Wednesday, September 21, 2011

MIS HORAS, TUS HORAS




El viaje reciente por tierras lejanas le ha permitido Marcia adquirir distintos objetos.
Cámaras fotográficas que no sabe si alguna vez utilizará en su vida.
Tapados de piel sintética o natural, todos tienen su belleza.
Tiene temor a lucir uno de piel de lobo estepario, ha conocido que son seres solitarios que en las noches con luna o sin ellas aullan por miedo, saben que en otro destino sus hermanos de especie responderán a la llamada siniestra..
Ella escuchó los chillidos desgarradores de esos animales, pese a su gran porte temían a la soledad del desierto.
Tiene que preparar las maletas para el regreso.
Acomoda todos los regalos que llevará a su familia.
Objetos extraños en esa latitud de su tierra amada.
Descartará llevar la filmadora y las cámaras fotográficas.
En la computadora personal ha descargado todas las imágenes.
Bellas, todas tienen una historia que guardará para siempre en su memoria.
Camino al hotel un vendedor ambulante ofrece su mercancía.
Asegura que tiene poderes.
Marcia sonríe.
Se destaca por su belleza un antiguo reloj de arena.
Partículas doradas contenidas en cristales transparentes como el agua clara que canta y horada las piedras de los ríos y lagos de su patria lejana.
No duda en comprar el reloj de arena.
Una piedra de cuarzo marca la hora.
Tiembla al mirar los números, un escalofrío recorre su espalda.
Diez y siete cero tres.
Los recuerdos agitan su mente.
En ese preciso instante el amor de su vida finalizaba la conversación diaria.
Jamás hubo promesas de amores eternos.
Cada integrante de la pareja vivía ese amor extraño como podía o quería.
Ninguno de los dos impuso reglas, todo fluía como deben ser los amores que perduran más allá del tiempo.
Se amaban de manera distinta, ella le entrgaba su alma, él precavido escondía sus sentimientos, nada importaba más que el contacto diario.
No había escalas de valores que codificaran las palabras que intercambiaban a la hora señalada.
Amores clandestinos.
No era necesario que ninguno de los dos pronunciara una palabra, el amor era tan fuerte que no necesitaba expresarse a través de la palabra.
Sentían las mismas vibraciones aún en los tiempos que impone la distancia.
Mariano trató de ser desagradable, buscaba la manera de herirla de cualquier forma.
Cada letra pronunciada o escrita trataba de marcar abismos que no existían.
La comunión era entre cuerpos y almas.
El reloj de arena no podía ser transportado junto al resto del equipaje.
Sería tralaslado en el bolso de mano.
Nadie preguntaría nada.
En el estuche forrado con sedas azules como el cielo estaría el reloj..
Cada grano de arena representaría los momentos vividos.
Presente y futuro contenido en cristales.
Diez y siete cero tres despegaría el pájaro de alas plateadas que llevarían a Marcia de regreso a su patria amada.
Madrugada somnolienta, pocos turistas en el aeropuertos otrora atestados de gente.
Migraciones revisará el equipaje de la viajera.
El inspector de aduana no deja pasar el reloj de arena,no mira los comprobantes de compra.
Marcia resiste, no quiere dejar su adquisición en manos extrañas.
El diálogo se interrumpe.
Jamás dejará que un intruso interrumpa sus sueños, son solo suyos.
No discutirá con los inmorales que intentan despojarla de aquello que más quiere.
En el instante que el reloj de arena se hace añicos contra una vidriera espejada el cuerpo de Marcia desaparece.

http://www.youtube.com/watch?v=lRLDq1KgzPg

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