Mariano es un joven médico, decidió especializarse en cirugía
plástica y reparadora.
Era un arte y un acto de compasión poder devolverle a la
sociedad que tanto le había dado, la sonrisa que se había perdido sin ánimos de
volver.
Cincelar los rostros después de un accidente para que
regresaran a su forma original.
El destino lo llevó a distintos lugares del planeta, también
a esos sitios donde imperaba la fuerza que había logrado ruborizar y esconderse
por un tiempo ilimitado la paz por la
que tanto trabajaba y trabajaría.
Sin avizorar el futuro participó en las tiendas de campaña
de distintas guerras, poco le importaba quitarle horas al descanso cuando de
recomponer las facciones de un ser humano demandaban todo su tiempo y más.
La práctica constante, el equilibrio emocional lograron que
sus técnicas fueran reconocidas a nivel mundial.
Terminadas las contiendas se tomó un breve descanso.
Había llegado a una etapa de su existencia en la que también
le entregaba horas al placer.
Magalí era hermosa, dueña de una figura espectacular,
elocuente como pocas, divertida, compañera.
No tardaría en enamorarse de quien creía sería la compañera
eterna.
Solo le inquietaba la mirada de su mujer, no era
transparente, mirada que podía
atribuirse a quienes guardan secretos difíciles de compartir.
Las veces que abordaron el tema ella cambiaba de conversación,
decidió no inquirir más sobre lo mismo, tal vez en algún momento Magalí decidiría
hablar.
La propuesta de casamiento no tardó en llegar, jamás pensó
que sería desestimada por la mujer, la excusa era no estar preparada para
semejante paso.
Pese a las contrariedades siguieron juntos, ella se mostraba
amorosa, no deseaba que las dudas se apoderaran de su pareja.
En poco tiempo se convirtió en la mujer que todos los
hombres quisieran tener.
El giro fue notorio, no alcanzó para desviar la atención de
Mariano, la mirada de su chica los alejaba.
Planearon las vacaciones en un sitio cálido, días
inolvidables entregados al amor.
Pese a lo alejado del destino siempre encontraban personas
que conocían la trayectoria del cirujano.
Una noche parecida a tantas otras eligieron ir a cenar a un
restó apartado de la ciudad, Mariano ni en sueños imaginaba la historia que
comenzaría a vivir.
Desde otra mesa le enviaron una botella de champaña, la
tarjeta que acompañaba el envío no le decía absolutamente nada.
Ante la insistencia de su compañera no dudó en compartir el
brindis con el desconocido.
Un hombre de apariencia normal, gestos precisos, rostro y mirada indescifrable
no llegaron a poner en alerta al médico.
De regreso al hotel el auto sufrió un desperfecto en la
ruta, se habían perdido las señales de los celulares, en medio de un páramo no
tenían más que esperar el auxilio de otro automovilista que pasara por la ruta.
Las luces de un auto indicaban proximidad, en el instante
que el conductor simulaba auxiliarlos la mujer desenfundó un arma.
Mariano fue esposado y encapuchado, hoy mientras declara
ante las autoridades no puede precisar en que sitio estuvo, si recuerda con exactitud
que durante más de una hora recorrieron rutas inexpugnables, al llegar a
destino, lo obligaron a entrar a un quirófano clandestino dotado con la última
tecnología.
Sobre la camilla esperaba el desconocido del restó, no dudó
en presentarse, los documentos exhibidos acreditaban que era el esposo de Magalí,
un sicario que necesitaba de los servicios del cirujano para cambiar el rostro.
La operación fue un éxito, trasladaron al recién operado a
un destino que no quiso conocer, recibió una fortuna por la intervención.
Con ese dinero podría vivir sin restricciones varias vidas.
La declaración es interrumpida por el llanto desconsolado de
Mariano.
Conmovido el oficial le ofrece continuar la exposición otro
día.
El famoso cirujano expresa que desea terminar con el
calvario que le tocó vivir, regresar a su país.
En el vuelo no puede dejar de recordar a quien tanto amó,
ahora entiende que esa mujer en su mirada turbia solo reflejaba ambición.
http://www.youtube.com/watch?v=BHkESxjlXxg
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