El reloj de bolsillo del abuelo se detuvo instantes antes de tu prematuro final.
Pese el cariz adverso del panorama, te amamos más allá de la razón, esperábamos un milagro.
En nuestros fueros íntimos sabíamos que era una posibilidad remota.
Inexistente.
Hoy mirando hacia atrás no sé si es mejor aceptar la realidad o creer en un milagro que es difícil se produzca.
A las cuatro y veinte de la mañana cuando pronunciaste las últimas palabras dulces dedicadas a mi, al decir en sueños y voz clara, sin evidencias de dolor, respondiste a los duendes de tus sueños que vivías en determinado lugar.
No sé por qué el instinto me llevó a preguntarte con quien vivías allí.
La respuesta me arranca lágrimas aún pasados casi treinta y un meses.
Escuché el “con mi mamá” más dulce del mundo.
Eso qyuzás explique nuestra relación tan simbiótica.
Empatía total pese a las discusiones que manteníamos producto de la fogosidad de caracteres fuertes.
Lo bueno y rescatable es que siempre llegábamos a un acuerdo sin cederr nuestras propias posturas que manteníamos hasta el fin de la discusión.
Nunca había utilizado el lenguaje universal de las miradas.
Aprendimos a hacerlo juntos.
Circunstancia que aparece solo cuando las almas son siamesas
Pese a que sos mi hijo adorado rado podía considerarte, hermano, amigo cómplice.
¡Cuántas cosas perdí con ti partida inesperada!
¡Cuántos proyectos se perdieron el la infinitud del tiempo que se ca!
Nuestro mundo es único.
Es difícil que otras personas comprendan la intensidad del cariño entrte madre e hijo.
Es difícil la vida sin vos.
Sabés que estos días fueron difíciles.
De pronto me encontré en un laberinto sin salida.
Mi vida tenía menos sentido que el que tiene habitualmente.
Solo me aferraba a tu pasaporte que es mi compañero de siempre.
Sin saber como ocurrió apareció una pequeña luz de esperanza.
Sé que allí estuvo tu mano y la de todos los seres angelados que te antecedieron en el camino.
Ciertas sorpresas quebrantan mi vida.
No sé que dirección tomar.
No tengo capacidad de reacción, la razón es sencilla me hacés falta.
Sis mi motor para que siga sin saber muy bien por qué y para qué.
Ayudame a estar con vos.
Es una tortura inexplicable sobrevivir sin vos.
No tengo misiones que cumplir.
Mi deseo es estar a tu lado.
El reloj del abuelo nunca más se puso en marcha.
La rosa que lo acompaña luce tan fresca como ayer,
Ambos decidieron compartir tu eternidad.
Tesoro sabés que te amo, más que nunca, solo espero el momento del reencuentro.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=7IsodrQ6J0o
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