migrarían a otros sitios más cálidos con el propósito de ver crecer a sus crías.
El cielo azul como el océano, se tornó gris, las nubes chocaban en el firmamento para producir lluvias que enlodarían todos los espacios, anegarían el suelo.
Los rubios girasoles mutaron a un color indefinido, ese que otorga la soledad.
Las campanas de las iglesias cambiaron su tañido, solo se oía el silbido del viento, sus manos invisibles arrancaban las hojas de los árboles hasta mostrarlos desnudos.
Los jardines perdieron sus flores, pétalos amarronados cubrían el suelo, el agua impiadosa se encargaría de quitarles la última gota de perfume.
Sin embargo, ella creía.
Ráfagas de viento se llevaban las cintas de su sombrero, para terminar depositándolo en el filo de una roca.
Las olas danzaban freneticamente, no había vestigios de vida, distintas especies de peces se alejaban de la playa.
Sin embargo ella creía.
Miraba el horizonte, necesitaba ver los rayos del sol como antes, cuando se sentía amada, correspondía a esos sentimientos hasta que los abrazos dolieran en su cuerpo, en el preciso instante que el amor renacía.
Nada de eso ocurriría.
La fuerza del mar embravecido la alejó de la costa.
Lentamente el agua cubría su grácil silueta hasta dejarla desnuda, encontró en su último viaje un arrecife de corales, allí las aguas estaban mansas , se dejó llevar a las profundidades infínitas del océano.
En su camino acuático todo estaba quieto, la luz se apagaba, un mundo negro la recibía, con el último aliento ella creía.
Un haz de luz la atrajo, flotando permaneció allí para seguir creyendo.

Sunday, December 02, 2007

ÁNGELES DESNUDOS

Cuando terminó el verano los ángeles quedaron desnudos, estos príncipes que conforman las huestes celestiales migrarían a otros sitios para recuperar la belleza de sus alas.
Muy pocos quedarían en la tierra, para saber quienes partirían se formó un concilio, eligieron para reunirse un casa en la ladera de la montaña, el aroma a rosas recién cortadas inundaba el lugar.
La mañana aún estaba soleada, el tiempo tibio invitaba a reunirse a la orilla de un río cristalino, las aguas cantaban entre las piedras.
Entre todos decidieron que lugares ocuparían, algunos adornarían cual estatuas los jardines de las iglesias, otros quedarían plasmados en los vitreaux de las mismas.
Los de color gris estarían en los mausoleos vigilando el sueño eterno de los que habían partido.
Una vez que todo estuvo organizado, partieron en diferentes direcciones.
En su camino a las puertas del cielo se dieron cuenta que el más pequeño no viajaba con ellos, desde ese lugar del universo lo dotaron de poderes especiales.
Pese al frío Haniel no perdería las plumas de sus alas, su misión sería cuidar a un niño que el destino y las guerras habían dejado solo.
Cuando encontró al pequeño Manuel, éste intentaba arreglar con sus manitos lo poco que había quedado de su casa.
Imperceptible Haniel observaba el trabajo del chico, trataba de despejar las piedras amontonadas en la puerta , su carita tenía muecas de dolor, allí el ángel decidió ayudarlo sin que lo vieran.
Por primera vez Manuel sonreía, no entendía de dónde salían sus fuerzas, en un rato había acomodado los escombros formando un camino, con la ayuda del ángel la casa era otra vez habitable.
La cama de Manuel estaba intacta, al salir la primera estrella decidió acostarse, el ángel lo cubrió con sus alas para darle calor.
El niño dormía profundamente, con la tranquilidad de quien se sabe acompañado, en sueños sintió la voz de su madre, con una sonrisa en los labios le decía cuánto lo amaba, aún cuando no la viera, siempre lo acompañaría, le pidió que no tuviera miedo, siempre estaría para protegerlo, rodeó el cuerpo de su hijo con un abrazo, le daría calor y fuerzas para enfrentarse a la vida.
Manuel ya es un hombre, conformó una linda familia, con Laura esperan el primer hijo, están eligiendo nombres, el médico les anunció la llegada de un varoncito.
Hoy nació Haniel, fruto de dos seres que se aman inmensamente, es un niño elegido, los padres miran la belleza angelical del recién nacido.
Manuel mira los ojos de su hijo, en ellos observa la mirada serena del ángel que lo acompañó durante toda su vida.
El pequeño descansa en su cuna, mueve las piernitas, logra quitar la sábana que lo tapa, sus papás lo miran con amor, Laura al ver al pequeño le dice a su marido, Haniel, parece un ángel desnudo.