Lo conoció en la feria del libro.
Ella estaba en un stand pequeñito, apenas podía moverse entre los libros apilados.
Hoy el novel autor vendría a firmar ejemplares de su primera novela.
Lucía con orgullo la remera con la foto del novelista, los cabellos sujetos en una gorrita con propaganda de la feria más famosa de Buenos Aires, sitio en que se unen la cultura y las ganas de leer para enriquecerse..
Acomodaba en los estantes las obras, las tapas brillosas parecían un espejo en el que gustosa se reflejaba.
Estaba colocando el último afiche cuando apareció un joven de cabellos azabache idéntico a los ojos que no cesaban en recorrer la diminuta figura de la muchacha.
El escritorio estaba listo, sobre él algunos libros, un pequeño florero contenía flores multicolores.
Un tintero antiguo y una pluma habían sido las únicas exigencias del escritor para autografiar cada libro.
La imagen del recipiente la hacía soñar
Se sentía turbada ante tanta gente, las visitantes más jóvenes suspiraban por la belleza gallarda del autor.
La música tenue acompañaba la escena.
A medianoche cerraron las puertas del salón.
Concluida su tarea felicitó al escritor, él la abrazó con fuerza.
El silencio permitía escuchar la respiración de la pareja.
Cual pájaros las hojas de los libros aleteaban alegremente.
Entre gemidos y besos nacería el título de la próxima historia.puede ser la tuyo o la de ellos prevalece dar rienda suelta a los sentimientos nacidos en el corazón.
Ella estaba en un stand pequeñito, apenas podía moverse entre los libros apilados.
Hoy el novel autor vendría a firmar ejemplares de su primera novela.
Lucía con orgullo la remera con la foto del novelista, los cabellos sujetos en una gorrita con propaganda de la feria más famosa de Buenos Aires, sitio en que se unen la cultura y las ganas de leer para enriquecerse..
Acomodaba en los estantes las obras, las tapas brillosas parecían un espejo en el que gustosa se reflejaba.
Estaba colocando el último afiche cuando apareció un joven de cabellos azabache idéntico a los ojos que no cesaban en recorrer la diminuta figura de la muchacha.
El escritorio estaba listo, sobre él algunos libros, un pequeño florero contenía flores multicolores.
Un tintero antiguo y una pluma habían sido las únicas exigencias del escritor para autografiar cada libro.
La imagen del recipiente la hacía soñar
Se sentía turbada ante tanta gente, las visitantes más jóvenes suspiraban por la belleza gallarda del autor.
La música tenue acompañaba la escena.
A medianoche cerraron las puertas del salón.
Concluida su tarea felicitó al escritor, él la abrazó con fuerza.
El silencio permitía escuchar la respiración de la pareja.
Cual pájaros las hojas de los libros aleteaban alegremente.
Entre gemidos y besos nacería el título de la próxima historia.puede ser la tuyo o la de ellos prevalece dar rienda suelta a los sentimientos nacidos en el corazón.
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