Es periodista de un medio importante.
Recorre las notas que hiciera hace un año o un poco más.
Se parecen entre sí, aún cuando los personajes fueran de colores políticos diferentes.
Discursos semejantes solo para entretener a un auditorio que clamaba por un cambio en sus vidas.
Como ellos pensaba en el respeto a las instituciones en el fin de la violencia verbal.
X la invitó a varios actos en distintos lugares del país.
En el primero sintió asco que no pudo disimular.
Viajaban en una kombi blindada dotada de inimaginable confort.
Fotógrafo, asesor de imagen, maquilladora personal.
Ella miraba el paisaje árido, no porque el clima decidiera que fuera así, los que trabajaban la tierra no tenían un centavo para sembrar.
Miles de hectáreas vestidas de marrón, grietas por doquier, los rayos de sol las quebraban con total impunidad.
Atrás un viejo molino no tenía nada que ofrecer, el viento era incapaz de mover sus aspas para arrancarle una lágrima que al multiplicarse convertiría el suelo en un vergel.
X la notó silenciosa, ella era una mujer locuaz, el desencanto la trocaba en una roca.
Inútil intentar que sonriera.
No podía dar crédito a la conversación del futuro candidato.
Manejaba cifras altísimas para mover micros, algo de comida, un anzuelo para el que está cansado de vivir, para el que le sobra tiempo porque ha perdido casi todo, menos las esperanza de renacer.
Cientos de banderitas compradas lo esperaban.
Grandes y chicos sabían que si no las agitaban, mañana no habría migajas en los platos. Escucharon ausentes muchas promesas.
Finalizado el acto, los fotógrafos se arremolinaban a su alrededor, la cara maquillada de X sonreía, abrazaba a todos, besaba a los niños, poco le importaba que tuvieran los pies desnudos, el cuerpo falto de calor.
Regresando a la ciudad, el candidato creía tocar el cielo con las manos.
Alegremente le ofreció un cargo en su staff.
Pidió un contrato, necesitaba pruebas para desenmascararlo.
No daba crédito al escrito, un sueldo altísimo por pocas horas de trabajo, hospedaje en los mejores hoteles, tiempo libre.
El rechazo significó que perdiera el trabajo en el famoso medio.
Aguerrida sobrevive.
Mira con satisfacción las encuestas de su ex empleador.
Los números no le dan para perpetuarse en el poder.
Los mismos ciudadanos que obligados por un pedazo de pan lo acompañaron ayer, hoy lo rechazan.
Sin ayuda externa ha creado una organización sin fines de lucro.
Las primeras semillas comienzan a dar frutos.
No necesitan acciones fraudulentas para vivir.
Manos ajadas por el trabajo se levantan, celebran otra forma de vivir.
http://www.youtube.com/watch?v=ShGYAHBApXM&feature=related
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