Monday, August 30, 2010
TINIEBLAS
Meses antes había comenzado con una molestia en sus ojos, era imprescindible la visita con el especialista.
No diría nada a su familia, la distancia a veces logra que sumada a la ansiedad, las pequeñas dificultades aumenten de tamaño.
La primera consulta apenas la tranquilizó, deberían practicarle distintos exámenes y así dar con el tratamiento correcto.
Siguió con la rutina de todos los días, despedir a los niños cuando venían a buscarlos para ir a la escuela, esperar que el termómetro elevara un poco la temperatura para dar su consabida y acostumbrada caminata por la playa.
Un ser superior quiso que se instalaran en ese lugar en el mundo, alejado de las grandes ciudades, con vida tan propia que las cuatros estaciones eran capaces de modificar los dictados de Cronos.
Amante de la música reía cuando escuchaba al maestro Vivaldi, seguramente los acordes de las famosas Cuatro Estaciones no se habían inspirado en ese lugar tan pequeño y mágico que el destino había elegido para que residiera, hoy piensa que la elección fue mutua.
No imagina vivir en otro sitio que no tenga cerca el mar y los cerros.
Esa bahía que parece salida de un cuento, donde el agua en su danza infinita lentamente desgasta las rocas que mueren en la playa.
Arenas finísimas que dejan que el caminante deje su huella.
Cielos grises que traen tormentas de nieve.
Brisas saludables que se unen para disipar las nubes y convertirlo en una carpeta translúcida que pareciera terminar en la línea imaginaria donde se une el océano y el universo celeste.
Los colores cambiaban hasta que aparecían los púrpuras y rosados que trae el crepúsculo, ello indicaba que era hora de regresar a la casa.
Mañana sería el día señalado para que su mirada recuperara el brillo de siempre.
La ansiedad ante lo desconocido aumentaba.
Mientras se dirigía al consultorio del especialista se preguntaba si había hecho bien en investigar tanto sobre el tema que la aquejaba, no era para nada grave, ahora comprendía que cargarse de información muchas veces es contraproducente.
La sesión con el especialista fue amena, él cantaba antiguas canciones en idioma alemán para que la paciente se distendiera.
En veinte minutos había transcurrido todo.
La visión borrosa la llevó a pensar en todos los seres que el destino quiso vivieran en tinieblas.
Una lágrima rodaba por el rostro cuando el tibio sol asomó en el firmamento.
Abraza a sus hijos que la esperan mientras el hombre que más ama en la vida por un rato se convirtió en su bastón.
Todos celebran, esa tarde alrededor del hogar que contiene los leños encendidos, nacerán nuevas historias de vida para compartir siempre.
http://www.youtube.com/watch?v=oiFTXckh0zU
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