“Te extrañé
mamá.
Fuero
demasiados días sin establecer estos contactos únicos”
Días eternos
en los que estuviste de manera permanente con el propósito de morigerar el
sufrimiento de la enfermedad, en esta ocasión demasiado cercana a producir el
milagro del reencuentro.
“¿Por qué
tus lágrimas mami?
Fueron casi
tantos días como los que pasamos allá hace cinco años.
Ma, mis
sentimientos eran encontrados.
Deseaba con
el corazón en la mano la posibilidad de darnos esos besos y abrazos
aletargados.
Sin embargo
no quería sufrieras.
Vos que
tenés casi todas las respuestas ¿Podrías decirme por qué los senderos de la
vida y la muerte en alguna parte se parecen?
Tu lividez
asustaba.
Estabas en
las mejores manos para retomar nuevamente las letras.
La ciencia
médica sana, no hace milagros, tu estado era preocupante.”
Hijito en
ciertas instancias de la realidad a veces
es mejor no insistir en preconceptos.
Mi lugar
siempre estará a tu lado.
Por eso el
llanto.
¿Por qué la
impotencia de no poder estar juntos como antes?
¿Por qué los
valores se han trastocado?
“Mamá, no
tengo esa respuesta, desearía poder resolver todos los dilemas que sacuden terrenales como humanos.
¿Dónde
conseguir las herramientas para comenzar ese trabajo que todos esquivan.
Formaríamos
un buen equipo para comenzar a pensar en el otro, no solo de lo discursivo.
¿Puedo
proponerte algo mamá?”
Si mi cielo
nunca diría que no a un ser de luz tan creativo que además es parte de mi
existencia.
“Utilicemos
el vehículo de la imaginación, para trasladarnos a ese espacio donde las personas
pueden volar como pájaros,surcando los cielos conocidos y el universo todo.
De la mano
crucemos todos los paisajes.
Vergeles
donde cantan las aves.
Elevarnos hasta
estar cerca de los planetas que nos llenan de intriga y emoción.
Dar
importancia a los afectos de la familia chiquita.
Están
siempre aun cuando parezcan imperceptibles.
Son esos
seres alados que nos contienen.
Sabemos que
al estirar la mano podemos rozarlos para demostrarles el cario que les tenemos.
Después de
esta experiencia tan traumática, te imploro mamá no pidas por aquello que se te
niega.
Conozco tu
corazón tan parecido al mío.
Perfecta
simbiosis que nos une.
Relajá
expectativas.
No ignoro
que ciertas cosas pueden con tu carácter guerrero.
No hiciste
nada para merecer palabras inapropiadas.
Nuestro
reencuentro debe ser espectacular.
Más allá de
cualquier fecha,
No más
lágrimas mami, sabés que siempre me arreglaré para estar cerca cuando las
circunstancias son difíciles.
Perder una
pequeña batalla, de ninguna manera significa has dejado los escudos a un lado.
Sos fuerte.
Con el amor
más maravilloso que une a una madre y su hijo, reconstruiremos los caminos.
Te quiero
mamá, nunca olvides cuanto.”
Hijo de mis
entrañas sin dudas en soledad has crecido.
El orgullo
por tener el ser de luz que la vida me dejó saborear de manera efímera tiene un
valor incalculable.
Juntos como
siempre, avistaremos otros panoramas.
Desde la
madurez que otorga el paso del tiempo,
Prevalece
nos encontremos juntos para transmitirnos energías.
Quizás
aparezcan señales de dolor cuando choquemos por enésima vez con esas excusas
que no tienen sustento.
Te invito
tesoro de mi vida a seguir construyendo, ese mundo que no precisa de falsos argumentos.
Cuando se
quiere, es de manera incondicional.
Algunos
terrenales lo entienden.
Hemos
expresado nuestros puntos de vista.
No conocemos
la longitud del camino.
Del sendero habremos
eliminando los obstáculos que parecían sueños y lejos estaban de revistar en
esa calidad.
No somos
poderosos para curar almas.
Intentemos
seguir arrastrando con dignidad el destino muchas veces aciago.
Quiero
pedirte como siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Rscy-8FE214
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