CORAZÓN NOSTÁLGICO

A la vista de mi dueña no tengo ningún atractivo físico.
Mi cuerpo se compone de varios anillos unidos por un eje central, los principales componentes de mi vestimenta son una aleación de aluminio y vidrio.
Tengo propiedades magnéticas, puedo almacenar muchos datos.
Me presento soy el disco rígido de una computadora.
Ella ha notado que no tengo la velocidad de antaño, un virus de esos que nunca faltan está minando mi estructura.
Me siento debilitado y triste, quiero recuperarme para seguir prestando óptimos servicios.
Anoche sacaron de mi alma la información que guardaba con celo.
Aún cuando no lo creas sentí dolor al ser despojado de mis secretos.
Con dispositivos pequeños antes que el técnico regrese a retirarme con el objetivo de proceder a mi sanación, ella hizo copias de seguridad.
Necesitaba guardar la información que atesoré durante un tiempo.
Estoy triste guardé en mi corazón magnético muchos escritos , con errores o sin ellos sé que disfrutaba con sus juegos de letras.
He sido guardián de esos tesoros que utiliza para comunicarse, para conjugar el verbo compartir siempre.
La sé sensible por ello corregía ciertas abundancias con cariño, gustosa aceptaba las sugerencias.
Jamás la encontré de mal humor en el momento que dedicaba a la escritura, debo reconocer que muchas veces releía sus entregas cuando la noche cubría el cielo con su manto oscuro.
A leerla encontraba algún detalle que el apuro había omitido corregir.
Sé que tendré un reemplazo, la idea no me gusta aún cuando reconozco que es absolutamente necesario para que mi dueña siga creciendo.
Acaba de llegar el cardiólogo que curará mis males.
Estoy en una mesa de una casa desconocida, tengo varios compañeros con distintas afecciones, me revisarán en unas horas.
El diagnóstico será lapidario a los virus que minaron mi cuerpo se agrega un problema de ventilación.
Tardaré varios días en recuperarme.
Pese a que carezco de información, el backup no ha podido eliminar los sentimientos.
Quien será mi reemplazo no la conoce tanto como yo, no ha visto los paisajes que ella me llevó a conocer, no sabe nada de las lágrimas que ruedan por su rostro ante la intolerancia.
Tampoco conoce la música que le gusta, los acordes que la llevan a mundos desconocidos.
No sabe los paisajes que hemos admirado juntos.
Al ser un disco rígido nuevo le llevará tiempo reconocer el murmullo de los pájaros que la despertaban apenas despuntaba el alba.
Entiendo que como suplente cumplirá su misión acabadamente.
Frío como la escarcha no será capaz de reconocer sus estados de ánimo.
He perdido la voz, la vista, nadie sabe que conservo intactos los sentimientos.
Puedo recordarla por haber sido extensión no solo de sus manos, también he sido testigo de momentos gratos y de los otros que ruego a Dios pueda olvidar prontamente.
No sé cuántos días pasaré aquí, me siento solo, huérfano, soy un objeto de los que llaman inanimados, eso dicen los que no me conocen.
Deseo ser yo quien le de vida al teclado, ser quien en el monitor le muestra imágenes soñadas.
Estar con ella, comprender sus lágrimas de impotencia ante las pérdidas irreparables.
Percibir su alegría en el momento que se contacta con la naturaleza y transmitir sus propias vivencias.
Deseo regresar a su lado, necesito restablecer esa relación que nos une más allá de todo.
No tengo suerte, el técnico avisa de una nueva demora, lo atribuye a la falta de repuestos.
¿Cuándo entenderá este ignoto galán que además de los repuestos, necesito ansiosamente ser repuesto a mi lugar?
A ti que tienes tan cerca a otros integrantes de mi familia te pido los cuides, protégelos contra todo y todos.
No dejes que pasen esta sensación que tengo, me siento muerto, aún cuando me aferro a la vida.


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LLANTO DE PIEDRA

Hace unos cuantos días estoy en boca de todo el mundo.
Sabrás quien soy a medida que vayas leyendo, no es un acertijo.
Quiero contarte que soy un ser solitario, no por elección sino porque hace miles de años otros eligieron mi destino.
Vivo en la cordillera, lugar preciso donde se funde mi cúspide casi con e cielo diáfano que admiras todos los días.
Mis compañeros están vestidos con diversas tonalidades de verde, algunos tiene la suerte de poseer flores silvestres que crecen en la gramilla.
Aquí la presencia del viento es inevitable, no silba como estás acostumbrado a escucharlo, ruge con la fuerza de un león herido.
Te diría que casi nunca descansa.
Los alpinistas y todos los que practican deportes de riesgo clavan en su superficie estacas de hierro sin pensar que lastiman la superficie.
Permanezco en estado de contemplación la mayoría del tiempo que no se puede medir en el tic tac acompasado de un reloj o por las hijas del almanaque.
No siento celos de los seres que me acompañan, tal vez envidie las caricias a los que ellos son sometidos por los valientes.
Abrazos que se aferran a la vida en el ascenso que les permitirá plantar las baderas de sus países de orígenes en el instante que hagan cumbre.
Extasiados romperán en llanto, han cumplido un desafío gigante.
En el medio permanezco erguido y solitario.
Nadie se siente atraído por mi desnudez de piedra, te confieso que mi atuendo no tiene solo el color de las rocas grises, poseo otros colores que solo pueden observar quienes miran con los ojos del alma.
Magentas que cualquier dama utilizaría en su maquillaje, plateados que empalidecen los destellos de la luna, vetas negras que hablan de una soledad que no he elegido, tampoco estoy disconforme con ella.
Los pájaros que surcan el cielo me ignoran, planean lejos de mi estructura pensando que los dañaré.
Nada más lejos de ellos, alguna vez me hubiera gustado que antes de sumergir mis pies en las profundidades del océano alguien reparara en mi.
No lo he logrado por medio del diálogo pacífico, mi procesión va por dentro.
Miles de años atrás me bautizaron con un nombre indígena.
Te habrás dado cuenta que soy un volcán solitario, mi nombre es Copahue.
Como todos los seres que habitan el planeta en el que vives necesito un poco de cariño que transforme mi soledad en canto, canto que llegue a todas las latitudes.
Hace unos días todos se preocupan por mí, son egoístas, antes no se habían dado cuenta de mi presencia.
Experimentados vulcanólogos me examinan de pies a cabeza.
Sus predicciones en muchas ocasiones me arrancan una sonrisa, no creas que no río.
En mi cúspide tengo una boca enorme, no se parecen a las que conoces, atractivas cumplen tus deseos conformando el beso ansiado.
Mis labios están sellados, el más experto no puede predecir mis reacciones.
Reconozco que he tenido algunos espasmos, sin querer mi llanto de piedra produjo movimientos.
Voy a asumir mi propia defensa, reconozco que te has asustado, me maldices en voz baja sin saber que puedo escucharte, tus palabras ácidas te hacen olvidar de todo lo que te brindo.
Sin pecar de orgulloso los dos sabemos que soy el mejor abono para que cultives las rosas más bellas del mundo.
No está en mi esencia privar a los animales del agua y pastura que necesitan para crecer, sé que con la venta lograrás buenas ganancias.
Ni yo mismo sé que ocurrirá en los próximos minutos.
Recuerda que no quiero dañar a nadie, no quiero interrumpir los vuelos que concreten tus sueños.
Por una vez te pido que te coloques en mi lugar, no es tarea fácil.
¿Qué harías si la soledad fuera tu única compañera?.
Seguramente gritarías tu silencio con el único afán que otros te escucharan.
Solo de ti depende que solo arroje cenizas molestas o fuego violento.
Piensa por un momento que es difícil atravesar milenios sin ninguna queja.
¿Acaso no te quejas por banalidades?
Compartamos el lugar que nos fuera asignado por la naturaleza, no me dejes solo, pierdo la razón sin querer ocasionar daños que perturben tus actividades diarias.
Vivamos en paz hasta que la tierra quiera.
Ahoga mis gritos con comprensión y cariño.

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SIPLEMENTE UN OBJETO

Por ahora no te develaré quién soy, te iré dando pistas para que me vayas descubriendo a medida que lees.
Tengo la posibilidad de viajar sin pasaporte a cualquier lugar del orbe, solo es necesario que mi dueño me declare en migraciones para no tener problemas a la hora de arribar a destino.
Ocupo poco espacio, generalmente me dejan viajar fuera de las bodegas del avión en que me traslade, mi vestido es de cuero, llevo grabada mi marca con el solo objeto que me reconozcan.
Solo descanso durante el trayecto de un viaje, algunos me favorecen por la distancia a cubrir, poco entiendo de husos horarios, estoy acostumbrada a prestar servicios en los sitios más insólitos.
Sitios que estoy segura te gustaría haber visitado con el simple propósito de conocer otros parajes del mundo.
Mundo grande o pequeño, depende de aquello que quiera mostrarte.
A esta altura de los acontecimientos te habrás dado cuenta que soy una cámara de televisión.
Quines me manipulan creen que mi corazón de metal n sufre ante episodios dramáticos, se equivocan.
No hay nada más triste que filmar cielos verdes producto de las bombas que disparan los enemigos de territorios en litigio.
El humo le da una coloración diferente al cielo que acompaña tus días y noches.
El estruendo de los explosivos me intimida al punto tal que mi cuerpo tiembla en el hombro del reportero.
Reportero que me ha llevado a conocer sitios inenarrables, reportero que sentí preocupado cuando las arenas del desierto dañaban mi ojo cíclope.
Reportero que ha sufrido en carne propia la demora en la entrega de repuestos para cambiar mi lente frágil como el cristal de un espejo que estalla ante la sordidez de la maldad que siempre aparece en algún viaje.
Trabajos en equipo, sin él soy un montón de hierro con bonito diseño, si mi él pierda las imágenes que ilustrarán una nota.
No tengo voz, solo quien me porta sabe que poseo sentimientos.
Mi alma de metal se estremece cuando apunto a objetivos sensibles, en mi alma quedarán grabadas para siempre el horror de las guerras.
No creas que mi vida transcurre entre paisajes bélicos.
He sabido capturar la belleza de las gaviotas surcando el cielo en forma perfecta.
Registré con audio el sonido de las olas que mueren en la playa, los crepúsculos que incitan a a los amantes a la unión de los cuerpos, teniendo como testigos el resplandor de las estrellas de un cielo fulgurante.
Con dispositivos especiales he visto la cara oculta de la luna, la conoces, redonda, plateada, en cambio yo sé de la tristeza de las oscuridades que no contemplas a simple vista.
El silencio conmueve mis fibras metálicas.
No creas que soy huérfana, tengo hermanas pequeñas que diariamente manipulas para registrar todo tipo de eventos.
La llegada a la vida de un niño a la vida, sí, son mi familia las pequeñas cámaras que están en tu móvil.
Móvil con el que has capturado la sonrisa del ser amado, caricias, besos que te permití convirtieras en fotografía eterna.
Detalles de la vida cotidiana que lograron arrancarte sonrisas y lágrimas.
De algún modo siempre estamos presentes en el desarrollo de tu vida.
Hoy realizare mi último viaje, sé que al regreso me cambiarán por una cámara más moderna.
El viaje final es tan importante como el fin de mi vida.
Junto a mi dueño viajaremos a un país remoto, necesitaremos interpretes para entendernos.
Un viajé que no será póstumo, tendré el honor de filmar el momento en que se firme la paz de todos los pueblos.
No te preocupes por mi, estoy segura que por un tiempo integraré parte de un museo de tecnología.
Tengo la certeza que seré adquirida por buscadores de historias, tengo muchas para contarles.

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FANTASMAS DE LA REALIDAD

Pasaron varios días hasta que pude dedicarme nuevamente a mi pasión por escribir.
La escritura es como una especie de catarsis, someto mis letras a todos los que quieran leer, les cuento de paisajes que la vida me dio la oportunidad de conocer.
Imaginariamente tomo un delgado pincel, será de gran ayuda para dibujar eslabones de una cadena sin fin.
Cada engarce contendrá un juego de letras diferente con el único objetivo de compartir.
Mis musas siempre están activas, solo me abandonan cuando la injusticia en cualquiera de sus manifestaciones lastima a seres que aprendí a querer más allá si habitan el mundo real o el virtual.
La injusticia o aquello que pretende serlo es una muestra de bajeza que opaca a la humanidad toda.
No logro entender o no quiero algo que es más peligroso aún, que habiendo espacio para todos, algunos de esos todos que tienen el tiempo mal invertido enarbolan como arma el ensañamiento sin darse cuenta que producen daños irreparables.
No hace tanto tiempo llegó a mi correo una pregunta interesante la transcribo textual.
¿Qué prefieres una mentira piadosa o una verdad dolorosa?
Creí que quien la enviaba me conocía lo suficiente para saber que mi respuesta sería la segunda opción, opté por no contestar.
Ante la ausencia de respuesta hizo un cuestionamiento público, alcancé a leer el contenido posteriormente fue eliminado.
No sabía ese ser que a veces tengo atisbos de rapidez, realicé una captura de pantalla con el propósito de guardar y analizar el contenido.
A raíz de ese episodio que quiso ser y murió antes de obtener respuestas, recordé otro episodio.
Una mañana de sol intenté descorrer las cortinas de mi escritorio, es imposible describir con palabras el paisaje al que accedo aún cuando las temperaturas sean siempre bajas.
Apenas abriendo el ventanal el espacio se cubre de fragancias de lavandas y pinos, así sucede en los paisajes montañosos y gélidos en los que me ha tocado vivir, a veces por elección propia otras por razones diferentes que no tiene sentido mencionar.
En cualquier circunstancia puedo liberarme de fantasmas o ataduras por la sencilla razón que he nacido libre y libre partiré cuando sea el momento.
Cuando aparecen esas figuras grises intentan impedir cualquier acción evoco a mis musas, cual ejército compuesto por coloridas mariposas regresan a mi.
Ellas son portadoras de magia y misterio que canalizan a través de las letras que dejo aquí o en el espacio donde se respete la libre expresión.
No temo a quienes se erigen en jueces de las acciones de terceros, terceros que son libres de expresarse siempre y cuando haya un mínimo de respeto.
He comprobado que los fantasmas se rinden ante las palabras, he aprendido que las disculpas no son siempre sinceras ni una pose a la que se echa mano para tapar un daño que se produjo con intención.
He aprendido que en ciertas circunstancias la mejor respuesta es el sonido del silencio.
No hay que perder tiempo cuando tratan de vulnerarnos más si lo hacen agazapados en el anonimato.
Es una virtud ser solidario, ello no nos convierte en tontos para aceptar nos ultrajen los sentimientos.
Te preguntarás a qué sentimientos hago referencia, la respuesta es simple a los que surgen del simple intercambio por compartir gustos, afinidades, cosas cotidianas.
Todos los días debemos rendir examen, no ante una multitud sino ante nuestra propia conciencia, conciencia que será el más lapidario juez en el instante de cometer un error, error que reconozcamos cada uno de nosotros, no el que señalen los otros, por la sencilla y sublime razón que existe el pensamiento divergente.
No creas que estoy haciendo terapia o catarsis, es un aviso a los fantasmas, fantasmas hábiles a la hora de impedir.
No les temo, ni siquiera los tomo en cuenta.
Fantasmas que viven en un mundo de tinieblas perdiéndose la posibilidad de ver como el sol en su diario ascenso va iluminado cada día de nuestras vidas, sol que se lleva a lugares recónditos las gotas de rocío que por una noche visten una flor.
Sol que se despide para darle paso al crepúsculo que atrae a los enamorados, luna que con un solo destello arrulla el amor de a dos.

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DOMINÓ Y LIBERTAD

Bergen tiene la edad del tiempo, demasiado joven para ser anciano, mayor para ser un niño.
Comerá con ansias el plato de comida sabrosa que preparó Ava, mujer de mediana edad que eligió para que lo acompañara a recorrer los senderos de la vida.
Esa tarde hace frío en Berlín, temperatura que no presagia que en poco menos de un mes llegará el verano.
Besa a su mujer al despedirse.
Majestuosas se levantan las puertas de Brandenburgo, símbolo de la ciudad unida.
Es temprano, sube al monumento para no perderse nada del espectáculo.
El sol del atardecer intenta abrigarse con un manto de nubes blancas.
En pocos minutos aparecerá el maestro a ejecutar las más bellas melodías, esas que por su belleza forman surcos en el alma.
Trozos del muro derribado forman una calle adoquinada.
El tren llega a Berlín sin hacer sonar su silbato, respetuoso llega en silencio.
Los turistas arribados de distintas partes del mundo no quieren perderse el festejo que abrió el camino de la libertad.
Como un pájaro sin alas se deposita a su lado una tarjeta, puede leer el siguiente texto:

"Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo."

Rabindranat Tagore.

Ignora que uno de los turistas le acercará una invitación para visitar Buenos Aires, conocerá otras culturas.
No existen las divisiones ante el idioma desconocido, el espíritu de libertad es solo uno.
Enjuga las lágrimas emocionadas.
Con la ayuda de Ava prepara las maletas, mientras el sol generador de vida se esconde para dar paso a una luna redonda, capaz de unir todos los continentes.
El nuevo amigo le ha hablado maravillas de su tierra, de la libertad que se respira, entusiasmado pactarán el reencuentro en el mes de mayo, fecha propicia para conmemorar la fecha nacimiento de otra patria lejana.
El vuelo llega en horario, se aloja en un hotel de la Avenida de Mayo.
Le agrada el paisaje, las copas de los árboles se abrazan sin pedir permiso.
Pasados unos días comprueba en carne propia que miradas anónimas siguen sus pasos, parecieran escuderos que lo siguen a todos lados.
Intenta borrar las imágenes de esos seres que se han convertido en controladores, no quiere opacar la estadía, en su patria la historia cuenta de las persecuciones continúas, el fijarse qué hace el otro, criticar sin sustento hasta lastimar sin importar absolutamente nada.
No quiere asimilar que en ese lugar tan lejano y amable las viejas historias pueden repetirse, sabe como comienzan, los finales son inciertos.
El corazón oprimido se niega a trazar paralelismos históricos, atribuye sus sensaciones al estar en un lugar desconocido.
Pese a los esfuerzos siente la presencia de ese ejército de fantasmas que lo miran en forma constante, siente que lo señalan, tiene miedo de esos humanos que todo lo juzgan.
Apura el paso, su amigo argentino lo espera en un café, se tranquiliza al confundirse en un abrazo.
Pregunta por qué se han colocado vallas en el trayecto, pronto sabrá que son para separar al público de los organizadores del festejo.
Juan le explica que muchos niños han dejado sus dibujos en planchas de telgopor que parecen gigantes dormidos, piezas de dominó con diversas imágenes
Disfruta viendo el colorido, por primera vez observa que algunos rectángulos tienen los colores de las banderas de países del mundo acompañando la celebración.
Reina la algarabía.
El tenor quiebra los murmullos de los asistentes, su voz infinita se eleva.
Lentamente caen las piezas del dominó, es igual a cuando se quiere recobrar la libertad de los pueblos, se hace sin prisa y sin pausa.
Se suma al aplauso interminable, comprende que el valor más preciado es capaz de unir a todos, sin tener en cuenta razas, credos o religiones.
La libertad asoma en todos los hombres y niños que quieren tenerla para siempre.
Comprenderá lo necesario que es vivir libre.
Lejos quedarán los fantasmas que acechaban el camino.
El mundo tiene como exclusivos dueños a todos los humanos que conocen la libertad y velan por ella.



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REGRESAR AL ORÍGEN

El cuarto en el que me aislaron es pequeño, una cama como las que se encuentran en las cárceles, una mesa en la que poso los alimentos que casi no consumo.

Un biombo destartalado separa la llamada habitación de los sanitarios.

Tengo ese privilegio de tener un espacio privado porque no estoy cumpliendo ninguna pena, o tal vez sí, te enterarás si tienes ganas de conocer la historia.

Una pequeña ventana con barrotes es la única conexión que tengo con el exterior.

Por ella se filtra el sol fragmentado, por ella no puedo ver un retazo de cielo que contenga estrellas.

De la luna y sus destellos tengo vagos recuerdos.

No sé cuando llegué aquí, me quitaron el reloj, la cadena con el Cristo que colgaba de mi cuello.

Del techo pende un cable corto sosteniendo una lámpara amarilla que ni siquiera tiene los voltios necesarios que iluminen mis recuerdos.

Llegué aquí con algo que los médicos diagnosticarían como brote psicótico.

Armaron un circo en la casa que ocupaba, un operativo con ambulancias, bomberos y policías como si fueran a detener al peor delincuente.

No opuse resistencia.

Me sentí vulnerado en el momento que los paramédicos me colocaron un chaleco de fuerza que impedía cualquier movimiento.

Ajustaron a mi espalda varios cintos,.

En ese instante entiendo que quise reaccionar con violencia, me inyectaron un calmante, perdí el equilibrio, supongo que después me subieron a una camilla.

Cuando desperté estaba aquí, tenía los brazos y las piernas entumecidas,  sin considerar el dolor que tenía, las ataduras lastimaban la piel.

Un pobre tipo que solo había sentido un amor desmesurado por la mujer de sus sueños, estaba en condiciones peores que un animal.

Grité hasta perder la voz, mi garganta era como una roca gastada, herida hasta sangrar en la profundidad de sus vetas, ahogando cada palabra.

Otra inyección para que durmiera.

Los sabios que decían cuidarme no sabían de mis pesadillas, el horror se manifestaba cada noche.

Seres amorfos caían sobre mi cuerpo hasta dejarme al borde del paroxismo.

No tengo familia, en realidad no tengo una familia tradicional, mis hermanos con los que jamás congeniamos me trataron como si fuera un bulto que molestaba.

Ellos se encargaron de elegirme este hospital.

En las pocas horas que tuve de conciencia plena convencí a una médica para que no me sometieran a un electroshock, que más podían investigar sobre mi cerebro si era un muerto en vida.

Cambié de estrategia para salir del infierno de las correas que me sujetaban a la cama, hablaba menos que nada, respondía con monosílabos para demostrarles que tenía signos de coherencia.

Las visitas de la doctora me producían placer, ella me escuchaba, conservaba la prudencia de no invadirme.

Propició que me sacaran unos minutos a un patio, observar el verde de las plantas me insuflaba vida.

Mi piel se lastimaba con la exposición al sol.

Lloré por primera vez hasta que mis ojos se convirtieron en dos cuencos secos.

Sentí que se descomprimía el pecho, el llanto alivia.

Optaron por considerarme no peligroso, hasta que vino un médico sabiondo que dictaminó que era propenso al suicidio.

¿Qué sabía ese mocoso.

¿Qué podía saber de la mente de un desconocido?

¿Qué sabía de las pérdidas amorosas que me marcaron la vida?

Una vez más tendría que fingir ser quien no era, acceder a estudios que menoscaban la integridad de un hombre.

Mónica la médica era la única que me comprendía, a ella le contaba las penurias de mi vida pasada, tan cercana y tan lejana.

Me dolió la cara cuando esbocé una sonrisa después de mucho tiempo.

Devoraba los libros que me traía, mientras leía protagonizaba las historias escritas por otros.

La felicidad o algo parecido solía visitarme.

No sé si fueron momentos felices eran liberadores de angustia y nostalgia.

Violeta todas las mañanas rasura mi rostro, los locos no podemos afeitarnos solos, me quita años de encima, no puede aliviar mis penas.

Las noches de espantos continúan, las pesadillas lejos de moderarse se agravan.

Los somníferos no causan efectos, han minado mi cuerpo.

Mañana le quitaré la navaja a Violeta, es bella y frágil, no será difícil dominarla.

Terminaré con el sufrimiento que no elegí.

El último pensamiento mientras la sangre fluye como un río incontenible, será para la mujer de mi vida.

https://www.youtube.com/watch?v=7AlEvy0fJto

CIELO ESCARLATA

Estoy en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos, Atenas para ser más didáctica.
Llegamos luego de un largo viaje.
Ustedes dirán qué lugar común debe ser una aeroestación como cualquier otra, tienen razón a medias.
Es un lugar supermoderno, recibe vuelos internacionales arribados de cualquier parte de la tierra.
Mi llegada se produce a las tres de la mañana o madrugada, depende como quieran denominarla.
Por el horario hay pocos empleados.
Ni en las horas de mayor tráfico aéreo se necesitan muchos humanos, se trata de una estación nueva totalmente robotizada.
Si bien es cierto que se trata de un lugar solitario, la sonrisa parte de cada uno de los viajeros, ante la rapidez de todos los trámites.
En las cintas que portan los equipajes se preservan los sueños que contiene cada maleta, con cuidado extremo para que ninguno de aquellos pueda escaparse y en el camino sufrir una quebradura de los mismos, deben llegar intactos como cada uno de sus dueños.
Está iluminado con luces que reproducen los rayos de Febo, en cada rincón sutilmente ubicados hay jarrones que contienen flores comunes y otras exóticas.
Una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando miro el monitor, el escaneo de mi documento muestra la imagen de mi foto.
No recordaba que el láser mostrara hebras despeinadas de mi cabello, ante ese panorama decido que cuando llegue a mi patria renovaré el documento,
No es que la foto asuste, amante de los menores detalles no puedo permitir que la imagen me muestre como si me hubiera tomado por sorpresa una brisa inesperada.
Está bueno poder reírse de uno mismo a cualquier hora del día, todo suma experiencia cuando de mejorar se trata.
Ulises está en el centro del salón en una de sus manos sostiene el cartel de bienvenida, en la otra un ramo de perfumadas gardenias, el follaje verde oscuro logra que el arreglo se destaque.
Me hace entrega de una tarjeta donde constan los idiomas que domina, podría haber elegido el francés, mi lengua materna, preferí que nos comunicáramos en español, idioma que vi garabateado al final de la lista.
Afuera estacionó un auto, recorreremos los veinte kilómetros que nos separan del hotel elegido.
En el itinerario me cuenta que la situación económica es crítica, los avatares de la vida lo han llevado a dejar los pinceles y cambiar por una empresa de autos que lleva a los pasajeros de cualquier sueño.
La habitación del hotel es cómoda, flores por doquier ofrecen un concierto de exquisitas fragancias.
Descorro el cortinado, abro las ventanas, la vista es perfecta.
Descansé durante el vuelo, solicito al conserje un café, no quiero peder un solo minuto de mi estadía.
Rápidamente acomodo la ropa contenida en las maletas, sobre el escritorio apoyo una laptop y las cámaras fotográficas.
El hilo musical trae suaves acordes.
Jamás había visto las luces del alba a orillas del Mar Egeo el cielo se tiñe de colores escarlatas, es como el fuego que dejan noches apasionadas.
Antecederán al naranja que pinta el cielo antes de encender la luz de la mañana.
Quiero detenerme en ese color indefinido, majestuoso.
Sumida en la abstracción que trae tanta belleza miro la computadora, responderé con amor a mis familiares, mientras lo hago entre un correo impertinente.
Sin leerlo sé que es de tu autoría, recuerdo haberte pedido no me invadieras, pedirte que trataras transformaras el resentimiento que tienes en letras positivas, no te di lugar para que procedieras de manera tan vulgar e inusitada.
No leeré el mensaje, es más de lo mismo.
Un click lo llevará a la papelera de reciclaje.
Por nada del mundo cambiaría disfrutar el cielo escarlata con tus palabras hirientes, entiende de una vez en mi vida no existe resquicio alguno para que vuelques tu obsceno resentimiento.
Trata de vivir aquello que el destino te tiene preparado, trata de edificar un futuro.
Nunca más tendré tiempo para conceder a un delirante que vive en las tinieblas.
A orillas del mar Egeo se inicia una vida llena de colores y transparencias.
A diferencia de los tuyos mis cielos poseen colores escarlata, azules o límpidos como el agua del océano.

http://www.youtube.com/watch?v=FyjQTVyeB…

SINFONÍA OTOÑAL

Vive en la casa lindante a mi propiedad, casi todas las tardes una asistente la lleva a respirar aire puro.
Suele saludarme con la mano, antes conversábamos mucho, era feliz contándome de su vida de artista, cantante para ser más precisa.
Su voz melodiosa, afinada, fue el pasaporte que le permitió conocer distintos escenarios del mundo.
No ha perdido el caudal, quizás no se escuche como antes, puedo afirmar que los pájaros en silencio detienen su vuelo para oírla.
Conoció el amor sincero, el que se da sin concesiones, también el sentimiento interesado que no puede llamarse como aquel que encendía cada noche de su vida.
Pese a todo prefirió priorizar su carrera, cantar era el sentido de su existencia.
No tenía representante, directamente los conciertos los pactaba ella.
Un jugoso contrato la llevaría a un lugar de ensueño, coincidiría con el cierre de la temporada, después descansaría o viajaría, aún no lo tenía resuelto.
Noche de estío, las estrellas encienden el cielo, tímida la luna regala los primeros destellos.
Sobre las rocas de las Termas de Caracalla otrora baños imperiales fue construido el anfiteatro, solo por él, pasaban los grandes, seres con dones especiales.
La acústica natural haría llegar su voz al último rincón del sitio.
Noche de gala, hombres y mujeres lucían atuendos conforme a la ocasión.
La brisa suave elevaría el canto de la artista hasta lugares inimaginables.
La orquesta brindaba un concierto de música instrumental, infinitas flores bordeaban el escenario, fragantes parecían danzar al compás de los acordes.
En el camarín ella retocaba el maquillaje, un sobrio vestido largo dejaba adivinar sus formas perfectas, como única joya luciría un anillo fastuoso, el resto era su presencia lánguida e inquietante.
Sonrió frente al espejo, feliz escuchaba los aplausos ansiosos.
El reflector siguió el andar estilizado de la artista, la ovacionaron de pie, agradeció inclinando la cabeza.
Entonó el repertorio por todos conocidos, agregó algunas canciones nuevas, a sus pies se multiplicaban las flores.
En la mitad de la última canción, canción que cerraría una noche mágica sufrió un mareo.
Intentó seguir con el espectáculo, el ulular de las sirenas se mezclaba con la sorpresa de los asistentes.
El diagnóstico fue letal, no se sabría hasta día siguiente cuanto la había dañado el accidente cerebro vascular sufrido.
La recuperación sería larga, el resultado incierto.
Meses después estaría en condiciones de ser trasladada a su patria.
Un enjambre de periodistas y fotógrafos querían tener la primicia de la partida de la estrella.
El operativo de seguridad impidió se tomaran imágenes del ocaso.
Decidió recluirse en la mansión en la que hoy pasa sus días, tiene una leve incapacidad motriz, conserva el caudal de voz intacto.
Para sus seguidores su vida se ha transformado en un misterio, el mito se agiganta a medida que transcurre el tiempo.
La he escuchado cantar, he llorado de emoción, la transparencia de sus cuerdas vocales taladra el alma.
Está sentada bajo un árbol de aromo, repleto de flores amarillas, tiene las piernas cubiertas con una manta, los rayos de sol se filtran entre las ramas otorgándole un halo dorado.
El rostro terso está cubierto de lágrimas, llanto austero, leves gemidos.
Escasos suspiros, puedo presenciar el último que la lleva de la vida terrena.
Tengo la certeza que allá en el cielo será una integrante más de un exquisito coro de ángeles.
Ríos de tinta anunciarán su partida, el mito pasó a ser una magnífica leyenda de amor y melodías.


http://www.youtube.com/watch?v=Bh05qvUiq…

EL REFUGIO DE LAS ALMAS

Pese a que me temen quiero ejercer mi derecho a legítima defensa desbaratando varios mitos que me envuelven en un halo de fantasía perniciosa.
Para que comprendas mi existencia te diré que existo desde que el tiempo es tiempo.
No he sido yo quien estableció la duración de las cosas, el vencimiento de la raza humana o de cualquier otra.
Sabes que las flores tienen su ciclo, nacen de un pequeño brote, la tibieza del sol, el ambiente las transforma en capullo, te he visto con desesperación usar métodos artificiales para que abran sus pétalos provocando un estallido de colores y fragancias.
Te diré que en esas instancias sin querer muestras tu faceta egoísta, apuras el crecimiento sin tener en cuenta que la manipulación hará que mi llegada se adelante.
No quiero infundirte temor y enos que hacia mi tengas desprecio, soy una consecuencia de la vida, la que lamentablemente no es eterna.
Imagino que sabes que soy la Muerte.
No detengas la lectura, no está en mi ánimo asustarte ni nada que se le parezca.
Te daré mis razones para que me tomes como algo natural, por ello te puse el ejemplo de las flores.
No me agrada que me rindan ningún culto, menos que me vistan con atuendos que asustan al más compuestos, en mis manos no porto nada.
Te mentiría si te dijera que me parezco a un ser humano, simplemente estoy en todos los sitios.
No creas que es de mi agrado la evocación constante, cuando sientes animadversión por una persona o varias me convocas, deseándole corta vida.
Una actitud que lejos de enaltecerte logra que ruedes en la oscuridad.
Oscuridad de la que no me siento responsable dado que no soy dueña de tus instintos más bajos, instintos que a mi que lo he visto todo llegan a ruborizarme, leíste bien mi rostro muta al rojo ante lo deleznable.
Tampoco es cierto que sea un montón de huesos vestidos de negro, tengo mil rostros, mil rostros que solo tu me adjudicas y con esta frase no quiero justificarme.
En ocasiones te muestras violento más allá del género, esgrimes un arma con el único objetivo de amedrentar sin saber que ese hecho tan deplorable podría quitarle la vida al otro.
No creas que siento satisfacción cuando me llevo a un niño enfermo, comprende trato de evitar agonías innecesarias, lo mismo sucede con los enfermos terminales, los llevo de mi mano a espacios de luz, a otros planos donde también existe la música y son recibidos por las alas de los ángeles.
Puede que creas en su existencia o no, ese es otro tema que no quiero discutir ahora.
En este momento solo quiero pedirte que no me tengas miedo, suelo ser consecuencia de la violencia en cualquiera de sus formas.
Aquí donde moro hay paisajes que de ninguna manera son gélidos, la música es suave, tranquila, no se escuchan palabras exultantes ni discusiones, todos los que me rodean conviven armoniosamente.
Quiero que comprendas que no soy dueña de la duración del tiempo, esa tarea excede mis posibilidades.
Aquí se escuchan risas y cantos, la vida en este plano es apacible.
No dudes he devuelto a la vida terrena a todos aquellos que atravesaban instancias peligrosas, no era el tiempo que me acompañaran.
Necesito sincerarme, no todo es horrendo en el mundo que tu asocias a las tinieblas, acá también se renace de otra manera.
No creas que te estoy incitando para que me conozcas, puedes evitar mi presencia siendo sano de alma y espíritu.
Nunca te haría daño, así como casi todos respetan la vida, tengo un respeto desmesurado por las almas que vagan en el espacio sin rumbo cierto.
Como todos reacciono ante las adversidades, busco finales, tratando que sean placenteros, si son violentos es una responsabilidad que no pueden atribuirme.
Por último vive tu vida terrena al máximo, disfruta de cada segundo como si fuera el último, ama a quien se lo merezca, rectifica tus errores, dialoga.
Por sobre todas las cosas busca el entendimiento entre tus iguales.
No temas, solo te pido que me respetes., no es tiempo que vaya en tu búsqueda, solo un Ser Superior, ese en el que apoyes tus convicciones sabrá cual es el momento exacto para que me acompañes.

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HISTORIA DE UNA MARIPOSA

En búsqueda de nuevos paisajes decidí visitar Tokio por segunda vez
Los preparativos que anteceden a todos los viajes son parecidos, preparar las maletas con lo mínimo indispensable, revisar cámaras fotográficas y filmadoras con el único objetivo de capturar imágenes que tal vez jamás se repitan en otras instancias.
Partí con la promesa de un pronto regreso y mantener un intercambio fluido por cualquier vía que me permitiera estar cerca de mi tierra, en cada emprendimiento siento que voy muriendo un poco, tengo asumido que puedo perderme etapas que son imposibles de repetir junto a los seres que más amo en la vida.
Me gustan los desafíos este nuevo eslabón de mi vida me deparará sorpresas inimaginables.
En esta ocasión cerraré contrato con la distribuidora de Animé más conocida de la tierra del sol naciente.
El trayecto es largo, vuelo directo a París, dos horas de espera para abordar la aeronave que me dejará en uno de los lugares más hermosos de la tierra aún cuando por su ubicación geográfica la naturaleza arrase con estructuras majestuosas que conocen el renacer desde las cenizas y la desolación.
Cuando la humanidad toda piensa que todo se ha perdido, los pétalos de un crisantemo se mantienen erguidos esperando que nuevas manos piadosas logren que en medio de la destrucción nazca un vergel de coloridos delicados y suave fragancia.
Como conozco París no utilizaré las horas de espera para pasear por los alrededores del magnifico aeropuerto.
Prefiero esperar en los amplios salones, pese a que el almanaque indica que ha llegado la primavera, el frío no se decide a partir, se nota el cambio de estación en la aparición de las primeras flores, las ramas de los árboles visten sus desnudez grisácea con diversidad de tonos verdes.
Es tiempo de actualizar los relojes a la nueva diferencia horaria.
Terminados los trámites de migración observo a un hombre pequeño, sonríe desde la mirada, lleva un cartel con mí nombre.
Kiku habla español, será mi guía durante mi estadía en la isla, es atento, está pendiente de mis movimientos.
No quise alojarme en un hotel, estaré alojada en una pagoda ubicada a pocos minutos de la ciudad.
Una construcción tradicional, ladrillos rojos contrastan con el techo a dos aguas de tejuelas negras, el jardín está en el frente, no podría elegir una sola especie, son todas demasiado bellas.
Mañana visitaré el estudio de uno de los creadores de animé más conocidos,
Inclinado en su mesa de trabajo da vida a esos rostros que atraen a grandes y chicos, el silencio solo es cortado por música de fondo, acordes que invitan a soñar.
Me sorprende con su regalo, levemente modificada en la historieta personificaré a Cho, es quien representa a las mariposas.
Kiku sabe que muchas veces despliego alas imaginarias para posarme en las flores, mis coloridas alas son una atracción inolvidable.
Ambos sabemos que Cho tiene una vida efímera, volátil, etérea, corta como mi permanencia en la isla.
No puedo negar que el dibujante es habilidoso, le ha transferido a Cho mis rasgos.
Dejó que cual mariposa volara con el pensamiento, respetuoso no indagó hacia donde dirigía mi vuelo.
En el viaje de regreso dediqué mucho tiempo a mirar las imágenes de la mariposa, sentí orgullo por haber personificado a Cho, ella entrará a la casa de miles de niños por medio de juegos electrónicos.
Kiku me obsequió una copia de ellos.
Hace tiempo que he regresado a mi terruño en la otra orilla del mundo, esta tarde me entregarán una réplica de Cho creada por un orfebre.
El artista reprodujo de manera increíble la mariposa, tiene alas movibles, colorido delicado, con pequeñas piedras incrustadas imitando los lunares de las mariposas.
Luciré esa pequeña obra de arte en ocasiones especiales, recordaré agradecida a quien le otorgó mi rostro a Cho.
Juntas desplegaremos las alas cuando necesitemos encontrar sitios silenciosos donde solo tenga cabida la magia.

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PASADO,PRESENTE Y FUTURO

Soy la memoria del tiempo, del tiempo en su totalidad.
Del que te hace pasar momentos felices junto a los seres que amas, quien te permite disfrutar episodios cotidianos en el lugar que elijas.
Estoy a tu lado siempre, soy feliz cuando gozas del que dedicas al descanso, no solo al descanso que te permite recuperar fuerzas para enfrentar cada día de tu vida, también participo a tu lado cuando caminas por una playa o solitaria.
Soy el que siente el mismo temblor en el alma cuando practicas deportes de riesgo, no es que tema por mí sino por ti, en esos instantes estoy en estado de máxima alerta con el único fin de protegerte, no deseo que el gozo que te produce deslizarte por las sinuosas montañas se convierta en tragedia.
Volamos en parapente, allí te percibo feliz con las alas desplegadas como si fueras un pájaro surcando la infinitud de un cielo diáfano.
Te diviertes ascendiendo en globos aerostáticos, capturas momentos inolvidables.
El cielo se cubre de esferas multicolores cual si los planetas hubieran decido mostrar su belleza inalcanzable.
Velo tus sueños, también soy mudo testigo de cada una de tus pasiones.
No solo las que tienes en la faz lúdica sino las otras que te sostienen durante un largo período de tu vida.
Crezco a tu lado.
No quisiera que tu tiempo culmine, sería una parte mía la que te acompaña el último viaje.
Hace unos días te noté demasiado pensativo, esos días en que no encuentras en qué invertirme por lo tanto decidí que me acompañaras con la imaginación, juntos haríamos un viaje.
Quería sorprenderte por lo tanto decidí modificar el contenido de un objeto codiciado por la humanidad.
Objeto que en su momento mostrarías a todos más allá de la fe religiosa, razas o etnias.
Juntos emprendimos un viaje al pasado.
Nos ubicaríamos en un lugar desconocido para ti, impensado para muchos, tan rápido como me entregaras tus sueños.
Al principio no me otorgaste demasiada confianza, no necesitaba que lo expresaras bastaba observar tu mirada.
Te conozco demasiado y no es fácil sorprenderte, está bien que tomes tus precauciones, que tengas una cuota de desconfianza que no puedes disimular, sin embargo tengo plena confianza en mi trabajo.
Entiendo que a veces me catalogues de tirano o que pretendas que el día tenga más horas de las asignadas, hoy te demostraré que no depende solo de mi, tu colaboración es imprescindible.
Hemos llegado.
El sol es implacable, sus rayos dorados tantas veces deseados, hoy desearías que la espesura de las nubes lo cubriera, no puedo concederte ese deseo.
Es absolutamente necesario que sepas que la humedad aunada a Febo produce ese vapor que no solo te dificulta la respiración, es la que produce que esa extensión enorme de lago que todos conocen como Mar Muerto no es una gran salina, es un espacio donde la vida no es propicia.
No temas, no tengo intenciones de torturarte, ascenderemos a la montaña, allí vive Ary.
Comenzamos a visualizar los primeros árboles, en las rocas hay grutas, en una de ella mora nuestro amigo.
Un hombre con la piel curtida, suele hacer el mismo camino que hicimos nosotros casi a diario.
No puedo develar la edad de nuestro amigo, no por ahora.
Entramos en la gruta al atardecer, nos ofrece agua y pan, el mejor manjar para el viajero exhausto.
Desde allí verás que las estrellas se multiplican, las hay de todos los tamaños.
En el interior de la cueva te asombrarán la cantidad de vasijas que guarda, considerando tu cansancio esta noche descansaremos.
Cuando el alba tiña con luminosidad pudorosa el cielo, cuando escuchemos los primeros trinos de los ruiseñores, te entregaré el objeto codiciado al que me he permitido cambiar el mensaje.
Es un papiro de cobre, te ensañaré a leer en diagonal para que conozcas el contenido cuyo mensaje deberás transferir a las generaciones presentes y futuras.
Pocas veces las lágrimas de un hombre me han conmovido tanto.
Juntos llevaremos el mensaje de Paz, la carga no será tan pesada, podré sostenerte cuando perciba que te caes.
Estamos de regreso.
Despierta, la tarea está a punto de comenzar.

http://www.youtube.com/watch?v=BeJI9weVx…