AUSENCIA

Mi amor que difíciles fueron estos primeros treinta días sin poder abrazarte, tocarte, sentir el aroma de tu piel.
Mienten los que afirman que se necesita tiempo para hallar resignación.
A ellos les pregunto cómo el tiempo escapó.
No hay tiempo que cure las profundas heridas del alma, esas cicatrizarán cuando por fin pueda encontrarte nuevamente.
No quiero vivir así.
No tengo motivos para hacerlo, ambos sabemos que el tiempo es algo que no acepta medidas ni imposiciones.
Quisiera decirte que estos primeros treinta días de ausencia intenté que fueran fáciles.
Perdón no pude lograrlo.
En todo momento recordé tu mirada de chocolate.
Tan dulce mi vida como fueron todos días compartidos.
A Dios le pido que apure los trámites para llevarme a tu lado.
Soy consciente que mis lágrimas te conmovían, también reconozco que dije que mi etapa de escritora culminaba con el primer cuento que te dediqué.
Hijo de mi alma tengo un sueño que se repite a diario, se que pese a que tu alma se encuentran en pleno ascenso a los lugares soñados del Universo. Estoy segura que tu alma grandiosa me lleva en el recuerdo.
Estoy lista para partir.
En la tierra nada me detiene, no es un pensamiento egoísta, es el sentir de una madre que quiere reunirse con su hijo amado.
Tus últimas palabras fueron con mi mamá, las tengo tatuadas en el corazón, tu voz clara y cristalina quiso que así fuera.
Hoy tu mamá que te ama más que a nadie en la vida, te ruega vengas a buscarme..
El equipaje está listo, solo llevo recuerdos.
Te amo como nunca quise a nadie, mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=0FdNlhZAYBE