Friday, February 27, 2009

URRACAS Y PALOMAS




Estoy perdida en la selva, quiero hacer amigos.
Vengo desde muy lejos.
Puedo asegurar que atravesé miles de kilómetros, en todos los sitios encontré pasisajes soñados.
Todos los tonos de verde que brindan los árboles, algunos campos secos que lastimaron mi alma.
Tengo sed.
Necesitaré acercarme a las famosas Cataratas del Iguazú, allí beberé agua.
Son majestuosas, con mi vuelo no puedo alcanzar altura suficiente para admirarlas en todo su esplendor.
Observo una urraca custodiando su nido, es sensual su plumaje verde azulado, el brillo de su vestimenta me obnubila.
Cuando emprenda vuelo la seguiré para que me oriente.
Quisiera parecerme a ella con su vestido de verde azulado, sn embargo seré siempre blanca, tal cual la pureza de la sonrisa de un niño que llega a la vida.
Me acerco a ella, pese a su nombre es preciosa, sus alas brillan bajos los rayos del sol.
Se levanta temprano para buscar alimento para sus crías, le gusta la primavera, donde estallan los colores y fragancias de las flores.
Acepto su invitación.
Juntas volaremos sobre los saltos de agua.
Un pájaro de alas plateadas nos asusta.
Son los helicópteros que llevan a los turistas,fotografían el sitio.
No saben que el sonido espantará a las aves recién nacidas.
El moviemiento de as aspas nos produce temor, lo enfrentaremos con hidalguía.
Estos eventos no deberían ocurrir en la reserva, nadie piensa en los daños que causan.
No estoy sola.
Devuelvo el favor invitando a mi amiga la urraca a sitios que conozco.
Suelo estar en los campanarios de las iglesias.
Ambas pediremos por la paz del mundo.

COSENZA





Sur de Italia.

El puerto está atestado de gente.

Esperan a los pescadores.

Irina arregla sus ropas.

En una de las embarcaciones llegará Duilio.

Después de repartir la mercancía caminarán las calles empedradas para llegar a la casa que habitan.

Se repara de los rayos del sol con una sombrilla.

En el camino le contará las últimas travesuras de los niños.

Recorrerán las calles abrazados.

De los balcones cuelga la ropa recién lavada, apenas dejan asomar los geranios multicolores.

Para todos es alegría cuando los barcos pescadores llegan al puerto.

Irina espera angustiada.

Queda sola en el lugar tejiendo sueños.

Aparece majestuoso el crepúsculo tiñendo de púrpuras el cielo infinito.

Cierra la sombrilla.

El corazón cabalga en su pecho.

Tiene nuevas vivencias para compartir con su amado.

Acaricia su vientre, no se nota el nuevo hijo que lleva en sus entrañas.

La brisa se convierte en viento furioso, no espera.

Las sirenas anuncian un accidente.

Poseidón agitas las aguas, la sal salpica los sueños de Irina.

En el fondo del mar culminaron sus sueños.

INMIGRANTES




El barco no tiene más capacidad.

Huyen de la guerra a tierras promisorias.

Predominan los hombres, una vez instalados enviarán los pasajes para reunirse con la familia.

No conocen el idioma.

Sus manos laboriosas trabajarán el suelo.

Convertirán la aridez en un vergel.

Allí crecerán sus hijos.

Serán hombres y mujeres de bien apegados al nuevo espacio.

En el puerto nadie los espera.

Buenos Aires muestra sus mejores galas, tan lejos de su tierra.

Aguerridos enfrentarán la lucha ante los que discriminan por raza, credo o religión.

No son todos malos.

Augusto tiene tierras en La Pampa, quiere cultivar el campo que posee.

Necesita manos que no le teman a la tierra.

Encuentra hombres deseosos de trabajar, olvidando que muchos de los habitantes del lugar se niegan a hacerlo.

El suelo nunca está muy abajo cuando la voluntad es crecer.

De ellos casi nadie se acuerda.

Aquí dejaron plantadas sus raíces.

Enfrentaron el viento gélido en pos del progreso.

Nos dejaron un mundo en pleno crecimiento.

Hoy la lucha de unos pocos poderosos quiere derribar sus creencias.

Ansiosos esperan que la situación se revierta.

Como semillas vírgenes, esperarán un mañana auspicioso.

Así será.

SUBMARINOS





Sveltana e Igor vivían en una montaña escarpada cerca del Mar de Barents.

Desde la humilde vivienda podían observar los submarinos alineados como fantasmas en el muelle.

La nieve formaba copos en los árboles, Igor varias veces había ido con su carretilla a buscar leña su mujer no debería hacer ningún esfuerzo, quedaría apilada cerca de la cocina.

Faltaban pocos días para que naciera el primer hijo.

Sería recibido en la casa con amor y el calor que proporciona el fuego.

Mañana saldría en una misión a bordo del submarino Kursk.

No permitió que su esposa lo acompañara al puerto se despedirían en la casa, el viento helado golpeaba en el rostro del marino, regresó sobre sus pasos para besar a su mujer y acariciar el abultado vientre.

El capitán dio las últimas órdenes.

La nave comenzó a sumergirse.

Sveltana supo que faltaban horas para parir.

Pasados ochos años, nadie conoce las causas del hundimiento.

Todas las semanas un niño rubio de ojos azules como el mar concurre a la base de Vidayevo, en sus manos lleva flores que dejará en el monumento que recuerda a quienes descansan en el fondo del mar.

TRAGEDIA SUPERADA




Lejos del puerto hombres y mujeres vestidos de blanco trabajan con palas, depositarán en bolsas el petróleo derramado por un buque de gran porte.

Pese a las barreras dispuestas el oro negro ha llegado a la playa.

No les importa el viento ni otras dificultades que trae el tiempo.Ha pasado un año del desastre, ella fotografía la playa.

Las rocas relucen en la playa, el agua las moja hasta desgastarlas.

Un niño corretea remontando un barrilete sus pies descalzos no se machan de negro.

Otros forman castillos de arena que la marea disolverá.

Las gaviotas han vuelto, siempre detrás de las embarcaciones buscando alimento.

El paisaje no parece haber sido tocado por la tragedia del derrame.

Abdul, está sentado sobre la arena, la vieja radio portátil le trae música de su tierra, allende los mares.

El rostro moreno contrasta con el blanco de la espuma de las olas en su repetida danza.

Cierra los ojos y piensa en la familia que quedó del otro lado.

Los ahorros este año tampoco alcanzarán para traerlos.

Allá donde moran los suyos, reina, es la miseria, trabajará duro para reunirlos, mientras tanto llora la desesperanza.

Mientras tanto sueña.

SALTOS DESNUDOS




La tierra colorada se adhiere a todo, como queriendo que quien la recorre no la olvide.
Cuando termine el asfalto nos hundiremos en ella, será una parte nuestra.
Aminoro la marcha el camino parece una serpentina.
El follaje de los árboles se abraza, estamos ingresando a una pequeña selva.
Helechos plumosos con movimiento sensual acarician añosos troncos, las flores silvestres amontonadas en una sinfonía de colores impiden el paso de los rayos de sol.
En la cabaña del guarda parque esperan nuestros amigos.
Con ellos caminaremos hasta llegar a los Saltos del Moconá.
Cinco ríos confluyen para formarlos.
Las aguas horadan las piedras, soñamos figuras.
Nos quedamos en silencio para escuchar el rumor de las aguas.
El viento a veces los torna violentos, siempre caen acompasados, la melodía de las aguas endulza nuestros oídos.
Un pequeño coatí es la delicia de grandes y chicos, se deja fotografiar a cambio de una galletita.
La fauna es diversa escondido detrás de la espesura un gato montés nos muestra su hidalguía.
El silencio invade el lugar, la naturaleza nos regala un arcoiris, majestuoso se apoya en los saltos de agua.
Cada color representa la esperanza de los lugareños.
Quieren preservar el lugar, no admiten que la tala indiscriminada de árboles permita que los intereses de unos pocos, consigan quitarle otro pulmón de aire a la tierra.
No me alcanza la mirada para capturar tanta belleza.
Los pájaros de plumaje negro se esconden detrás de la cortina de agua, no cantan, quizás sea preanuncio de la tragedia.
Ellos intuyen que el hombre proseguirá talando árboles hasta dejar los saltos desnudos.
Deberán migrar.
La tristeza nos invade ante la pérdida de otro espacio verde.
Conocimos otro sitio de nuestra nació, quizás cuando regresemos solo se encuentren erguidos los saltos de agua.
Para ese tiempo su melodía cristalina le cantará a la soledad.

Tuesday, February 24, 2009

HOMENAJE



Un día como hoy partiste hacia otros mares.

Una luz será tu guía por siempre.

Sin saber dejaste un vacío enorme.

Se extrañan las letras dedicadas a Luciano y Catalina, seres entrañables que formaron parte de nuestras vidas.

Por ahora navegás solo, tu brújula te señala caminos inciertos, en todas hay luces y estrellas, son tu derrotero.

Desde puertos lejanos pañuelos blancos te rinden homenaje, aletean alrededor de tu nave fantasma, a todos los saludás con esmero.

Las gaviotas siguen la estela que deja la embarcación, la espuma blanca se confunde con sus alas. No sé medir la distancia, menos el tiempo, donde estás esos elementos no existen.

La poesía te seguirá a todas partes, los poetas nunca mueren, solo se elevan a otras vidas más plácidas.

Allí donde tu vayas estaremos.

Pasa el tiempo sin dejar rastro, tú marinero sigues navegando.

Un puerto lejano se ha vestido de fiesta para recibirte.

En la orilla cientos de personas esperan ver pasar tu embarcación tan blanca como las nubes.

En la arena con una rama muchos dibujan tu nombre.

Extiendes las escaleras que nos permitirán subir a bordo.

Los abrazos se repiten.

Tu sonrisa nos recibe.

En otra dimensión seguirás siendo nuestro Capitán.

Navegaremos muy lejos, tanto que cuando el azul de las aguas del mar se confunda con el color del firmamento, de tu mano habremos llegado a las puertas del cielo.

Monday, February 23, 2009

SUEÑOS DE LIBERTAD



Estoy tomando sol en las playas de Varadero.
Las palmeras se mecen al compás de la brisa cálida.
El mar le robó el color a las turquesas.
Me gustaría tener este lugar como mi sitio en el mundo.
Las orquídeas tropicales crecen como flores silvestres en las ramas de los árboles, colores que nunca hubiera podido imaginar, están al alcance de mi mano, solo voy a admirarlas, no las voy cortar.
Los hoteles lujosos están orientados hacia la playa.
Turistas del mundo admiran el paisajes, ignorando sin querer que hay mucho para ver.
Una tormenta de arena me aleja del mar.
Quiero conocer más.
Me mezclo con los habitantes de la isla.
Un micro que apenas sostiene su estructura me lleva a un municipio alejado de la gran ciudad.
El hombre de azul que controla todos mis movimientos está cerca.
Lo he visto en la playa, cerca del hotel, en mis paseos advierto su presencia.
Me disgusta tanto control.
No tomaré fotos, está prohibido.
Nada podrá borrar aquello que guardan mis retinas.
Un puerto pequeño.
Hombres, mujeres y niños suben a balsas improvisadas.
Algunos llegarán a destino, otros serán devorados por el mar.
A nadie le importa nada, solo piden que se vayan al atardecer.
Creen que en el crepúsculo pocos notarán las ausencias.
El mar mueve las balsas, a bordo llevan los recuerdos, el cariño de los que quedan esperando.
El agua jamás podrá borrar los versos de José Martí
Rezo por ellos, quiero que todos lleguen a cumplir su sueño de libertad.

CRUCES BLANCAS



Saldrían de diferentes puertos de la República.

Tenían ansias de gloria, también miedo a lo desconocido, a las atrocidades de una guerra.
Eran demasiado jóvenes como para pensar demasiado.
En las mochilas faltaban muchas cosas, abrigo, objetos personales.
Les habían prometido la gloria, la verdad jamás les sería revelada.
Ignoraban casi todo, recién estrenaban la juventud.
Imposible negarse a una supuesta epopeya, estaban en manos de un delirante cuyo poder robado se estaba esfumando.
El alcohol lo hacía proyectar sucesos mesiánicos, nada le importaba.
El estaría resguardado en lujosas oficinas, el ocaso se acercaba, la intención era permanecer en la historia algo que la inteligencia del hombre no permitiría.

El mar bravío entraba a la proa de los cruceros.

La tripulación estaba conformada por jóvenes de todas las provincias.

Desembarcaron en el puerto austral, un gélido día de abril.

Bombas y disparos de metralleta rompían la soledad.

En las trincheras, alertas esperaban un poco de abrigo, el frío calaba los huesos.

En la gran ciudad se juntaba todo aquello que el pueblo donaba.

En las escuelas los niños escribían cartitas a soldados desconocidos.

El chocolate que los abrigara por dentro jamás llegaría a destino.

Sumisos no reclamaban nada, les alcanzaba luchar por su patria aún desde la inexperiencia propia de la juventud.

Las noticias no eran alentadoras, el enemigo los superaba en fuerza y experiencia.

Las nieves eternas del sur comenzaron a teñirse de rojo.

Las bajas se producían en la isla, otros cuerpos quedarían para siempre en el fondo del mar.

Cruces blancas los recuerdan en un predio solitario, la furia del viento mueve los rosarios que las enlazan.

Flores sin perfume, placas de bronce, algunas con nombres, la mayoría anónimas.

Miles de mutilados regresaron a contar la historia del horror.

Friday, February 20, 2009

DOS ARMADURAS



Custodiamos el salón principal del un castillo, nos ubicaron entre cuadros famosos.
Las arañas de vistosos cristales nos iluminan, muchas veces utilizamos como espejo los pisos encerados de la mansión.
En las vitrinas lucen las condecoraciones que recibiera el padre de la princesa.
Los muebles adornan los inmensos salones, sobre ellos nunca falta un recipiente para las flores.
Temprano el jardinero las corta de los canteros, dan alegría a este sitio tan silencioso.
Pocas veces se escucha el sonido de las liras, acompañan la voz cristalina de la princesa.

Somos mudos testigos de todo lo que ocurre en este sitio.

Tenemos mil historias para contar.

La princesa es su única moradora, tiene la belleza de una diosa pagana, ha pedido no ser molestada.

Escuchamos sus diálogos con los espíritus que alguna vez habitaron aquí.

Cabalga en corceles imaginarios.

Cuando el crepúsculo tiñe de violetas y morados el cielo, exhausta se entrega a un amor que no existe.

Los gemidos conmueven nuestras estructuras.

Pesadamente ascendemos a sus aposentos.

Nos sonrojamos al ver el magnífico cuerpo desnudo apenas cubierto por el suave raso de las sábanas, asoman sus curvas cinceladas , las piernas parecen talladas por un escultor, pies pequeños que ansían una caricia demorada .

Está sola.

La brisa nocturna hace danzar los cortinados, un destello de luna ilumina la cama donde reposaba.
Desaparece.
Escuchamos el canto de los ángeles.

Sobre el tocador de marfil y ébano un ramo de flores frescas.

Perturbadas ante la escena comprobamos que una flor exótica se agregó al arreglo.

Pareciera que sus pétalos se han vestido de rocío, no es así, son el reflejo de lágrimas derramadas por una mujer sola.

Saturday, February 07, 2009

CLARO DE LUNA




Conocía la casa de memoria, sabía en qué lugar estaba cada objeto.
Podía recorrer la mansión en penumbras sin temor a equivocarse.
Junto a su marido habían propiciado la construcción, ningún detalle se les escapaba.
Hasta el jardín fué diseñado por el matrimonio, el objetivo era lograr una sinfonía de colores y aromas.
Años atrás había enviudado, convirtiéndo el cuarto de huéspedes en un museo.
Las paredes empapeladas con las fotos de su marido, en la cómoda el perfume favorito.
Sobre el sillón de terciopelo quedaba la corbata que Él había utilizado en la última recepción.
Parecían dos príncipes salidos de un libro de cuentos.
Ella con el vestido largo que insinuaba con picardía sus curvas armoniosas, Él la acompañaba de riguroso traje negro.
Sonrió al ver el atado de cigarrillos, en su interior el encendedor grabado.
Abrió las ventanas quería alejar las viejas fragancias.
Con los dedos recorría el rostro del hombre que le sonreía desde el portaretrato.
La brisa nocturna acariciaba sus cabellos, en el balcón las flores comenzaban a vestirse de rocío, para caer en cascada recostadas sobre la balaustrada de madera.
Miles de estrellas titilaban en la profundidad del cielo, más arriba un gajo de luna plateada.
Los recuerdos la abrazaron.
Encendió el equipo de música, escucharía el último CD que habían comprado.
Manos imaginarias rodeaban su talle, tibia la respiración en el cuello.
Los labios entreabiertos esperaban un beso que jamás llegaría.
En penumbras danzaba, parecía que flotaba.
A la mañana siguiente la policía encontró sobre el césped recién cortado la forma de un cuerpo.
Los expertos decían que coincidía con el de la moradora de la casa.
Un claro de luna fué mudo testigo de la partida de Mariana.

Friday, February 06, 2009

ÁNGELES PARA EL CIELO




Suponía que su hijo no estaría en su cuarto en ese horario generalmente jugaba con sus amigos
Tenía pasión por el fútbol, en la plaza armaban los picados, evitando romper las flores de los canteros, siempre bajo la atenta mirada del cuidador.
A veces se imponía con su presencia, otras participaba del juego de los chicos.
Ese día sería diferente.
Elián como casi todos los niños no sabía la dimensión de la muerte era demasiado pequeño y su madre evitaba hablar de ciertos temas, sin saber que involuntariamente incurría en un error no querido.
Lo encontró acurrucado en el suelo, parecía un ovillo .
La madre se acercó al pequeño, con dulzura secó sus lágrimas.
Las caricias atenuaron los sollozos.
Lo sentó en su falda.
A tan corta edad era difícil asimilar las pérdidas.
Su mejor amigo había sido atropellado en la vía pública por quienes se creen dueños de la calle sin pensar en el daño que causan a terceros inocentes.
La pelota había cruzado la calle, había que rescatarla para proseguir el juego.
Hernán salió corriendo sin advertir que por una calle desierta un auto venía excediendo la velocidad, sin respetar los lomos de burro colocados en cada esquina.
En estos casos, los minutos juegan en contra o a favor de la vida.
Hernán quedó solito hasta que asistieron en su ayuda.
Era tarde.
Llegó al hospital, inútil la tarea de los médicos para reanimarlo.
Mariana le contó una historia a su pequeño, le dijo que a veces en el cielo se necesitan ángeles pequeñitos.
Eran la compañía de Dios, desde allí vigilarían el bienestar de los niños y grandes.
Se convertirían en Ángeles de la Guarda, advirtiéndoles a todos de los peligros, en este caso los que ocurrían en las calles.
Le pidió fuera siempre cuidadoso, aún cuando se aferrara a la mano de ella.
El pequeño se durmió en los tibios brazos de su madre, una lágrima corría por las pestañas arqueadas del chiquito.
A partir de mañana, juntos cortarán flores frescas para recordar al nuevo angelito.

LOS CUADROS




Mariana subió la escalera sin encender la luz.

Hace poco que se ha mudado a una mansión que heredara de su abuela.

La vista al lago es uno de sus mayores placeres, durante el día quienes practican deportes acuáticos la entretienen.

Por las tardes camina por la orilla, cada piedra que lo bordea tiene su propia historia.

Le gusta escuchar el canto de los pájaros cuando regresan a los nidos, en el preciso instante que el sol busca descanso dejando el lugar al primer destello de la luna.

Debe regresar a la casa, mañana la misma será poblada por la risa y anécdotas de los amigos entrañables.

Mientras la cena está terminándose en el horno, prepara la habitación en la que se alojarán los invitados.

Creía recordar que en el piso superior había tres puertas.

Lleva en un canasto todo lo necesario para armar la que ocuparán los huéspedes.

Sobre la ropa de cama las flores que cortó del jardín, ellas dan vida y color.

Tantea el picaporte, éste no ofrece resistencia.

Una luz envolvía el cuarto, al ingresar sintió que flotaba.

Una sensación de paz la invadía.

Suspendidos en el aire los retratos de sus familiares, la recibían.

Escuchó la voz de su abuela llamándola, pidiéndole se acercara.

La vestimenta de la joven había cambiado por una túnica blanca, un cinturón de estrellas ceñía la cintura.

Estaba descalza.

No tuvo miedo.

La anciana la llevó a un patio poblado de flores, las fresias inundaban el sitio con su fragancia.

Ahora era una niña, anudado el cabello con cintas rosadas.

Corría alegremente bajo la atenta mirada de la abuela.

Como en una película pasaban etapas de su vida.

La escuela, el primer amor, el beso robado por el hombre de su vida.

El llanto del primer hijo, noches desveladas.

Francisco alarmado por la tardanza de su mujer sube.

Todo está en órden.Con la linterna ilumina los cuadros.

Desde la tela de uno de ellos, Mariana le sonríe.

Tuesday, February 03, 2009

CAMBIOS TÉCNICOS




Tenemos nombres de flores, así nos identificaron los dueños.
Una elección que me agrada siempre me gustaron las flores que perfuman con su fragancia lugares impensados.
Me conmueve ver las gotas de rocío deslizarse por los pétalos, perlas transparentes que la visten de fiesta hasta que el sol las deshace en miles de partículas con los colores del arco iris.
Trabajamos sin horario, descansamos cuando el técnico de la empresa nos revisa.
No tiene consideración, nos deja desnudas, perdemos nuestro encanto cuando muestran nuestro interior plagado de cables multicolores que cumplen una función para que puedas utilizarme .
Dalia sabe que hoy será un día tranquilo, por ello cambió su maquillaje , eligió un fondo de pantalla abstracto, trazos amorfos, colores fuertes que no me dicen nada..
Los moderadores del sitio procederán a elegir los mejores cuentos entre cientos de obras,
Todos tienen su encanto.
Los escritores despliegan toda su creatividad, vuelcan sus emociones y sentimientos en cada entrega, teclean cada palabra enhebrando un collar de bella estructura..
Trabajamos duro para permanecer en este lugar, aún cuando tenga prioridad el alma década uno de ellos.
Olvidé decirles que soy Alelí, mis colores con violeta, rosado y blanco.
Cuando tengo un tiempito, que no es mucho leo algunos comentarios.
Con una mano en la CPU no los entiendo, poco importa , no es mi tarea.
Dalia siempre hace lo mismo exhibe paisajes exóticos, pero es igual a cada una de nosotras.
Clavel y Lirio están desconcertados, hoy les cambiarán un electrodo para que vuelvan a ser los de antes o parecidos a lo que habían mostrado.
Con las actitudes actuales me resulta difícil reconocerlos, son buenos muchachos, pero, siempre hay un pero a veces están acelerados
Tengo poco tiempo.
Apagaron el aire acondicionado, mi monitor parece u n río de aguas cristalinas, espero no me afecte.
Listo.
Somos todos iguales, enviaré un mensaje.
Suerte para to….♪♪♫☼
Acaban de desconectarme.

Monday, February 02, 2009

BARRA ESPACIADORA




Los chicos me esperan ansiosos es la primera vez que estarán en contacto conmigo.
No puedo negar que estoy contenta por el cambio de casa, en ésta no me sentiré maltratada, tengo mucho para dar y sé que los pequeños sabrán percibirlo.
Con el tiempo junto recorreremos muchos sitios de la web, no puedo decir, todos, de a poquito nos iremos conociendo.
Tengo mucho para dar y ellos para recibir.
Aventuras, melodías, acompañarán cada uno de nuestros encuentros.
Veo sus caritas resplandecientes cuando bajan la caja que me contiene, sonrisas, caritas asombradas ante lo desconocido.
Seremos amigos inseparables, de eso no tengo dudas.
Han elegido un rincón de la escuela cordillerana, cerca de la ventana, desde allí observo el paisaje .
La cadena montañosa intenta con sus cúspides nevadas acariciar trozos de cielo, al pié un río caudaloso que no les permitirá volver a sus hogares hasta que concluya la primavera.
El estío los devolverá a sus casas, a compartir con sus seres más amados.
Quisiera que mis compañeras pudieran estar en el sitio que moran sus padres, me sentiría plena. La escuela es su hogar.
El maestro imparte enseñanzas, a la vez se convierte en padre, madre, médico, le sobra cariño para repartir.
Entiendo que no es lo mismo, pronto formaremos una red infinita que llegue a todas las viviendas.
Seré el brazo que llega para dar caricias.
Alentaré a los que sienten la falta de compañía, acortaré distancias.
Mientras estén lejos de sus casas intentaré divertirlos, sin juegos violentos, solo recibirán enseñanzas, aventuras y sueños a cumplir.
Me utilizan por turnos bajo la atenta mirada del maestro.
Elián es un muchachito inquieto, aprende rápido, solo le cuesta usar la barra espaciadora, soy paciente el pequeño no conoce mis tiempos, nos iremos conociendo con el paso del tiempo.
Hoy es el cumpleaños de su mamá, le escribirá un mail, no llegará dado que ella no cuenta con una computadora para recibirlo.
Espera que todos se entreguen al descanso.
Llega al escritorio, siento latir su corazón.
No enciende la luz, le alcanza la del monitor, no desea recibir el reto de su maestro.
Me enciende, lista la clave y contraseña.
Oprime cada tecla con amor profundo.
Seré cómplice de sus deseos.


"Mamiteextraño,cuandocesenlaslluviasestaréenlacasa.
Tenemosunacomputadora.
Enelveranotrabajaremosduroparacomprarnosunaasícuandoestéenelcolepodrásleerme.
Ellatellevarámicariño.
Tequieromami"


Elián