Wednesday, September 08, 2010
LA CASA ENCANTADA
La propiedad está ubicada cerca del cerro, casi en el centro de la bahía.
Solo se puede acceder a ella a través de un curso de agua.
Varios meses lució en el frente de ladrillos a la vista el cartel de una inmobiliaria.
Desde la costa se observaba esa estructura magnifica erigida como un fantasma en soledad, balcones de madera circundaban, la edificación.
En fila grandes maceteros asemejaban custodias sin flores.
Una tarde la curiosidad la llevó a visitar la casa en compañía de un agente inmobiliario.
En ese paisaje inhóspito la luz del día se alargaba, preludio de una primavera próxima a llegar.
Con cuidado subió a la embarcación.
El viento travieso se llevó el colorido chal que cubría su larga cabellera.
Parecía un pájaro sin destino dejando que la brisa lo llevara a cualquier parte, tal vez quisiera amalgamarse con los colores que tiene el cielo en los atardeceres sureños.
En el embarcadero los esperaba el cuidador quien ayudó a amarrar la pequeña nave con motor fuera de borda, cuando dejó de rugir se podía escuchar el gorjeo de las aves del lugar, la mayoría llevaba en sus picos alimento para sus crías.
El hombre de estatura pequeña parecía salido de un cuento, la barba blanca le daba aspecto de sabio, una sonrisa abierta iluminaba la mirada cuyo color había sido robado al océano.
Contó que hacía tiempo que cuidaba el lugar, una vez que la propiedad se vendiera el volvería a reunirse con su familia.
Descorrió los cortinados, del salón principal, desde allí se podía mirar en todo su esplendor el paisaje.
Barcos amarrados al muelle, las coloridas embarcaciones de los pescadores, gaviotas formando escuadras plumosas en el cielo.
La cocina amplia daba a los jardines del parque interior, en los canteros algunos ciclamen se adecuaban al pequeño bosquecillo de alerces.
Los dormitorios en suite estaban recubiertos de fina madera.
Con el corazón colmado de alegría regresaron a tierra firme.
En la oficina le informaron el valor de la vivienda, demasiado bajo para semejantes comodidades.
Ella podría haberla comprado, sin embargo algo en su interior le decía que no debía hacerlo.
Pasaron pocos meses, la propiedad fue adquirida por un caballero extraño, no se comunicaba con los vecinos de la costa, salía poco.
Una mañana el cuidador se ofrecía en distintos negocios de la zona, era apto para las tareas más diversas.
Ella le preguntó por qué se había alejado de la casa de los sueños, el por qué de su mirada tan triste, la mirada ya no reflejaba el color del mar, la tristeza y el miedo se habían adueñado de sus ojos.
Lo invitó a la cafetería que estaba a pocas cuadras del comercio.
Mientras el humo del café dibujaba figuras su invitado le contó la historia del alejamiento de la casa del cerro.
El nuevo dueño era un hombre de pocas palabras, a veces se mostraba nervioso, sin querer escuchó conversaciones delicadas.
No dudó en renunciar cuando escuchó la palabra secuestro.
Esa misma tarde, temeroso por su futuro presentó la renuncia, no quería ser testigo de hechos que pudieran manchar el honor de su nombre y la familia.
Jamás volvió a descansar como antes, le otorgaron otra identidad.
Desde otro lugar del planeta que nadie conoce, el hombre que supo ser guardaespaldas de un mafioso, llora en silencio al recordar a sus seres queridos.
Ansía volver a su patria cuando la paz reine en ella por ahora es un hombre sabio que espera.
http://www.youtube.com/watch?v=9LrzTcbcbfk
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment