Hace centenares de años todos querían buscar los orígenes de
la Piedra Filosofal ,
para algunos era una alquimia que todo lo transformaba en oro o bien podría a través de ella acceder a la vida eterna.
Mi búsqueda es más sencilla, no aspiro a convertir en
riquezas absolutamente nada, tampoco quiero una bebida milagrosa que extienda
mi paso por la vida terrena más allá de lo que corresponde que sería el bagaje
que tengo impuesto por el destino desde el momento que mis padres escucharon el
primer vagido y sintieron que en sus almas había espacio para albergar más amor
filial.
Podría definirme como una mujer sencilla y observadora,
observaciones que me permiten con una cuota adicional de intuición entender
ciertos comportamientos que solemos tener los seres humanos.
Algunas incógnitas he podido resolver, entiendo y tengo
asumido que el camino por recorrer es infinito y más de una vez mis
sentimientos serán puestos a prueba para sortear los obstáculos que se
interpongan en ese camino misterioso.
Camino que trato no se asemeje al bosque, bosque poblado por
distintas especies, tan tupidos que impiden que los rayos del sol lleguen al
suelo donde me encuentro apoyada.
He conocido diversidad de seres humanos, algunos con
demasiada sensibilidad otros con una dosis tan grande de miserias que me dejaban
perpleja.
A todos y cada uno traté de comprenderlos.
En ocasiones la suerte fue mi fiel compañera, en otras debí
atravesar tantas barreras que quise bajar los brazos
Luchadora nata buscaba y sigo buscando el vaso medio lleno,
descarto la otra mitad por estar vacía de contenido.
Vacía de contenido y con turbiedades que solo se pueden ver
si se sabe mirar.
Lejos de ser perfecta mi única intención es buscar el
equilibrio en todos los órdenes de la vida, no siempre todo es alegría y
barullo, en determinadas ocasiones elijo la orilla del mar para pensar y dar
rienda suelta a mis sueños.
No hay nada más reparador que observar el movimiento continuo
del agua, todos los días el espectáculo es diferente.
Sigo con la mirada la escuadra de gaviotas que surcan el
cielo, escuadra perfecta, armoniosa, estoy segura que entre ellas no hay
vanidades que a nada llevan.
Puedo afirmar que alguna vez quise parecerme a ellas, poseer
alas imaginarias que me lleven a cumplir cualquier derrotero.
Volar tan alto permitiría que me alejara de las miserias
humanas, alejarme del halago fácil que suele cautivar a quienes no tienen los
pies posados en la tierra.
Pese a esos vuelos imaginarios donde planeo en las alturas,
mi mente se niega a olvidar los episodios violentos que acarrea una palabra pronunciada
fuera de lugar.
Si supieran el daño innecesario que producen optarían por un
sano silencio..
El cielo comienza a cubrirse de nubes oscuras, algunos
jirones permiten observar las estrellas que van encendiendo el Universo, crepúsculo
semejante a la paleta de un pintor donde prevalecen los púrpuras y violetas que
anteceden a la oscuridad de la noche.
Es hora de regresar, es el instante de desandar el camino.
Mis pisadas quedarán marcadas en la arena, seguramente las
olas traviesas las eliminarán con su danza.
Los ruiseñores emprenden la retirada, en los nidos esperan
sus crías, escucho sus gorjeos, pareciera que se están despidiendo, no sin
antes hacerme saber que mañana en el mismo lugar, a la misma hora volveremos a
encontrarnos para compartir todos los sentimientos que alegran un alma
inquieta.
No deseo cerrar puertas que siempre he mantenido abiertas,
tengo asumido que es fácil recibir, más es importante saber dar para arrancarle
una sonrisa a todos los que sufren en su tránsito por la vida.
Todo es posible, basta proponérselo.
No se necesitan los beneficios de una Piedra Filosofal, no
se necesita convertir todo en oro, no se necesita alcanzar la vida eterna.
Solo es necesario despojarnos de esa mochila absurda que nos
hace caminar encorvados, postura que impide mirar con los ojos del alma, la belleza
que a diario nos regala la vida.
Vivir es compartir sin renunciar a nuestras convicciones.
Vivir plenamente no es una utopía, es nuestra obligación
primigenia diluir las tinieblas que muchas veces nos toman como prisioneros de
la nada misma.
http://www.youtube.com/watch?v=_y7bdbrmLCg
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