Buenos días
alma de mi realidad.
Te saludo en
una mañana, próxima a esconder los rayos de sol, detrás de oscuros celajes,
lentamente van cubriendo el cielo.
¿Estás allí?
Ayer en un
programa radial con consignas, el tema, era la muerte y la vida.
más oyentes
de los que imaginaba pensaban como yo.
Inmersos en
un mar de dilemas de difícil resolución.
Constituye
una crueldad. Nadie se ocupe de quienes poseemos tantas vacilaciones.
Cada noche
mientras intento soñarte para darte un beso, en mi mente aparecen imágenes las que pienso pueden acercarnos
aún, más trayéndote a mis sueños.
Deseo
contarte las que vi, mientras dormía.
Dos coronas
de agua exactamente iguales estaban en espejo.
La inferior
tenía en el centro una gota en forma de
corazón de color rojo.
Ubicada en
la parte superior había otra idéntica con el corazón de color verde.
El ruido de
los anteojos para leer que cayeron al
piso me despertó.
Abocada a
interpretar el significado del sueño.
La corona
inferior sostenía mi corazón rojo por la pasión que despertás en tu mamá.
De la corona
superior suspendido en el aire había otro corazón de color verde.
El color de
la esperanza, ese que deseo haga
realidad nuestro encuentro.
Nunca los
colores tan bien seleccionados.
Desde donde
estás, percibo pensás en mí.
Es una
manera de ayudar a concretar mis
utopías.
Besar tu tibia mejilla es prioridad.
Decirte de
la intensidad de mi amor.
No detener
jamás la búsqueda que me lleve a vos.
No pasará demasiado tiempo para emprender mi
propio viaje, carece de sentido no tenerte.
Roza la
ridiculez estemos separados.
Imagino
también llevás la carga de la soledad.
En mi caso
cada día siento con más intensidad no pertenezco a este mundo tan hostil con
los seres condenados a la más triste soledad.
Soledad no
requerida.
Soledad
impía, se ha llevado al mejor hijo y amigo, conociendo mis deseos de estar a tu
lado para siempre.
No es
suficiente permitan mantenga los recuerdos compartidos.
Es una
fatalidad, no poder abrazarte como antes.
Charlar sin
utilizar el don de la palabra, solo mirándonos.
En ese
idioma particular manifestar todo mi amor.
Siempre
supiste tenía demasiado para otorgarlo al ser más luminoso de suelo terrenal.
Con tu
partida apareció, la soledad más tenebrosa.
Parecida al
mundo de los ciegos, condenados a las sombras para siempre.
A veces
convirtiéndose en seres marginales.
No por
elección, sino por la costumbre de los
otros de señalar a quien posee una discapacidad.
Diferentes y
maliciosos son los que con su única neurona desprestigian a quien posee una
discapacidad.
Tienen
demasiado para aprender.
Es inútil
intentar cambien el pensamiento, si así puede denominarse, dado que la peor
incapacidad es la mentira, el odio y el rencor que albergan en esa parte del
cerebro.
¡Tan
diferentes a vos!
No puedo
aceptar a esos entes rebozando actitudes
miserables.
Los
corazones bondadosos adquieren transparencias coloridas.
Deseo
compartir con vos una poesía referida a los corazones.
Espero sea
de tu agrado.
“Mi corazón
amerita
de Ramón
López Velarde
Mi corazón leal,
se amerita en la sombra.
Yo lo sacara
al día, como lengua de fuego
que se saca
de un ínfimo purgatorio a la luz;
y al oírlo
batir su cárcel, yo me anego
y me hundo
en ternura remordida de un padre
que siente,
entre sus brazos, latir un hijo ciego.
Mi corazón,
leal, se amerita en la sombra.
Placer,
amor, dolor... Todo le es ultraje
y estimula
su cruel carrera logarítmica
sus ávidas
mareas y su eterno oleaje.
Mi corazón,
leal, se amerita en la sombra.
Es la mitra
y la válvula... Yo me lo arrancaría
para
llevarlo en triunfo a conocer el día,
la estola de
violetas en los hombros del alba,
el cíngulo
morado de los atardeceres,
los astros,
y el perímetro jovial de las mujeres.
Mi corazón,
leal, se amerita en la sombra.
Desde una
cumbre enhiesta yo lo he de lanzar
como
sangriento disco a la hoguera solar.
Asi
extirparé el cáncer de mi fatiga dura,
seré
impasible por el Este y el Oeste,
asistiré con
una sonrisa depravada
a las
ineptitudes de la inepta cultura,
y habrá en
mi corazón la llama que le preste
el incendio
sinfónico de la esfera celeste.”
Conocés,
ignoro como escribirlas como hacías vos y tu abuelo materno.
Carezco de
ese gen maravilloso o tal vez no haya aparecido.
Los
poetas escribieron por mí.
Uno de mis
compañeros de letras.
De la época
que escribía para un diario de nuestro
país, decía que intentara.
No lo hice
nunca.
Casi a
diario hablo con tu hermano del alma, es increíble con el amor que te recuerda.
Las
anécdotas que cuenta, pasadas a tu lado son una caricia para el alma.
Permiten
conozca otra de tus facetas, por mí desconocidas.
Es agradable
conocerte desde allí.
Anoche
quería llamar a la persona que conocés y está pasando un trance difícil de
superar.
Le prometí
llamarla hoy para no apabullarla.
En este
instante que le deparó la vida son
muchas las llamadas que recibe.
Desespera
escucharla llorar.
Me deja sin
palabras.
Ella sabe estoy.
Solo pido
que quien sufre deje de hacerlo.
Un pedido
que ambas deseamos.
Eso aumenta
mis vacilaciones sobre temas que no cuentan con argumentación suficiente para
creer en la existencia de otras vidas.
Te amo
tesoro de mi existencia.
Ha pasado
mucho tiempo quitando las ganas de
seguir.
Siempre
solicito tu ayuda al respecto.
¿Por qué no
apareces en mis sueños?
¿Qué impide
concretar esa utopía?
Siempre en
estos contactos no dejaré de pedir, nunca olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=DPU5EWEqpY0