África se pasea por los jardines de la casa, como en cada viaje le gusta despedirse de las flores que la ornamentan, mientras aspira la fragancia de las flores recuerda las que le regalaron en la fiesta de sus quince años.
La recepción se había llevado a cabo en la casa de su padre un hombre de fortuna que vivía en una mansión en las afueras de Madrid.
Como todas las jóvenes provenientes de familias acomodadas tuvo la oportunidad de asistir a los mejores colegios de la década del veinte, terminadas las tareas escolares, se dedicaba a bordar el vestido que luciría en la pomposa fiesta.
Cientos de invitados concurrirían al agasajo.
En el momento de ver ataviada a su hija con un largo vestido, el padre le entregó un regalo, un relicario de oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas sostenido por una cadena del mismo metal.
Después de degustar exquisitos platos, comenzó el baile.
Graciosa se entregaba a todos los invitados, un joven rubio observaba la reunión, en minutos tendría entre sus brazos a la cumpleañera.
Sabía que la muchacha era adicta a las aventuras, por ello le ofreció reclutarla en la KGB, allí recibiría el adiestramiento necesario para convertirse en la mejor espía de la década.
Aprovecharían el murmullo de los invitados para escapar.
En pocos días se reunirá en Moscú con las autoridades de la organización para la que trabajará.
Fue reclutada su trabajo era óptimo pese a la juventud.
Nadie dudaría de esa joven mujer de belleza inusual, para la ocasión vestiría un atuendo sencillo.
El relicario que lleva en su cuello guarda información codificada reunida durante meses.
Las autoridades del Kremlim la reciben en el palacio.
En la oficina quedan unos pocos empleados el oficial los despide, le ofrece una copa de vodka a la recién llegada.
Lejos de miradas extrañas decodifican la información, ello les permitirá tomar por asalto en pocos días la ciudad enemiga, tomando posesión de todo lo que encuentren a su paso.
África regresará a España antes de la contienda.
Durante su estadía se recluirá en un convento, deberá resguardar el cambio de nacionalidad.
Las misiones se suceden con la misma rapidez que cambia su nombre.
Con nueva identidad, Patria, desciende de los cielos en paracaídas, lejos quedó el amor de su primer marido, prefiere la aventura que le proporciona el espionaje.
Esta vez deberá interceptar comunicaciones, se aproxima una nueva guerra mundial, como siempre se irá unos días antes de comenzada la contienda.
Recalará en París por un tiempo, no puede olvidar sus tiempos de niña mimada, ahora como Ivonne se casa con un escritor, del que se divorcia tiempo después.
Cansada de los lujos y el bienestar regresa a Moscú.
Pese al paso de los años conserva la belleza de antaño, mirar sus ojos es idéntico a sumergirse en el mar.
Se reencuentra con Igor, el desconfía de Ivonne, igual la enamora, se aman en la clandestinidad.
Una noche de fiesta en las que ambos han bebido demasiado, intenta sostener a su mujer, por última vez, se entregarán al amor en el agua, ella ríe ,producto del alcohol, la pasión los desborda.
Igor debe vengar la traición de su mujer, entre juegos con una daga atraviesa el corazón de su amada.
El relicario fiel compañero de sus andanzas, brilla en su pecho inerte.
Lo arranca con desdén, al abrirlo sabe que el próximo muerto será Él.
La recepción se había llevado a cabo en la casa de su padre un hombre de fortuna que vivía en una mansión en las afueras de Madrid.
Como todas las jóvenes provenientes de familias acomodadas tuvo la oportunidad de asistir a los mejores colegios de la década del veinte, terminadas las tareas escolares, se dedicaba a bordar el vestido que luciría en la pomposa fiesta.
Cientos de invitados concurrirían al agasajo.
En el momento de ver ataviada a su hija con un largo vestido, el padre le entregó un regalo, un relicario de oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas sostenido por una cadena del mismo metal.
Después de degustar exquisitos platos, comenzó el baile.
Graciosa se entregaba a todos los invitados, un joven rubio observaba la reunión, en minutos tendría entre sus brazos a la cumpleañera.
Sabía que la muchacha era adicta a las aventuras, por ello le ofreció reclutarla en la KGB, allí recibiría el adiestramiento necesario para convertirse en la mejor espía de la década.
Aprovecharían el murmullo de los invitados para escapar.
En pocos días se reunirá en Moscú con las autoridades de la organización para la que trabajará.
Fue reclutada su trabajo era óptimo pese a la juventud.
Nadie dudaría de esa joven mujer de belleza inusual, para la ocasión vestiría un atuendo sencillo.
El relicario que lleva en su cuello guarda información codificada reunida durante meses.
Las autoridades del Kremlim la reciben en el palacio.
En la oficina quedan unos pocos empleados el oficial los despide, le ofrece una copa de vodka a la recién llegada.
Lejos de miradas extrañas decodifican la información, ello les permitirá tomar por asalto en pocos días la ciudad enemiga, tomando posesión de todo lo que encuentren a su paso.
África regresará a España antes de la contienda.
Durante su estadía se recluirá en un convento, deberá resguardar el cambio de nacionalidad.
Las misiones se suceden con la misma rapidez que cambia su nombre.
Con nueva identidad, Patria, desciende de los cielos en paracaídas, lejos quedó el amor de su primer marido, prefiere la aventura que le proporciona el espionaje.
Esta vez deberá interceptar comunicaciones, se aproxima una nueva guerra mundial, como siempre se irá unos días antes de comenzada la contienda.
Recalará en París por un tiempo, no puede olvidar sus tiempos de niña mimada, ahora como Ivonne se casa con un escritor, del que se divorcia tiempo después.
Cansada de los lujos y el bienestar regresa a Moscú.
Pese al paso de los años conserva la belleza de antaño, mirar sus ojos es idéntico a sumergirse en el mar.
Se reencuentra con Igor, el desconfía de Ivonne, igual la enamora, se aman en la clandestinidad.
Una noche de fiesta en las que ambos han bebido demasiado, intenta sostener a su mujer, por última vez, se entregarán al amor en el agua, ella ríe ,producto del alcohol, la pasión los desborda.
Igor debe vengar la traición de su mujer, entre juegos con una daga atraviesa el corazón de su amada.
El relicario fiel compañero de sus andanzas, brilla en su pecho inerte.
Lo arranca con desdén, al abrirlo sabe que el próximo muerto será Él.
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