Thursday, October 14, 2010
FINAL FELIZ
Las pruebas de la cápsula Fénix lograron asustarla.
El ruido del metal rozando las rocas la conmovieron hasta el llanto.
Pensó que el operativo había fracasado, que las cuerdas se negaban a sostener la vida.
Las imágenes de las familias sosteniendo un rosario otorgaban más dramatismo a la escena.
Recuerda que había conocido el desierto de Atacama , cuando el sol teñía de matices rojizos la arena.
El viento implacable que levantaba figuras fantasmagóricas, lacerantes para el turista desprevenido.
Ni una flor.
La imagen de un cactus con espinas en el medio de la nada, flores amarillas de finos pétalos coronaban su cúspide.
Ni una vertiente de agua que dijera que allí había vida.
Le pidió al guía detenerse ante la inmensidad amarilla.
Tenía miedo.
El terror se había apoderado de su alma.
No quería que los niños se encontraran en un lugar tan vacío que a los mayores hacia enfrentarse con el fin de la vida.
En pleno mes de enero la cordillera en lo más alto conservaba sus picos nevados.
Sin pedir permiso, las lágrimas brotaban ante la inmensidad de la naturaleza.
A pocos kilómetros géiseres y fumarolas levantaban vapor para alimentar las nubes.
Recordó a otros hombres, deportistas del Dakar que desafiaban la soledad, muchos dejaron su vida en el desierto.
Esta vez era diferente.
Los mineros no habían elegido el trabajo, cobraba fuerza aquello que dice que la necesidad tiene cara de hereje.
Pensó en fechas lejanas para el rescate, se aproximarían las fiestas navideñas cuando esos hombres con la gracia de Dios ayudados por la tecnología pudieran abrazarse con su familia.
Ahogó el más triste de los gemidos, que precede al llanto incontenible.
Escondió la mirada, no quería preocupar a los suyos.
Los niños no conocen los peligros que conlleva desafiar a la naturaleza.
La tierra rugió como en febrero, parecía querer sepultar todo.
El último minero ha sido rescatado de las entrañas de la tierra, el último experto cansado sube a la superficie.
Fénix, tiene el cuerpo dañado, las rocas dejaron sus huellas en la estructura metálica.
Murió y renació en cada ascenso o descenso.
Por fin la tragedia finaliza con un final feliz.
Los mineros viven, el mundo ha orado por ellos.
http://www.youtube.com/watch?v=M2bn3gyFUoY
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