Friday, January 29, 2010

MOMO Y LOS DIAMANTES NEGROS



Ansioso espera en su taller de orfebre la llegada de las exóticas piedras.

Sabe que en esa tonalidad se presentan matices más claros, según como se las oriente se ven negras, otras tendrán la gama de los grises.

Pagará una fortuna para conseguir las que sean definitivamente negras, serán tres los que lleve la corona que le han pedido.

Al principio dudó del encargo, para qué querrían una corona en una nación donde se supone impera la democracia.

Acepta el trabajo, no le vienen mal los pesitos que recibirá por complacer a alguien privado de la cordura.

En el papel diseña el preciado objeto, sencillo para que lo luzca quien no ha llegado a ser reina.

Los brillantes se enlazan con topacios, tienen los colores del sol, casi suficientes para hacer brillar lo que falta.

Algunos rubíes significarán la sangre de los que reclaman un poco de justicia.

En el centro irán los tres diamantes negros, símbolo de los errores que se comenten a sabiendas que se puede perjudicar a terceros.

Los cinceles le dan forma, encastra las piedras negras, óptimas, puras.

Mañana la entregará en un acto, el personal de protocolo olvidó poner la bandera, azules zafiros como el mar, blancos brillantes, orgullosos de integrar los colores del símbolo de la patria, no están.

En el salón caras conocidas esperan en sus asientos para aplaudir cualquier palabra vacía de contenido, están acostumbrados, los billetes quieren salir de su cárcel de tela.

En el despacho, ella se descontrola, no quiere nada que le recuerde al pueblo que alaba con la voz impostada.

Cómo se atreve un simple artista a contradecirla, a sugerir el camino correcto.

Retoca el maquillaje, en minutos recibirá vivas que engolosinan el ego.

El orfebre guarda la corona de diamantes en un estuche de terciopelo, desanda el camino, tiene esperanzas.

Sonríe, quizás en otros tiempos alguien pueda lucir su obra, quizás solo para festejar el carnaval.


http://www.youtube.com/watch?v=hf2cnIDyKL8&feature=related

UN ÁRBOL DE CIRUELO



Cumple siete años, está angustiado sabe que su padre ha comprado para él una espada de samurai para que comience su entrenamiento, sus hermanos son expertos conocedores de la técnica.

Acepta el regalo con una sonrisa fingida.

Cómo indicarle a un papá altivo y autoritario que no quiere aprender el arte del Bushido, que sus intereses radican en otras cosas, que es solo un niño, imposible sin recibir un castigo.

Pide permiso para retirarse, se refugiará bajo la sombra de un árbol de ciruelo, pronto los racimos de flores blancas se convertirán en deliciosos frutos.

Acaricia el tronco buscando respuestas, en se lugar se siente protegido, es allí donde puede descargar su llanto sin que nadie lo vea.

Un pájaro se esconde entre las ramas del ciruelo, asustado por los gritos de un hombre que busca a su hijo.

Conoce la furia de su progenitor, no osará contradecirlo.

Mañana vendrá el maestro a brindar las primeras instrucciones.

Pasará horas que lo desgastan física y mentalmente.

Las noches son demasiado cortas para recuperarse de la fatiga, no dirá nada, sumiso obedecerá cada orden.

Han pasado unos años, el muchacho ha hecho carne las lecciones recibidas.

Extasiado el padre observa la exhibición, no puede creer los resultados obtenidos, aplaude cuando mira a su retoño empuñando con firmeza el sable.

Ávido de sangre el papá reúne a su hijo en la sala, escucha atentamente, mañana una expedición saldrá a buscar al enemigo, en compañía de sus hermanos encabezará la misma, la determinación es decapitarlos, posteriormente ofrendarán las cabezas.

Lamenta que nadie comprenda sus intereses.

Otra vez el árbol de ciruelo será testigo de la angustia del muchacho, le cuenta que no se siente capaz de degollar a nadie, sabe que si no lo hace las consecuencias serán dolorosas, terribles.

La brisa del atardecer quiebra dos ramas, serán como brazos que lo acunen.

Desenfunda la espada, un movimiento certero hará rodar la cabeza del joven para dejarla muy cerca del tronco azulado de la planta.

Furioso ante la tardanza de su hijo, lo busca por todos los rincones de la casa.

Conoce el espacio favorito de su heredero, hasta allí se dirige, no está.

El ciruelo tiene las ramas caídas, está diferente, solo conserva los racimos de flores níveas, algunas se han teñido de rojo.

Arrodillado ante el viejo árbol le pide perdón a su hijo.

Es demasiado tarde.


http://www.youtube.com/watch?v=WaASnN7vB1U&feature=related

Wednesday, January 27, 2010

SENTIMIENTOS,CERTEZAS



No puedo escribir sobres vos, prefiero sentir cada día todo lo que compartimos.

Juntos edificamos un futuro, los pilares que lo sustentan son el amor profundo que nos tenemos, sin grietas, sano, límpido como quisimos desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron para convertirse en fuego eterno.

De la mano recorrimos todos los paisajes, nos falta caminar muchos senderos.

Río cuando decís que mis letras son desordenadas, sos más cauto, sé que abrís tu corazón solo a los que te amamos.

No existe la perfección en el mundo, sin embargo me gusta sortear las piedras que aparecen algunas veces.

Tenés razón, siento angustia ante la desidia, la indiferencia de los que tienen asperezas en el alma.

Todo ello se borra cuando compartimos cada instante, cuando me regalás esa mirada que desnuda el alma, cuando vemos el crecimiento de nuestros hijos.

Unidos aprendimos a conjugar el verbo compartir, difícil , nunca imposible.

Nada es color de rosa, estaría mintiendo si pensara así.

Sé que tratás de protegerme siempre, como también sabés que nadie podrá cortar mis alas, siempre las desplegaré para que estemos juntos.

Me encanta observarte, cuando frunces el entrecejo, quédate tranquilo, nadie podrá borrar nuestro universo de fantasías.

He aprendido mucho de los sinsabores que intentan opacar el camino.

Me enseñaste a decantar lo bueno y lo malo, sabemos que no somos omnipotentes ni dueños de la verdad absoluta, dejamos que todo fluya, cada día es una sorpresa.

Nos gusta caminar por la playa, aunque parezca repetido siempre es diferente si logramos abrir los sentimientos.

En la simplicidad de las cosas podemos descubrir la belleza innata del cielo que nos cobija.

No tenemos un lenguaje diferente, no somos académicos, en lo cotidiano encontramos el fuego necesario para que la llama del amor nunca se apague.

No sé si te mandaré estas letras.

Solo tenga una certeza, los dos la conocemos.


http://www.youtube.com/watch?v=RG8c__JCZ1Y

Monday, January 25, 2010

HISTORIA DE UN VENCEJO




Nací en la selva misionera, lugar maravilloso donde se encuentran todos los colores de la naturaleza.

Soy un Vencejo, ave de plumaje negro, vivo con mi familia detrás de las cascadas que forman las cataratas del Iguazú, allí entre las piedras escuchamos el canto incesante del agua.

Entre musgos y canciones mi padre siempre formó los nidos, los custodiaba hasta el día que naciéramos.

Nos fotografían los turistas nativos y los que llegan de otras partes del mundo para admirar los saltos de las cataratas, ellos creen que vivimos mojados, Salustiano el guarda parques le explica que no es así.

Con maestría les muestra que el agua desgasta las rocas formando huecos dónde mis antecesores decidieron establecerse.

Somos originarios de este lugar mágico.

Un turista trepó hasta llegar a nuestra casa, haciendo malabarismos logró atraparme.

Me quedé quieto, no sabía volar, durante un rato viví en el bolsillo de su bermuda.

Rápidamente salió del parque en busca de una jaula, supe que estaría encerrado el resto de mi vida.

Obsesionado con el trofeo obtenido me llevaba a todas partes, conocí otros paisajes, ninguno se parecía al sitio donde había nacido.

Me llevó a su casa, para que no extrañara mi hábitat modificó la jaula, agregó algunas piedritas y un sistema de agua.

Su esposa me alimentaba, era un gozo escucharla cantar, se parecía a las melodías que cantan las aves de la selva.

Ella notó mi tristeza, abrió la puerta de la jaula, podía entender que decía que me fuera lejos, que las estrellas serían mi guía.

Antes de irme le regalé una pluma, quería agradecerle mi libertad.

Titubeando aprendí a volar.

Durante el día descansaba en la copa de los árboles, ocultándome de la vista de los humanos.

Volaba de noche, nadie debería verme.

Pasaron varios días hasta que por fin llegué a mi casa.

Mis padres desplegaron sus alas para recibirme.

Escucho la voz de Salustiano, a los nuevos viajeros les dice que ha nacido nuevo Vencejo, somos todos iguales.

Muchas veces recuerdo a mi antigua dueña, percibo que utilizará la pluma para escribir.

Gracias a ella aprendí a volar.


http://www.youtube.com/watch?v=2MhP7xkMUpw&feature=related

Sunday, January 24, 2010



No puedo escribir sobre vos, no por ahora.

Declararé cuando la justicia me convoque.

Eras el ejemplo de nuestra familia, el hermano mayor, ese al que todos quieren parecerse, hasta que todo cambió.

En este último tiempo nunca pude lograr que mamá dejara de llorar por vos.

El día que te mudaste nos perforaste el corazón, prometiste visitarnos frecuentemente, las visitas se fueron espaciando.

Nadie entendía como con tu sueldo de ordenanza en el Congreso habías cambiado tu atuendo, parecías otra persona, trajes costosos, finas camisas, corbatas de marca francesa.

Decías con absoluta frialdad que eran regalos de un legislador.

No podía soportar que nuestra madre viviera angustiada, por ello te seguí.

Sé que la casa que habitas es de tu propiedad, asombrada ante tanto lujo creí quebrarme.

Saqué fuerzas, abordé un auto cuando el tuyo arrancó.

No me viste cuando entraste al recinto del Senado, estabas con tu uniforme de ordenanza, acercabas café y jugos, detrás de una columna en la bandeja superior, seguía cada uno de tus movimientos.

Intercambiabas sin dismular fajos de biletes, supe que eran retornos los que te permitieron acceder a todos los lujos.

Han pasado varios días, en la primera plana de los diarios está la foto del legislador en el momento que procedían a su detención, un saco ocultaba las manos esposadas.

No podrás evadir el brazo ejecutor de la justicia.

Estoy en Tribunales, grabo la declaración del senador, no tardó nada en inculparte.

Dijo que lo extorsionabas.

No puedo esperar más, le pido al abogado querellante exponer, en un sobre llevo las fotos que tomé.

Las manos escondieron tu rostro al verme sentada delante del juez, tu alma se descubrió.

En pocos días serás declarado culpable, compartirás la celda con tu acusador.

Esto no es un escrito para vos, es un ayuda memoria que utilicé en el juicio oral.

Te enjuiciaron los hombres, las malas acciones las juzga Dios.

Thursday, January 21, 2010

ARENAS BLANCAS, MAR AZUL



Marcia en pocas horas llegará a las puertas de un paraíso natural, atrás quedarán los inconvenientes típicos de quienes abordan un vuelo, poco importarán los aeropuertos repletos de gente cuando la majestuosidad del paisaje se presente ante ella.

Instalada en el hotel descorre los cortinados, a un costado el Etna dormido domina la escena.

No quiere perder un minuto de su estadía.

Sorteará escalones de piedra para bajar a la playa de arenas blancas.

El océano besa la roca solitaria, en la cúspide una cruz recuerda a seres anónimos.

Los turistas disfrutan la belleza de Taormina, uno de los lugares más bonitos de Sicilia, allí el verano sorprende con multiplicidad de flores.

Por la tarde recorrerá la ciudad, calles angostas parecidas a un sube y baja, pocos habitan ese sitio de ensueño.

Los negocios céntricos invitan a comprar recuerdos.

Lejos de la arcada pétrea, una palmera muestra el torso desnudo, solo viste un sombrero de lustrosas hojas verdes.

Tiene tiempo de aplacar la sed en uno de los barcitos de la zona.

Mientras espera captura imágenes, las flores adornan canteros, hasta los árboles ofrecen racimos perfumados.

Desde su posición privilegiada puede mirar el antiguo teatro griego.

Jardines salidos de un cuento alegran la vista de los visitantes.

Más especies florales vestidas de rocío encontrará esta noche cuando se dirija al Teatro del Arte.

Allí se llevará a cabo la muestra fotográfica a la que fué invitada.

Elige un atuendo largo, sencillo, el color blanco resaltará el bronceado recién adquirido, el cinturón hará juego con una flor prendida a sus cabellos.

En las primeras filas, están los preseleccionados de la muestra, uno de ellos la mira con insistencia.

El locutor anuncia los primeros premios, el ganador es Giovanni, con sabiduría ha fotografiado todos los paisajes de la zona, imposible no rendirse ante tanta belleza, sin conocer su nombre le dedica el trofeo obtenido.

Otra vez el mar será su compañía.

Plateada la luna se refleja en el agua.

Camina descalza, siente que no está sola, ríe el ver a Giovanni.

Arenas blancas, mar azul, testigos del nacimiento de un gran amor.



http://www.youtube.com/watch?v=m92DaowQGmw&feature=related

Monday, January 18, 2010

NOCHE DE CARNAVAL




En pocas noches comenzarán los carnavales de la provincia litoraleña.

El calor reinante en lugar de aplacar los ánimos los enfervoriza, las carrozas están siendo preparadas, dejarán para el final los arreglos que lleven flores naturales.

Nada queda librado al azar.

Hoy probarán luces y trajes.

Ella participa por primera vez en la comparsa Marí-Marí, está dispuesta a ganar, con el primer premio viajará a reencontrarse con su chico.

No sabe que una sorpresa la espera para el día de la inauguración de la fiesta carnavalesca.

Las gradas y los palcos están vacíos, agregarán la prueba de sonido con el propósito de que todo salga perfecto.

La jaula, motivo principal de la carroza es dorada, coloridas luces la ornamentan, serán las mismas que iluminen su cuerpo esbelto, enfundado en un diminuto biquini bordado con lentejuelas que le robaron sus colores al sol.

Un pareo transparente intentará ,sin lograrlo, disimular la belleza de una figura espectacular.

Es perfecta por donde se la mire, con los pies solo vestidos con tobilleras de piedras, las que rítmicamente se moverán al compás de la música.

Quienes encabezan la comparsa visten ropas pequeñas, espaldares y cascos con plumas culminan el atuendo.

Piernas perfectas se mueven con el sonido de los parches y redoblantes.

Sonríe como si hubiera público.

Cree ver a un niño con un disfraz de delfín, y en ese instante sagrado piensa en su amor, lo imagina ejecutando sones maravillosos con su trompeta, ella le envió la partitura a través de la red.

Presiente que está sentado en la costanera, haciendo bailar las olas con su música maravillosa.

Acaricia las plumas de un traje, parecen alas copiadas a un ángel, no sabé quien lo lucirá.

Noche de carnaval.

El corsodromo está a pleno, curiosamente el niño disfrazado de delfín está en primera fila.

En la carpa los maquilladores cubren piernas y torso con brillantina, las tobilleras marcan el final de sus esbeltas piernas.

Han recorrido varias cuadras, los aplausos coronan las pasadas, papel picado y serpentinas anuncian el final.

Es momento de bajar de la jaula, dejará el casco sobre la carroza, lentamente se despoja de sus ropas, ante la mirada curiosa de los participantes que quieren ver más, Manu desplegará las alas que conforman su espaldar para cubrir la desnudez de su mujer.


http://www.youtube.com/watch?v=SAP9ZvmwHHI

VACACIONES INCONCLUSAS



Llegamos a República Dominicana buscando playas paradisíacas allí donde el Mar Caribe parece una enorme turquesa, color que se esfuma cuando se une a las azules del Atlántico.

En el coqueto aeropuerto descendientes de los Taínos nos recibieron con ramitos de flores silvestres, desde ese instante soñamos con una estadía perfecta.

Un taxi nos llevó al destino elegido.

En el camino observamos muchas plazas cuidadas, cada cantero era una sinfonía de colores y fragancias, el césped bien cortado era el marco perfecto para contener tanta belleza.

Llamaba la atención la mezcla arquitectónica, los edificios gubernamentales de estructura barroca convivían armoniosamente con los rascacielos, hoteles que albergan a turistas de todo el mudo por la calidad de sus playas, la calidez de su gente.

Habíamos reservado una posada, los ventanales de la habitación miraban al mar, un pequeño jardín ornamentado con flores multicolores, alguna enredadera proporcionaba privacidad.

Nos levantábamos temprano, el sol rojo, majestuoso emergía del océano, el ascenso lento oficiaba de llamado a las mariposas y pájaros que obsequiaban sus trinos a los visitantes.

Sobre las reposeras, estaban dispuestas las toallas, una mesa y una sombrilla de paja entretejida para cuando el astro rey estuviera en el cénit, indicando que era momento de dejar de descansar la piel,hidratarnos bebiendo jugos preparados con frutas de la zona.

El atardecer indicaba la hora de regreso a la posada, caminábamos hacia la costanera.

Probamos exquisitos platos de la isla.

Todas las estrellas se habían unido para encender el firmamento, coqueta la luna redonda se miraba en el agua.Una caminata por la playa llamaría al descanso, el primer día había sido mejor de lo planificado.

El martes repetimos la rutina, a media mañana llegó la noticia que jamás hubiéramos querido escuchar, la tierra tembló en la otra mitad de la isla.

Nubes de polvo opacaban el límpido cielo, las grietas que el terremoto produjo fueron sepultura de miles de personas, hombres, mujeres y niños quedaron debajo de los escombros.

Los edificios caían como si hubieran sido construidos con papel, grandes bloques aprisionaban los cuerpos.

Por la frontera, caminantes sin rumbo buscaban refugio.

En nuestras vidas jamás habíamos observado miradas tan tristes, eran los sobrevivientes que habían perdido todo y huían de la desgracia.

Necesitábamos ayudar, la única manera de lograrlo era interrumpir las vacaciones, para desde nuestro lugar mancomunar esfuerzos y acercar ayuda.

Por los medios de comunicación supimos que lentamente la asistencia llegaba.

Falta mucho para recomponer tanta desgracia desatada en un minuto.

Desde aquí, a kilómetros de distancia nos convertiremos en vigías para que los desamparados haitianos sigan recibiendo todo lo que necesitan.

No es verdad que nada es suficiente, con orden, paciencia y ganas entre todos podremos devolverles a los que quedaron en la isla algo de lo mucho que perdieron, no volverán a ver a sus amores, se esfumarán los recuerdos ante tanto horror.

La reconstrucción llevará años, junto con ella debe llegar la salud y el trabajo.

Haití no buscó ser uno de los países más pobres del mundo, llegaron a ese estado por la desidia que va más allá de los desastres naturales que se producen cuando el ser humano enfrenta la naturaleza, como vos y yo, ellos merecen una vida digna.

Thursday, January 14, 2010

MI CASA, TU CASA



Compungida mira las noticias.

Diarios, la red que ofrece todo al instante en cualquier parte del planeta.

Hoy la convoca el llanto, la impotencia por vidas que se pierden, seres humanos que han quedado enterrados en el lodo oscuro.

La naturaleza enojada arrasa con todo.

Nadie tiene otra edad que no sea la del tiempo.

Bebés, niños, adultos, todo terminarán en sus entrañas que cada año se desgajan.

Recuerda todas las tragedias de los últimos años.

Playas copiadas al edén.

En un minuto las arenas blancas mutaron a barro para sepultar vidas.

Comprende que los adelantos tecnológicos son buenos para avanzar y no detenerse.

En instantes que un radar no funciona para que llegue la ayuda humanitaria, ella piensa.

Para qué explorar otros mundos si no se puede arreglar la única casa que tenemos.

No le importa si la luna que alguna vez inspiró las grandes letras tiene agua.

Esa misma que fué testigo silencioso de dos seres que se aman, o tal vez la que acompañó la espera para traer vida a la vida.

Hombres que en el futuro se ensañarían con el lugar que los albergaría, no midiendo consecuencias del daño producido al maltratarla.

Curiosamente el pulmón de la tierra ya no tiene tantos árboles que se abrazaban rítmicamente a la vera de un río torrentoso llevándose en su cauce las ilusiones.

Ese que muchas veces sirvió para que la semilla creciera y otras se convirtió en sepultura de los sueños.

Sigue mirando las noticias, ofuscada observa a los mandatarios que dan sus condolencias, los mismos que fracasan en las cumbres por intereses que llevan a no cuidar el planeta.

No pide que todo cambie de un segundo al otro, muchas veces sin querer ha colaborado para dañar la naturaleza, esa que paciente espera y en su espalda carga todos los desmanes humanos hasta que al fin estalla.

Quizás si todos los que hoy rezan ante la tragedia ocurrida en esa isla tan pobre como bella, unieran voluntades para reclamar por el destrato que sufre la tierra, algo comenzaría a cambiar.

Sabe que las utopías cuando se sueñan con fuerza se concretan.

Si muchas voces acallaran las pocas que siembran el caos, si las mismas cantaran fuerte, fuerte, el mismo himno, lograrían desterrar al poderoso caballero “Don dinero”.

Desde su lugar comenzará el trabajo de la hormiguita para tener alimento cuando el tiempo sea adverso.

Procurará que el reclamo a una vida digna sea realidad tangible, no para ella sino para todos los que la precederán en el camino de la vida.

Wednesday, January 13, 2010

HISTORIAS REPETIDAS




La luna otorga destellos plateados a las ramas de los árboles, el vagabundo camina sobre las antiguas vías del tranvía, sortea las piedras como si fuera una rayuela imaginaria, toda su vida ha saltado los obstáculos que se interponían.

Un gato noctámbulo se trepa a la pared, con la cola voltea una maceta sin flores, terrones de tierra seca lo golpean, asustado se ajusta el sombrero, apura el paso.

A pocas cuadras Juan está colocando la reja protectora al pequeño negocio.

Todas las noches lo espera con una copa para saciar la sed o atraer los recuerdos.

Hablan de la vida, del paisaje urbano que ofrece la noche, sombras que se transforman en realidades.

Mujeres anónimas buscando caricias pagas, maquillajes que se esfuman.

Vestimentas cortas muestran todas las miserias.

Adolescentes que pelean por una botella sabiendo que Juan jamás burlará el horario para expender alcohol.

El tachero detiene su marcha, necesita cigarrillos, les regala el diario, el tráfico infernal no le ha permitido tener una pausa para hojearlo, prolijo descansaba en el asiento del acompañante. Analizan los titulares, el mundo gira a través del dinero.

Palabras ampulosas esconden las mentiras, recuadros de la bolsa de valores, números inmovilizados.

El mundo parece haberse detenido, todas las miradas están en un solo punto del planeta, lugar donde el autoritarismo no deja lugar a la razón.

Ambos recuerdan otros años no tan lejanos, veredas colmadas de chicos con sus bicicletas.

La sobremesa que se hacía charlando con el vecino.

Todo ha cambiado, las calles están desiertas.

Caos y miedo.

Juan coloca el candado del local es hora de reunirse con la familia.

El vagabundo se adelanta unos pasos, no llega a ver los rostros de los ágiles encapuchados.

Nada tiene para ofrecerles, amenazan con matarlo si el comerciante no entrega el dinero.

El miedo paraliza los corazones, la noche oscura los desampara.

Han conseguido el botín, no alcanza.

Humeante la blanca agita el revólver, dos vidas se apagan esperando el auxilio que no llega.

Tuesday, January 12, 2010

CARTA HOMENAJE*



12 de enero de 2009


Siempre he querido escribir un cuento, no lo he logrado.

Vivo en Ámsterdam, hace tiempo que estoy enferma, tengo casi cien años.

Mi casa es cómoda, tengo varios tesoros, muchos están acunados en los recuerdos, otros en el altillo, una pequeña ventana que me trasladaba al mundo donde residen la magia y las maravillas.

Antes podía subir corriendo las escaleras, fascinada miraba la plaza, en primavera coloridos tulipanes la ornamentaban.

Los inviernos siempre han sido rigurosos, por las tejuelas negras se desliza la nieve.

A veces le dedico largas horas al tejido otras prefiero hamacarme en mi sillón de lustrosa madera para evocar a la pequeña Anna.

Recuerdo como si fuera hoy el día que les di refugio en el altillo.

Era una bella niña, demasiado delgada para su edad, nadie podía adjudicarle los años que realmente tenía.

Un moño blanco igual a su pulcro vestido sostenía los cabellos renegridos.

Frágil como los ángeles, la niña solitaria llevaba un diario a escondidas.

Allí volcaba las experiencias de la guerra, alimentaba ilusiones de regresar con vida a su patria, tomada de la mano de su familia.

Muchas noches de desvelo el ejército requisaba mi casa, amenazantes gritaban que si escondía a alguien sería destinada a un campo de concentración.

Alerta siempre negaba la existencia de otras personas en la casa.

Quería proteger a la muchacha de los ojos tristes, a sus padres, a Margot, la hermana.

Anna escribía en silencio, estaba acostumbrada a la soledad y el desarraigo.

A esa edad los niños caminaban por cualquier parte, jugaban hasta el cansancio.

La hostilidad de la guerra convirtió en privación todo aquello que le correspondía a cualquier niña.

Como les contaba, a los trece años ella recibió como regalo el diario que la haría famosa cuando no estuviera en la tierra.

Una noche los soldados entraron al escondite, se llevaron a los integrantes de la familia.

Pude rescatar el diario que contenía las experiencias de la jovencita.

Por el supe que sintió amor por Peter un joven soldado que murió a los pocos años.

Sonreí al saber que el amor había alegrado algún instante de su vida.

Ustedes conocen la historia de Ana Frank, no voy a abundar en detalles.

Lloré al saber de su muerte, no pude hacer nada para retenerla.

Mi vida se extingue de a poco, solo el destino sabe en qué momento me encontraré, allá en la eternidad con mi noble muchachita.


Miep


*En memoria de Miep Gies fallecida en el día de la fecha, la mujer que ayudó a esconder a Anna Frank y su familia, rescató sus escritos para entregarlos a su padre, cuando éste pudo huir del horror de los campos de concentración.

Thursday, January 07, 2010

A ORILLAS DEL MAR EGEO



El viaje ha sido agotador, no importan los inconvenientes cuando se piensa que los folletos muestran visos de una realidad a la que se podrá acceder en horas.
Amplio el mar Egeo muestra el color azul como si fuera un espejo en el que se refleja el cielo.
Mañana ella caminará por la península, un viejo molino apenas mueve sus aspas al compás de la brisa que acaricia el sol quien no duda en regalar sus dorados rayos los visitantes de la isla lejana.
Todo tipo de embarcaciones se mecen en las aguas del puerto.
El pescador lleva en sus hombros los frutos del océano.
Olas coronadas de espuma blanca salpican los esbeltos cuerpos que pasean por la orilla.
Sube escalones de piedras naturales, bajo la sombra protectora de una sombrilla calmará la sed en un barcito de la costa.
Miles de historias caminan sobre la arena.
Ancianos que reviven el amor, idénticos a la pareja que entrelaza sus brazos.
Travieso Febo comienza a esconderse en el agua.
Dos niños vestidos de blanco corretean por la playa, sus brazos extendidos asemejan a las gaviotas emprendiendo el regreso.
Crepúsculo.
El cielo se vista d púrpuras y morados.
Nubes multiformes invaden el universo, una de ellas será quien reverencie la salida de las estrellas, tímidos asoman los destellos de la luna.
Las mesas del sitio miran la playa, las sombrillas se cierran.
En ese instante de soledad absoluta donde se mezclan la naturaleza y la belleza del paisaje, sobre la playa aparece la magia.
Dos hombres tomados de los hombros, de espaldas al mar ríen ensayando una coreografía.
El de más edad un viste un pantalón oscuro, el tiempo dejó su marca, el otro vestido de colores claros lo acompaña, se pueden oír guitarras y cítaras.
En esos momentos no se mide el tiempo, todo se disfruta.
Atrevida baja para reunirse con ellos, las palmas acompañan la música.
Los tres le ofrendan su danza a la vida.
Sortilegios del destino.
La fascinación los atrapa.
El sonido de las copas albergan las burbujas del brindis.
Noche de verano.
Concretarán todos los sueños cada vez que la música los convoque, ella sabrá acortar las distancias que impone el destino.
Risas y lágrimas para evocar la belleza serena de un paisaje a orillas del mar Egeo.

http://www.youtube.com/watch?v=swZrkDzkbxw&feature=related

EL PODER DE LAS PALABRAS



No lograba concentrarse en el libro.
Acariciaba las hojas tratando de traer los recuerdos.
Su fuente de inspiración habían sido cada uno de los ejemplares que leía con avidez, a ello sumaba el ocasional paisaje, una ruta desierta en la que solo brillaba la cinta de plata que la llevaría a su destino.
El sol escondiéndose detrás de los cerros iluminaban la sombra de su cuerpo recortado en la arena.
Los colores del cielo evocaban pasajes de un pasado reciente o tal vez un futuro misterioso.
Una flor vestida de rocío nocturno la estremecía con tanta belleza acumulada en la fragilidad de los pétalos.
Pájaros que aleteaban buscando refugio en sus nidos la conmovían hasta las lágrimas.
Recordaba las que había derramado por distintas causas, alegría cuando se abrazaba a sus afectos, languidez cuando comenzaba a encenderse en su cuerpo la pasión que no puede describirse, solo se siente, logra que el alma tambalee para entregar su alma al ser más amado.
Brillos de luna jugaban con su cabello.
Nocturno de soledades acompañadas.
Estrellas titilantes ofrecían sus reflejos, invitaban a elegir la más bella, todas o una gran mayoría tenían nombre, rostros que se esfumaban, sonrisas para evocar a los que habían partido, llanto por la soledad de los que quedan en la tierra.
Recostada en la arena las observaba parecían las luciérnagas que se escondían en el jardín de la vieja casa.
Había amado ese lugar lejano, en cada rincón se sentían las diferentes fragancias.
Un habano perfumaba el sitio, el aroma a vainilla la transformaba.
Fue princesa, habitando palacios erigidos en la ladera de las montañas.
Lugar mágico donde podía escuchar el canto del agua, cuando atrevida horadaba las piedras.
Hada noctámbula que le permitía viaja por paisajes soñados, brisa, tempestades.
Cerró los ojos para soñar despierta.
Ángeles de alas desplegadas formaron un manto para cobijarla y velar su sueño.
Como en una película pasaban enhebrados los recuerdos.
El libro tomó vida.
Las primeras páginas estaban impresas, el resto era blanco.
La pluma y sus musas deberían escribir el resto.
Dejaría unas carillas en blanco, no le gustaba anticiparse al destino, autor de alegrías y nostalgia.
Quisiera que encontraras un ejemplar parecido, todos lo tenemos, es cuestión de saber buscarlo.
Lo encontrarás lejos o cerca, te aseguro que está allí esperando el poder de las palabras.

http://www.youtube.com/watch?v=mbzk76bhm0M

Monday, January 04, 2010

AMOR COLOR CANELA



Omar dejaba después de diez años su lugar en los bosques de arrayanes de Valdivia, los conocía como la palma de su mano, extrañaría a sus compañeros.
El destino lo haría cruzar uno de los tantos lagos del sur para trabajar del lado argentino.
Alondra llevaba varios años en el lugar, podría decirse que la zona boscosa era su segunda casa.
Los guarda parques se hicieron amigos, Omar integraba el grupo de ella, reconocían las especies.
Indicaban a los turistas el nombre de cada una de ellas, por las tardes en la casa madera con techos de tejuelas a dos aguas para que en invierno se deslizara la nieve cerca del hogar, se contaban sus vidas.
Eran como hermanos, compartían el mate que acompañaba largas charlas.
Concluido el horario de sus tareas cruzaban el bosquecillo de cañas, enmarañadas formaban un techo que impedía observar el límpido cielo.
Sentados al borde del lago reían al mirar los penachos blancos que la brisa utilizaba para vestir el oleaje.
Alejado casi bordeando la falda de la cordillera un catamarán repleto de turistas se mecía en las aguas azules, filmadoras y cámaras fotográficas capturaban tanta belleza.
Los rayos de sol comenzaban a esconderse, destellos dorados irradiaban su luz al firmamento hasta convertirlo en una colorida paleta de matices rosados y púrpuras.
Era hora de emprender el regreso.
Realizaban el mismo camino, les gustaba pararse cerca de las cadenas que contenían al viejo ejemplar de arrayán de tronco color canela, las letras de la chapa que lo identificaban decían que era un ejemplar nacido hacía más de dos mil años, testigo del nacimiento del hombre cristiano, uniendo sus brazos hubiera sido imposible abrazarlo.
Los lugareños lo habían bautizado como “El abuelo”.
El hombre ambicioso hacía más de cien años había intentado talarlo, produciéndole heridas profundas que hacían temer por su estabilidad.
El abuelo siguió creciendo, los líquenes acariciaban la corteza, avivaban la savia que corría por las entrañas del viejo árbol, la lluvia se transformaba en rocío celestial para que siguiera creciendo, muchas aves autóctonas formaban sus nidos para darle más vida.
En la cúspide, racimos de hojas se elevaban al universo.
Rendidos ante el majestuoso árbol, los guarda parques se abrazaron emocionados, no tardó en aparecer el primer beso, la pasión encendía sus cuerpos.
Así como “El abuelo” que tardó en llegar casi a las puertas del edén, Alondra y Omar se dieron cuenta que en ellos había despertado el sentimiento más noble que puede unir a una pareja.
Igual que el arrayán más anciano del bosque, que fuera alimentado por otras plantas para que creciera sano y fuerte, unidos por un amor indisoluble, seguirán juntos eternamente, la pasión será contenida en la belleza de la naturaleza.

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