Mi cielo adorado en destino quiso convertirte en un ángel que estuviera cerca de Dios, en poco tiempo he tenido que acostumbrarme a una ausencia que lentamente fue desgajando mi alma hasta que mi apariencia de mujer se pareciera a la de un autómata que no sabe cual es el camino a seguir.
Comprendo que en vida ideabas que llorara sentías la misma ompoyencia que siento al no poder evitar que briten como si mis ojos fuera un manantial torrentoso al que es imposible detener.
Ytaje vida a la vida con la esperanza que no culminara nunca.
Los designios misteriosos de los terrenales cambiaron todo el panorama.
Inútiles son mis esfuerzos por cambiar esta realidad que duele de una manera que jamás pensé pudiera existir.
Sé que con tu gracia en el lugar donde estés intentas que alguna vez pueda reírme con ganas al recordarte, es imposible.
Cuando se ve sufrir de dolores tormentosos al ser que más se ama surgen miles de preguntas.
¿Qué hice mal?
Entre los dos el amor fraterno era demasiado especial como para poder definirlo con palabras.
Los recuerdos se abarrotan en mi mente,
Intento pensar en los momentos compartidos, instantes en que los dos reíamos con facilidad.
No puedo asumir referirme a vos en tiempo pasado por la sencilla razón que estás a mi lado siempre.
Tu adorada presencia se percibe en los actos cotidianos.
Siento tu perfume, tus ojitos que querían saber más allá de lo que podías comprender.
Recuerdo las noches en que esperaba que te entregaras al descanso, el beso de las buenas noches, tu voz adormecida diciendo “hasta mañana mámá”,
Desde el momento que partiste no hay mañanas ilumnadas por el sol ni noches donde descubríamos la aparición de nuevas estrellas en el firmamento.
No puedo prometerte no derramar más lágrimas, es inevitable ante tanto dolor, solo puedo pedirte como siempre que siempre puedas recordar cuánto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=-Usy6iIbwjg
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