NUESTRAS MANOS UNIDAS ETERNAMENTE

Mi vida pronto se acerca el mes aciago que pende inerte del calendario.
Antes significaba el anticipo de la primavera, el mes de las dlores, donde comienzan a sembrarse las semillas de los sentimientos que perdurarán más allá de los tiempos.
Estamos en las puertas de ese mes tan trágico para nuestras vidas.
La tuya tendría un final inesperado como injusto.
A partir de ese momento me convertiría en la sobreviviente de la soledad.
Una soledad amarga que no puede paliarse con nada, una soledad que como un virus extraño se lleva lo más profundo de nuestros espíritus.
El tuyo vuela en libertad en los espacios celestes, juega con la luz de las estrellas, se hamaca tendiendo una soga imaginaria entre dos de ellas.
Los destellos plateados de la Luna velan tus sueños.
Los ángeles portando sus cítaras para que escuches bellas melodías te indican que cuando la inmensidad del cielo se torna rosada comienza el alba.
Para vos es un mundo nuevo.
Un mundo que nunca será corroído por las miserias humanas.
Un mundo celeste donde la muerte que azota a los seres terrenos debe rendirse arrodillaba de la misma manera que ve como nos arrastramos en el mundo terreno por el dolor que ella nos causa con su sonrisa siniestra al llevarse consigo la vida de los seres que más amamos.
He decidido ignorarla temporalmente a esto que se conoce como vida he descubierto que a ella no le interesa en demasía, nos posterga impávida para después. Un después que no tiene demasiada importancia.
Ella se lleva a los seres que desde su lugar han brillado con luz propia.
Devora sin pausa la mente de los iluminados para no aprender absolutamente nada.
Por más que cambie de vestimenta es siempre la misma.
Con distintos atuendos su tarea es monótona.
No dudo que existan seres humamos que le temen.
En mi caso particular es totalmente indiferente, llegará cuando sea el momento, no le tengo miedo creo que tampoco respeto, mi sentimiento hacia ella podría definirse como la nada misma.
Nunca le perdonaré que en la plenitud de tu vida te haya arrancando de mi lado.
En todos los planos existen sentimientos míseros.
Estoy segura que no soportaba la intensidad del amor que una mamá prodigaba a su hijo y menos aceptaba la manera en la que era correspondida.
Estoy , esa palabra te alcanza para comprenderme, sería cinismo decir que estoy bien, hipocresía si pensara lo contrario.
Tratando de recuperar mi visión para acariciar tus imágenes sin distorsiones.
El camino a recorrer es largo, la tranquilidad de saber que camino sostenida por tu mano tibia me otorga un poco de paz y confianza.
Hay algo que no puedo cumplir para que todo sea exitoso y es justamente no hacer aquello que tanto te conmovía.
Hijo perdoname aún me cuesta controlar las lágrimas.
Quienes me quieren lo sugieren constantemente es difícil hacerlo.
Silencioso el reloj del tiempo continua su marcha.
En ocasiones quisiera detenerlo en el pasado reciente donde fuimos tan plenos, en otras oportunidades quisiera que sus agujas enloquecieran y adelantaran su curso para poder reencontrarnos.
Solo Dios sabe cuando ocurrirá ese evento tan anhelado.
Mientras esperamos solo te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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