NUESTRO CÓMPLICE

Mañana desapacible.

De esas que se llevan nuestros recuerdos más queridos sin decirnos hacia dónde van.

Después de tantos meses de aislamiento, la primer idea es huir hacia la libertad.

Enclaves solo conocidos por nosotros donde el tiempo no se tiene en cuenta o es nuestra intención olvidar a ese viejo cómplice tan amigo de la persecución.

Necesitamos tenerlo en cuenta para gozar de los espacios que tienen un hijo y su mamá.

En suelos planeamos un viaje como tantos otros.

Me pediste no llevara demasiado equipaje pues no sabías el destino del mismo.

Una idea encantadora que no tardé en adoptar,

Si necesitábamos algo, sería adquirido en el camino.

Solo llevaría el maletín de mano.

En uno de los laterales cargaría recordatorios de todos los besos que tengo para darte.

Listado de caricias y demostraciones de amor maternal.

¡Qué insípida la vida de las mamás que se aburren con sus hijos que los dejan al cuidado de niñeras y solo los ven unos minutos al día!

No es lo mismo madre de tiempo completo que aquella que lo saluda desde el auto pues tiene que concurrir al club.

Elecciones de quienes no saben valorar el amor de compartir un suspiro con el ser que se trajo a la vida.

Llegué en horario al aeropuerto.

Sentí desazón al no verte.

Pediste te esperara en la pared de vidrio que forma un reloj,

Nuestro cómplice no podía faltar.

¿Será una señal?

¿Indicará ha llegado nuestro tiempo de compartir para siempre?

Consulto con el que llevo en mi muñeca izquierda.

La hora no tiene nada que ver con la real.

¿Premonición?

¿Marcará aquella que tengo asignada para abandonar suelo terrenal?

No demores amor.

La presencia del reloj gigante ocupándola pared, logra incomodarme.

Es raro hayas elegido este sitio, conociendo mis peleas con Cronos.

¿Recordás que comenzaron con tu ausencia?

¿Quién de los dos comenzó la discusión?

Mi querido fui yo al notar que a cada pregunta en lugar de responder me miraba como si hubiera visto un extraterrestre.

Detesto las personas que quedan en silencio porque no desean contestar.

No es signo de buena educación.

¡Qué bueno estás llegando!

En minutos podré darte un beso.

¿Me contarás el destino de este viaje inesperado?

¿Por qué te alejás?

¿Quién es la persona a la que has entregado un sobre señalándome?

Nerviosa tomo aquel.

Al abrirlo u letra hermosa dice: “Mamá querida, abordá el vuelo junto a los otros pasajeros.

No te asustes.

Ellos cumplirán el mimso derrotero que vos.

Son personas que abandonan la tierra.

El destino es la eternidad.

Lo has pedido tantas veces que me han concedido la petición.

No temas.

En apariencia es un vuelo común.

No podrás hablar con nadie del pasaje.

Todos han perdido la capacidad de conversar.

Cuando lleguen a los asientos asignados, perderás la voz.

Eso les, sucede a las personas que parten hacia otras dimensiones.

No puedo sentarme a tu lado pues hice este trayecto hace más de cinco años.

Entrega el maletín de mano cuando te sea requerido.

En el lugar que estaremos no lo necesitarás,

Mamá querida intenta relajarte, si puedes dormir mucho mejor.

Conociéndote, no harás nada de aquello que te pida.

Estaremos bien.

Te amo mamá.

Seré yo quien te reciba cuando llegues a la eternidad.

Confiá en mí.

Nadie nos volverá a separar.

Juntos intentaremos olvidar los malos momentos que pasaste.

Me contarás del aprendizaje de todo este tiempo.

Te pido recuerdes con mucho amor a la familia chiquita que quedó en suelo terrenal.

Está todo dispuesto para que estén bien.

Sé no tenías tareas en la tierra.

Recordá con el amor que te brota siempre a todos los que alguna vez te dieron una mano.

El resto se irá yendo de tu memoria.

Estaré esperándote.

Te quiero mami”

Guardo el sobre en el bolsillo de mi saco.

Mi más grande utopía cristalizará.

Estoy en paz.

Sé que en esta ocasión nadie podrá separarme del ser que más amo en mi existencia.

No formularé preguntas.

La tranquilidad interior que poseo, no la había sentido nunca antes.

Mi hijo no me podía fallar.

No estoy soñando.

El viaje es tal cual se describe en la nota.

No hacen falta las palabras cuando el alma desborda el amor más puro.

Tampoco haré planes.

En esta otra vida que acaba de empezar todo fluirá.

Te amo hijito.

Quiero llegar a vos.

Mientras lo hago no olvides cuanto te quiere tu mamá.

 

https://www.youtube.com/watch?v=_ms21Qt78VA