UN ÁNGEL PARA EL CIELO

Hace días que sus letras estaban presas de la tristeza.
Más animada, observando el paisaje nevado intentó escribir un cuento policial sobre un famoso asesino.
No pudo, la noticia que acababa de escuchar movió sus fibras más íntimas.
Los médicos que hacían lo imposible para mantenerlo con vida optaron como último recurso, colocar en la incubadora que lo mantenía vivo, los latidos del corazón de su madre, sumida en un sueño que nadie sabe cómo va a terminar.
La tristeza aumenta, ella es madre y no dudaría en dar la vida por un hijo.
Los designios de la vida son insondables, nadie conoce el futuro, no sabe si es mejor o peor imaginarse un final no querido.
El bebé vino al mundo de la manera más traumática, lo arrancaron del seno materno para que sobreviviera.
Durante siete días recibió caricias provenientes de manos anónimas.
Había establecido una comunicación directa con el ser que lo anidaba.
Muchos planes y sueños.
Casa nueva para recibirlo, comenzar un camino colmado de proyectos.
La mamá duerme, no sabe que Dios necesitaba otro angelito en el cielo, no pudo conocerlo más que a través de una foto.
La aspirante a escritora suma más tristeza a la que tenía desde hace unos días, tiene muchas preguntas que jamás tendrán respuesta.
La rabia sumada a la impotencia resquebrajan los sentimientos, está desbordada.
La inoperancia, la desidia, la intolerancia sucumben ante el poder del dinero.
Señores de traje y corbata, muestran caras dolientes, adecuadas a las circunstancias.
Mentirosos con jerarquía no pudieron prevenir aquello que es previsible.
Ellos tienen custodios armados hasta los dientes, se desplazan en autos blindados que les impiden ver la realidad.
Malditos a los que solo les interesa figurar en las portadas de los diarios, besando a un niño para la foto.
Quiera Dios cubrir con el manto de la justicia divina, a esos héroes con pies de barro.
Que por un instante sientan el dolor de una familia a la que el dinero no podrá devolverle la gracia de acunar el primer hijo.
No hagan más daño, muchas vidas se pierden mientras Ustedes sonríen para la foto, muchas más se perderán ante la inercia.
Ella es madre y siente dolor como propio.
Se acaban las palabras para darle paso al silencio.

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