Sunday, November 30, 2008

MÚSICA Y SONRISAS




Descendía sin saber el final.
Pensaba que las notas del pentagrama quedarían en soledad, tal vez se desordenaran impidiendo nacer nuevas armonías.
No quería que el mundo fuera un lugar silencioso, para eso estaban las penas de aquellos que transitaban la vida.
En el camino recordó a ese hombre de cabellos desordenados que en las noches de luna con su lápiz la dibujaba al principio del pentagrama para luego ordenar los acordes de una nueva creación nacida desde las profundidades del alma.
No podía privar a los hombres que poblaban la tierra del placer que brinda un sonido.
Quería asistir a los bailes, los que se celebraban en los palacios o los más sencillos que se llevaban a cabo en las calles de cualquier pueblo, conmemorando las fechas que les permitieran compartir un rato de alegría, olvidando por unas horas los avatares del destino.
Necesitaba observar la sonrisa de los niños haciendo travesuras mientras los caballeros aprovechaban para robarle un beso a su compañera de baile.
Gotas de transpiración cubrían como perlas transparentes su superficie, el esfuerzo era grande, con tenacidad lograría volver a ocupar el lugar que le correspondía.
Escuchó voces que traía la primavera, cristalinas como el agua de un río, susurros de pájaros al volver a sus nidos.
No se rendiría fácilmente, solo había caído unos pocos metros.
Alineadas sobre los renglones, ansiosas esperaban su regreso, las corcheas.
No dudó un instante.
Incorporada sobre la alfombra, respiró profundo, embriagada con el perfume de las flores calculó la distancia .
Un salto y estaría con el resto de las notas.
La clave de sol nuevamente estaba sobre el rayado papel.
Johann Strauss seguiría creando bellas melodías.
Alejaría al silencio, música y sonrisas lo poblarían.

http://www.youtube.com/watch?v=hk-SXgKcsqI

Saturday, November 29, 2008

ALAS NEGRAS




Había llevado una vida disipada a cada mujer le ofrecía amor, los ojos claros denotaban cierta sinceridad.
Las usaba como simples objetos para saciar sus instintos
Todas eran un número en su vida, solo le importaba pasarla bien, jamás se detenía a pensar en las ilusiones que sembraba en aquellas que lo amaban de verdad.
Para ellas inventaba promesas de futuro compartido, viajes a lugares exóticos, vidas cómodas, alimentando inútilmente las ilusiones de la acompañante de turno.
Creía tener la sabiduría de mentir, era perverso, no medía las consecuencias de sus actos, solo el disfrute tenía cabida en su vida perversa, alejada de los principios morales que había adquirido y pronto olvidaba en la eterna búsqueda del placer.
Una noche mientras elegía ropa para salir, un dolor agudo le atravesó la espalda, le dolían los músculos de la cara.
Al mirarse en el espejo, la imágen le devolvió la cara del horror, alas negras salían de su espalda, los rasgos del rostro habían cambiado.
Si bien conservaba el tamaño, su aspecto era el de un murciélago.
Apagó las luces del departamento, salió por la ventana , nadie podía ver su nueva fisonomía, inspiraba asco y temor.
Buscó refugio en el campanario de una iglesia, ocultándose a la vista de los otros.
Sabía que a partir de ahora solo podría salir de noche, tal vez nunca volvería a estar acompañado.
Sentía el rechazo de las personas que alguna vez lo habían visto.
Regresó su refugio, en el bolsillo del pantalón guardaba el rosario con que su madre le había enseñado a rezar.
Estableció un diálogo con su Dios, prometió cambiar.
Tuvo que sortear varias pruebas, no las tomaba como castigo, anhelaba ser el de antes.
Necesitaba sentirse admirado y querido.
Día y noche oraba por ello.
Nunca supo como apareció en su cama, nuevamente era Él.

http://www.youtube.com/watch?v=XpMCrytt2XU

Friday, November 28, 2008

AMOR EN EL MAR


Roxon Cuevas conocía demasiados secretos, tantos quera perseguido con el paso de los siglos.
Sabía que en el veintitrés implantarían una nueva inquisición.
Amante de la libertad no lo permitiría.
¿Para qué servirían censurar la ideas?.
¿No era mejor que la humanidad viviera libre de preconceptos adquiridos a través de los tiempos?.
Querían deshacerse de Él sin matarlo.
Voluntad y templanza le sobraban, si el designio de la vida le hacía transitar otros caminos, lo haría con la fuerza y voluntad de los grandes.
Esos que aún cuando los sometan a los peores tormentos acuden a la verdad como único argumento, esos que algún día serán reconocidos por sus enseñanzas.
Henri le avisó del suceso, ayudándole a colocar un chip debajo de su enmarañada cabellera.
Nada le importaba, su único concepto certero era llegar a la verdad siempre.
Nadie podía informar de los sucesos ocurridos en El Vaticano, guardaba tesoros admirados por los turistas, escondía secretos de alcoba, de conocerse alterarían la paz mundial y la credibilidad de sus componentes, la corrupción sería descubierta.
¿Era el elegido?
Aceptó la invitación.
La nave plateada esperaba a los pasajeros, navegaba entre las estrellas y colas de cometas que habían sido vistos cientos de años antes en la tierra.
Observaba a sus captores con la tranquilidad del que sabe que al fin del camino, la verdad triunfará entre los hombres de buena voluntad.
Distraído miraba la inmensidad del firmamento, refugio de aquellos que buscan la paz.Se abrió la escotilla, el cuerpo quedó flotando en el espacio.
La tripulación aplaudió, la misión había sido cumplida sin inconvenientes.
Roxon realizo cálculos, caería en medio del mar.
No sabía nadar, aparentemente la muerte lo recibiría.
A ella se entregaría sin condicionamientos.
Nada de eso ocurriría, nuestro personaje transmitiría información desde el fondo del océano a través de las burbujas de aire.
Sabemos que el personaje está noviando con un ser especial.
Los diarios anuncian novedades, la verdad llegará en el momento menos esperado.
El amor triunfará para siempre.

EL CANTO DE LA SIRENA


Se hundió sin saber como emerger.
El mar su amigo desde siempre le jugaría una mala pasada.
Desde la orilla admiraba el ir y venir de las olas, el sol jugando a esconderse en el agua, en pocas horas le cedería el espacio a la luna para que se mostrara orgullosa vestida con destellos plateados.
Con la túnica blanca parecía una deidad, húmeda dejaba adivinar la belleza de sus formas.
Ella lo sabía.
Muchos hubieran intentado poseerla, pero su alma tenía un dueño ausente, no le importaba, presentía que el amor sería capaz de borrar los malos sentimientos de ese hombre que había conocido hace tiempo, al que se entregó sin reservas, como hacen todos los seres que aman cuando los embarga la sensibilidad sincera.
Ella piensa en la inmensidad del océano, espejo celeste que guarda los secretos.
La fuerza del agua la arrastró mar adentro.
Inútil oponer su fuerza o intentar nadar, lentamente iba descendiendo a un abismo desconocido.
Se concentró en los recuerdos que anidaban en su mente, de esa manera podía admirar los paisajes acuáticos, unos metros más y sus pies se posarían en la arena.
No entendía cómo podía respirar sin ayuda.
Coloridas flores coronarían su larga cabellera.
Miraba la claridad del agua y veía a los delfines danzando, lejos para abrazarlos, cerca de su corazón inquieto.
Cansada se recostó en un banco de corales.
Al despertar la mitad del cuerpo se había transformado, escamas brillantes ocupaban el lugar de sus piernas, una larga cola dejaba marcas en la arena.
¿Era ella?.
El corazón y la mente intactos.
Las sensaciones serían su compañía desde ese instante.
Lloró recordando el pasado, sintió el calor de labios deseosos esos que beben el almíbar de los besos apasionados, los mismos que hacen tambalear al más fuerte.
El amor es una lucha que se juega de a dos, se comparte sin importar el lugar en que se genera.
La nueva imágen le impediría acercarse a los seres que más había amado en la superficie.
Dedicaba el canto lastimoso al hombre de su vida, tal vez pudiera escucharla.
Así nació la primera sirena.

Tuesday, November 25, 2008

FINAL




Quiere avanzar, salir del mundo en el que solo cuenta con grandes espacios verdes.
El hartazgo se adueña del hombre primitivo, está en la búsqueda de una compañía para siempre.
Odia las hojas vestidas de rocío.
La soledad lo golpea.

El lago no lo seduce, aún sabiendo que allí encontrará el sustento diario.
El hombre primitivo piensa.

¿Para qué sirve la vida si está solo?

Tribus cercanas festejan el nacimiento de un niño, puede escuchar claramente el sonido de los parches de cuero, imagina a todos bailando alrededor del fuego, festejando la llegada del inocente.

Cierra la entrada de la caverna con hojas y piedras.

Partirá con rumbo incierto.

Lleva su lanza para defenderse de las fieras, que pueblan el bosque, las mismas que acechan en la montaña para conseguir y triturar a sus presas, nada le importa.

Camina.

Exhausto llega a cruzar el cerro.
De una vertiente cristalina toma agua, se refresca, acomoda el pelo enmarañando, quiere alcanzar la meta, cumplir los sueños de un hombre, reproducirse para conservar la especie, avanzar en el camino que el mundo en millones de años conocerá como crecimiento.

No es bienvenido, lo lapidan.
La sangre brota por cada rincón de su cuerpo.
No piensa en detenerse, solo no es nada.

Antes de encontrar la muerte ella lo rescata.

La mirada nublada por el dolor no le impide admirar la belleza de esa mujer que lo cuida.

En el interior del refugio prepara hojas machacadas a las que agrega agua, curará las heridas, atenuará la fiebre.

Colgajos de piel dejan ver la carne.

Gime dolorido, las piedras han lacerado el cuerpo del hombre.

No quiere rendirse sin haber conocido el amor.

Se esfuerza.

Afuera la luna ilumina el espacio.

El corazón se detiene en el instante que ella acerca sus labios para besarlo.
Una mueca semejante a una sonrisa se dibuja en el rostro hinchado por los golpes.

Espera la muerte.

El cuerpo lívido descansa, conoció el amor, sentimiento capaz de apagar el dolor.

El hilo de sangre forma un charco, las gotas rojas los unirán eternamente.

Friday, November 21, 2008

LLAMARADAS FUNESTAS




Jamás conocí el miedo, arreglé mi vida como pude, con pocas cosas que me otorgaba la naturaleza.
Conocí a mi mujer, juntos vivimos un amor a toda prueba.
El agua del lago acariciaba nuestros cuerpos, nos fundíamos hasta formar uno solo.
Nunca supimos si la felicidad se parecía a esta hermosura que nos hacía vibrar, sin contemplar el paso del tiempo.
El amor todo lo puede, no tiene fronteras, no hay edad que lo identifique.
Con mis rudos conocimientos ayudé a ver el mundo a mi hijo.
Su carita rosada, me estremecía,, no sabía como calmarlo, derramaba mis lágrimas con su llanto, sus quejidos, me veía reflejado en su inocente sonrisa.
Agradecía a Dios por cada minuto concedido.
Si la gloria hubiera tenido nombre hubiera sido el de ellos.
Nos acercamos a las aguas del Jordán, pedí por él, le puse un nombre dejando que cada gota cayera en su cabecita tierna.
La madre esperaba recostada en la caverna, le acercaba al niño para alimentarlo.
Una piedra atada me permitiría cazar la comida diaria.
Afuera el silencio, el fulgor de las estrellas, la luna dibujada en el cielo.
Ese que acompañó nuestras noches de amor, existe desde la creación de los seres humanos.
Soy torpe para las generaciones venideras, el amor nació con el primer halito de vida de los seres terrenos.
Mi hijo camina, le enseño los peligros que existen, se divierte pisando las hojas que crujen.
Vigilo sus movimientos, le enseño a subsistir.
Ignoraba que la alfombra dorada sería la cárcel de los seres que más amé en la vida.
Froto dos piedras, el humo invade todo hasta convertirse en fuego siniestro.
No me alcanza el agua de lago para apagarlo.
La muerte sorprende a mi esposa amantando a nuestro hijo.
En soledad rezo por ellos.

UN CUARZO NEGRO




El clima africano, húmedo, propiciaba el crecimiento de las especies arbóreas, la cercanía con el lago Victoria le permitía a ese hombre rudimentario conseguir el sustento diario que compartiría con su esposa
Los diminutos taparrabos dejaban ver sus cuerpos perfectos, morenos, brillantes como el ébano.

Las hojas lustradas por el tiempo lograrían que tuvieran un apoyo para dormir en el interior de la caverna.
Lugar donde nacerían los hijos producto del amor sincero.
A ellos le enseñarían a vivir entre cascadas de agua que despertaban con la salida del sol para seguir con la melodía diurna.

Otras hojas serían un abanico natural para mitigar el calor, o para espantar los insectos cuyos nombres desconocían.
Mudas, las piedras eran testigo de todas las horas de estos dos seres, dejaban que otras rocas de su misma especie fueran convertidas en herramientas para subsistir
Con una cuerda atada a una piedra podían cazar, pescar o simplemente admirar la aureola que formaban en el agua.
No temían a nada, el reino natural siempre estaba listo para calmar sus necesidades primigenias.

Al atardecer cobijado a la sombra de un árbol, descansaba, esperaba amorosamente que la mujer preparara los frutos del lago para saciar el hambre.

Algo brillaba en la tierra, un elemento del tamaño del ojo de un animal.Parecía un cuarzo negro.

Lo tomó entre sus manos, para estudiarlo, tenía la impresión de ser observado por ese pequeño objeto.

En la tupida copa de un árbol estaba posada ella.

Contorsionaba su cuerpo en una danza macabra, se mimetizaba con el color de los troncos a los que había arrancado su savia.

Se deslizó con ritmo a los pies del hombre, le abrazó las piernas, no podía defenderse, el reptil estaba aprisionándole el cuello hasta dejarlo sin respiración.

Las fauces de la boa comenzaban a triturarlo.

Satisfecha regresó a su hábitat , esperaría a la próxima víctima para recuperar su ojo, idéntico a un cuarzo negro.

Tuesday, November 18, 2008

UVAS,TINTA Y SUEÑOS





En poco tiempo comenzará la recolección de uvas.
Lao trabaja de sol a sol, en un carro dejará los racimos recién cortados, en el morral pondrá los de uvas negras para utilizarlos después.
Su pequeña hija lo acompaña, ella se dedica a recoger los granos de arroz, algunos los juntará en el bolsillo de su inmaculado delantal..
El paisaje es perfecto, el blanco de los granos se mezcla con el morado de las uvas plantadas en poco espacio.
Pasarán las uvas por una prensa, el jugo acondicionado será vertido en botellas que utilizará como tinta.
Cuando termine la vendimia le contará a sus otros hijos del hallazgo, les enseñará a escribir con plumas de faisán.
Sobre el fino de arroz dejarán letras e imágenes de la zona.
La familia reunida conjugará un juego perfecto, el dibujo y los signos.
La historia no se detiene.
Ese vino tinto alimentará las primeras imprentas, que tienen caracteres de fina madera, elegidas de manera tal que los mismos que han sido tallados prolijamente no dañen el papel.
Siglos después Gutenberg conoce la metodología, decide mejorarla inventando la tipografía de metal.
Lao y Gutenberg desconocían que la imprenta sería utilizada con cualquier fin.
Su misión había sido mejorar las impresiones, las que en el futuro la tecnología modificaría, para dar paso al nacimiento de los amados libros que nos acompañan hasta el día de hoy.
Ambos amaban la palabra escrita, en sus intenciones no tenía cabida la maldad.
Desde algún lugar del espacio, ese que no conocemos en la vida terrena, a veces se lamentan por las acciones equivocadas de los hombres.
Una noche utilizando las estrellas del universo, quieren dejar atrás la gloria conseguida.
Las vanidades no existen en la mente de estos dos hombres.
Anhelan un mundo de posible entendimiento.
Dejarán escrito un mensaje en el firmamento, paz, amistad y respeto.

Sunday, November 16, 2008

EL HERRERO





Construía rejas.

Caminado por la antigua Alemania, observaba algunas que encerraban lujosos jardines, otras servían como sostén a las enredaderas que estiraban entre el hierro sus floridos brazos, tejiendo una red colorida de hojas y flores, otras constituían la entrada a una celda inexpugnable, desde ese sitio de encierro ni siquiera podían salir a la vida los sueños.

La monotonía jamás sería su compañera.

Juan Gutenberg estaba en la búsqueda de algo diferente, que lo hiciera trascender en el tiempo.
Atrás quedarían las máquinas soldadoras, se dedicaría a moldear letras para las imprentas, de esa forma casi todos podrían admirar el lenguaje escrito, renovándolo o enriqueciéndolo.
Mientras el viviera nunca permitiría que fuera usado en forma incorrecta
Le gustaba el desafío.

En el bosque encontraría la madera para moldear cada uno de los componentes del alfabeto.

Por las noches un viejo farol alumbraba la mesa de trabajo, cubierto con un guardapolvo de cuero Juan tallaba cada letra con esmero, debía conseguir diferentes formatos, no era lo mismo escribir un te quiero que cualquier otra palabra.

Con el cincel le fué dando forma, después llegarían los números, los símbolos, ante todo anteponía los sentimientos.

Una tarde se encerró en la imprenta, quería probar el invento modificado de los otros que lo habían antecedido en su tarea.
Era el primero en reconocer que el trabajo de la imprenta lo habían iniciado otros, el le dio otra identidad, quizás más moderna, sin imaginar que el correr de los siglos permitiría las impresiones digitales y las nuevas imprentas no tendrían el sonido de antes.

Había comprado tintas de diversos colores, la intención era sorprender con un escrito a Griselda, esa muchacha que lo cautivó cuando sonrojada por una palabra halagando su belleza, entornaba los ojos dejando ver la espesura de sus pestañas.

A la mañana siguiente la muchacha, miró el remitente del sobre que acababa de recibir.
El corazón latía con impaciencia, la mirada adquiría nuevos brillos, las manos temblorosas sostenían el papel que contenía una breve esquela, las palabras escritas demostraban el amor que se prodigaban, quería abrazarlo, tenerlo cerca de su cuerpo, en su alma moraba desde siempre.

Mañana sería el día señalado.

El mundo conocería una nueva imprenta.

Tuesday, November 11, 2008

DON EVARISTO




Treinta años de carrera sin interrupciones le permitían obtener el retiro.

Esa noche se llevaría a cabo la fiesta de despedida, los oficiales vestirían uniformes de gala, el color dorado se destacaba en los hombros de los uniformes, ellas largos vestidos de noche, con picardía dejaban adivinar esbeltas piernas.

Don Evaristo optó por un traje gris, un funyi blanco de seda alrededor del cuello y su infaltable sombrero negro, como siempre peleando contra las etiquetas preestablecidas.

El salón estaba repleto, un cerrado aplauso indicó que el hombre había llegado al festejo.

Brindaron por la tranquilidad que Don Evaristo conseguiría, los más jóvenes confundían retiro con decadencia.

Las luces se apagaron, en la pantalla un vídeo recordaba pasajes de su vida.

La voz en off, contaba los miles de casos resueltos por el agasajado, robos, engaños, ilusiones que se perdían en el fragor de la lucha.

Nunca se quedaría sin hacer nada, en su casa montó una oficina para seguir trabajando.

No dejaría su oficio de buen investigador mientras tuviera vida, lo importante era combatir el delito en la búsqueda constante de una vida mejor.

Su corazón y convicciones le decían que eso era posible más allá de los avatares de cualquier época.

Años después su nombre ocuparía la portada de los diarios, había descubierto una peligrosa banda, mediante engaños reclutaban adolescentes para ejercer la prostitución en países limítrofes.

No quería ni podía dar crédito ante tanto despojo de la vida, perseguía una utopía, rescatar los valores perdidos para que las generaciones futuras no tuvieran un destino incierto.

Una de las caritas asustadas le resultaba conocida, buscó fotos viejas, el grotesco maquillaje no podía esconder los rasgos de su ahijada.

La Colt 45 que usó siempre, oculta debajo de una franela descansaba con sus caños brillantes sobre el cristal del viejo escritorio.

Dos disparos certeros terminarían con la vida de los ambos.

Desde los espacios celestiales observan la lluvia que intenta lavar las culpas.

Por ahora los sueños no se cumplen, sin embargo ambos seres angelados esperan que algún día el mundo cambie para siempre.

Sunday, November 09, 2008

DESOLACIÓN




Daniel Armendáriz, pensaba en el ayer, el destino había sido generoso durante algún tiempo, conoció a la mujer de su vida.
Diana era una mujer bellísima, sus ojos azules invitaban a sumergirse en ellos para soñar.

Juntos construyeron la casa de sus sueños, cerca de la bahía de un pueblo sureño, a pocos metros del mar, compartirían cada instante, como ocurre cuando se ama con el corazón a flor de piel.

Los hijos alegrarían el mundo de la pareja.
Largas caminatas por la playa para demostrase el amor.
Chocolate caliente para endulzar y entibiar el alma.
Eran la pareja perfecta, admirados por los vecinos de la pequeña ciudad.
Nada es eterno.

Daniel hoy, ocupa la habitación de una pensión.

Las manchas de humedad conspiran con sus pulmones deteriorados, el cigarrillo es su única compañía.

El juicio de divorcio se celebró sin mayores inconvenientes, su mujer quedó con la casa, los hijos recibirían las cuentas bancarias, cumplimentando el acuerdo firmado, con los respectivos abogados.

Para Él, pena y desolación, demasiado solo para cargar tanta desazón.

Cuando desarrollaba su actividad, no había tantos adelantos tecnológicos, micrófonos en miniatura que se podían ocultar en cualquier sitio, diminutas cámaras que se prendían al ojal de un traje, grabando la intimidad, detalles que aliviaban el trabajo.

Los avances del mundo lo fueron alejando de su carrera, Él prefería seguir a sus presas, la adrenalina se apoderaba de su cuerpo cuando estaba a punto de resolver un caso.

Hace mucho la madre de sus hijos le prohibió acercarse a ellos.
No entendía los motivos de tal decisión.

El destino, lo convirtió en un despojo.

Nadie reconocía la infinidad de casos resueltos por Daniel, pocos recordaban el esfuerzo y entrega de cada misión.

Taciturno siente el frío de la soledad, la falta de amor, llora amargamente, no puede comprender el maltrato a los casi viejos.
Ayer, Él fue feliz como vos y yo.

Friday, November 07, 2008

ESPACIOS CELESTIALES




Descansaban en la luminosidad de los brillantes que engalanaban el firmamento.

Cada noche era una aventura acompañada de luces y misterios.

Cuando la luna las opacaba todos los habitantes recordaban sus hazañas.

Muchos habían llegado a la fama resolviendo los casos más renombrados en la historia de los detectives.

Pese a estar lejos de la tierra, no podían ni querían olvidar sus pasados.

Esposas abnegadas los recordaban, el amor revivía cada sentimiento.

Sentados en semicírculo, contaban sus experiencias de vida terrena.

Participaron en el descubrimiento de sucesos no pensados.

Damas que engañaban a sus esposos, amigos o amantes.

Hombres que jamás conocieron la palabra decoro en la búsqueda que los llevara a concretar sus proyectos.

Niños que buscaban su identidad en un mundo revuelto.Todo lo inimaginable anidaba en sus mentes.

Allí en ese espacio del universo donde no transcurre el tiempo compartieron una palabra, decadencia.

Odiosa, cuando se trata de etiquetar a los seres humanos.

Entendieron que nadie estaba capacitado para juzgar con certeza los actos de los otros.

Nunca habían entrado en el deterioro que aparentemente traían los años.

Habían sido hombres honestos, ayudaron a concretar sueños.

Desterraron de su vocabulario el término que los enlodaba.

Los corazones se negaban a reconocer ese vocablo, sabían que en la vida en la tierra, habían sido como vos o yo, con sus virtudes y defectos.

Desde muy lejos, esos gigantes siguen brindando sus vivencias.

Los ángeles tomaron liras y laúdes, la emoción los embargaba, derramaron lágrimas al unísono, con ellas los que habitaban en la tierra lavarían sus culpas.

DETECTIVE MAIGRET




El otoño en París es majestuoso, predominan los dorados y ocres, a la orilla del Sena en forma simétrica erguidos se alinean los árboles, algunos dejan caer sus brazos desnudos para acariciar con sus ramas el espejo de agua.

Como todas las tardes Maigret asistirá a misa, costumbre que conserva desde su retiro como detective y el posterior fallecimiento de su esposa.

Fué famoso, prestó servicios en la sede de la Policía Judicial, galardonado por sus investigaciones, conoció los paisajes más bellos del planeta.

En la mayoría iba acompañado de su bella mujer, inmenso refugio de amor después de largas horas consagradas al trabajo.

En ella encontraba paz, se amaban de una forma imposible de describir, se entregaban al amor con la misma pasión de siempre, a la que agregaban plácida madurez que traían los años compartidos.

Sabe que el tiempo no ha pasado en vano, quiere demostrarse que aún puede desplegar sus conocimientos.

Han robado cajas de seguridad cercanas a la Iglesia del Sagrado Corazón, ofrece sus servicios, en la nueva agencia de investigaciones reconocen su experiencia, igual dudan de su capacidad y reflejos para resolver un caso tan complejo, la actitud del septuagenario los convence.

Convocará al anciano Pierre, entre los dos dilucidarán el caso.

Jóvenes detectives se le adelantan, persistirá en su intento.

Quitan horas al descanso, ninguno de los dos quiere asumir el deterioro que trae la edad.

Los resultados no aparecen.

Los rayos de sol tibio iluminan el departamento, luego de una ducha, un café cargado será el combustible necesario para iniciar el día.

El portero le entrega el periódico.

En primera plana con grandes carácteres aparece la noticia, el robo fué resuelto.

Camina hasta la iglesia, compra flores, las colocará en la imágen del Sagrado Corazón.

Lentamente sube las escaleras que llevan al campanario, quiere despojarse del manto de olvido que lo va cubriendo.

Se arroja al vacío.

Las manos inertes sostienen un papel, dice “Amada esposa: Prometí no claudicar, camino hacia las puertas del cielo para reunirnos en la eternidad”.

Wednesday, November 05, 2008

UN INSECTO




La primavera no se anima a aparecer, el tiempo no está tan frío las nevadas se producen tardías por la noche, los copos blancos se despiden cuando aparece la luz.

Cuando mis niños parten al colegio me gusta mirar las veleidades que regala la naturaleza, adoro estar en contacto con ella.

Puse una reposera en el jardín, las primeras flores me regalaban su fragancia.

Busqué el vidrio cóncavo que acompaña mis aventuras.

En el mango mi abuelo grabó mis iniciales , aún cuando no estuvieran las letras el recuerdo anida en mi corazón.

En un instante algo desvió mi atención.

Sobrevolaba solito, mi lupa le dio alcance.

La imágen me devolvió un ser monstruoso, con las alas tapaba las nubes.

La casa se había vestido de penumbras, todo se escondía detrás de ellas.

El silencio podía escucharse, el sonido asustaba.

Noté que en cualquier momento caería al suelo, mi lupa ayudaría a lograrlo, aún así no quería lastimarlo necesitaba saber más de ese ser aparentemente inofensivo.

Lo iluminé con un haz de luz que el sol me regalaba.

Debía ser cuidadosa, no quería quemarlo, mi intención era observarlo hasta llegar a la profunidad de su ser.

Mareado por tantas vueltas cayó sobre el césped.

Estaba vivo.

Con cuidado me dirigí hacia el lugar que reposaba, los ojos negros parecían querer salirse de las órbitas, el aspecto era abominable, en el vuelo había perdido las alas, antes parecía una mariposa, ahora se mostraba defectuoso, maligno.

A simple vista no se veía nada.

Otra vez tomé mi lupa para enfocarlo el cuerpo me provocó rechazo, había perdido cualquier tipo de belleza.

El borde de las alas era de color negro, imagino que igual a sus pensamientos.

Perdía equilibrio a medida que caía, me pregunté si así habría sido,toda su vida terrenal.

Sentí pena, cuando percibí que en el lugar que debería ocupar el corazón había un agujero negro y profundo, allí me di cuenta que el pobre jamás había tenido sentimientos.

Dejé que los últimos minutos que le otorgaba vida, los pasara solo.

Guardé la lupa, rogando que ningún ser humano se le pareciera.

Tuesday, November 04, 2008

LUZ COLOR PLATA




Lupa eres parte de mi vida, contigo he descubierto mundos perfectos, hormigas gigantes que son capaces de llevar la hoja que uso de abanico cuando el verano tórrido hace estragos.

Veo la gota de agua, majestuosa se desliza buscando el caudal del río.

Transforma una piedra en roca, más cada partícula se elevará al universo formando una estrella.

El pétalo de una flor será mi vestido puedo elegir el color que prefiera.

Un pequeño trozo de algodón muta en una nube de mil formas acaparando el espacio del firmamento.

Los grillos son gigantes que conforman una orquesta para obsequiarme una melodía.

Los ojos acuosos de una rana me miran fijamente, en su fealdad se concentra la belleza.
Camino contigo hasta la playa, los granitos de arena parecen gigantes dorados.
Me siento en la arena a espaldas del mar, el hotel nuevo tiene en su entrada casuarinas, las brisa las despeina, no respeta el sombrero lila de glicina que llevan en la cúspide de su copa.
Encuentro un caracol con los colores del arcoíris, con tu ayuda observo las vetas doradas, pareciera que el sol ha pedido permiso para reflejarse en la superficie.
La lupa me permite imaginarlo gigante, me deslizo por su interior de paredes nacaradas.
Miramos la pluma perdida de un pájaro, la observo tan grande que podría hacerme un vestido o tal vez un par de alas para volar a tu lado.

Este mundo grande es el que quiero, en el que no tienen cabida las miserias de los hombres.

Elegante se pasea una tortuga, puedo ver cada una de las estrías que adornan su caparazón y compararlas con pasajes de mi vida.
El astro rey se esconde, para darle paso a la luna las nubes formarán notas musicales, le darán la bienvenida, en su arco plateado puede contener la grandeza del amor que nos prodigamos.
Regreso a casa, en mi retina atesoro los paisajes que sabiamente me regalaste.

El sonido del teléfono me distrae por un momento, te apoyo sobre la mesa, un pequeño movimiento y caes con estruendo al suelo.

En cada pedacito de vidrio había acumulado mis sueños.

Sunday, November 02, 2008

EL PODER DE LA MÚSICA




Descansabas en el fondo de mi bolso.Juntas hemos tenido miles de aventuras.

Me enseñaste a agrandar el tamaño de todas las cosas que me interesaban.

Desciframos jeroglíficos, pinturas rupestres, juntas buscábamos los detalles que dejaban los pintores en las telas.

Un pequeño trozo de mica adoptaba la forma de un brillante, esa piedra preciosa que todas las mujeres alguna vez soñamos tener en nuestro dedo anular.

Las luciérnagas asemejaban faroles que iluminaban mis noches de soledad y espera.

Esa mañana decidí salir de compras, sin imaginar futuros acontecimientos, compré un vestido de fiesta, el color negro era mi favorito con el destacaría mi cabellera de fuego.
Mientras esperaba a Estela, ocupé la mesa de un barcito del shopping, por los parlantes se escuchaba el último hit de una cantante.
La canción invitaba a soñar, decida entré a la disquería, allí te conocí.
Los dos adorábamos la música, quiso la casualidad que compráramos el mismo CD.

Quise leer la letra de las canciones.

Risueño me preguntaste si tenía dificultades en la vista, sin soltar la lupa la dirigí a tus labios, observaba encandilada el color, imaginando el sabor de tus besos.

La melodía inundaba el local.

No nos importó entregarnos a la danza aún cuando no fuera el lugar adecuado.

Pude sentir tu respiración tibia en mi cuello, entre los dos, solo estaba ese cristal que me había acompañado siempre.

Lo tomaste con tus manos para dejarlo sobre un estante.

Sería testigo de un amor que nacía para siempre.

Seguimos bailando sin música, danzaban nuestros cuerpos, sentía la calidez de tus caricias, recorriendo cada centímetro de mi geografía.
Nuestros corazones latían con la misma frecuencia, nuestro amor fue a primera vista.
Ese cristal cóncavo sería testigo del nacimiento de un amor eterno.

Ella, vos y yo, compartimos ese encuentro cargado de magia y canciones.


http://www.youtube.com/watch?v=Cp7aXTANY1E