Friday, July 31, 2009

LÁMPARAS DE PAPEL




Como muchos argentinos, se quedó sin trabajo.

Tranquiliza a su mujer acariciándole la panza que ella muestra orgullosa.

Algo le dice que el fruto de ese amor traerá grandes cambios.

Pasó por todos los trabajos conocidos y por conocer.

Juntos forjaron un futuro,sabe que faltan cuotas para terminar con la hipoteca del departamento, siente que su hijo nacerá feliz en un ambiente rodeado de amor.

Amateur en la pintura, entiende que su obra será el sostén del hogar que siempre quiso tener.

Todas las tardes se dirigirá a la plaza cercana a su hogar, los niños serán fuente de inspiración.

Comienza dibujando retratos de los ocasionales visitantes del predio.

Los duendes del crepúsculo aumentan su inspiración, solo él puede verlos jugando entre las flores, desarreglando risueños los prolijos canteros, cantando hasta despertar la fragancia adormecida de una bella flor.

La niña que vende dulces le hace una propuesta, le pide pinte una lámpara de papel, pagará su trabajo con un alfajor.

Comenta el episodio con su mujer mientras cuentan el producto del trabajo, todo marcha bien.

Al niño que esperan no le faltará nada.

Buscan en libros de cuentos imágenes para decorar la lámpara.

Encuentran graciosos topos que se esconden en la verde gramilla.

Visualizan coloridos duendes y gnomos para alegrar la lámpara que días después obsequiarán a la niña.

Otra vez la plaza será lugar del encuentro, la pequeña admira la obra.

Sus ojitos celestes se esconden entre tupidas pestañas, como todo los chicos agrega un pedido.

Con una dulce vocecita solicita que dibuje una estrella, será quien ilumine el sendero de su hermanito por nacer.

ENTREVISTA A UN SICARIO



Marcia sostiene los pasajes que la llevarán a entrevistar a un peligroso sicario.

Por estrictas razones de seguridad no puede develar su destino, solo dirá que es un corto viaje de descanso, se comunicará con sus seres queridos ni bien pueda, no puede asegurarles en que momento será.

Arrastra su maleta por los atestados pasillos del aeropuerto, la emoción se nota en su rostro, escucha los latidos de su corazón aventurero.

Percibe los pasos que disimuladamente la siguen, recuerda la contraseña que debe darle a su custodia.

Elegante, enfundada en ajustados pantalones que despiertan más de un suspiro se acerca quien a partir de ese momento será su guarda espaldas, su sombra mientras dure el viaje.

Marcia en un vuelo tranquilo consulta el ayuda memoria para lograr que la entrevista sea perfecta.

Lamenta no poder sacar fotos, el acuerdo para conseguir la nota le permite llevar solo el grabador.

El alojamiento está cerca del penal.

Ocupará un departamento sencillo, desde los amplios ventanales observa el mar.

Durmió ansiosa, a primera hora la vendrán a buscar.

No fuma, sin embargo compra un atado de cigarrillos, deshecha los primeros para introducir el encendedor dotado de una pequeña cámara.

La someten a una rigurosa revisación, le permiten ingresar con el grabador y el atado de cigarrillos.

Siente escalofríos al recorrer los pasillos, los tacos retumban en el piso sabe que en cada celda hay un detenido que carga con su propia historia.

En una pequeña oficina despojada de todo esperará a su interlocutor.

En instantes comenzará la entrevista.

Escoltado aparece un hombre de rasgos finos, el uniforme anaranjado le sienta bien.

Le llama la atención el brillo de la mirada del hombre semejante a un animal próximo a atacar.

Le cuenta que proviene de una familia de buen pasar económico, comenzó a delinquir por placer con el único propósito de tener nuevas experiencias.

No pudo ni quiso salir de ese ambiente.

El amor de una mujer lo llevó a matar era adictivo estar con ella y quitarle la vida a otros seres humanos.

La vida los separó.

Tuvo los mejores abogados hasta que su familia bajó los brazos.

En ese instante se conecta con lo peor de la sociedad, jamás renunciaría a una vida de lujos.

Comenzó a matar por un sueldo.

Pudo esquivar muchas veces el brazo de a justicia.

La historia del sicario conmovía a la periodista.

Sacó el atado de cigarrillos sabía que en ese lugar era un bien preciado, utilizaría el encendedor para fotografiarlo.

Le contó sus crímenes con detalles que jamás hubiera querido saber.

Después de escucharlo me pregunté que parte había añadido su imaginación, y qué parte había guardado para sí.

Wednesday, July 29, 2009

PAISAJES NEVADOS




Valeria y Abril se conocían desde el jardín de infantes, juntas transitaron los primeros pasos en la escuela, a veces una lágrima se escapaba de sus ojos cuando el profesor se negaba a reiterar conceptos.

Jugaban en el recreo, siempre juntas, otras veces preferían conversar de sus escasas experiencias en el terreno del amor.

El sonido del timbre indicó que debían regresar al salón.

Ambas sentían un sentimiento platónico hacia el profesor de literatura.

Alto, bronceado en todas las épocas del año, largas pestañas eran el marco perfecto para esos ojos color esmeralda, a veces gélidos, otras tibios como una caricia.

Los sueños de las adolescentes se derrumbaron debían escribir un texto que contuviera tres palabras en su contenido.

Asceta era una de ellas, no sabían como utilizarla.

Abril sacó el diccionario necesitaba un diez para no reprobar la materia.

La impotencia tiñó sus mejillas de rojo, no se le ocurría nada para escribir.

Valeria optó por contar sus propios sueños.


“Hace mucho tiempo conocí una ciudad, el pueblo encantador permitía que nos acostumbráramos a la inclemencia del clima.

No era desagradable estar allí, aprendí a construir muñecos de nieve al pié del cerro Castor.

Era feliz con mis amigos.

En las cabañas alquilábamos trajes y tablas para deslizarnos por la nieve.

En esos instantes me sentía en absoluta libertad.

No me importaban los golpes en el suelo helado, el paisaje era majestuoso.

Por las noches los esquiadores bajaban el cerro con antorchas, cientos de ellas encendidas iluminaban la noche austral.

Disfrutaba esos momentos de soledad.

Podía conversar con Dios.

No necesitaba nada más para sentir que la alegría embargaba mi alma.

Solos Él y yo.

Diálogos sin espacio ni tiempo.

¿Me había convertido por unos instantes en asceta?.

No lo sabía.

La sensación era única e irrepetible.

Quisiera recrear esos momentos de conexión plena con el universo.

Me resta cumplir un sueño, pronto será realidad”.

Mamá derrama lágrimas al leer mi texto.

Ella extraña tanto como yo.

Recibí una buena nota.

La mejor noticia la traería mi padre, en pocos meses volveremos al lugar de mis sueños.

La nota poco importa, aprobé.

Abril vendrá con nosotros.

En pocos meses nuestras metas serán irrefutable verdad.

Monday, July 27, 2009

VIENTO




Ella tendrá la responsabilidad y la libertad de tomar importantes decisiones, así lo comunicará a sus familiares.
No ha determinado el tiempo que estará alejada de los suyos.
Quiere vivir como un asceta.
Pese a los consejos de todos que le dirán que será una experiencia desagradable, partirá.
Necesita ordenar sus pensamientos.
Lo hará ni bien llegue a ese sitio encantador que visitara años atrás.
La casa es pequeña acogedora.
Los frutos del lago cercano le permitirán sobrevivir.
Árboles frutales le regalarán su dulzor.
Semanalmente irá al pueblo para enviar unas líneas informando que está bien, será lo único que la conecte con la realidad.
Camina por la orilla del espejo de agua, esbeltos flamencos sacian su sed.
El viento mueve las espigas doradas del trigo que acaricia el sol.
Quiere ser como él.
Será brisa que no avive el fuego en el bosque, sabe que allí duendes y gnomos encontraron su lugar.
Unirá nubes en el momento que la tierra reclame un poco de agua
Desparramará al aire las viejas cartas del amor que no fue, como pájaros se elevarán al universo, dejándola en absoluta libertad.
No romperá los lazos familiares.
Enrejará los recuerdos en su alma.
Para ella llegó el tiempo de renacer.

Saturday, July 25, 2009

CUATRO ELEMENTOS



Me gustaría ser agua, vestirme de espuma cuando juego entre las olas.

Ser la que alimenta un río y cantar entre las piedras.

Un salto que todos puedan admirar, detrás de la cortina de agua contemplar las aves enamoradas.

Poder atemperar algunas pasiones, esas que dañan el corazón.

Ser parte de las saladas aguas del océano, sumergirme en él y encontrar en su lecho bancos de corales, vistosas algas que dancen con el movimiento continuo que está en el fondo del mar.

Desde allí observar peces multicolores, marchando en busca del famoso krill.

Ser la que buscas con ansiedad para saciar tu sed, o como en otras ocasiones, para quitar el sabor de los besos apasionados que diste más de una vez y no fueron correspondidos, dejando en tus labios gusto a hiel.

Convertirme en fina y persistente llovizna para regar la tierra, lentamente tapar sus entrañas, para que pueda dar frutos otra vez.

Dibujar contornos en una fuente, deslizarme graciosa por las estatuas de mármol, regresar al cielo hasta el atardecer.

Tener complicidad con las estrellas y la luna, regalar gotas de rocío a esa rosa que seguramente cortarás para enamorar a esa bella mujer.

Ser amiga de la brisa, tenerle respeto al viento para que no me convierta en vendaval.

Durar breves instantes en tus ojos cuando lloras por el amor que se fué.

Desear que tus lágrimas siempre sean acompañadas por la alegría de renacer.

Transformarme en cuento de letras indelebles, desterrando para siempre tu soledad.

Friday, July 24, 2009

UN HOMBRE SABIO




Estudioso como pocos, todos le llamaban el sabio.

Un ser encantador, compartía conocimientos con todos los que se acercaban a su humilde casa, situada a orillas del Índico.

Vivía como un asceta, no necesitaba más.

Por las mañanas apoyado en su bastón recorría la isla.

Fascinado observaba una y otra vez el vuelo de las coloridas aves, desde joven sabía identificarlas por el sonido de sus gorjeos.

Siempre atento tenía una palabra para brindar consuelo a los más necesitados.

Cuando el crepúsculo otorgaba matices púrpuras y violetas, desandaba el camino.

La casa de puertas abiertas lo esperaba, como siempre sobre la mesa encontraba comida y bebidas frescas.

Sonreía ante la amabilidad de sus vecinos, por el sabor conocería de quien procedía el envío.

Por las noches su mayor entretenimiento era contar las estrellas fulgurantes, encendidas en el universo azul.

En esos momentos de meditación recreaba las imágenes de sus seres queridos que habían partido hacía mucho tiempo al lado de un ser superior.

Añoraba los momentos compartidos, no existían mejores sueños.

Supo rechazar jugosas ofertas de los poderosos que habitaban otras regiones, cruzando el canal de Mozambique.

Jamás se iría de su lugar.

Continuaba con la rutina diaria.

Un atardecer al llegar a su morada encontró un papel amenazante.

Sin turbarse lo arrojó al fuego.

Seguiría fiel a sus costumbres sin amedrentase, estaba seguro de haber realizado todo bien.

Cubrió su delgado cuerpo con una manta, oró hasta que el sueño se apoderó de él.

Jamás imaginó que esa noche un episodio desagradable ocurriría en su casa.

El poderoso no acepta negativas de ninguna especie.

Horas después los habitantes de la isla encontraron la casa del sabio incendiada.

No podían rescatarlo del fuego.

La pequeña chimenea mostraba cenizas que se elevaban al universo celestial.

El conocedor de la vida había muerto en libertad.

ACCIÓN SOCIAL



Soy terapeuta ocupacional.

Mi trabajo me lleva a enfrentarme con la realidad todos los días.

Chicos desnutridos por inacción de las autoridades, padres sin trabajos dignos.

Esta mañana el director del hospital en el que cumplo funciones, firmó una circular donde se informa que el fin de semana recibiremos a las autoridades del Ministerio de Acción Social. Tendré la responsabilidad y la libertad al tomar importantes decisiones.

No permaneceré callada ante las dificultades que atravesamos a diario y la indolencia innata de los funcionarios.

Redactaré un petitorio, seguramente el personal de planta de la institución adherirá en sus conceptos.

No temo las represalias.

Voy a pedir aquello absolutamente necesario.

Preguntaré a las autoridades en qué se gasta el presupuesto que tienen asignado para cubrir a los más necesitados.

No es justo ver chicos descalzos a los que a simple vista se les pueden contar las costillas, con tallas muy por debajo de las normales.

No está en mi espíritu ser cómplice de la pérdida de una generación, ajena a los negocios que propician desde las altas esferas, ignorando a las madres, con la mirada perdida en un futuro incierto por la falta de solidaridad de quienes deberían proveer los faltantes.

No voy a detallar todo el informe si contendrá las necesidades más básicas.

Imprimí el escrito.

El sábado amaneció congelado, dormí mal, en mi mente estaban las imágenes de los que viven a cielo abierto,los que caminan sin rumbo buscando un refugio para atemperar el frío de sus cuerpos y almas.

A media mañana tres autos oficiales y sus respectivos custodios estacionan frente al hospital.

Un asistente del secretario del viceministro encabeza la comitiva.

Pasará por todas las instalaciones.

Llega a la pequeña oficina en la que espero, le entrego el sobre con los pedidos, se detiene un momento para leer.

Levanta la vista del papel para obsequiarme una mirada cargada de odio.

Eleva la voz para preguntarme quien soy para redactar semejante escrito.

Sin turbarme ante esos ojos inquisidores, le respondo, soy una argentina que trabaja y me gustaría saber adónde va a parar el dinero de mis impuestos, ya que como puede observar aquí falta de todo.

Hoy lunes recibí el telegrama de despido, lo presentía.

Buscaré otro empleo, siempre haré resaltar la verdad.

MÁSCARAS Y DISFRACES




En pocos días partiré con destino a Francia,última etapa de mi viaje.

Disfrutaré mi permanencia en Venecia coincide con los famosos carnavales.

Iré a la Iglesia de San Vidal, quiero fotografiar los frescos de Tintoretto que la adornan.S

Solo un diácono recorre los largos pasillos, es el mejor horario para evitar multitudes.

Consulto el reloj, tengo tiempo de tomar un café cerca de la Plaza San Marcos.

Regreso al hotel, desde la ventana de mi habitación puedo observar a los gondoleros, cantan en búsqueda de turistas para llevarlos a recorrer la ciudad cruzada por famosos canales.

Los leños crepitan en el hogar sobre él candelabros de plata con finas figuras talladas por un hábil orfebre, parece que tuvieran vida propia.

Comienzo a leer el libro que adquirí por la mañana.

Lentamente me duermo.

Los sueños son sabios, recrean situaciones pasadas o futuras.

Busco el disfraz que luciré esta noche, es largo, con abundantes bordados, es tan bonito que adivino esta noche plagada de magia y misterio.

Una máscara dorada cubrirá mi rostro.

Enigmática pasearé por los grandes salones del hotel.

En cada mesa han dispuesto flores y velas.

Suave escucho la música de Vivaldi.

Hombres y mujeres se preparan para disfrutar de la velada.

Sin integrar ningún grupo aparece una figura alta, ataviado con un traje negro igual que la capa y el sombrero que completan el atuendo.

Desde mi mesa observo a las parejas entregadas al baile.

El libro que sostenían mis manos cae.

Despierto.

Faltan horas para el comienzo del festejo de carnaval.

Sé que estando en Venecia, mis sueños se harán realidad.

Tuesday, July 21, 2009

CAMBIO DE HÁBITOS



Otra vez un cambio de escuela por las labores que desarrolla mi papá.

La nueva casa es como las otras, rodeada de inmensos jardines, flores por todos lados, mi mamá hará malabares para dotarla de calor.

Demasiados asistentes para mi gusto se ocupan que nada falte en el hogar.

Intento comprender que cumplen con sus funciones pero nada puede cambiar la sensación que me trae el desarraigo de estar hoy aquí, mañana quien sabe dónde.

Mi hermana se despierta exultante ante la posibilidad de conocer nuevos amigos, se maquilla un poquito para no recibir los retos de mi mamá.

El uniforme me parece horrible, pollera con tablas gris, saco, medias y corbatas azules.

Nada que llame la atención, verlo destruye mis sueños de amar.

El colegio está bien, en realidad no me gusta, no entiendo por qué las monjas se encierran en sus celdas tantas horas al día cuando es tan lindo disfrutar de la libertad.

Los días pasan sin mayores sorpresas, mi hermana cosechó varios amigos, no puedo negar que su simpatía es innata.

En los recreos prefiero encerrarme en mi mundo y escribir cuentos que quizás nadie lea.

La clase de historia cerrará la jornada, la profesora sabe como llegar a sus alumnos.

Con el permiso de mi madre mi hermana irá a almorzar con sus compañeros de clase.

Decido caminar las cuadras que me separan de mi casa.

Piso las hojas que el otoño dejó en las veredas, extraño los últimos copos de nieve de la otra ciudad, se deslizaban por los techos como si estuvieran jugando en un tobogán.

Estaciona un auto, baja un joven de mirada ardiente, me siento ridícula con mi uniforme escolar.

Nuestras miradas se cruzan.

Una baldosa floja hace que tropiece, me mira divertido me ayuda antes que caiga.

No puedo ocultar que me distraigo en la espesura de sus pestañas, sería necia si negara la belleza de ese hombre, joven ,apuesto, cualquier mujer moriría por él.

Le doy las gracias, trato de desaparecer.

Algo me dice que he dejado una marca indeleble en el desconocido que el destino cruzó en mi camino.

Pasa el tiempo, mis padres aplauden la obtención de nuestros títulos.

Otra mudanza nos espera.

Mediodía de enero, el calor en la ciudad es infernal, decido tomar un helado.

Los abrazos del sol marchitaron las flores, la plaza está vacía.

El termómetro produjo un cambio de hábitos.

Otro auto estaciona, la misma figura de antaño.

Tiemblo cuando su mirada recorre mi geografía sin uniforme.

Días después seremos amigos inseparables, en algún momento que no puedo precisar nació el amor.

Viajamos, somos nómades de la vida, extrañamos a nuestras respectivas familias.

El destino ha diseñado nuestro camino.

Cuando estamos tristes, cuando nos sentimos ajenos al suelo que circunstancialmente habitamos, nos sumergimos en la mirada de nuestros hijos.

Mañana, Dios proveerá.

Sunday, July 19, 2009

A ORILLAS DEL MAR EGEO




Atina es una adolescente, la mayor de tres hermanas.

Cada una se caracteriza por un rasgo especial que acentúa la belleza innata de las muchachas.

El padre trabaja en los astilleros, allí se construyen y reparan yates lujosos que guardan historias dignas de famosos libros de cuentos.

Esta noche será especial para ella Teseo compró dos entradas para ver un espectáculo circense.

Prepara y asea a sus hermanas, posterior a la cena será el encuentro.

Viste una túnica blanca, tal cual lo hacen quienes viven a orillas del mar Egeo.

Sandalias doradas, las tiras suben peligrosamente hasta sus pantorrillas perfectas. I

déntica a una diosa pagana.

Luces y sombras destacarán la belleza de sus ojos, una hoja dorada prenderá en su pelo azabache.

Besa a las pequeñas, ellas prometen portarse bien.

Morfeo acunará sus sueños.

En la carpa del circo todo es alegría, los payasos alborotan al público caen graciosos sobre la arena.

Aplauden a las equilibristas ecuestres, diosas con plumas que adornan largas cabelleras.

La orquesta calla sus voces, solo se escuchan los redoblantes que acaparan el misterio.

Los asistentes dejan una cama construída con filosos clavos.

Allí Omar enfundado en coloridas babuchas, deleitará al público con otra de sus pruebas.

Antes de concentrarse en el ejercicio regala el turbante a una de las asistentes.

Atina estalla en lágrimas contenidas, no puede creer que sus manos sostengan el accesorio del más famoso de los artistas.

El faquir saluda a todos con reverencias, una mirada especial le dedicará a Atina.

Los tambores indican que comenzará el número más importante del circo.

Lo corazones permanecen alertas.

Omar concentrado posa su espalda sobre los afilados clavos.

Un hilo de sangre no previsto comienza a marcar la arena.

Atina corre descontrolada.

Bastó que se cruzaran las miradas azabache como la noche y los ojos de la muchacha tan parecidos al océano.

Corta su túnica a orillas del Mar Egeo, allí lavará la heridas de su héroe.

Cae la tarde.

Las luciérnagas serán testigos de la entrega.

Atina y Omar comienza a vivir un amor eterno.

Saturday, July 18, 2009

UN CUARZO NEGRO




Amaban las piedras preciosas o semipreciosas.

Gemas que habían comprado en sus continuos viajes al exterior.

Recordaba cada excursión en forma tan vívida que tenía miedo de no poder olvidarlo nunca.

El sonreía satisfecho cuando le entregaba una esmeralda comprada en Sudáfrica.

En el último viaje a Brasil compraron amatistas y un cuarzo negro.

No dijo nada ante la extraña elección del hombre que durante tantos años había compartido su vida plena de amor.

Lo dejó apoyado sobre la cómoda de la habitación del hotel.

Lo miraba con cierto rencor, no podía negar su belleza, finas facetas parecían haber sido cinceladas por un orfebre.

Recostado en la cama reía, le decía que no podía temerle a una simple piedra, si no le gustaba la cambiarían al día siguiente.

Con fuerza la atrajo hacia donde estaba, sus dedos recorrían la geografía de su mujer, se amaron apasionadamente.

Por la mañana Él había olvidado los cuestionamientos sobre el famoso cuarzo.

Desayunaron en silencio, mientras ella finalizaba con su arreglo personal, la esperaría en el lobby del hotel.

Eligió un solero blanco, destacaba sus curvas y el bronceado, prendió una flor en sus cabellos, dos gotas de perfume y bajó.

La mirada recorrió el salón no aparecía por ninguna parte.

Su cara denotaba preocupación, tanta que un conserje se ofreció a ayudarla.

Las horas pasaban y su hombre no aparecía, formularía la denuncia para que las autoridades comenzaran la búsqueda.

No fue necesario el gerente del hotel le anunció que hacia horas había partido en compañía de una mujer, agregando que desde el auto ella en sus manos agitaba boletos de avión.

Sintió que el corazón le estallaba.

Guardaría las lágrimas, nadie debía verla vencida de amor.

Preparó sus maletas.

Una voz extraña resonaba en la habitación, el cuarzo lentamente tomó forma humana, se transformaría en su sombra.

Ahogó un grito en su garganta, intentó deshacerse de él, no pudo.

Casi sin fuerzas,Selene guardó, en el baúl de sus recuerdos, los tres o cuatro talismanes del que sería su último gran amor.

Friday, July 17, 2009

LA NIÑA SOLA




Juega con los caracoles que el mar deposita en la playa.

Los ojitos azabaches se iluminan cuando encuentra uno muy grande.

Orgullosa ante el hallazgo lo lleva a sus oídos para escuchar el rumor del mar.

Con una rama escribe las letras que conforman el nombre de su mamá.

Ya no recuerda el de un padre ausente.

Es pequeñita, aún así puede percibir la tristeza del ser que está siempre velando sus sueños de fantasías o realidad.

Primorosa muestra el moño almidonado del delantal.

En su cabecita de niña buena el pelito rebelde ceñido con cintas rosadas.

Casi no juega con sus compañeritas, el tiempo libre lo dedica a soñar.

Quisiera que su mamá no trabaje tanto.

Sentir algunas vez las manos suaves que la acarician, no verlas afectadas por el uso continuo del agua y el jabón que deja grietas que el tiempo no podrá borrar.

Es feliz en su mundo de fantasías, entiende que está solita.

Le gustaría que su padre la arropara en las noches, que le contara un cuento, hasta que los duendes de la noche cerraran su ojitos inquisidores.

Sonríe soñando que su padre la acaricia, no quiere despertar.

Jamás buscó ese estadío, desde chiquitos los compañeros aprenden a discriminar.

Callada eleva su mirada al cielo, no pedirá mucho, tan solo quiere ser como las otras niñas que tienen la figura de un papá.

LA RESTAURADORA




Hace años que la llaman de distintos lugares.

Pese a su juventud es una experta restauradora de cuadros.

La experiencia adquirida le permite trabajar en lugares públicos o pinacotecas privadas.

Esta vez deberá reparar la imágen de la virgen de la Candelaria que está en la Catedral de una ciudad lejana.

La restauración demandará varios días de trabajo.

Sabe por conversaciones telefónicas que el clima del lugar es benévolo.

Desiste de albergarse en los hoteles de la zona, prefiere que le alquilen un departamento cercano a la iglesia.

Lista para partir.

En el avión mira las imágenes que le han enviado, sonríe satisfecha, ha encontrado varios detalles para arreglar.

Concluidos los trámites en migraciones busca un taxi, directamente irá a la Catedral.

Le pide al chofer que la espere, solo quiere presentarse, acordar día y hora en que comenzará a trabajar.

La monjita la recibe con un cálido abrazo, en sus bolsillos guarda las llaves de la sacristía, el cuadro de la virgen está a un costado del altar principal.

Traviesos los rayos de sol juegan con los colores de los vitreaux de la bóveda de la capilla.

Los niños del coro están ensayando, parece que los ángeles cantaran, el sonido de las voces la estremece.

Mañana comenzará la restauración solicitada.

Le indica al chofer del taxi la dirección del departamento, tiene la ubicación que había pedido. Desde los ventanales observa el mar, majestuosa se yergue la cordillera después del almuerzo realizará una caminata para recuperar energía.

Esta noche preparará su mochila, el guardapolvo protegerá su ropa de la pintura.

Ordena los pinceles, pomos con diversos tintes, en el estuche la lupa que será su otro ojo, el que pueda ver las imperfecciones más pequeñas.

Ahora la iglesia está en silencio, está segura de poder entablar una conversación con la imágen de La Candelaria.

Mientras restaura le habla, sonríe como si recibiera respuestas, comenzará su trabajo con el manto de la niña que sostiene la virgen.

En la paleta mezcla los matices.

Logrado el color del crepúsculo comienza a darle forma a su trabajo.

Las manos de la restauradora se deslizan como mariposas sobre la tela.

Los días transcurren tranquilos, por las noches recibe el llamado de su familia, los escucha contentos.

Mañana terminará su trabajo.

Las monjas la despedirán con alegría, ofrecerán un almuerzo, posteriormente el capellán de otro distrito dará misa.

A los pies del cuadro de la virgen las flores regalan su perfume.

Al final de las oraciones los asistentes aplauden a la restauradora, sobre su pecho luce una medalla de la congregación.

Se despide con la humildad de los grandes artistas.

Percibe que dejó una marca indeleble.

En su corazón guardará para siempre las caras de esos seres amables que la acompañaron durante su estadía.

CENIZAS DE AYER




Cuando abrió el paquete no podía creer lo que veían sus ojos.

Envuelto en papel azul para evitar el color amarillo que trae el tiempo, prolijamente está guardado su vestido de novia.

Cada piedra que adornaba el corset era un recuerdo.

Lo había conocido en la playa, era esbelto, moreno, sus cabellos mostraban algunas canas eso le daba un aire aún más interesante, estaba bronceado sabía que era un hombre bastante mayor que ella, pero eso no fué impedimento para que la llamita del amor se encendiera.

Caminaba por la playa desierta, le apasionaba ver salir el sol de entre las aguas encandilando con sus colores rojos y naranjas para luego erguirse pendiendo del azul del cielo.

Nada sabía de él, no le importaba, había deciddido darle un cambio a su vida y no desperdiciaría la oportunidad que ese hombre misterioso le insinuaba.

Al principio fueron charlas a la orilla de la playa, sus palabras eran irresistibles, le enseñaba mundos lejanos, viajes soñados que terminarían con su soledad.

Una noche que el mar reflejaba la luna decidieron unir sus vidas para siempre.

Ella no sabe que para su hombre lo eterno no existe, aún así bosquejaron una casa de piedra cerca del mar que tanto amaban, sus noches de amor eran cobijadas por el rugido de las olas cuando el viento las encrespaba.

Al poco tiempo todo cambió, se dio cuenta que Él ya no era el mismo, inventaba viajes de negocios que no eran tales, de a poco se alejaba pero no lo hacía solo junto a él como una pesada mochila cargaba sus engaños, sus mentiras.

Hoy cuando se acerca la primavera con su estallido de luz y flores, hace frío, enciende el hogar, más que disipar la inclemencia del tiempo quiere convertir en cenizas un pasado reciente.

Mientras se encienden los leños con sus manos desgarra el contenido de la caja, en el fuego crepitan su vestido, las ilusiones, no quiere volver atrás las agujas del tiempo, toma un pequeño trozo de cenizas, abre las ventanas y deja que el viento se lleve todo, ahora comprende que jamás tuvo nada.

Por fín entiende que aún acompañada siempre estuvo sola.

Disfrutará de la soledad para renacer íntegra.

Wednesday, July 15, 2009

PAISAJES CORDILLERANOS




Ella majestuosa no escucha lamentos, erguida regala su belleza a la humanidad.

Tiene manos imaginarias para despejar sus ojos.

El viento le lleva la arena del desierto.

Intenta ocultarla, solo estará visible para los que saben mirar y ver.

Gracias a un ser superior aquí prácticamente nadie tose.

Solo se escucha el murmullo del mar, vestido de azul profundo acaricia las faldas de piedra que mueren en las playas.

El viento eleva las partículas que robaron sus colores al sol.

Casi no se puede respirar.

Ella en la playa observa las figuras que se elevan al cielo.

Sonríe al recordar a los amigos que conoció en un remoto lugar.

La colorida chalina protegerá su boca de la ventisca amarilla.

No podrá revelar sus pensamientos, utopías que algún día se cumplirán.

Las espigas se mecen al compás de la brisa.

Todo se aquieta

Alerta intenta escuchar los sonidos del océano.

Reconoce las voces.

No hay dudas, son ellos, esos poetas que enhebran rosarios de letras con la única intención de compartir.

El viento decide irse a domir cuando la luna plateada se hace dueña del lugar, miles de estrellas se encenderán en el universo estelar.

Te veo, de nada vale que te ocultes.

Estoy segura que algún día intercambiando una flor, reflotaremos las viejas ideas.

Es tarde.

Desando el sendero, los juncos aprisionados piden libertad.

La sonrisa de mi niña me espera.

Juntas regresamos a casa, inventaremos historias de duendes y gnomos, crearemos un espacio donde no reine la maldad.

Observaré la risa con las ventanitas que el tiempo dibuja en la boca de tu hermano.

Miro la estrella más grande, a ella le confiaré mi secreto.

Le agradezco la vida que me tocó vivir.

A las más brillante que destella en el universo le rogaré para que lleve paz a tu conciencia.

Dejate ver, no te escondas, sabemos que la vida es bella, extiende tu mano, despeja tu mente, da vuelta la hoja de la existencia, los muertos no regresan, no queda mucho tiempo, cuando el cielo se tiña con los colores del amanecer, comprenderás que juntos somos más.

No pierdas esta oportunidad.

Monday, July 13, 2009

IDENTIDAD RESERVADA




Fui prácticamente despedida de mi trabajo por toser.
Marcia no entendía la actitud de Franco, habían quedado que un ataque de tos interrumpiría los últimos anuncios de la empresa, para que ella pudiera tener tiempo de hace la famosa entrevista.
Ofuscada buscó su abrigo.
No le importó la seña que él le hiciera, no pasaría por tesorería, tenía suficiente dinero como para sobrevivir diez días.
Tal vez en la mitad de esa licencia forzada enviara el telegrama de renuncia, ello propiciaría que la nota fuera solo para ella.
No se anticiparía a los acontecimientos.
En el fondo de la cartera descansaba el grabador de última generación camuflado como un atado de cigarrillos
En el taxi retocó el maquillaje, debía quitar las ojeras que le otorgaban un aspecto enfermo.
Por primera vez agradeció que los piqueteros demoraran la marcha del vehículo, podría completar su arreglo personal.
Con su cabello anudó a la nuca el manto dorado que llegaba a la espalda.
No tenía intención que notaran su innata belleza.
Pagó el viaje y bajó.
En la puerta los guardias parecían estatuas, personal de seguridad la llevó a una habitación para revisarla.
Habían acordado que la nota fuera sin flash ni grabadores.
La acompañaron al segundo piso.
Traspuso las puertas de roble, demasiado lujo cuando afuera golpea la miseria.
Sobre la mesa botellas de agua de marca francesa encendieron su estupor, varios ceniceros de cristal tallado que nadie utilizaba.
Papeles con estadísticas.
Apareció la entrevistada enfundada en ropas de marca, hablaron de trivialidades, la encumbrada mujer no sabía que Marcia sabía leer al revés.
Displicente dejó el supuesto atado de cigarrillos en la mesa, sobre el mismo cruzó el encendedor que tenía una pequeña cámara fotográfica.
Rechazó el café que ofrecía el ordenanza, solo bebería agua.
La poderosa mujer no sospechaba que cada palabra sería guardada en el interior del atado de cigarrillos.
El fotógrafo oficial tomó varias fotos, con ello demostrarían que la cuasi omniotente mujer recibía a los periodistas.
Sonrisas fingidas, abrazos congelados para figurar en la primera plana de los diarios.
Marcia agradeció y se fue.
La salida otra tortura, nuevamente mostrar todo.
Nadie descubrió nada.
En su departamento descarga las fotos, eso no importa ruega a Dios que el encendedor haya funcionado bien.
No puede creer aquello que muestra la computadora, son cifras reales respecto a la mortandad que provoca la Influenza H1N1.
Números que desconocen los ciudadanos, falta de medicamentos.
Llama a un contacto necesita refugiarse en el exterior.
Mañana volará a un país remoto con otra identidad.
Desde allá hará conocer a los argentinos los números de la realidad.

Sunday, July 12, 2009

HOMENAJE




Parral escucharía por primera vez su llanto, la comadre secaba las perlas de sudor que cubrían el rostro lívido de quien estaba por dar a luz a uno de los más grandes poetas latinoamericanos.

La tuberculosis había minado el cuerpo de la parturienta, nadie aseguraba la sobre vida del niño por nacer.

La naturaleza acompañaba el difícil momento.

Entre brumas se adivinaba la silueta de los fiordos recortados que dejaban morir sus manos imaginarias en el océano.

La vida fue empañada por la muerte prematura de la madre.

Como pudo el empleado de ferrocarriles atendió al recién nacido, fruto de un amor inmenso.

A tan corta edad los bebés necesitan la atención de una mamá.

Sentada en la playa, Trinidad espera a su futuro marido, en un bolso lleva mantas para proteger al niño del frío invierno sureño.

Lo ama como si lo hubiera llevado en sus entrañas.

Más grandecito conocerá la historia de su nacimiento.

Una mamá lo vigila desde lo alto, lejos en el cielo, la otra a la que llamará mamadre, será quien lo acompañe a transitar la vida.

Atenta a los avances del pequeño que siempre había demostrado su amor por las letras.

Cualquier ámbito era bueno para que aparecieran sus musas, en sus alas traerían las más bellas poesías.

El paso de los años propició que desempeñara las más diversas funciones, hasta incursionar en política, pero siempre teniendo un tiempo para escribir los más sentidos versos.

Reconocido conservó el don que solo tienen los grandes, la sencillez.

Pablo enfermó, no tenía miedo a la muerte, era un escritor famoso y su obra trascendería a la vida.

Hoy en todos los rincones del país trasandino se lo recuerda.

Comparte la misma estrella con quien le diera vida, a ella le lee uno de sus tantos poemas.

A ese grande de la literatura, a Pablo Neruda, mi pequeño homenaje.


http://www.youtube.com/watch?v=Dz6YQMEOIug

Saturday, July 11, 2009

EL ARTISTA PLÁSTICO



Fui prácticamente despedida de mi trabajo por toser, no pude explicar que se debía al fuerte olor de los disolventes que se utilizan para diluir las pinturas.

En pocos minutos estaba encerrada en una cabina de acrílico.

Los electrodos pegados a mi cuerpo lograban acelerar los latidos de mi corazón.

Intenté hacer ejercicios de relajación, no entendía por qué todos corrían sin rumbo cierto.

Cerré los ojos, logré dormirme.

Un perfume a rosas recién cortadas inundaba el sitio.

En un parque de sutil belleza, Él acomodaba la tela sobre el atril, en una banqueta alineaba los pomos de pintura.

La mano izquierda sostenía la paleta en la que mezclaría los colores que darían vida a su obra.

Trazos ligeros asemejaban sus manos al aleteo de los pájaros.

Pocas veces volteó su rostro para observarme, aún así pude admirar su hermosa y plácida sonrisa, esa que se dibuja en la cara de las personas cuando están inmersas en una tarea que los hace felices.

Los pinceles bailaban sobre la tela, los colores se casaban entre sí haciendo nacer los más bellos matices.

La brisa rompió las paredes que contenían mi cuerpo, en un instante los electrodos desaparecieron.

Libre pude acercarme al artista plástico, maravillada miraba el crepúsculo plasmado en el óleo, rosas y violetas incrustados en un cielo azul.

Él no entendía las palabras que pronunciaba.

Desde entonces nos comunicamos con el lenguaje de las miradas.

No quiero despertar de este sueño, nos espera la casa rodeada de verdes colinas.

En su interior, junto al crepitar de los leños nacerá la pasión.

Thursday, July 09, 2009

EL CANDIDATO




Quejoso Romero hacía un pozo para enterrar una vaca, había perdido la cuenta de cuántas estaban en las entrañas de la tierra.

La sequía había convertido el campo en un páramo.

Las hierbas secas no servían para alimentar a los animales, debajo de lo cueros se notaba la osamenta.

El río alguna vez caudaloso era un hilito brillante bajo los rayos del sol.

Entró a la casa, el peón le preparó unos amargos, mientras él sacaba cuentas que no cerraban.

Llevar los animales al campo vecino demandaba erogar dinero que no tenía.

Los pocos ahorros se los había dado a su mujer para que se instalara en la Ciudad con sus hijos, eso le permitiría ahorrar unos pesos con el propósito que los jóvenes continuaran sus estudios.

Enfrascado en los números no advirtió la camioneta que había estacionado cerca de la tranquera.

Los ayudantes del funcionario que se transportaba en ella, bajaron una caja.

Les comunicó que no había pedido nada, leyó la prolija tarjeta lo esperaban en el municipio el jueves anterior a las elecciones.

Los despidió con desconfianza.

No sabía por qué le habían mandado un pluviómetro, en ese lugar hacía tiempo que la seca hacía estragos.

Una burla más de los que no saben nada y se presentan como candidatos.

Asistió a la cita acordada.

Vistió las viejas bombachas, el cinturón con monedas de plata, el facón cruzado en la espalda, el sombrero negro anudado en la barbilla.

El aspecto de la oficina contrastaba con la miseria que se vivía en el sitio.

Escuchó miles de promesas.

Devolvió el aparato para medir la lluvia.

Hombre de pocas palabras le recordó al funcionario que un par de años atrás habían pagado por riego artificial que nunca había llegado.

Le contó de las reses muertas por falta de alimento, la necesidad de vender vientres que nunca más darían leche a los necesitados.

Arrogante el candidato le restó importancia a todos los reclamos del chacarero.

Harto de promesas incumplidas, con la cara encendida por la injusticia desenfundó el facón, el puntazo certero acabó con la vida del mentiroso.

Sabe que deberá cumplir una larga condena por homicidio, asegura que no fue premeditado.

No buscará abogados, honesto irá a la cárcel, prefiere estar allí, antes que vender su alma al diablo.

Espera que su acción sea un alerta para muchos candidatos.

Tuesday, July 07, 2009

TORNADOS




Despertó cansada, el viejo aire acondicionado transpiraba como ella.

El color anaranjado del amanecer por primera vez le produjo temor.

Nunca lo había visto así.

No la había despertado el gorjeo de los pájaros.

Todo estaba cubierto por un manto de silencio.

Le gustaba vivir en la hacienda.

El campo recién plantado presentaba figuras geométricas parecidas a un laberinto.

Si un pintor hubiera buscado todos los matices verdes, seguramente estaban allí, más allá el azul del lago.

Las montañas se miraban en el espejo de agua.

La casa era confortable ladrillos blancos tejas negras, alegradas por las flores que ella cultivaba en los canteros.

Habitaciones grandes, decoradas como cualquier casa campestre.

A media mañana observó la negrura del cielo surcado por saetas violetas, preludio del grito de los truenos.

Rápidamente encerró a los animales que pastaban.

Procedió a tapiar puertas y ventanas.

El ojo de la puerta de entrada le permitía ver cómo desde la tierra se elevaban figuras cónicas, formaban embudos casi perfectos que todo arrasaban.

Se escondió en un lugar de la casa, la furia del tornado se había llevado el techo, aterrorizada lloraba las ausencias, su cuerpo mojado se arrastraba entre los escombros.

Comprendía que era el reto de la naturaleza a los hombres que habían abusado de ella.

Perdió la conciencia.

Horas más tarde el ulular de las sirenas cortaba el silencio.

Las brigadas de rescate buscaban vida entre la destrucción.

Nadie podía explicarse por qué las cañas del jardín de invierno no habían sufrido el embate del furioso viento.

El reloj de péndulo boca abajo entre las piedras.

Al levantarlo los rescatistas observaron las agujas, marcaban la hora del deceso de su dueña.

Monday, July 06, 2009

PIES DESCALZOS



En ese sitio los instrumentos de medición no existen.

La hora la señala la salida del sol o el gris del amanecer.

Encontré al niño toba tirando piedritas en el agua.

Su única distracción era ver los círculos que agitaban el espejo quieto, sucio.

El cabello desordenado asemejaba a un cepillo, esos que el pequeño quien sabe si alguna vez conocerá en su vida.

Me siento a su lado, conmovida miro los harapos que cubren su cuerpo.

Al principio no habla, los ojitos negros muestran desconfianza, hasta que por fin comienza a responderme.

Me cuenta que son muchos hermanos, las zapatillas rotas, enlodadas le quedaron chicas, serán la herencia deshilachada que reciban los más chicos.

Hace frío, caminamos hacia la casa que habita, paredes de lona, techos de paja, juguetes de la tormenta para dejarlos a la intemperie.

Dice que cada tanto el hombre blanco llega con una camioneta a entregarles algo para subsistir, alcanza solo para unos días, el resto del año le quitarán algún fruto al agua.

La madre acuna a un niño protegido con lo que alguna vez fue una frazada.

Ellos no saben de “la peste”, así la llaman, que azota las grandes ciudades.

Milagrosamente no ha llegado a ellos.

Creyentes le rezan a la tierra, adoran el sol que calienta los cuerpos casi desnudos.

No quiero que me vean llorando de impotencia, la rabia se ha transformado en lágrimas.

El monte no tiene caminos, añosos árboles los protegerán en verano.

Hojas perennes acompañarán el silbido del viento en el invierno.

Camino hasta llegar a un caserío con aspecto más humano, compro mercadería para llevarles.

Me reciben con los brazos abiertos.

Mañana cuando llegue a Buenos Aires golpearé las puertas de los funcionarios que pareciera desconocen que los tobas también son argentinos.

No aceptaré promesas, me quedaré en las lujosas oficinas donde todo huele a perfume importado, hasta que vea que una fila de camiones se dirige al Impenetrable con todo lo que se necesita para comenzar a paliar la miseria.

Tengo tiempo, ellos no.

Friday, July 03, 2009

CARAMELOS




¿Sabés qué gusto tiene la dulzura?

Muchas veces no quieres interpretarlo, está encerrado en el envoltorio de un caramelo.

Imagino que muchas veces en la semana de la dulzura lo has recibido.

Con apuro lo guardaste en el fondo de tu cartera o mochila.

Comprendo que no tenías tiempo.

Hoy cuando lo buscas el papel está pegoteado, es como si hubiera llorado ante la indiferencia.

Lo sé, nosotros no lloramos en público.

Tus uñas esmaltadas tratan de despegar un simple papelito.

A veces no puedes lograrlo, con enfado lo tiras en un papelero.

Ello ocurre cuando todo te harta.

Vas por la vida despotricando contra el sistema que te tocó vivir.

Quiero confesarte algo, ese caramelo que tiraste con ira, en su interior contenía un espejo para que te reflejaras en él.

Intentaba que por un momento te despojaras de las miserias que opacan al ser humano.

Sé que trabajas para sobrevivir, muchas veces no alcanza.

No culpes a la vida, el caramelo intentó endulzar un instante tu boca para que de ella borraras palabras cargadas de ira.

Percibo que la bondad está en tu corazón.

¿ No quieres verla?

No sabes lo que te pierdes.

Detente un momento.

El pasado quedó atrás, entierra el dolor, solo recuerda.

Con tranquilidad quita el papel que me viste.

Te pido que me disfrutes, deja que el sabor inunde tu boca.

Por algo se empieza.

Te aseguro que la vida será diferente.

Por favor no estés peleado con ella, pese a todas las contingencias, comprobarás que la vida es bella.

No ahorres caricias.

Di lo que sientas, te aseguro bonanza, te saludo y me despido hasta el próximo caramelo.

LOS AMANTES




Tiene intención de remodelar la casa, el parque es demasiado grande, solo dejará unos metros al aire libre, los que se encuentran cercanos a la parrilla y el corredor de lajas que lleva a la piscina.

Realizó varios bosquejos, no es diseñadora, aún así sabe aprovechar los espacios.

Desde hace un tiempo quiere tener un lugar para ella, íntimo, acogedor.

El frío de la mañana invernal le ayuda a despertarse.

Campera y gorro para abrigarse, jean, botas bajas, sonríe al tomar el estuche que contiene las gafas, son grandes, ante la crítica risueña de sus amigas les dice que las compró de ese tamaño, para descartar el maquillaje.

Enciende la radio de la camioneta, las noticias se repiten, opta por un CDs que le regalaran hace tiempo.

No hay tráfico, ello le permitirá llegar en pocos minutos al puerto de frutos de Tigre.

Encuentra objetos hermosos.

Cañas en el jardín de invierno ocuparán una de las paredes, en la otra un tapiz azteca, despojada la que tendrá los cuadros que pinta y no quiso vender con el único objetivo de aprisionar recuerdos.

El amplio ventanal dejará ver las plantas, tal vez un pájaro busque refugio en los árboles.

Imagina la noche, cientos de luciérnagas iluminarán los canteros.

Carga todo en el vehículo.

En pocas horas el espacio estará listo.

Paredes de cañas sorprenderán a su amor.

Esta noche crepitarán los leños, una copa de vino encenderá pasiones reprimidas.

Tal vez comparta para siempre el jardín de invierno con el hombre que transita sus sueños.

Mudo testigo el fuego que alimenta los cuerpos de los amantes.

VIOLENCIA FAMILIAR




Está harta, diez años han pasado desde su casamiento.

Al principio todo parecía normal, un matrimonio casi perfecto.

Entre los dos compraron la casa que habitaban.

Cuando le anunció el nacimiento del primer hijo, él comenzó a cambiar su carácter.

Con dureza le exigió que renunciara al trabajo, no aceptó.

Poco le importaba que la tildara de feminista, siempre decidiría sobre sus derechos y tener un hijo no significaba ningún impedimento.

Su marido se mostraba molesto, agresivo hasta que un día comenzó a golpearla.

Inmediatamente le pidió divorcio.

Sobrevino un tiempo de calma, cargado de promesas que nunca se cumplirían.

Nació una niñita bella como su madre.

Se reiteraron los episodios violentos, ella disimulaba con maquillaje la marca de los golpes.

Las denuncias se repetían, lo llevaban detenido por unas horas, cuando regresaba mostraba toda la bestialidad contenida en la celda.

El juicio de divorcio fue rápido, en el dictamen se aclaró que el hombre no podría acercarse a la casa, debería existir una distancia de doscientos metros.

Cada quince días tenía la posibilidad de ver a sus hijos, acompañado de una persona especializada.

Ella en su tiempo libre dirige una fundación, allí orienta a las víctimas de violencia familiar.

Se les recuerda cada día que hombres y mujeres tienen los mismos derechos.

Ante la primer amenaza deben concurrir a formular la denuncia.

Las mujeres que integran la organización sin fines de lucro no son feministas, intentan ser justas.

Thursday, July 02, 2009

EL COLECCIONISTA




Poco se sabe de la vida del hombre solitario que habita la mansión.

Está alejada del resto de las edificaciones, como si se hubiera construido para ese ser taciturno, solitario, de belleza singular.

Todos los días del año a la misma hora, sale a caminar por la calle empedrada.

Cualquiera diría que en su andar parsimonioso y elegante cuenta las piedras grises gastadas por el escaso tránsito y el paso del tiempo.

Consulta su reloj es hora de visitar al dueño del barcito, éste lo recibe con una sonrisa, sin preguntar, sabe que deberá acercarle un cortado y el periódico.

Hojea el diario, observa los titulares que hace mucho tiempo son repetitivos lo dobla con prolijidad.

Antes de devolverlo lee los avisos clasificados quiere constatar si algún coleccionista desea vender un reloj que la casualidad haya repetido.

En el celular anota un número telefónico.

Sobre la mesa deja el dinero de la consumisión .

Saluda con un movimiento de cabeza.

Los jardineros han concluido su trabajo, el césped parece una alfombra.

Las glicinas que adornan la entrada obsequian color y perfume.

Antes del almuerzo pasará por la sala principal, alineados los relojes esperan ser ajustados.

Es en el único momento que se escucha la voz del hombre.

Habla con ellos como si fueran personas, cada uno marcó un suceso importante de su vida.

Al salir del salón se comunica con el número que sacó del diario.

Concreta una entrevista para la tarde.

El reloj que quiere agregar a su colección es majestuoso.

Tallado en oro, en el interior contiene una figura femenina rodeada de minúsculas flores.

Una tapa de cristal la protege.

Extiende un cheque a nombre del vendedor.

Enciende su pipa, por última vez controlará llaves y cerraduras, como siempre se despedirá de sus relojes.

Se acuesta pensando que tiene que comprar una mesa nueva para apoyar la reciente adquisición.

Duerme profundamente, quien sabe qué sueños dibujan en su cara la mueca de una sonrisa.

Despierta sobresaltado, los ruidos que escucha parecen haberse originado en la sala de relojes.

Cubre su cuerpo con una bata.

Aparentemente todo está en orden.

Siente dos brazos que rodean su cuello, huele el suave perfume, los acaricia con sus dedos, los recorre con sus labios.

Las bocas se unen como antes cuando vivía su esposa.

Los canales de televisión esperan noticias sobre la misteriosa desaparición del coleccionista.

El ama de llaves declara durante varias horas, un fragmento de la declaración dice textualmente "El señor esta tarde compró un reloj de mesa muy fino, recuerdo que tenía la silueta de una bella mujer.

Esta mañana fui al escritorio a servir el desayuno, debajo de la tapa de cristal, encontré los contornos de dos cuerpos amándose”.

Las señales de cable imprevistamente son cortadas.

Los amantes, sin interrupciones terrenas, estarán juntos hasta la eternidad.

Wednesday, July 01, 2009

NUESTRO SECRETO


Las aguas cristalinas siempre serán mi compañía.
No existe nada en el mundo más bello que ver tu danza.
Prolija vas y vienes dejando tu huella en la arena.
Tu perfume salado me recuerda la libertad, no creas que la he perdido, solo está dormida, cedió su paso al desarraigo.
Ese que se siente cuando estás lejos de tu casa y de la familia, atenta cubría todas mis expectativas.
Conoces todos mis secretos.
Muchas veces fuíste mudo testigo de mis lágrimas.
No te enojes, sé que ésta es la vida que elegí, pero no me pidas borre la añoranza.
Me gusta observarte cuando encrespado te conviertes en espejo que juega con los surfistas.
Nos deleitamos al verlos realizar sus piruetas en coloridas tablas.
Me gusta adivinar la cantidad de gaviotas que surcan el cielo, ambos sabemos que le copia el color a tus aguas.
Forman la escuadra perfecta que jamás vi en mi vida.
Sé que regalas tesoros en el fondo de tu alma, permites que fotografien tus entrañas.
Me contaste que en tu lecho predominan los corales, la desidia de algunos visitantes provoca que falten algunas partes.
No te inmutas, ningún humano podrá romper el equilibrio que tienes en tu seno.
Me gustaría alejar mis miedos, calzar el traje de neoprene para explorarte.
Escucho tu risa cristalina cuando miras que no puedo esconder mis rulos traviesos debajo de la gorra.
Estoy segura que allí en el fondo del océano cuando las burbujas suban a la superficie, podré sentir todos los aromas.
Ese que sostiene una sirena cubierta de lentejuelas es justamente el que quiero tener en mis manos, el perfume de la libertad para compartirlo con todos los seres que amo.
Emerjo del agua, adivino la sonrisa de mis seres queridos.
En un rato les contaré las aventuras que guardas en tus profundidades.
No temas no contaré nuestro secreto.
Jamás delataría a un amigo que solo obsequia bonanza.