Sunday, August 22, 2010
JUGAR CON FUEGO
Desde la creación del hombre el fuego ha obrado de manera a veces mágica y otras perversas.
En la antigüedad el fuego era considerado sagrado.
Hefesto era adorado por los creativos, Vulcano por su temerosidad.
Nadie puede negar que el fuego es parte del hechizo del amor en dos seres que se aman, necesitan de él para alimentar sus pasiones.
No existe nada más emocionante que ver la antorcha encendida que portan los deportistas cuando encienden la pira, han recorrido un largo camino para concretar sus ilusiones, con el único objetivo de trascender la historia de los pueblos.
Quedamos perplejos cuando el fuego arrasa con bosques y poblaciones.
Solo detiene la presencia magnifica el agua que trata de apagar los pensamientos de los indolentes que solo causan daños irreversibles.
A ella le toca vivir una época donde el fuego se enciende en cualquier parte.
Una palabra mal interpretada puede desatar una tragedia.
Atiza los leños, desde la noche anterior obstinada la nieve intenta ayudar a apagar el fuego mal encendido.
No encuentra tranquilidad en las letras que otras veces la han ayudado a distenderse.
No imagina tener que huir de su lugar por pensar diferente.
Piensa que se lograría mucho más si los seres humanos, como tales se prestaran a un dialogo sincero.
Sin luchas de poder que solo son efímeras.
Cierra las puertas antes de salir a caminar por la playa, antes solo necesitaba colocar una llave.
La intolerancia la ha tornado más previsora.
La desidia se ha instalado en todas partes.
Dos seres maquiavélicos intentan romper con las reglas establecidas desde hace tantísimo tiempo.
No tiene medio por ella, no puede negar que el horror se presenta cuando esos seres perversos abusan de los que menos tienen.
Días difíciles marcarán el destino de muchos compatriotas.
Se ha vulnerado todo, hasta el punto de transitar el camino de los bárbaros.
Pareciera que muchos duermen el sueño de los injustos.
Espera que Morfeo no los despierte para no desatar la tragedia.
Desde su lugar seguirá hilvanando letras, no importa si es leída por muchos o pocos, prevalece el intento de sostener una paz duradera.
Paz, blanca como las alas de los ángeles que las han replegado ante semejante espectáculo.
Es hora de ir a la iglesia abierta que se erige cerca de los cerros, entre las ramas de los alerces, la imagen del hombre que pudo unir pensamientos divergentes, Él que tiene la cabeza coronada con espinas lacerantes, la invita a rezar para que todos encuentren el camino correcto.
http://www.youtube.com/watch?v=wIqBtKJ2T_M
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