Friday, November 11, 2011

EL EXTRANJERO





Saben Ustedes que soy directora de una revista de interés general.
Cuando las historias son recurrentes y no dejan nada, busco a mis vecinos extranjeros, ellos tienen mucho para contar, de cada uno aprendo, trato de transmitir vivencias pasadas quiero que quienes me leen se emocionen.
Me despido de los empleados.
Visitaré a Iván.
Es casi argentino, llegó cuando la segunda guerra mundial azotaba Europa.
Me cuenta que perdió todo, nada lo ataba a su patria lejana.
En el puerto no hubo pañuelos blancos que lo despidieran.
Otrora había sido un empresario textil, sin raíces decidió buscar otro destino.
América lo esperaba.
No tenía mucho para guardar en su maleta de cartón.
Los recuerdos serían su mayor riqueza.
El amor al trabajo, el futuro en tierras extrañas.
El viaje duraría varios días, tormentas infnitas movían la nave como si fuera una cáscara en medio del océano.
Como pudo se acomodó en el quinto subsuelo de la nave, no se podía comunicar con ninguno.
Todas las razas formaban un racimo de esperanzas.
Muchas noches la luna plateada desafiaba con su belleza la inmesidad del océano.
En esos instantes Iván rezaba, el rosario de cuentas rojas había pertenecido a su madre.
Cuánto la había necesitado en su infancia.
Sollozó sin vergüenza, ahogó el gemido de los llantos.
Aprendió a compartir un trozo de pan, sabía rico cuando el hambre apremiaba.
Llegó al puerto de Buenos Aires una mañana soleada.
Estuvo dos días en un hotel de inmigrantes, no quería quedarse allí sino viajar al corazón de esa nación que lo había recibido con los brazos abiertos sin preguntarle nada.
Se estableció en el sur, al principio trabajaba solo.
En el interín conocio a Paula, formaron una familia, los niños traían al nuevo hogar alegría.
La empresa crecía hasta que un golpe en la economía lo obligó a comenzar de nuevo.
Apareció en la historia un ser extraordinario con un pedido especial, necesitaba toda la producción de un mes, debería estar conformada con tules, rasos y sedas.
Pese a lo extravagante del pedido no lo rechazó.
Paula viajó a Buenos Aires, necesitaban comprar piedras para bordar las estrellas.
El hombre exótico solo le dijo que utilizara las mejores telas, que no midiera gastos.
El jugoso anticipo que le entregó cubría todo, el resto sería recibido al terminar el trabajo.
Deberían conformar una red capaz de contener el cielo, allí se reflejarían las estrellas,la luna, el sol todos los astros.
Trabajaron en conjunto.
El firmamento imaginario descansa enrollado en un galpón enorme.
Los cristales relucen como diamantes, le hacen un guiño al universo estelar.
No hay fecha de inauguración para mostrar tanta belleza.
No se sabe si el día del evento está cercano o lejano.
Todos en esa patria esperan inaugurar la obra.
Ese cielo cobijará a todos los hombres de buena voluntad que quieran ocupar esta parte del planeta.
Lo abrazo, no puedo contener el llanto, quizás el día soñado por el extranjero sea mañana.

http://www.youtube.com/watch?v=j18I9DJGCVg&feature=related

No comments: