Wednesday, February 26, 2014

CAMPO DE CRISANTEMOS



Iván jamás imaginó que sus fotos y las imágenes que capturó a lo largo de su vida trascenderían el tiempo.
Hijo de inmigrantes desde muy pequeño le inculcaron valores que señalarían por siempre su bohemio destino.
Supo del esfuerzo de sus padres para tener una casa propia en un lugar desconocido.
Los conflictos bélicos expulsaron a sus progenitores del sitio en el que habían nacido.
De la antigua familia solo quedaba el apellido, amantes de la vida migraron a los confines del mundo.
No temían comenzar nuevamente, apenas reunieron lo necesario para abordar el barco que los dejaría en una nación lejana.
Se podría afirmar que huyeron de los estallidos espantosos de las bombas que teñían el cielo de color verde, con lo puesto.
La prioridad era cuidar al primogénito que Aisa llevaba en sus entrañas.
Héroes sin medallas estaban dispuestos a torcer los designios de la vida, no querían para su hijo el horror que conllevan las guerras.
El viaje en barco duraría días eternos.
Lejos de asustarse ante la furia de las tormentas que lograban un mar bravío, ocuparon las noches sin lunas a leer un diccionario.
Hiromu alentaba a su esposa, no dudaba en ayudar a la tripulación en la limpieza del viejo navío que en ocasiones navegaba en aguas turbias.
Cuando el miedo acechaba entonaban canciones tan tristes como dulces.
Ambos poseían una voz privilegiada.
No era necesario conocer el idioma de las letras que brotaban de sus gargantas, comparables con el trino de los ruiseñores, para conmoverse hasta las lágrimas.
El ulular de las sirenas de otros barcos anunciaba que estaban llegando al primer destino.
Los remolcadores somnolientos  arrastraban la embarcación para que pudiera anclar en un puerto donde nadie los esperaba.
Aisa reprimía sus sollozos, acariciaba su vientre incipiente.
Al principio se alojaron en una pensión cercana al puerto.
Consultaron mapas con único objetivo de hallar un espacio donde establecerse.
Hiromu no esperaría en quietud el traslado, tenía trabajos ocasionales que le permitieron conocer un poco más del idioma, todo aquello que fuera digno era aceptado, eso posibilitaba no tocar los ahorros.
Otra embarcación los llevaría al lugar elegido.
El parto se adelantó unas semanas, tuvieron miedo de perder al primer heredero.
En el momento que le anuncian la llegada del primer hijo Hiromu se conmociona, sentimientos encontrados navegan en su pecho.
La obstetra pide un nombre para el recién nacido, lo bautizarán con el nombre de Iván, ese niño tan pequeñito conquistará nuevas eras.
Será fuerte como los guerreros que quedaron en tierras niponas luchando por conservar la libertad y el aroma de los pétalos de los crisantemos.
A medida que van naciendo sus hermanos la casa del fin del mundo se va agrandando.
Hiromu cría ganado lanar que le permite sostener a su creciente familia.
El lema impuesto es trabajar y estudiar.
Desde la más tierna infancia el primer heredero demostró su pasión por las imágenes, pasaría mucho tiempo hasta que pudiera adquirir la primera filmadora.
Experto en lo suyo no tardó en ser convocado para cubrir episodios de cualquier especie en distintos lugares del orbe.
Sintió terror al capturar las imágenes de distintas guerras.
No tardaría en ser un artista consagrado.
Cada trabajo tenía vida propia.
Compartía cada logro con su familia aún cuando los separaran los mares del mundo.
No dudó en atravesarlos ante la pérdida de sus padres.
Con la anuencia de sus hermanos trasladaría las cenizas de los seres que más había en el mundo a la tierra de origen.
A su llegada compró crisantemos blancos y amarillos, esas flores tan significativas acompañarían el último viaje de sus padres.
Depositó las urnas en el cementerio de Kioto.
Cientos de pájaros negros surcaban el cielo oscuro.
La tierra comenzó a rugir desesperadamente.
El terremoto producía grandes grietas en la tierra.
Pasado el episodio sus hermanos viajaron con el único objetivo de encontrar sus restos y regresarlos al sitio donde había comenzado a diseñar su propio destino.
Imposible encontrar los restos del ser querido.
La familia no dudó en dirigirse al espacio donde se erigía el cementerio.
Encontraron un espacio desierto de lápidas y recordatorios.

Entre las grietas que mostraban las entrañas de la tierra, comenzaba a florecer un campo de crisantemos.

http://www.youtube.com/watch?v=hskCoPqt4yc

Monday, February 17, 2014

LA CASA DE LOS ESPEJOS



En ocasiones de la manera más inesperada, ciertos seres humanos deben enfrentarse con su otro yo.
Eugenia es una mujer agraciada física e intelectualmente.
Creció en una casa rodeada de cuadros de pintores famosos a los que todos los días le encontraba algo nuevo,un detalle que antes había pasado desapercibido.
Le hubiera gustado tener hermanos con quien compartir todo aquello que la vida le obsequiaba de manera excepcional.
La soledad fue moldeando su carácter.
La pérdida de sus padres a edad temprana la convirtió en heredera de empresas con filiales en todo el mundo.
Apenas concluidos sus estudios comenzó a viajar.
No le quedó destino por conocer, su vida fluctuaba entre la soledad y reuniones empresariales.
Paseando por la campiña francesa, disfrutando del verdor del paisaje conoció  a
Eduardo un empresario bastante mayor con el que compartía su gusto por la música y artes en general.
Al poco tiempo contrajeron matrimonio en una ceremonia sencilla.
Al principio de la relación no se notaba la diferencia de edad, no era una pareja como las que solemos conocer.
Decidieron establecerse en Suiza.
Construyeron una mansión a orillas de Lago Leman.
Desde cualquier ventanal de la propiedad podían observarse paisajes majestuosos,
Eugenia quedaba sorprendida ante tanta belleza.
Los viajes alrededor del mundo fueron una constante, al principio se acompañaban mezclando placer con trabajo.
Tiempo después viajaban por separado, para ese entonces aparecieron las primeras discusiones en la pareja agravadas ante la imposibilidad de concebir un hijo.
Jamás hablaron de divorcio, los encuentros comenzaron a espaciarse propiciando que el amor se diluyera como si lo hubieran arrojado a las profundidades del lago, sitio del que era difícil emerger.
Eugenia compró un piso en Roma,  desde allí manejaría sus empresas, Eduardo seguiría en Suiza.
En ocasiones el destino los reunía para celebrar fechas especiales.
La pasión pronto se transformó en amistad lejana.
Cada uno llevaba su vida como podía sin preguntar absolutamente nada al otro.
En Roma Eugenia visitaba talleres de arte, allí conocería a Miranda, una joven próxima a cumplir veinte años dotada de talento, talento que solo tienen los elegidos.
La muchacha era operaria en una fábrica textil, cumplido el horario se trasladaba al taller.
Eugenia comenzó a tratarla, no tardó en contratarla para una de sus empresas, la joven le anticipó que del rubro no conocía nada, rápidamente la empresaria la nombró como asistente personal.
Miranda comenzó a llevar una vida plagada de viajes,  se resistía a recibir l costoso vestuario que había recibido nunca ganaría lo suficiente para devolver semejante transformación.
El trato al comienzo era similar al que tienen las madres jóvenes con sus hijas saliendo de la adolescencia.
No había reclamos de ninguna índole todo era pacer y compartir.
Miranda se convirtió en la asistente perfecta, llevaba la agenda de Eugenia con solvencia.
Dejaba tiempo libre para los viajes.
Visitando los Alpes no tardó en aprender a esquiar, extrañaba no tener tiempo para desarrollar su verdadera pasión por la pintura.
En una de las estaciones de esquí mientras contemplaban el deslizamiento por las pistas de nieve de otros deportistas, bebiendo chocolate, Eugenia le propone una relación amorosa, la joven quedó sorprendida.
La noche que Miranda huyó, la empresaria había bebido demás.
Aprovechando la situación en un bolso deportivo la muchacha se llevo lo mínimo indispensable, no necesitaba nada que proviniera de quien le había ofrecido un cambio, ayuda para perfeccionarse en la pintura.
Un auto la dejaría en el aeropuerto tenía lo justo para comprar un boleto de avión y regresar al lugar del que ahora sabía nunca debió partir.
Al mediodía siguiente Eugenia despertó en soledad.
Alterada y aún bajo los efectos del alcohol buscaba a su asistente.
Creyó que habría salido a comprar la tintura para sus cabellos, era la única que conocía que desde muy joven las canas amenazaban su cabellera de color azabache.
No tardaría en sonar el teléfono, relajada pensó escucharía la voz de su asistente, nada más alejado de la realidad.
Le comunicaban que debía viajar a Suiza, Eduardo había fallecido por causas naturales.
Antes de partir dejó una nota a Miranda, solo decía que la esperaba en aquel lugar.
Celebrado el funeral de su esposo regreso a la mansión.
Encontró algunos cambios desde la última vez que había estado.
Los espejos se multiplicaban en el salón, estaba segura de no haberlos visto antes.
Se trataba de espejos enmarcados fastuosamente.
Se detuvo ante el que mostraba su figura entera, presa del horror con un objeto contundente quiso romper la imagen que le devolvía.
Sin dudas era ella,vestida con el traje que había elegido para las exequias de Eduardo.
Lloró de rabia al observar su cabellera totalmente encanecida.
Furiosa arrojaba lo que tenía en las manos para que el espejo se convirtiera en añicos.
No lo logró.
Ahora veía en cámara lenta pasajes de su vida, discusiones que hubiera preferido no recordar.
Gélida la brisa atravesaba las ventanas cerradas, quiso gritar, el gemido murió en su garganta en el preciso momento que ingresaba al espejo.
Nada se sabe de Eugenia.
No existe testamento nombrando herederos.
Mañana Miranda será quien presida el remate de la mansión.
Han pasado varios años, hoy allí una escuela de arte funciona con absoluta normalidad.


http://www.youtube.com/watch?v=28TI7ntKtII

Thursday, February 06, 2014

ANTES DEL FIN



Pese a su juventud es una arquitecta reconocida a nivel mundial.
Las excelentes notas obtenidas le permitieron obtener becas con el solo objetivo de perfeccionarse en las universidades  más conocidas del mundo.
A lo largo de su corta carrera demostró ser una de las mejores.
Creativa por naturaleza sus proyectos eran mostrados como ejemplo en distintos lugares del planeta.
Sin dudas no avizoraba un futuro donde los sueños podían cristalizarse.
La desaparición temprana de sus progenitores la hizo regresar a su lugar de origen.
El funeral para despedirlos fue tan sencillo como conmovedor
Flores blancas estratégicamente ubicadas custodiaban los ataúdes de las personas que más había amado en la vida.
Dueña de una poderosa fortuna podría haber vivido varias vidas sin trabajar.
Muchos amigos aparecieron de la nada.
El dolor de la pérdida la ayudó a saber diferenciar.
Necesitaba un administrador de sus bienes, alguien con principios y valores, no tenía apuro por encontrarlo.
Buscaría entre los empleados de su estudio.
Tenía conciencia que una parte de la herencia sería destinada a continuar con las obras de beneficencia que habían iniciado sus padres, desde pequeña había comprendido el significado de dar.
Para el resto de las inversiones el destino le otorgaría el tiempo necesario.
Jamás vistió luto, las pérdidas se sienten en el alma, alma poblada de heridas, solo el paso del tiempo podría convertirlas en cicatrices, jamás en olvido.
Tuvo la necesidad de viajar al exterior para recibir un premio.
Previamente había  nombrado como administrador de sus bienes al mejor amigo de su padre.
Un hombre que la quería como a su propia hija Marcia, un luchador que trataba de sacar a su heredera de una vida fácil.
Un hombre que deseaba ver reflejada en la arquitecta a esa niña que había visto nacer y hasta entrada la juventud se mostraba rebelde, caprichosa,alejada del trabajo.
Atendiendo las razones del padre, la profesional no dudó en contratarla, tenía talento, Marcia pudo terminar la carrera de arquitectura, parecía que su vida había dado un giro impensado.
No tardaría en convertirse en la auxiliar perfecta.
Quien no la conociera podría afirmar que había nacido milagrosamente otra mujer.
Dedicada a sus tareas, sumamente reservada, alguien en el que cualquier mortal podía confiar.
Juntas le dieron vida al proyecto del anfiteatro al pié del cerro.
A nadie se le había ocurrido construirlo en un lugar tan agreste utilizando todos los recursos naturales.
La majestuosidad de la obra logró reconocimientos internacionales, ello llevó al primer viaje al exterior después de la desaparición de sus padres a la arquitecta.
Sin dudarlo Marcia merecía ser la persona que la reemplazara en ausencia.
Mientras una viajaba la otra estaba pendiente de la construcción del primer hotel panorámico de la zona.
Han pasado dos años hoy se inaugurará el primer hotel inteligente del lugar.
Marcia y su ahora amiga serán quienes presidan el evento, juntas buscaron los atuendos que lucirían para la ocasión.
Más que personajes en relación de dependencia entre ambas había surgido una especie de   hermandad.
El complejo hotelero se puede comparar con cualquiera de nivel internacional.
Construcción de acero y cristal concluyen en una cúpula que contiene todas las banderas del orbe.
Desde cualquier ángulo se puede apreciar el paisaje.
Antes del brindis Marcia invita a su amiga a desplazarse en el ascensor rápido.
Aparentemente se han respetado todos los detalles de la construcción, la arquitecta recuerda haber firmado los planos para el inicio de la obra.
El sueño no tardará en convertirse en la peor pesadilla.
Juntas ingresan al ascensor, brindan por los logros obtenidos.
Las dos están hermosas.
El ascensor está repleto de arreglos florales.
El último abrazo llegará.
Al llegar al tercer piso las puertas se traban, la botonera no responde.
El descenso se precipitará en el preciso instante que desaparecen las paredes traseras y delanteras.
Marcia saltará antes de caer al abismo.
La arquitecta seguirá en un cubículo que produce vértigo y terror.
Las gasas etéreas del vestido comienzan a desgarrarse enganchadas en las cadenas de lo que se suponía era un ascensor.
La joven profesional sabe que sus alaridos jamás se escucharán.
No puede calcular cuántos metros ha descendido.
Se aferra a la cruz de oro que le regalaran sus padres, será lo último que haga antes del fin.



http://www.youtube.com/watch?v=snEBPzmfJ1E&feature=related

Monday, February 03, 2014

ABISMOS EN EL MAR, UNA MUJER



El estío en ciertos lugares del planeta no se nota por los cambios significativos de temperatura sino por la duración de la luz y el comportamiento de todos los seres que suelen habitar esos sitios generalmente solitarios.
Nada es lo que parece en ningún espacio del mundo.
Todo se transforma cuando aparece en escena la luz.
Albas rosas esperando la aparición del sol permiten visualizar sombras móviles o sin vida, sombras al fin.
Los primeros destellos de Febo despiertan a los habitantes de los nidos, presurosos los más grandes despliegan sus alas para obtener el preciado alimento para sus crías
Los primeros gorjeos de los pájaros logran que los árboles expandan y sacudan sus ramas para mostrarnos el esplendido verdor que adquieren en esta época del año.
Abrir las ventanas a la vida, dejar que ingresen a la casa es inundarla de aromas y fragancias del bosque.
Aromas que se mezclan con el olor a tostadas con las que acompañaremos el desayuno habitual, rito ancestral que repetimos a diarios, rito que todos los días muestra algo diferente que hará que ese día sea difícil olvidar.
Cerca de las enredaderas que cubren las columnas de entrada a la casa las abejas se hacen un festín bebiendo el néctar de las flores.
Fuera la brisa mece la copa de los árboles, al pié del cerro las flores silvestres comienzan a danzar regalando una postal que alcanza la perfección.
Una escuadra de gaviotas en grácil formación se dirige al mar.
Acompañarán los barcos pesqueros hasta que se transformen en un colorido punto en el océano.
Quienes no conocen la zona encontrarán una sorpresa, la playa en ese sitio no es de arena dorada sino de ripio.
Las piedras horadadas por el rumor incansable de las aguas brindan un espectáculo desconocido.
Pareciera que justo allí el mar hubiera optado por tener voz.
Es necesario conocer los ruidos del agua para no caer  en una emboscada que podría ser fatal.
Los fiordos cuando la marea está baja invitan a recorrer su interior.
La veo en la playa, hunde la colilla de los cigarrillos en las piedras.
Puedo apreciar que se trata de una mujer bella, belleza que se transforma por su actitud solitaria.
Tengo la certeza que sostiene una rama en sus manos porque intentó escribir algún nombre en la arena que no hay.
Seguramente desconocía ese detalle y quiso gravar por unos instantes algún nombre en la inexistente arena sabiendo que en su danza el mar se lo llevaría quien sabe dónde.
Sin que me vea decido seguir a la mujer etérea como las gasas volátiles que utiliza de atuendo pese a no ser el adecuado ni para la hora ni el sitio que eligió para descansar o pensar.
No es mi intención interrumpir la evocación de sus recuerdos.
Me acercaré tanto como pueda evitando perturbarla.
Desde el punto que elegí sé que no puede visualizarme, puedo escuchar su llanto inconsolable.
Logran estremecerme sus maldiciones y la repetición de un nombre masculino.
Es innegable que necesita ayuda.
Consulto mi reloj.
Observo que ingresa a una de las grutas que la sabia naturaleza formó en el fiordo.
Puedo seguirla sin que me vea.
La oscuridad del vientre de la formación de piedra no es el mejor lugar para recorrer en soledad.
A pocos metros de la entrada para un novato el camino puede ser una trampa fatal.
Un alarido indica que ha caído a un pozo, frecuentes en un sitio absolutamente desconocido para quienes arriesgan todo sin pensar.
Apuro el paso, puedo tenderle las manos.
Le pido que resista asida al borde de la piedra que detuvo su caída.
Corro hacia la salida, tenemos, escribo tenemos porque estoy involucrada
poco tiempo para el rescate.
El celular no tiene señal.
La roca solitaria que ofrece su figura pétrea y descollante será mi  punto de apoyo.
Desde allí pediré ayuda.
Los socorristas no tardan en llegar el ulular de las sirenas se acopla a mis lágrimas.
La gratitud vence al miedo.
En el hospital conoceré más a la mujer.
Me dirá que el desamor de un hombre la llevó a internarse en un espacio desconocido.
Hoy somos amigas, me visita anualmente, siempre le repito que ningún hombre vale terminar con la vida de una mujer.


http://www.youtube.com/watch?v=A04qP9KJfuE