Una de mis pasiones son las caminatas por la playa en la búsqueda
de detalles que pudieron haberse perdido en recorridas anteriores.
El murmullo de las olas no deja de sorprenderme, gigantes
que van perdiendo fuerza hasta convertirse en suaves ondulaciones que dejarán
morir su cresta espumosa en la arena dibujándola.
Escucho con más nitidez el gorjeo de los pájaros, admiro las
escuadras perfectas que forman las gaviotas surcando el cielo.
El clima frío es cambiante.
Las delicadas luces del alba no aseguran que el cielo
permanezca diáfano durante toda la jornada.
En ocasiones la brisa se transformará en viento furioso, en
segundos cubrirá la esfera celeste con nubes plomizas, solo atravesadas por un
tibio rayo de sol.
En esos momentos busco refugio en una gruta que está a los
pies de un fiordo imponente.
Miro el trabajo incesante del agua sobre la roca desnuda.
El silencio es interrumpido por el trino angustioso de un
ave desorientada buscando su nido.
La llovizna tendrá la misma duración que un corto
pensamiento, no tardará en aparecer majestuoso el arco iris.
Coloridos que atrapan a los que aman la naturaleza, a cada
valor le busco una sensación diferente.
Rojo como las pasiones de los enamorados, anaranjados sutiles amalgaman con los siete colores que
conforman esa obra de arte.
El verde anima la esperanza de los que todavía creen que existen
las posibilidades de lograr cambios
beneficiosos.
Violeta que me recuerda al anillo de amatistas que elegí
para la ceremonia de mi casamiento, azules profundos como el océano que me
permite llegar a tu lado para reconfortarte cuando sientes que la soledad
abruma en forma persistente.
Arco perfecto que dispara la imaginación de quienes amamos
los colores de la naturaleza.
Todos sabemos que el arco iris tiene siete colores, para
quien escribe tiene ocho, le agrego el color de tu mirada castaña.
Mirada que sonríe, mirada que acaricia, mirada que se transforma
en una piedra dura ante la injusticia que nos toca vivir en distintas etapas de
nuestras vidas.
Mirada complaciente cuando se transita el camino correcto de
nuestro propio destino.
Mirada que se esconde al momento de unir dos bocas en un
beso apasionado.
Mirada de mil colores y expresiones de aprobación o enojo.
Mirada que guía cada uno de mis días.
Mirada que merece ser el octavo color de mi arco iris.
http://www.youtube.com/watch?v=g0neRGW1WYM
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