Monday, October 25, 2010
UNA ROSA AZUL
La mañana está fresca, pasea por los inmensos jardines de la mansión.
Una rosa azul llama su atención, no la había visto antes.
Majestuosa se yergue en el cantero bordeado de piedras.
Pasado el mediodía cuando el sol alcance a cubrir con sus destellos dorados ese espacio tan suyo, pedirá a Ofelia, le traiga una copa de vino.
Quiere agasajar al jardinero que ha logrado hacer de ese trozo sureño una postal para admirar.
No es tarea fácil lograr la tonalidad de esa rosa tan especial, menos en un clima que se destaca por el frío continuo.
La primavera se anunció en los pétalos azules de esa flor maravillosa.
La emisora de radio rinde un homenaje a Strauss.
Los acordes de música y violines aparecen en el aire, desbordan belleza.
Mariposas multicolores se posan sobre cada flor.
La melodía la lleva a otras épocas.
El abrigo muta a un vaporoso vestido.
Finas gasas acarician el cuerpo de la mujer.
Siente la gramilla fresca bajo los pies descalzos.
Cerrará por un instante los ojos.
Al abrirlos encontrará la mirada del hombre elegido para acompañar cada minuto de sus días.
Lentamente unirán sus almas eternamente.
Se aman como siempre, como antes, las estrellas y los destellos de la luna serán testigos de un encuentro mágico.
Siente el calor de los brazos que ciñen la cintura, preludio necesario para beber el néctar de sus besos.
Nocturno de deseos cumplidos.
Amanecer rosado, la estrella dorada emerge del agua propiciando nuevos sentimientos.
Utopías que se convierten en realidad tangible.
Final de la melodía, despierta en el instante que Oscar, el jardinero, le trae
una maceta de cristal, contiene dos pimpollos, trémulos ante la brisa primaveral.
Otra vez la vida dice presente en los pétalos de esa rosa sureña que ha robado su color a las profundidades del océano.
http://www.youtube.com/watch?v=ZqWS7LP4hgs&feature=related
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