Monday, March 31, 2008

VIAJE A CALCUTA

Marcia se prepara para viajar a la India.
Realizados los trámites en migraciones aborda el avión que la dejará en tierras lejanas, chequea su mochila, además de la máquina digital, lleva la filmadora ,la notebook guardará todas sus vivencias.En el aeropuerto hindú la espera Aarush, con él recorrerá diversos lugares.
Aún queda tiempo para visitar los hogares de niños carenciados, aprovechará ese día para viajar en tren.
Tiene dos opciones viajar en el tren rápido que utilizan los turistas, allí se pueden degustar exquisiteces o hacerlo en el tren común que usan millones de hindúes a diario, opta por éste.
Hoy es su día de suerte de la estación central sale una vieja máquina a vapor, su colorido, verde, rojo y negro llama su atención, los bronces que adornan la chimenea, están prolijamente lustrados, el humo gris se eleva hasta rozar el cielo límpido.
Recorren varias aldeas, el mar golpea con su danza las costas, todo tiene belleza, hasta las malezas que como gigantes ondean el camino.
No importa el polvo y el vapor que eleva la temperatura, los ventiladores de techo no alcanzan a proporcionar aire un poco más fresco.
En unas horas en compañía de su guía llegará a Bombay, él le ha reservado un hotel, la habitación es pequeña pero confortable.
Cambia sus ropas por un sencillo vestido con flores blancas, por el calor debe sujetar su cabellera, solo un rulo inquieto se escapa de la cinta azul, como sus ojos.
Camina por calles estrechas, en las tiendas venden todo aquello que el viajero puede imaginar.
Consulta el reloj, lleva dos horas caminando, imaginando historias.
En bicicleta llega al hotel, sorprendida mira una caja, en su interior el guía le ha enviado un sari de color rojo con bordes dorados, esta vestimenta permitirá dejar uno de sus hombros a la vista, en él tiene tatuado una paloma con una ramita de olivo, debe lucirlo en la cena de despedida, acompañado de una pequeña lágrima azul que deberá pegar en el entrecejo.
La velada transcurre animadamente, en la mesa las velas regalan su último haz de luz.
Mañana tomará el metro para dirigirse a Calcuta, está atestado de gente, no le importa, desde la ventanilla observa el caserío, niños descalzos le dan la bienvenida.
La Madre Teresa no está, pero las hermanas de su orden siguen su obra.
Cientos de niños le muestran la otra cara de la humanidad, están solos, esperan una caricia que calme tanto desamparo, los ojitos ávidos de cariño la envuelven.
No es necesario conocer el idioma para percibir aquello que necesitan, recorre las instalaciones del hospital, limpio, humilde, allí los desposeídos encuentran amor, ese que logrará por un instante paliar sus males.
Es hora de partir, guarda en su corazón las miradas, las sonrisas de esos niños desamparados.
Promete volver, en este sitio del mundo, aún hay mucho por hacer.

Saturday, March 29, 2008

NAUFRAGIO Y AMOR

La lancha lucía su color rojo en el embarcadero, los sauces acariciaban el río.Ella decidió salir a dar un paseo por el delta.
Navegando se sentía libre como los pájaros, el paisaje no podía ser más hermoso, azaleas multicolores se mezclaban con el azul violáceo de las hortensias.
Recorrió los brazos del río.
Detuvo el viaje para almorzar en la isla, amarró la lancha, el puente de madera crujía bajo sus pies.
Disfrutaba todos los momentos,al regreso tenía previsto comprar objetos de mimbre, con la ayuda de un pequeño de ojos tristes depositó la compra en la embarcación, se despidió del niño solitario con un beso, sintió deseos de abrazarlo, el chiquito sonrió.
El sol comenzaba a esconderse detrás de la frondosa vegetación, calzó el chaleco salvavidas y partió.
Atrás quedaba un día pleno, en poco más de una hora estaría nuevamente en la ciudad.
No podía olvidar la mirada de ese pequeño, pensando en él, no advirtió que el viento había comenzado a soplar con más fuerza, el río manso se convertiría en su prisión, la lancha dio una vuelta de campana.
Tenía frío, no sabía cuanto tiempo estaría en el agua.
Suspiró al ver las luces de una embarcación que se acercaba, arrojaron al agua un salvavidas, tomada de la cuerda se dejó llevar.
El temor desapareció, había vuelto a vivir, gracias a ese pequeño que pensó en ella y pidió a su padre seguirla cuando presintió la tormenta.
Era tarde para dejarlos regresar a la isla.
Decidió invitarlos a su casa, era espaciosa, podrían descansar y partir a la mañana siguiente.
Conversaron animadamente, se contaron las historias de sus vidas, supo que el hombre había enviudado cuando nació el chiquito.
Ha pasado un año desde aquel anochecer en que temió por su vida, han formado una familia, desde el momento que unieron sus caminos, sabe que solo naufragará en los brazos de Él.

Thursday, March 27, 2008

ENTRE SUEÑOS Y UTOPÍAS

Mientras trataba de poner mi lámpara nueva, decidí dejar la tarea para otro momento.
Aún los rayos de sol ingresaban por la ventana, corrí el cortinado para observar el baile de las olas, parecían gigantes de espuma que acariciaban las rocas.
La playa estaba desierta, hacía frío, suspendería mi diaria caminata e intentaría garabatear un cuento.
Mis musas habían salido acompañadas por la brisa fuerte, el lugar estaba impregnado de silencio y paz.
Dejé la historia para otro momento no podía torturar a mis lectores con mi falta de inspiración.
La lámpara descansaba sobre la mesa, encendí los leños, en pocas horas el resto de mi familia estaría en casa, cómodos, después de una larga jornada de trabajo.
Mis hijos reían con sus juegos, encendí la televisión, las imágenes me mostraban un mundo violento, todos peleaban contra todos, las rutas estaban obstruidas por miles de vehículos, pensé en las historias de cada uno de ellos, en sus seres queridos temerosos al ver tanta violencia.
En los pequeños que necesitaban reunirse con sus papás y darle un abrazo después de días de no verlos.
Todo eso me producía dolor, cientos de micrófonos buscaban una sola palabra para transmitir, acuerdo, concordia.
¿Es tan difícil de lograr?.
Apagué el televisor, mis pequeños me acompañaban con el canto alegre de sus risas, o la melodía que habían aprendido recientemente en la escuela.
Vivíamos felices, pero era imposible abstraerse de la realidad que golpea, intenté sumarme a los juegos de los pequeños.
Armábamos torres, allí en ese mundo de la niñez, todos tendrían vivienda, acceso a lo más elemental que requiere el ser humano.
El crepúsculo teñía todo de púrpura, en pocos instantes asomaría la luna, le pedí a mi hija mayor que me sostuviera la escalera, aún no había cambiado la lámpara.
Mientras lo hacía vi reflejada en ella los campos de trigo, no eran dorados, la tristeza los había convertido en gris, los girasoles miraban al suelo, otra vez la incomprensión hacía aparecer los sentimientos que a veces abrigan los seres humanos.
Bajé de la escalera, mi hija subió la escalera corriendo, quería continuar jugando con sus hermanos.
Probé la lámpara, el comedor se inundó de luz blanca, pedí un deseo, que esa luz que iluminaba mi casa, llegara a todos los que tienen poder para que de una vez lograran un acuerdo beneficioso para todos.
Mi mamá cuando era pequeña me dijo que si uno piensa fuerte en algo que desea, se cumple.
Cierro los ojos para pensar con más fuerza, no quiero evadirme de la realidad que golpea.
Sé que entre sueños y utopías, puede renacer la paz verdadera.

Sunday, March 23, 2008

EL PARQUE DE LOS TULIPANES

En pocas horas más llegaré a Holanda, siempre me gustó viajar pero esta vez lo hacía motivada por unas fotos que me había enviado mi amiga Mercedes.
Por suerte llegaría en la primavera, cuando el tiempo es más cálido y las flores comienzan tímidas a salir de sus capullos para brindarnos toda su belleza.
La azafata nos indica que deberemos ajustar nuestros cinturones, en pocos minutos el pájaro de alas plateadas, majestuoso aterrizará en el aeropuerto de Amsterdam.
Un taxi me lleva al hotel Bema, le pido al chofer que pase por mí cerca de las tres de la tarde, lo elegí como guía ya que hablamos el mismo idioma.
Me asignaron una habitación cómoda y sencilla, la cama es mullida, sobre el escritorio ubicado cerca de la ventana, un florero alberga tulipanes de diversos colores, a ello sumo la vista al Palacio de los Conciertos, música y flores son el clima perfecto para mi llegada.
De mi maleta saco la filmadora y la cámara fotográfica, el resto del equipaje lo ordenaré más tarde.
Elijo para el paseo un jean y una remera, sujeto mis cabellos con una cinta.
Mientras almuerzo, imagino la excursión que haré por la tarde.
Dejo las llaves en el loby del hotel, afuera me espera Alex, para llevarme a Keukenhof, el parque de tulipanes más grande del mundo.
Pasará por mi al atardecer, el lugar es soñado, tulipanes de colores inimaginables adornan la entrada.
Me detengo en un puente con forma de arco, abajo canta el agua cristalina acariciando las piedras.
Un cisne de flores azules me cautiva, erguidas conforman un paisaje perfecto imitando los colores del cielo.
Parejas enamoradas, de la mano cruzan el puente, van en búsqueda de los bancos para prodigarse más amor.
En uno de ellos, encuentro a un hombre solo admirando las flores.
Me cuenta que allí se comprometió con su mujer, a la clásica alianza agregó un ramo de esas flores que serían signo en cada pasaje de su vida.
Señala un cantero de tulipanes rojos y amarillos, así eran los que regalaba a su esposa en cada aniversario, me despido con una sonrisa, arranco otra de él, cuando acaricio con ternura sus mejillas en las que el tiempo ha dejado su marca.
Tengo mucho más para mirar, la tarde cae, el crepúsculo muestra sus colores rosados, se amalgama con el color de esas flores exóticas.
Ahora utilizo el flash para no perder ninguna imágen, la luna plateada le otorga quietud a las plantas.
Alex llega a buscarme, atesoré en mi corazón la frescura de tanta belleza.
Me invita a cenar, lo hacemos en el hotel a la luz de las velas, prometo regresar a Keukenhof, no solo para ver el parque de los tulipanes, cuando me robó el primer beso, supe, que en tierras lejanas había encontrado al hombre que compartiría mis sueños y el futuro, rodeados de amor y flores.
Mercedes te envío este mail para que sepas que en otoño juntas volveremos a Holanda, descubrí que cerca del parque hay una pequeña capilla de madera, allí entraré del brazo de Alex para consagrar nuestro amor.
Tu serás testigo de esta bendición, solo te pido que tus manos habilidosas confeccionen el ramo de tulipanes que llevaré en la ceremonia.
Gracias a ti he conocido este lugar único en el mundo, los tulipanes de mil colores serán quienes acompañen esta historia de amor eterno.

Saturday, March 22, 2008

VUELO EN PARAPENTE

Por esas cosas de la historia, hoy es feriado en mi patria.
Para explicarles la historias a mis tres pequeños hijos y aprovechando que están de visita los abuelos, con mi marido volaremos en parapente.
Para mí será un vuelo de bautismo, estoy ansiosa, partiremos desde el cerro Olivia, cercano a mi casa, pese al frío en la ladera la vegetación se conserva, puedo ver los pequeños arbolitos que van del verde al azul, pasando por los otros matices.
En el puesto de gendarmería dejamos nuestros documentos, mientras llenan las planillas observo los canteros, ciclamen multicolores desafían el frío.
Me despido con un beso y abrazo ,de el amor de mi vida, nos encontraremos después de esta experiencia.
Estoy abrigada, pese a ello me colocan una especie de funda que me llega a las axilas, es para protegerme, me río, parezco un gusano aún cuando quiera ser crisálida.
El ascenso es tranquilo, el viento favorable, me calzan un arnés una cuerda lo sujeta al cuerpo del instructor.
A la cuenta de tres comenzaremos a volar, debo pensar cómo contarles a mis pequeños la historia que no conocen, para ello debo ser realista, no sembrar en mis hijos sed de venganza, si que aprendan a respetar ese pedacito de historia tan nuestra despojado de miserias que lo envilecen.
El cielo azul, contrasta con el color naranja de mi parapente, estoy tranquila, protegen mis ojos una especie de antiparras contra el viento.
No puedo evitar las lágrimas, en un promontorio rodeado de orquídeas y luces de estrellas, erguida una casa de cristal contiene a dos figuras, conversan animadamente.
Le pido al instructor sobrevolar a menos altitud, mientras desciendo la luz es más fuerte que la del sol, mis amigos que decidieron partir con diferencias de seis meses, están allí conversando.
No hay duda son ellos, Dios les eligió ese espacio para convertirlos en ángeles que serán mis custodios permanentes.
Una lágrima viaja hacia los cristales de la casa, con ella va mi recuerdo.
Estamos de regreso, en casa nos espera la familia con chocolate caliente.
Por ahora decidimos no contarles a nuestros hijos la historia ocurrida hace treinta y dos años, optamos por decirles, de la partida de dos amigos, que decidieron precedernos en el camino de la vida, para sembararla con rosas y luces pedidas a los destellos que emana la luna.
A ellos dos un recuerdo eterno.

Friday, March 21, 2008

BAJO CONSUMO

Mientras trataba de poner mi lámpara nueva, pensé que me llevaría bastante tiempo cambiar las incandescentes por estas nuevas de bajo consumo.
Recién comenzaba en la planta baja, si estuviera Sergio me ayudaría, aún faltaba para que regresara de su viaje, lo extrañaba, por la radio hablaban de las ventajas de esta nueva iluminación y el ahorro de energía se notaría, además estábamos ayudando a preservarla.
En un rato terminé con las del comedor, ahora iría a la planta superior, el cuarto de los chicos tenía juguetes olvidados en el piso, se habían ido a pasar el fin de semana largo con los abuelos.
La casa en soledad tenía su atractivo, el trino de los pájaros me acompañaba, hacía pocas horas que faltaban de casa, ya extrañaba sus risas, las peleas por tener los tres el mismo juguete.
Arrastré la escalera de doble hoja hasta el dormitorio principal, corrí la mesa ratona, me detuve un instante a observar los portarretratos, Él me sonreía desde una foto.
En un instante mi cintura era rodeada por los brazos de mi amado, su boca tibia buscaba mi cuello, los besos apasionados eran el preludio de la entrega de dos seres que se aman con pasión.
En la alfombra se fundieron nuestros cuerpos, todo era felicidad y gozo.
El atardecer nos encontró abrazados, un destello de luna asomaba en el cielo.
Nos duchamos, habíamos decido salir esa noche los dos solos, como antes, tener nuestros tiempos y disfrutarnos.
Hacía frío, elegí un pantalón de vestir, la camisa que a Él le gustaba, para completar el atuendo una camperita de piel.
Salimos de la mano, el viento jugaba con mis cabellos.
Nubes grandes comenzaron a poblar el firmamento, la luna se ocultó, una tenue llovizna se transformó en tormenta, el grito de un trueno nos impidió ver el auto que venía de contramano.
Él recibió el impacto más fuerte, el servicio de emergencias demoró en llegar, cortaban la oscuridad las luces de los vehículos de la autopista y los patrulleros.
El agua de lluvia se mezclaba con mis lágrimas, había perdido al hombre de mi vida, el recuerdo de su amor me acompañaría eternamente.

Tuesday, March 18, 2008

LA CASA DE LOS POETAS

Mantener las puertas sin llaves a veces nos trae sorpresas.
Desde hace bastante tiempo la casa de los poetas, permanecía sin llaves, las mismas habían sido guardadas en un cofre igual a los que usaban los piratas, para guardar las joyas y cosas de valor que obtenían de los asaltos en alta mar, prodigados a otras embarcaciones que como ellos navegaban con rumbo incierto.
La vivienda, estaba ubicada en un lugar de ensueño, al sur de un país que pocos conocían.
A cien metros se encontraban las rocas que con sus filos intentaban sin éxito atravesar el agua para cortarla, tarea imposible, solo lograban que las olas ayudadas por el viento danzaran en forma frenética, levantando la espuma para salpicar con gotas saladas a los que paseaban por la playa.
Esa tarde que anunciaba el cambio de estación un puñado de escritores, después del almuerzo decidieron caminar por la playa, otros que no se acostumbraban al silbido eterno del viento optaron por quedarse en la casa de puertas abiertas a todos aquellos que quisieran visitarla con amor y respeto.
Muchos revisaban las historias que habían construído cual castillos de arena, con la diferencia que éstas permanecerían en algún lugar del espacio, sin caerse.
Algunos se habían conocido personalmente en una reunión de amigos, otros por la distancia no pudieron concurrir, los kilómetros que los separaban se declaraban pseudo vencedores, no sabían que el cariño no tiene límites, el amor puede sobrepasar todas las barreras imaginarias.
Unos pocos se dedicaron a lustrar el cofre que contenía las llaves de la vivienda.
Terminada la tarea, la subieron al altillo, allí estaría protegida, guardando en sus entrañas las llaves que jamás usarían.Nunca,se les ocurriría usarlas, en ese sitio angelado, aún cuando muchas veces, se acercara al lugar donde duermen los sueños visitantes desconocidos que solo intentaban romper la armonía que tanto les había costado conseguir.
Mientras preparaban chocolate caliente, para recibir a los ateridos habitantes que paseaban por la orilla, buscaron un libro de alquimia, ninguno entendía mucho del tema, decidieron guardarlo y buscar la solución por otras vías.
Tenían claro que al tener las puertas de la casa sin llaves cualquier duende inquieto podría ingresar a ella.
También sabían que la voluntad de muchos, podría aniquilar a quien intentara socavar los cimientos de la paz duradera.
Encendieron los leños, sentados sobre la alfombra, cerca del hogar, sometieron la cuestión a votación, por amplia mayoría ganó la idea de no invadir espacios ajenos.
En el instante que aparecieron las primeras estrellas sobre el firmamento, el acuerdo fue volcado en una hoja de fino papel de arroz, por esta vez no utilizarían las computadoras.
El escrito era breve decía: “Ignoremos a todos aquellos que intenten impedirnos hilvanar cuentos, de esa forma nuestro espacio podrá ser de todos aquellos que quieran contar una historia”.

Sunday, March 16, 2008

AMBICIÓN Y SOLEDAD

Gloria y Rodolfo se habían conocido en la escuela secundaria, el flechazo había sido mutuo, el admiraba su rostro delgado, la profundidad de sus ojos verdes, el cuerpo cincelado por un escultor.
Ella decía que era idéntico al actor que cada tarde protagonizaba su novela favorita.
El noviazgo fué bastante largo, terminado el colegio los dos consiguieron trabajo, ahorraban cada billete que ganaban, compraron un terreno para edificar la casa que se convertiría en su nido de amor.
En el frente un pequeño jardín, las flores cuidadosamente arregladas en los canteros, el frente de piedra,techos de tejas rojas, la puerta de entrada era de madera sencilla, atravesando un pequeño camino se encontraba una puerta de dos hojas de pesado roble, en los vidrios lucían enlazadas las iniciales de los nombres de la pareja.
Pequeña y confortable, para el matrimonio alcanzaba, a medida que nacían los hijos, la casa era ampliada, para no perder el parque, optaron por construir otra planta, buscaron que todas las ventanas tuvieran vista a ese fondo con plantas frutales y enredaderas que abrazaban floridas las paredes, como siempre todas las puertas se mantenían sin llaves.
En esa casa nacieron y se criaron todos los hijos, cinco seres que prolongaron el amor.
Hace seis meses el matrimonio celebró las bodas de oro, en la capilla del pueblo, adornada con rosas y azucenas blancas, el sacerdote bendijo el intercambio de alianzas.
Los hijos con sus mujeres y los nietos aplaudieron a los abuelos, aún se mantenían jóvenes y bellos.
Ariana aún vivía con sus padres, era la menor, una mujer extraña, estaba desconforme con todo, igual los padres la consentían con la esperanza que algún día cambiara y formara su propia familia.
Una breve reunión para festejar las bodas de oro con los familiares más cercanos.
En el momento del brindis Rodolfo cayó pesadamente al piso, el servicio de emergencias no pudo regresarlo a la vida.
A partir de ese episodio Ariana comenzó a cerrar todas las puertas con llave, todos los días buscaba un sitio diferente para esconderlas, lejos de la vista de su madre.
Comenzó a contarles historias extrañas a sus hermanos, previa reunión decidieron internarla en una casa para la tercera edad.
Gloria se sentía bien, extrañaba la casa, al principio la visitaban con frecuencia en cualquier horario, luego, aquellas se fueron espaciando.
Ariana siempre preguntaba dónde estaban las escrituras de la propiedad, no tenía sentido mantener la vivienda.
Cansada de la ira de su hija le contó que las llaves estaban en el escritorio que había pertenecido al padre.
Se despidió apurada de Gloria, no entendía la sonrisa de su madre.
Entró como una tromba a la casa, buscaba las llaves que había escondido, por fin pudo abrir el escritorio.
En un papel reconoció la letra de su padre, curiosa leyó el contenido “Ariana, siempre fuiste la más rebelde, quizás con tu mamá y hermanos consentimos todos tus caprichos.
Hija yo sabía que me esperaba la muerte, no quise preocuparlos, sabía que ni bien partiera, tu ambición te llevaría a cometer actos deleznables, cerraste puertas que siempre permanecieron abiertas, escondías las llaves para que todos creyeran que tu madre estaba enloqueciendo, por ello decidí vender la propiedad antes de mi muerte.
Con el dinero obtenido compré una casa para tu madre,igual a ésta.
Cuando leas esta carta mi amada Gloria habrá tomado posesión de ella, si decides cambiar podrás vivir con tu mamá, de lo contrario tu companía será la soledad, ahora tienes que desocupar esta casa, no eres la dueña.
Te quiere Papá.”

Saturday, March 15, 2008

REUNIÓN DE ÁNGELES

Todos los ángeles habían sido reunidos, en grupos de tres, conformarían una misión que se llevaría a cabo en un país de Sudamérica.
El Arcángel vistió para la reunión, alas especiales, las dotó de destellos de luna y rayos de sol.
El primer grupo se dirigiría al Norte de ese país, debían enseñarles a los habitantes a mantener las puertas abiertas y cuidar la naturaleza para que el agua no anegara sus viviendas, por la acción del mano del hombre.
El otro grupo iría a la región central, allí advertiría a los pobladores que cuidaran las toneladas doradas del trigo, los dorados girasoles, el verde de la soja.
Otro contingente conformado por tres ángeles iba a la cordillera.
Estaban contentos desde los picos que rascaban la panza del cielo sería más fácil el descenso.
Eran reserva de agua que mitigaría la voracidad del fuego.
Los del este debían cuidar sus ríos y la costa del mar, en ellos encontrarían toda la riqueza peces saltando en el agua, serían su alimento, para crecer en ese ámbito s los cardúmenes nadaban sin destino cierto.
Abajo las flores de coral bailaban la danza de la belleza.
Los ángeles del sur vieron engrosadas sus plumas, el clima les haría sentir todo el rigor del frío, pero como a los otros habitantes le hicieron conocer la consigna de mantener ante todo las puertas sin llaves.
El sur de ese país era bonito, el viento silbaba a cualquier hora, el sol se escondía detrás de las montañas, asomaba rozagante desde las aguas.
Todos cumplieron la misión advirtieron a los vecinos,que solo entre ellos podrían cuidarse, solitos y con ayuda de los ángles desterrarían cualquier peligro.
Lejos de todos los sitios, emprendieron su viaje al cielo, allí los esperaba el Arcángel, degustarían el sabor de las estrellas.
Desplegaban sus plumas en el firmamento, en el camino encontraron e Mefistófeles, siempre vestido de rojo averno.
Lo saludaron en forma cortés, no se atrevían a decirle que lo habían vencido.
Sus alas se movían acompasadamente, a las nubes llegaba la Señora Esperanza.

Friday, March 14, 2008

LAS LLAVES DE CRISTAL

Marcia estaba a punto de culminar un viaje.
Esta vez su profesión la había llevado a la selva africana.
En la mochila guardaba todas las muestras que posteriormente serían analizadas.
Debía caminar bastante para llegar al caserío donde se alojaban los descendientes de una tribu milenaria.
En un claro del bosque se levantaban varias chozas, en la madera de las paredes estaban dibujados los signos que identificaban a las familias y su jerarquía.
Cerca del lago de aguas turquesas estaba ubicada la vivienda del jefe de la tribu.
Un caminito de flores cuidadas precedían la entrada, la humedad del lugar las mantenía erguidas, el sol abrazador no las había alcanzado.
Miraba el paisaje, pocas veces había visto un lugar tan bello, allí la naturaleza aún no había sido destruida por las manos del hombre, en la otra orilla del lago como en un dibujo, aparecían los cerros cubiertos de vegetación, los picos parecían acariciar el cielo, otros se reflejaban en el espejo de agua.
Abstraída por la belleza del paisaje no percibió que el jefe de la tribu, sonriente se acercaba a ella.
Era un hombre relativamente joven, cubría su cuerpo con una sencilla túnica blanca.
Marcia explicó el motivo de su visita lo hizo en inglés, grande fué su sorpresa cuando el hombre le contestó en perfecto castellano, eso aliviaría su tarea.
Entraron en la choza, él la invitó a sentarse sobre una esterilla, allí bebieron jugos de frutos del lugar.
La conversación se desarrolló en tono amistoso, a tal punto que Él le preguntó a qué se debía la tristeza que por instantes nublaba la mirada de la muchacha.
Le contó su historia brevemente.
Conmovido por las palabras de la bella joven buscó en una especie de armario una caja de madera, al abrirla encontró un manojo de llaves de cristal.
Sorprendida, le preguntó para qué servían esas llaves, imaginaba que al introducirla en la cerradura, las llaves se quebrarían.
Sonriendo el jefe de la tribu le explicó que esas llaves mantendrían siempre las puertas abiertas, agregó que así estaría protegida, aún cuando las entradas de su casa estuvieran abiertas.
Observando el rostro de Marcia, decidió contarle un secreto milenario.
Todas las puertas deben permanecer abiertas, no tengas miedo, solo entrarán a tu casa las personas que tengan sentimientos.
Marcia preguntó, para que querría un llavero tan especial, con sabiduría el hombre le contestó.
Las llaves de cristal te permitirán abrir las puertas de la felicidad, con ellas accederás al corazón de quien te ame sinceramente, aquel que sepa valorar tus condiciones, con estas llaves podrás entrar a un corazón limpio, libre y despojado de miserias.

Thursday, March 13, 2008

ALAS DESPLEGADAS AL VIENTO

Siempre me hacía el mismo chiste, me resistía a creerle.
Él quería alejarme de mi mundo de sueños y cuentos.
Muchas veces lo comentábamos en la intimidad, entre caricias y el néctar sabroso de sus besos, yo insistía.
Ellos están allí, desplegando sus alas para protegerme, saben que a la distancia los tengo enrejados en un rincón de mi alma.
Tú, no tienes acceso a ellos, no conoces el amor sincero.
Me siento acompañada por voces angeladas que me contienen, tú, egoísta no conoces esas sensaciones.
Ellos me permiten volar a su lado, encontrarnos en un bosque de lengas y cantar juntos, acompañados del trino de los pájaros.
Claro, no conoces ese murmullo que logra elevarme y estar cerca de las estrellas.
Sé que con el viento que hoy sopla enojado disiparé cada nube del firmamento.
Tu egoísmo, te impide disfrutar de cada instante no sabes apreciar aquello que la naturaleza te regala.
Mi imaginación me permite llegar a cada uno de los seres que amo, es inútil seguir tratando de convencerte.
Puedo desplegar mis alas al viento, sabio me llevará al camino que quiero.
Observo sus risas, las comparto en cada momento, soy parte de sus historias.
No sabes cuánto pierdes.
Sigo mi camino liberada, sigue con tus números, mi riqueza es mayor, coseché cariño, tú, solo dinero que no alcanza para comprar los sueños.
Es cierto fuíste un mal chiste, te compadezco, jamás podrás darle valor a la flor que sale de su capullo para obsequiarnos toda su fragancia.
Calculás cada paso que das, no somos compatibles, prefiero mil veces la fortuna de tener a los amigos que amo.
Sigue tu camino de soledad, prefiero desplegar mis alas al viento para encontrar la esencia de cada uno de ellos.
Es posible que extrañe tus besos, tus caricias de fuego, pero las cambio a todas por un mundo despojado de miserias.
Suerte, no seré parte de tus eternos chistes, ni siquiera enrejaré en mi alma tus recuerdos.
Diluiré tu silueta en el mar que acompaña mis caminatas, volaré con la imaginación y mis cuentos, lejos de vos.
Somos mundos opuestos, a vos te atrapa lo material, en cambio yo, me dejo llevar por mis sentimientos.

Monday, March 10, 2008

DERROTA

Siempre me hacía el mismo chiste “Te quedarás solas, he decidido que tus amigos vaguen por el universo cibernético”.
A veces me resistía a creerle, su vida era una mentira, yo me aferraba a Él, pensando que tal vez pudiera cambiar.
El sonreía esperando el momento para dar el zarpazo.
Llegó el día, fué una mañana de marzo, faltaba para los famosos “Idus de marzo” esos que conmemoraban la muerte de Julio César.
Él, sabía que siempre quise vivir en otro tiempo de la historia, muchas veces en nuestros juegos amorosos me convertía en su dama de honor.
Las sábanas que habían cobijado nuestros encuentros se convertían en una túnica, una cadena de un cinturón ajustaba mi cintura, eso lo excitaba, en el instante que quedaba desnuda ante su mirada le decía:“No podrás con mi esencia en ella la única reina es la verdad”.
Reía mostrando sus dientes blancos como las perlas.
Tapaba mis oídos para no escucharlo.
¿Cómo podrá ser tan diabólico?.
¿Acaso su amor fue un mal chiste?.
Ahora miraba las hojas de otoño que formaban una alfombra ocre en la vereda.
¿Estaba cansado de amar?.
Le ofrecí un té de frutos del bosque, ese sitio que recorrimos tomados de la mano, el mismo donde me declaró su amor incondicional.
Su mirada decía una cosa, los hechos demostraban todo lo contrario.
Dejé que por última vez recorriera mi silueta, me llenó de besos, serían los últimos, estaba decidido.
Cuando el sueño lo abrazó, opté por irme muy lejos, dudo que me encuentre.
Manejo tranquila, detrás el paisaje de los bosques de lengas, más atrás el rumor de las olas acariciando cada piedra hasta tallarla.
Sonrío satisfecha, mientras estés en los brazos de Morfeo, continuaré mi obra.
Lejos quedarán tus chistes, cerca mis ilusiones.
En el camino de regreso, recobré mi identidad.
Observo siluetas, me parece reconocerlas.
Acelero, allí están reunidos mis amigos queridos.
Las lágrimas de alegría se deslizan suavemente por mi rostro.
Enemigo, no pudiste conmigo, tampoco fuiste capaz de borrar mis recuerdos.
Allí están ellos, algunos demorados.
Todos juntos seguiremos hilvanando historias, esas que no te gustan pero a nosotros nos unirán más allá de tus deseos.
Freno la camioneta , estaciono en la banquina, corto flores multicolores, serán para todos los que intentaste borrar con tu malicia.
Nos confundimos en un abrazo.
Para mi ellos viven alojados en cada rincón de mi alma.
Tú, miserable, estás muerto en mi vida y en la de todos aquellos que queremos seguir contando historias.
Quema las máscaras, has intentado engañarme, pude derrotarte y levantar la bandera de la verdad.

Sunday, March 09, 2008

MÁS ALLÁ DEL AMOR

Siempre me hacía el mismo chiste, para la ocasión se ponía serio, me decía, perdiste tu identidad, sos un ente que vaga en el espacio.
Traté de convencerlo, a cada rato le decía mírame, soy la misma de siempre, no seas obcecado.
¿Recuerdas cuántas veces nos entregamos al amor sin límites?.
Él, acostumbrado a los avatares de la vida sonreía maliciosamente.
Furiosa le contestaba, él me tapaba la boca con un beso, me hacía sentir electricidad en todo el cuerpo, consumábamos el amor, pero entre nosotros estaba reinando la duda , aparecía en cada encuentro.
Llegué al extremo de acudir, primero a un psicólogo, después de varias visitas el problema subsistía cada vez que te encontraba, te reías, me decías que todo era un simple chiste.
Me resistía a pensar que había perdido mi identidad, mis amigos desaparecían en el horizonte que divide la locura de la realidad.
Ansiaba demostrar al mundo que no había cambiado, dejé que manipularas mis sentimientos, fui tuya en la realidad, en forma frecuente te preguntaba : ¿Por qué me hacés sufrir?.
¿No importa el amor?.
¿Por qué prevalecen tus historias a las mías?.
Decidida llegué a la casa que compartíamos, estaba medicada ahora por el psiquiatra.
Ese día opté por no tomar los remedios, me sentía bien, sin agobios.
Tomé una valija en ella guardé mis cosas, a vos te dejé los recuerdos.
El viento golpeaba con fuerzas las ventanas, fui al escritorio, en el segundo cajón guardabas un arma, estaba cargada.
Preparé una cena para agasajarte, me reflejaba amorosa en tu mirada, pero eso no bastaba, quería ser yo nuevamente, bailamos descalzos al lado de los leños encendidos.
Dejé los platos en la cocina, encendí velas y sahumerios en el dormitorio, por última vez sería tuya, hicimos el amor, tus besos no producían el efecto deseado.
Sigilosamente saqué el revolver, descansaba debajo de la almohada, se detuvieron tus movimientos acompasados, la sangre brotaba de tu sien, manchaba mi pecho, te aparté de mi.
Llamé a las autoridades, mansamente acepté la detención.
No necesité abogados que me defendieran.
Lentamente, camino por los pasillos del juzgado, estoy tranquila.
Me siento observada.
Llega el momento de mi declaración, al tribunal le cuento mi historia.
Receso de veinte minutos.
Me pongo de pié para escuchar la sentencia.
Por unanimidad los jueces me absuelven, obré en legítima defensa.
Estoy llorando, recupero mi libertad, entierro para siempre tu recuerdo, soy libre, se hizo justicia.

PARA ELLAS

Todos los días del año, son de ellas.
Para las que se levantan temprano, para llevar sus hijos a la escuela, siguiendo la tarea comenzada, en la fábrica u oficina, con el propósito de ayudar a la pareja en el crecimiento y bienestar de los suyos.
Las que parecen no cansarse nunca, tienen tiempo de bañar a sus hijos, ayudarlos en las tareas de la escuela, tomarse unos minutos y cual diosas esperar a la pareja y así seguir alimentado la llama del amor.
Las que por cuestiones religiosas deben ocultar sus cuerpos con burkas que impiden ver su belleza.
Las que de niñas han sido educadas en sumisión y el shador, solo deja ver su mirada.
Las que prestan servicio en los confines del mundo para dar cariño y caricias a quienes más lo necesitan, postergando la comodidad de vivir entre los suyos.
Las que en la búsqueda de países diferentes, donde exista la libertad y la justicia hoy se encuentran caminando entre los árboles de la cerrada selva, rogando que llegue el día de reunirse con sus seres amados.
Para las que generaron axiomas como el “Dar hasta que duela”, de una pequeña monjita como la Madre Teresa, gigante en su entrega.
Para las que todos los días traen vida a la vida.
Aquí quiero detenerme en el principio de la vida.
Este texto no es un cuento, es un pequeño homenaje a mis compañeras de foro, con las que espero seguir hilvanado sueños e historias.
Feliz día a todas las mujeres que han aparecido en mi camino por la vida.

Wednesday, March 05, 2008

ANTES DEL FIN

Antes de morir quiero volver a verlo, soñar que camino sola hacia el altar, donde me espera el amor que no fué.
Necesito antes del fin estrenar mi vestido de novia, ese que tengo envuelto en tela de color azul, para que no pierda la blancura inmaculada.
El mismo que mis manos bordaron, cada cuenta de cristal era una esperanza, cada lentejuela de nácar un sueño.
Deseo comprar las rosas y magnolias que adornarán el altar, yo misma lavaré los manteles que cubren los altares, almidonaré las puntillas para que luzcan como alitas que intentan despegarse de la tela.
Llamaré al tenor del pueblo para que cante con su voz angelada el Ave María, limpiaré el rosario para que brille , cortaré de mi jardín pequeñas flores amarillas para ornamentarlo, la sujetaré con varas de muguets y cintas rosadas.
Antes de morir quiero sentir el calor de tus brazos rodeando mi cuerpo, tu aliento tibio recorriendo mi cuello, hasta confundirse en una lengua de fuego y misterio.
Iré sola al curso prematrimonial, le diré al diácono que tú lo haces en otra iglesia, no te preocupes nada tendrás que hacer.
Llegó el día, me maquillo suavemente solo resalto mis ojos para enamorarte.
Calzo el vestido, me miro al espejo y sonrío tristemente.
El auto me espera para llevarme a la iglesia, sé que estará allí amoroso esperando mi llegada, repaso mentalmente la ceremonia, conozco cada instante de ellas, en tu ausencia fui a ver otras novias, llegaban como ángeles asidas al brazo de su padre, contenían las lágrimas.
Te prometo no llorar cuando el sacerdote consagre nuestro matrimonio, conozco de memoria cada palabra.
La iglesia está iluminada, en este momento se abren las puertas de doble hoja, flores en los bancos, la mirada de todos los asistentes.
Avanzo lentamente, un niño de rulos dorados como el sol precede mi paso, en sus manitas lleva las alianzas, espero te gusten, no estabas cuando las compré, confía en mi, amor, en el interior grabé nuestros nombres.
La música resuena en los techos abovedados de la iglesia, saludo a quienes creo conocer con una sonrisa lánguida.
Me desplazo sobre la alfombra roja, el camino hacia vos parece eterno.
¿Qué pasa?
El sacerdote está de espaldas.
Me acerco y no veo tu mano extendida.
La música se apaga como mis sueños.
Corro hacia la salida, nadie me espera.
La noche negra no está poblada de estrellas, la luna se esconde detrás de las nubes.
La llovizna persistente moja mi vestido.
Como una autómata cruzo la avenida, un auto me atropella, tendida en el pavimento, me siento acompañada, cierro los ojos para encontrarte.

Tuesday, March 04, 2008

SIN ESTRENAR

El vestido de novia estaba sin estrenar, descansaba en una de las puertas del placar, protegido por una funda de tela tan blanca como la que había sido confeccionado.
En sus tardes de soledad cuidadosamente sacaba la funda, abría las ventanas del departamento para que los rayos de sol le dieran los matices que tiene el arcoíris, a cada una de las piedras que adornaban el corset.
La falda tenía pliegues plisados, para terminar en una larga cola.
Para la cabeza había elegido una delicada diadema, por una vez en la vida, se sentiría reina, metros de tul etéreo desplegados sobre la alfombra roja, salpican la tela pequeñas mariposas de la misma tela.
En la majestuosidad de la catedral todas las miradas que ahora no tenía, convergerían en ella.
Repetía la ceremonia todos los días, a veces lo hacía al atardecer, en el instante que el cielo se ornamentaba con colores rosados que llegan al púrpura.
Muchas veces se quedó soñando abrazada al vestido.
Pensaba entrar a la iglesia profusamente iluminada del brazo de su novio, ya que los padres se encontraban impedidos de acompañarla.
Si, podía sentir el aroma de las flores que estaban en el altar, percibía a los asistentes, ataviados con sus mejores trajes, las mujeres de largo dejaban que el perfume acompañara los arreglos florales.
Sentía el calor de sus manos a medida que el sacerdote hablaba, Mariel traía en una bandeja las alianzas que simbolizaban el amor eterno.
Escuchaba las palabras del cura que los uniría para siempre, en la iglesia resonaban los "Si quiero".
Dos cintas de oro los unirían para siempre, en ese instante de sus ojos cerrados brotaban lágrimas heladas, lograban despertarla, la traían a la realidad.
Otra vez el vestido sería cubierto por la funda blanca, sus oraciones no alcanzaban para desterrar la soledad que la embargaba.
Algún día, cuando cambie la soberbia por un vestigio de humanidad, ella, podrá estrenar el vestido de novia.

Monday, March 03, 2008

NEGRO AZABACHE, ROJO PASIÓN

Marisa era una mujer grande, encerrada en el cuerpo de una jovencita, su cara lozana no mostraba el paso de los años, el cuerpo esbelto provocaba la envidia de cualquier veinteañera.
Piernas larguísimas, pequeña cintura, curvas suaves, los hombres se volvían locos al mirar sus ojazos verdes.
Viajera incansable conoció las mieles del amor, los duraderos y los efímeros.
En uno de sus viajes conoció a Omar, fué amor a primera vista.
Él venía de otra cultura donde las mujeres muestran sumisión absoluta hasta el punto de verse envueltas en ropas que tapan el cuerpo.
Se despidieron en el aeropuerto de Estambul, con la promesa de reencontrarse en Buenos Aires.
Omar estaba decidido a todo por el amor de esa mujer que le quitaba el sueño, la familia criticaba esa relación augurándole todos los males conocidos y por conocer.
No le importaba nada, solo el amor que generaba su futura esposa.
Instalado en Buenos Aires, convivieron en el lujoso departamento de ella, necesitaban unirse eternamente, para prolongarse en la vida de los hijos.
El dejó atrás todo, se convirtió a la religión que profesaba ella, eligieron fecha para contraer enlace, la ceremonia sería en invierno.
En la casa crepitaban los leños al compás de los cuerpos unidos, era una sinfonía de amor perfecta.
Omar no sentía el desarraigo, estaba feliz con la mujer elegida.
Marisa visitaba diseñadores, en su mente estaba el vestido soñado, eligió una fina seda de color negro, el talle se destacaría con bordados de finos cristales, en las manos llevaría tres rosas rojas, haría juego con la única joya que llevaría, un delicado colgante, en el centro un rubí rodeado de diamantes, sostenido por una cadena de platino, regalo del novio.
La iglesia fastuosa estaba colmada de invitados, el altar ornamentado con manteles blancos, en ellos descansaban blancas azucenas, algo de follaje y alguna rosa roja rompería la monotonía del blanco.
Sola avanzaba lentamente por la alfombra, la música envolvía a todos, él la miraba arrobado, las miradas se encontraban, en el ambiente flotaba el amor que sentía la pareja, Omar extendió su mano para recibirla, todo era casi perfecto.
El sacerdote comenzó a leer algunos pasajes bíblicos, ambos recordaban en ese instante los renunciamientos a que habían sido sometidos, por quienes piensan diferente.

Una niña llevaba la bandeja con los anillos, en el momento de pronunciar el “Si quiero”, el silencio se quebró con un disparo.
Abdul había concretado su obra, lánguida ella moría en sus brazos, besó sus labios inertes.
Corrió hacia su padre le arrebató el arma, descerrajó un tiro en la sien, desequilibrado caminó hasta Marisa, aún respiraba, pudo decirle cuánto la amaba.
Ahora como antes enlazaron sus cuerpos viajan por el camino de la eternidad.