AMOR INCONMENSURABLE

Es el sentimiento que nadie jamás en el mundo terreno podrá cuantificar.
El amor entre madre e hijo no puede compararse con absolutamente nada, es puro, carece de condicionamientos.
Nace en soledad cuando la madre recibe a su hijo en el momento de nacer.
En ese instante mágico comienza el amor más grande que se pueda encontrar en el universo.
Aprendí a ser mamá a tu lado, nuestros lazos fueron demasiado fuertes, distintos, bastaba una mirada para comprender que necesitaba uno del otro.
Más que madre e hijo fuimos amigos inseparables, compañeros de vida.
Compartimos juntos cada momento de una vida que hoy el destino se empeñó, la continuará en la soledad más dolorosa.
Soledad que no conoce de ninguna palabra que pueda describirla en su exacta dimensión.
Fuiste el ser más noble que cualquier terrenal quisiera tener a su lado, fiel a tus amigos, hermanos de la vida que hoy continúan amándote acompañando esta vida sin sentido que me toca vivir.
Amoroso con tu familia pequeña que sostuvo tus manos y acarició en la enfermedad.
Amable con todas las personas que conociste.
Una estrella que se opacó en el cielo pero brillará al lado de un Ser Superior.
Miles de veces he preguntado si habrás tomado conciencia del amor sin medidas que siempre me hiciste sentir.
Hoy que no estás físicamente te busco en pequeños detalles que encuentro mientras el reloj parece empeñado en alargar los días.
Sé que eras tan sensible que si algo te conmovían eran mis lágrimas.
Pese al esfuerzo que realizo no puedo contenerlas, parecen un manantial transparente que crece día a día. Son la expresión de una ausencia impensada.
Teníamos mil proyectos de vida todos cayeron en el instante que tu noble corazón dejó de latir.
Prometimos cuidarnos siempre, un siempre que para nosotros carecía de tiempo o espacio.
La realidad sacudió todas las estructuras en ese segundo aciago que la muerte sin pudor cubrió la hermosura de tu ser quieto.
Hoy la tristeza encadena los recuerdos, recuerdos que evocan que siempre fuíste brillante en cada minuto de tu vida.
Amigo incondicional , solidario con conocidos y con aquellos que no lo eran.
Mi primer fan cuando emprendí mi faceta como escritora, allí alentabas cada letra que nacía en mi alma inquieta.
Ideólogo de muchos cuentos, historias fantásticas que lograban emocionarte, sabía que si despertaba esas sensaciones en vos a otros también le llegarían las letras cuya pluma dibuja el corazón.
Jamás imaginé que algún día escribiría sobre tu partida.
Para ambos la muerte era algo lejano.
Tu espíritu alegre no podía pensar en que esa mujer misteriosa estaba tan cerca nuestro para arrebatarnos aquello que amábamos.
Hijo daría lo que no tengo por estar a tu lado.
No llego a comprender por qué el destino sigue empeñado en que continúe sola el camino.
He tomado la decisión que estas sean las últimas letras que escriba.
Tu partida fue demoledora y debo confesar que no sé vivir sin vos.
Este cuento que lamentablemente no es una fantasía será el fin de una faceta plagada de fantasías compartidas.
Hijo es imposible definir con palabras cuánto te extraño.
No te apures al subir los peldaños de la escalera que lleva al cielo.
Recordá que camino más despacio y es mi más enorme deseo encontrarte en la mitad del ascenso para que podamos caminar juntos por el Universo.
Hijo te quiero tanto que produce un dolor profundo, solo espero reunirme con vos.
Te ama tu mamá.

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