Suelo sobrevolar sitios virtuales en los que alguna vez he
participado.
Es una manera de estar cerca de quienes han compartido
conmigo la misma fascinación por la escritura.
No afirmo que todo tiempo pasado fue mejor, eso sería
carecer de objetividad, simplemente eran espacios diferentes.
No niego que muchas veces las letras de otros fueron el
disparador de las mías, es un ejercicio entretenido interactuar con los pares.
Las palabras son sanadoras del alma,permiten que cada uno
pueda interpretarlas desde su visión personal.
No se puede expresar con aquellas las motivaciones que se
producen en quien tiene la deferencia de leer tus entregas, transforman
cualquier texto, distintas miradas lo enriquecen.
En un espacio virtual nos encontramos con distintos seres humanos,
como ocurre en la vida real con algunos
tenemos más piel que con otros sin que ello signifique subestimar a nadie dado
que todos son valiosos y valientes al poder expresarse públicamente.
Después de mucho tiempo la violencia verbal ejercida por un
puñado de participantes que querían brillar a sabiendas que la opacidad los
vestía, opté por retirarme de la misma forma en que había ingresado.
En silencio como corresponde.
No obstante no he podido hasta la fecha alejarme del todo,
entro, los leo, aplaudo las poesías y cuentos que llegan a arrancar lágrimas.
Textos maravillosos dedicados al amor, las costumbres, las cosas
cotidianas.
Palabras encadenadas que sin dudarlo resguardé como si
fueran una joya preciada en un rincón del alma.
Recordé que muchas veces había elegido como mejor respuesta
a quien deslizaba un comentario con críticas, críticas que ayudan en el camino del
aprendizaje si uno pretende ostentar el título de escritora.
Pocos son los elegidos para autodenominarse de forma tan
grandiosa, por ello siempre preferí mostrarme como una jugadora de letras.
Han pasado mas de ocho meses desde que decidí alejarme.
Lejos de aquietarse o calmarse cualquier comentario enciende
almas inteligentes.
La violencia verbal es inadmisible en un espacio donde se le
rinde culto a las letras.
Los episodios privados trascienden sin ningún prurito, las
peleas por
permanecer son insostenibles cuando todo debería ser
compartir afinidades.
Tuve la impresión de haber ingresado a una tribu donde todos
querían ser caciques faltándole el
respeto a los ocasionales lectores.
Una de las poetisas más ecuánimes libraba una batalla que se
pudo haber obviado.
Nunca una escritora talentosa puede descender a abismos
insondables para entablar una discusión estéril que salpicará su trayectoria
maravillosa.
Con el corazón estrujado ante tamaña violencia, apagué la
computadora.
No pretendía desentenderme del problema sino reflexionar
sobre el mismo por ello ahora estoy
escribiendo palabras encadenadas.
A quienes tienen oficio les sugeriría no cometan vulgaridades,
sabemos que hay seres siniestros que apuñalan en la oscuridad y desde el
anonimato.
Poetisa, brillas con luz propia, lo has demostrado durante
años.
No desmerezcas tu trayectoria.
No necesitas que nadie te aliente a escribir, tienes el don,
no lo pierdas..
Algún día no lejano espero leas estas palabras encadenadas,
disfruta con la humildad de los grandes.
Te admiro por siempre y para siempre.
http://www.youtube.com/watch?v=k1-TrAvp_xs
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