Mañana
soleada para saludarte.
Se
extrañaban los rayos dorados de Helios.
Al
aislamiento que pareciera no encuentran un final digno como en otros países del
orbe, lo dinamizo viajando con el pensamiento a paisajes que recuerdan cuadros
de pintores famosos.
Alguna vez
tus manos recorrieron vitales las reproducciones de uno de los libros que hubieran
formado parte de tu biblioteca.
No pudo ser.
Tal vez
desde donde estás, donde nadie se ufana en ser mejor que sus iguales.
Quienes así
se manifiestan deberían conocer que la mejor respuesta que pueden dar cuando
desconocen sobre un tema, es el silencio.
Nadie puede
saber todo de todo y tampoco nada de nada.
Cuando de
temas delicados se trata, es mejor callarse a decir que nuestro país está mejor
que otro.
Por una
cuestión de educación y diplomacia es saludable no decir nada.
Quienes aquí
vivimos nos damos cuenta que es algo que se dice sin detenerse a razonar un
instante.
Por ello
prefiero recorrer las páginas de un libro que aún cuando no contengan palabras
demuestran sabiduría.
Es asó que
me detuve en varias pinturas de Claude Monnet, discípulo de mi pintor favorito.
Claude no
solo inmortalizó a la bella Camille en La Mujer de la sombrilla sino que
tiene varias pinturas sobre la estación
que se aproxima.
Primavera
retratada desde varios ángulos con el propósito de resaltar la belleza de las
distintas variedades de flores.
Elegí las
que sabía coincidirían, con tus gustos,
tan semejantes a los míos.
La lámina
originales del tamaño de las que siempre utilizo en estas conexiones que
permiten nos mimeticemos un poco más.
Desde hace
varios días, la página minimiza las imágenes.
Ignoro cuál
es el motivo.
Tampoco
entiendo por qué se gorman sangrías al colgar los cuentos
Un estilo que dejó de usarse hace más de un siglo en la
escritura moderna.
Estoy
acostumbrada a la apariencia anterior.
Mucho más
prolija, donde se pueden apreciar en detalle las vistas seleccionadas.
Informaron
del cambio de plantilla.
Nunca
dijeron sería reducido a su mínima expresión.
Quienes escribimos
asiduamente no podemos dejar de buscan armonía, tanto en el texto como en las
imágenes.
No es lo
mismo colocar una de tamaño normal, respetando la original y al día siguiente
colocar un sello postal donde no se distinguen con fluidez, en este caso
variedad de flores.
Al ser tan pequeñas
no se llega a diferenciar una especie de
otra.
Además de
ser una falta de respeto para nuestros lectores.
¿Querido en
tu cielo hay flores?
¿Quién está
encargado de cuidarlas para que mantengan su belleza natural?
¿Cuál es el
líquido que rocía sus pétalos?
¿Agua del
manantial donde beben los pájaros o las lágrimas de alguno de Ustedes
extrañando el beso matutino de las mamás, deseosas de dejarlos en las mejillas
de sus hijos?
¿Alguna
entidad conoce el fracaso que sentimos al no poder concretar algo tan básico?
¿Sabías en
un rincón de mi alma guardo las caricias que a lo largo de este tiempo me
impiden darte?
¿Falta mucho
para que aparezcas en mis sueños?
Cuando todos
estos episodios me conmueven no puedo dejar de asociarlo con los niños
abandonados que vuelven a verse en las calles.
¿Cómo es
posible abandonar vida?
¿Nadie
piensa en los peligros que corren esos pequeños?
Solo
imaginarlo eriza la piel.
No es el
pensamiento de una escritora delirante.
Sucede más a
menudo de lo que Ustedes pueden pensar.
Envuelta en
pensamientos contradictorios, nunca me
cansaré de señalar a quienes declaman una cosa y la realidad es otra.
Debe ser por
ello que para este enlace que nos une un poco más. Busqué las flores más lindas
para poder contemplarlas juntos.
No han sido
cortadas de sus plantas.
Conforman
canteros gigantes.
La vista se
pierde admirándolas.
El perfume
que emana de ellas permite volar hacia lugares que no conocemos.
En mi caso
deseo pasear por el universo que contienen a quienes no está más en suelo
terrenal.
Permanecen
para siempre en el alma de quien los trajo a la vida para que vivieran.
“Los hijos no
deben morir”
Duele la
ausencia.
No es
suficiente escribir cuanto te amo.
Necesito
verte.
Eras vos
quien debía cerrar mis ojos para que emprendiera el último viaje.
¿Por qué te
adelantaste?
¿Por qué no
pude retenerte?
¿Por qué no
nos dejaron viajar juntos como siempre?
¿Qué hice
mal para que nuestros sueños quedaran truncos?
¿Será
factible el reencuentro?
¿Es solo una
entelequia?
¿Cómo
decirte que sin vos la vida no tiene sentido?
¿Podrás
recordarme?
Te necesito.
No olvides
cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=4PdYZ8BiudA
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