He aprendido a escuchar cada uno de lo sonidos que emites.
Puedo deleitarme con ellos, configuran un espectáculo cuando soplas como brisa tenue logrando que las doradas espigas del trigo dancen acompasadamente.
Otras veces silbas muy fuerte asustadas las nubes cubren el cielo hasta chocar entre ellas y provocar la llovizna, alimento para las plantas para que vuelvan a erguirse mostrando su belleza.
Los pétalos de las flores toman tus gotas transparentes para vestirse de fiesta.
Te he visto enojado doblando la copa de los árboles, levantando nubes doradas que pueblan de fantasmas la playa.
Juegas tranquilo con el agua, la espuma de las olas deja su marca blanca sobre la arena.
A veces haces temblar los cristales de las ventanas de mi casa.
Debo confesarte que en ese momento el temor se apodera de mi justo en el instante en que te conviertes en preludio de las tormentas.
Saetas violáceas surcan el firmamento, para terminar en un estruendo que asusta.
En ese momento cuando enseñas toda tu bravura, tomo un rosario de cuentas rojas y rezo por los navegantes que no han regresado a sus casas.
Entiendo que me escuchas y te pido que te calmes, en tierra los familiares esperan a sus seres queridos.
Comprendo que cuando los hombres le pierden el respeto a la naturaleza, envíes señales.
Nada te detiene cuando adviertes que la tierra ha sido vulnerada.
Te pido amigo, que me acompañas en este lugar del mundo que pienses por un momento, que no todos queremos dañar nuestra única vivienda, la tierra que ofrece todo para quien se dedica a obtenerlo despojado de maldad.
No importa que con tu vehemencia hayas roto mi sombrilla preferida, si, aquella que te gustaba bordeada de finas puntillas.
Solo te pido que sigas jugando con mi cabellera, no importa si despojas las flores silvestres con las cuales muchas veces la adorno.
Quiero disfrutar de tu amistad para siempre.
Lo sé los dos deberemos ceder algo.
Prometo realizar campañas para el cuidado del planeta solo te pido que note enojes tanto.
Cuando te conviertes en huracán, arrasas con todo lo que se interpone en tu camino.
Asoma tu majestuosa furia derribando árboles, es peor cuando te ensañas con inocentes.
Ninguno de los dos somos perfectos, podemos convivir en paz sin dañar a terceros.
Me gusta tu compañía, me acostumbré a vivir a tu lado.
Ambos deberemos hacer un esfuerzo para mejorar el universo.
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