DEVASTACIÓN

Hijo de mi alma no hat palabra que oueda definir en su real dimensión los sentimientos de una ma madre que ha perdido un hijo,
Tal cez solo podría compararse con una ciudad arrasada por un fenómeno de la naturaleza.
Yierra yerta que no podrá recuperarse.
En aquellas solo queda devastación, nada que pueda recomponerse aún cuando inexorable pase el tiempo.
Así me dejó tu prematura partida.
Tengo la apariencia de una mujer sin embargo interiormente estoy coomo un rompecabezas al que es necesario intentar armar nuevamente.
Odio despertar cada mañana, te extraño de una manera indescriptible.
Durante tu corta vida suimos compartir todo, pocos entendían la complicidad existente entre los dos.
Necesito la tibieza de tus manos para que le den calor a las mías, preciso desesperadamente volver a verte a través de un sueño.
Un instante en el que pueda observar la ternura de tu mirada o el descontento que expresabas con ella cuando algo te resultaba desagradable.
No hacía falta que pronunciaras una sola palabra para que entendiera tu pensamiento.
Muchas veces me preguntaron cómo hacía para comprender tu desasosiego, solo me bastaba mirarte para entender que algo por pequeño que fuera no te agradaba.
Es un tormento no escuchar tu voz, tu risa contagiosa oír una vez más que me llamabas por el apellido cuando querías contarme algo muy serio, asó definías tus preocupaciones de ser brillante.
Tus cualidades producian inmediata admiración en quienes recién te conocíam.
Todos esos detalles quue conformaban una personalidad tan férrea como profunda hoy no las tengo.
Nada llama mi atención, ni siquiera el trino de los pájaros que se apoyaban en el dintel de la ventana regalándonos tiernas melodías.
Tampoco escucho la música que compartíamos, las caminatas donde me cuidabas para que no me lastimara.
El estado de orfandad es absoluto.
La soledad que produjo tu ausencia es mi eterna compañía.
Bada me atrae, solo la posibilidad que otorga el movimiento junto al pensamiento me hacen sentir que estoy vuva.
En medio de ese estadío tan doloroso como solitario me pregunto para qué sigo, Preguntas que solo tienen ese significado, interrogantes que jamás obtendrán respuesta jamás.
Recuerdo que entre los dos encontrábamos solución a los pequeños inconvenientes cotidianos.
Siempre encontrabas el camino correcto y simple para transformar mis lágrimas en sonrisas.
Sé que tu espíritu está en lo más alto del Universo.
Un sitio tranquilo donde la palabra sufrimiento no tiene cabida.
Quizás sea egoísta por pretender que siempre estuvieras a mi lado, es natural ninguna madre está dispuesta a perder al ser que engendró pñara darle vida.
Hay pasajes de tu vida que fueron pícaros, graciosos más no puedo recordarlos en paz cundo tus últimos días fueron tomados por el sufrimiento, sufrimiento innecesario cuando se avizoraba el final menos esperado.
Con frecuencia me pregunto si habré sabido demostrarte cuanto te quise.
Quisiera volver a escribir como antes, lo he intentado sin suerte.
Siempre serás el dueño de mis letras, el primero que se asombró al ver publicado en la revista dominical de un diario un cuento de su madre.
Recorriste varios puestos de periódicos hasta que encontraste la revista.
La felicidad se asomaba en tu rostro, a todos le contabas que un cuento de mi autoría había salido publicado en la edición de papel.
Fuiste mi primer fanático, imposible olvidar ese días o tantos otros que compartimos con alegría.
Qyusuera evocarte con una sonrisa, no es tiempo.
Verte padecer fue minando mi alma de una profunda tristeza.
Por vos mi cielo hago esfuerzos para que quienes me rodean me ven un poco mejor.
En algún momento se recrearán esos días, tengo la certeza que jamás volverán a ser parecidos.
Tu ausencia mi vida lentamente comenzó a actuar como un corrosivo imposible de detener.
Mientras espero el momento del reencuentro como siempre te pido que más allá de las circunstancias que impuso el destino nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=rLRCdamydjo