Tarde soleada, brisa anticipando el otoño.
La caminata hasta el cerro de los siete colores en
Purmamarca logra que el cuerpo humano se transforme en ese árbol que está junto
al río, como languideciendo.
Un soplo de aire irá desnudando esos brazos que durante el
estío soporta la espesura de las hojas.
Manto verde que impide se filtren los dorados rayos de sol.
Lugar elegido por quienes necesitan un descanso para
recuperar energía con el objetivo de emprender el ascenso hasta llegar a la cúspide
que ha comenzado a despuntar un pequeño manto de nieves eternas.
El destino será de gran ayuda para llegar a la meta.
No está sola en la aventura otros seres la acompañan con idénticas
inquietudes.
Llegar, llegar es la idea que tienen todos los seres terrenos.
En ocasiones los designios de la vida son caprichosos, aparecen
piedras que de no esquivarlas lastimarían al más experto de los escaladores.
Una bebida energizante será ofrecida al grupo por el guía
que los llevará a cumplir sueños en algunos casos o llamar al olvido cuando se
trata de sepultar la intolerancia, la incomprensión de esos seres que habitan
la tierra que solo se dedican a radiografiar la vida de sus semejantes.
Seres a quienes no les importa si una palabra fuera de
contexto puede tatuar en el alma de otros heridas difíciles de cicatrizar.
La charla previa en el refugio sumará experiencia a los novatos,
será acumulación de efectos para quienes han escalado varias veces la montaña.
A través de pantallas gigantes ubicadas en forma estratégica
se muestra cada rincón del colorido gigante.
El grupo está compuesto por personas de todas las edades,
todos y cada uno previamente son examinados por un médico.
A quienes no pueden acceder al ascenso se les explican los motivos,
los riesgos que correrían en caso de sentir algún malestar que la altura
agravaría innecesariamente.
Jamás sobra la información para evitar sorpresas no
deseadas.
Se invita a todos a dejar en pequeños gabinetes sus
pertenencias.
Las mochilas serán reemplazadas por otras que en su interior
tienen el contenido necesario.
Agua, chocolate, cámaras fotográficas.
En el segundo refugio cada uno de los turistas recibirá
tubos y máscaras de oxígenos.
Todos se muestran conmovidos ante la proximidad de una
aventura que les permitirá llegar a la cumbre.
Nadie sabe ni tampoco imagina que allí no será difícil
encontrarse con la inmensidad, inmensidad que se parece mucho a las puertas del
cielo.
Durante el trayecto las conversaciones entre los escaladores
se van diluyendo.
El paisaje es majestuoso.
Las rocas parecieran haber sido pintadas por el más excelso
de los pintores.
Cada color está definido.
Surgen unidos como los colores del arco iris, ninguna línea
los divide.
Fluyen mágicamente.
Entre las gramillas estallan las flores silvestres.
No es necesario fotografiarlas, las imágenes perdurarán para
siempre en las retinas para luego alojarse en las almas.
En el último descanso será entregado calzado con grampas que
impiden cualquier deslizamiento.
Falta escasamente una hora para llegar al destino
definitivo.
En lo alto colocarán banderas alusivas a los países que han
participado de la excursión.
El cansancio se hace sentir, no tanto como para que cada uno
note entre los colores del cerro una incipiente línea de color oscuro.
Preguntarán al guía sobre esa aparición tan significativa.
Sonriente les responderá que allí yace el espíritu de los
seres opacos.
Invitará a todos a despojarse de los pensamientos que
atribulan los corazones.
El brindis será con agua, la imaginación será capaz de
transformarla en dorada champaña.
Los buenos deseos son los que trascienden todos los tiempos.
Esa pequeña mancha que a surcar la dureza de rocas
milenarias desaparecerá como por encanto.
Libres como los pájaros comenzarán el descenso.
La sonrisa de las almas liberadas eliminará las lágrimas
vertidas por la sin razón.
Todos y cada uno llegaron a la meta.
No importa cuánto tiempo emplearon en llegar al objetivo.
En la vida como en el ascenso al cerro de los siete colores
no se puede comprar ningún valor que atente contra la dignidad de los que aún
creen.
https://www.youtube.com/watch?v=SXWTlYnm1No
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