No desea estar en la orilla del mar,el viento hace imposible
cualquier caminata..
Es habitué de la zona, cuando el clima es más benigno pasea
acompañada de quienes supongo son sus hijos.
He podido escuchar risas y cánticos, sin dudas conforman una
familia feliz.
Soy un fiordo, en el estío mi atuendo es verde, antes de que mis extremidades sean ocultadas
por el océano, las flores silvestres engalanan mi vestimenta.
A diferencia de mis hermanos, los volcanes, en cualquier época
del año mis rocas están cubiertas por follaje verde intenso salpicado de
florecillas de distintos colores.
A esta altura del año el otoño cubre mi superficie con tonos
ocres y dorados.
Discuto bastante con Eolo, suele llegar furioso,no tiene contemplación
con los arbustos que me cubren, con poco esfuerzo los va dejando casi desnudos.
Altanero logra que sienta frío en mis piernas de roca.
Temo por mi estructura cuando el ímpetu de las olas desgasta
mis bases.
Tengo marcas, marcas que aquellas van dejando antes de morir
coronadas por blanca espuma.
Vienen a conocerme desde distintos lugares del orbe, a tal
efecto utilizan lujosas embarcaciones detenidas como un punto en el mar desde
donde pueden fotografiarme.
Entiendo que posteriormente me compararán con mis hermanos dispersos
en distintos lugares del mundo.
Nos parecemos bastante, tenemos la misma madre solo que el
destino eligió para ellos aguas nórdicas y heladas de otros mares.
Los extraño como
cualquier terrenal lo haría con su familia, sin embargo pese a la distancia
estamos unidos, formamos una cadena que atraviesa miles de kilómetros acompañados
de majestuosos paisajes.
Evitamos encontrarnos pese a que el cariño es entrañable.
Hemos comprendido a lo largo de nuestras vidas que un
encuentro produciría desastres geológicos difíciles de cuantificar.
Apreciamos la vida postergando el reencuentro que en algún
momento se producirá.
En nuestra vida desterramos las prisas para darle cabida a las pausas.
Casi todos creen que pueden visitarme a bordo de una nave,
no niego que la vista es diferente, salida de un cuento, no obstante hay otros
elegidos que pueden llegar a mi sin necesidad de abordar un crucero fantástico.
Ver su figura recortada en la playa estimuló mi corazón de
piedra para desafiarla.
No surgió de un instante a otro, percibía que era perceptiva
y quise tenerla a mi lado.
No me equivoqué, una tarde dorada por un sol pálido, ella
encontró un atajo para llegar.
Amante de las aventuras, atravesó el bosque que me antecede,
no tuvo miedo a la presencia de posibles alimañas considerando que se hallaba
en un sitio desconocido.
Solo cargaba una mochila en la espalda, allí guardaba la cámara
de fotos y agua mineral.
Cuando llegó a mi cúspide no estaba cansada, la mirada
buscaba paisajes que desde el mar no se pueden visualizar.
Tenía ganas de hablarle, opté por el silencio para no
asustarla.
Ávida contempló las bellezas naturales, tomó algunas fotos,
el resto quedaría para siempre tatuado en su alma.
No quise interrumpir sus reflexiones en el momento que
desbordaba sus lágrimas, parecían gotas de rocío rodando por su rostro.
Lejos de mi, inmiscuirme en sus pensamientos.
Restregó con sus manos de porcelana el llanto incipiente.
Hasta donde yo sabía no era una mujer vulnerable sino
fuerte.
Se quebraba ante la injusticia que cometían sus iguales.
En ningún momento demostró tener heridas en el alma.
En voz alta como una letanía me contó de sus desaciertos, no
eran demasiados.
Supe que odiaba la traición de supuestos amigos del alma,
seres a los que le había brindado todo y no alcanzó.
Quería abrazarla.
¿Cómo hacerlo si soy una enorme piedra?
En mi vida no existe el tiempo tal como lo conocen los
humanos, ergo no puedo decir cuánto estuvo a mi lado.
Una sonrisa la acompañaría
durante el regreso.
Se reuniría los suyos cuando el crepúsculo con sus matices
cubriera el Universo.
Afirmo que aquí dejó
la mochila que en su interior cargaba la ignorancia y envidia de los
seres opacos.
Percibí que transmite luz, la luz de los que nada esconden.
Ignoro si alguna vez volverá a recorrer el mismo sendero que
la trajo, espero volver a verla, en esta vida o en otras.
Nada importa en el instante que la verdad se transforma en reina.
http://www.youtube.com/watch?v=jeIQmL017_s
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