Friday, October 02, 2009

UN MONASTERIO TIBETANO



El maestro en compañía de su discípulo caminaba por la ladera de la montaña.

Le enseñaba a clasificar las hierbas comestibles de las que no servían.

Durante la caminata el joven interrogaba al Lama sobre el sentido de la vida en el Monasterio del Cielo.

Con sabiduría le respondía que su misión era encontrar valores y paz.

Esa tarde cuando escalaran la montaña tendrían tiempo de conversar, ahora debería llegar al gran mercado para vender las hierbas perfumadas contenidas en un canasto.

Serían vendidas para ayudar a la economía del lugar que los albergaba.

Inquieto el muchacho le preguntó por qué no había cerrojos en las puertas de la construcción.

El lama le respondió que cualquiera de los habitantes del lugar cuando se sintiera preparado podría enfrentarse a la vida.

No del todo conforme con la explicación accedió a llevar unos documentos a otro monasterio de la comunidad.

En el camino vio dos hombres discutiendo en voz alta atemorizado se dirigió a ellos, les pidió que resolvieran sus diferencias sin violencia.

El más corpulento se acercó desafiante, el joven pensó que recibiría un golpe.

Como pudo sostuvo la mirada cargada de ira de su oponente.

Azorado recibió una palmada en el hombro y la gratitud de quien segundos antes lo amenazara.

La emoción apresó su mente, siguió el camino hasta el monasterio de Tan Tan.

El lama que recibió los documentos le ofreció un vaso de agua al verlo alterado.

Le contó lo sucedido en la calle.

Una sonrisa sabia se dibujó en la cara de quien lo recibiera, le pidió que contara a su maestro que había dado la primera lección aprendida.

El respeto debe privar entre todos los hombres de buena voluntad.

No comments: