EL VIOLINISTA CIEGO

Tengo por costumbre acompañar a los enfermos terminales hasta el final.
Sostengo sus manos para que no se sientan solos al partir.
No todos emprenden el viaje de igual forma.
Algunos lo hacen con los ojos abiertos y puedo asegurar sin temor a equivocarme que en esa mirada inmóvil se nota el terror.
Relaciono estos casos con la visión cruel de la muerte.
Muerte impiadosa que los aterroriza cuando dan el último suspiro.
La imagino de mil formas, en ninguno de los casos es portadora de belleza.
Hijo amado tu despedida de la vida fue con los ojos cerrados.
La sombra de tus pestañas se reflejaba en los párpados inferiores.
No crean que voy a realizar un análisis sobre las distintas muertes.
Muy por el contrario mis musas quieren presentarles a un gran artista.
Un hombre ciego entrado en años.
Con su mano izquierda sostiene a su perro lazarillo.
Lo cuida mejor queuna persona .
Es tan grande el amor que se prodigan que el perro solo se echa a unos metros de su dueño cuando éste saca del estuche su violín.
Generalmente las personas no videntes utilizan gafas con cristales oscuros.
El violinista ciego se niega a utilizarlos.
Conoce tanto a su instrumento musical que no necesita disimular la ceguera.
Puede ejecutar las canciones más bellas con los ojos cerrados
mientras su dueño deleita con música clásica. Pericless su mascota, sostiene entre las patas delanteras el sombrero de su amo.
Allí quienes presenciamos el concierto dejamos una colaboración, pues la pensión que recibe es demasiado exigua.
Otros caminantes dejan bolsas de alimento para la mascota.
En los meses de enero y febrero, cuando la cantidad de gente merma, el violinista toca sus canciones cerca del municipio.
A partir de marzo se ubica en la manzana de las escuelas.
Allí se erige una plaza que no divide.
En ella comparten todo los alumnos de escuelas públicas y privadas para compartir el placer musical sin divisiones que hacen los mayores a sabiendas que éstas pueden provocar daños irreparables y lograr que el odio tenga un nacimiento prematuro.
La música iguala a los hombres, mujeres y chicos más allá de la edad que tengan.
El violinista es un ser sensible e inteligente.
Comienza a ejecutar temas clásicos y termina con la música que está en los lugares de popularidad.
Algunos utilizamos los bancos de la plaza como plateas.
Es un privilegio escuchar música rodeada de plantas y flores que danzan al compás de los sones del violín.
En los frondosos árvoles, los pájaros callan su trino para escuchar al maestro.
Hace un par de dñias estaba ubicada muy cerca de su figura.
Repito que siempre mantiene los ojos cerrados.
Sacaba del violín suaves lágrimas para acariciar las almas atormentadas como la mía.
No pude evitar derramar las mías, mezcla de emoción por la música que nos regalaban y angustia por tu muerte tan temprana.
En mitad de ese bello concierto, cesó la música.
Sin ninguna dilación preguntó;
¿A ti mujer, por qué lloras?
¿Tan mal llegan a ti mis acordes?.
Como todo caballero que se precie de tal, sacó un pañuelo del bolsillo de su saco.
Ordenaba amablemente que secara mis lágrimas.
Sentado en el mismo banco comenzó con los acordes de una canción que a nosotros nos gustaba.
Dirigiéndose a mí, comentó que el a falta del visión poseía una percepción infinita por lo tanto sabía que música le gustaba a cada uno de los presentes.
Me pidió cesara mi llanto.
Al Bolero de Ravel le agregó una letra bellísima dedicada a vos.
La misma decía que estabas bien y que en ese estado querías verme a mí.
Repitió una de tus frases, ignoro como la supo “No quiero una mamá llorona”
Hijo de mi vida eñ violinista ciego es un hombre con valores que no se encuentran habitualmente.
Trabaja de lo que sabe, alegra con su música.
Quizás su ceguera tenga origen en la necesidad de apartarse de la necedad de los terrenales que hacen trizas aquello que prometieron en circunstancias gravísimas.
Como siempre digo, Dios está arriba y mira.
Antes de partir te preocupaste demasiado por mi futuro en soledad.
Ambos sabíamos que te irías.
Dos días antes de tu muerte, arrancaste promesas.
Nunca te condenaría por eso.
Me lastima que cambien el sentido de mis dichos.
Puedo tener un carácter duro, desde que no estás mucho más frágil.
Jamás increpé a nadie.
Pido ayuda cuando lo necesito, en el momento que las situaciones injustas desbordan al más compuesto.
No me gusta que te nombren en vano a sabiendas que laceran mi alma.
Soy demasiado crédula, demasiado generosa por eso el dolor se multiplica ante la palabra que se pronuncia careciendo de fundamentos.
No me quejo.
La vida eligió por mí sin consultarme.
Mañana concirriré a la manzana de las escuelas.
Le he pedido al violinista ciego si entre sus temas puede incorporar el tema principal del musical que cantabas como los dioses, Misery.
¿Habrá sido un llamado de atención para que estuviera en estado de alerta.
No importan los ataques provengan de donde provengan.
Encontraré solución a los problemas hogareños que me acosan.
Quiero que sepas cuanto te quiero.
Son demasiadas las veces en que me pregunto si en vida habré sabido demostrarte la inmensidad de mi amor.
Te amo más que a nadie en el mundo.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=n0WSlWe32lY&t=4415s