Tuesday, September 06, 2016
DESOLACIÓN
Vida de mis desvelos no existe un instante en el que no desee desesperadamente estar a tu lado,
Vida y muerte se unen en un segundo para desbaratar cualquier anhelo.
El misterio de lo desconocido son como silicios que torturan a quien espera sin saber exactamente qué es eso que desea y no puede explicarse por qué no se cumple.
Mi sueño es más que conocido,
Como alguien que ha perdido la cordura por el ser que más amó en la vida mi única esperanza es estar con vos. No me detengo a pensar si el sendero será largo o corto o tendrá la duración de un suspiro.
Te pienso siempre igual a ese sentimiento de amor incondicional que nos profesamos mientras estabas a mi lado.
No existe adjetivo para calificar la muerte de un hijo al que se ha traído a la vida pensando que ese ser sería el encargado de despedir a sus mayores,
Desgraciadamente todo dio un giro inexplicable y partiste antes que yo.
Me obsesiona además del olvido que no merecés que cada día que pasa aún cuando estés tatuado en mi alma, la eternidad nos separa, me desespera no saber cuanto tiempo debe pasar para que volvamos a reñir juntos y por qué no llorar aún cuando ambos lo callábamos que tu partida era inminente.
Ninguna madre trae un hijo a la vida si sabe que la duración va a ser tan efímera cual las crisálidas que jamás se convertirán en coloridas mariposas regalando con su aleteo admiración.
No encuentro las letras exactas para transmitir el desgarro que se siente cuando un hijo amado es llamado por Dios con el propósito de evitarle daños que ni un mago puede reparar.
No niego que el tiempo en algunos casos puede traer resignación.
No me interesa saber cuanto tiempo dura un duelo, cuando se pierde un hijo esas palabras que se pronuncian para confortar a una madre que sufre no tienen ningún sentido por más que nazcan en el afecto más profundo,
Palabras que el viento tempestuoso se lleva quien sabe a qué lugar.
Entiendo y no me alcanzará la vida para agradecer todo lo que en este año amargo han hecho por mí.
He recorrido un camino más extenso de lo que alcanzaba a avizorar.
No se puede expresar con palabras que lleguen al interlocutor el sentimiento desbordado de una madre que ha perdido al ser que más amaba.
El consuelo muere ante la magnitud de una ausencia tan inesperada como injusta.
Dios es sabio y solo éñ conoce por qué todo se dio así.
No se le puede pedir a una mamá que amó hasta la locura a su hijo que acepte que desde su partida se convirtió en un puñado de cenizas contenidos en una caja de madera noble.
No, mi hijo era un ser humano al que podía abrazar y besar cuando tuviera ganas.
Las cenizas son tan oscuras y volátiles que no me permiten ejercer actos primigenios como significa una caricia, poder tomar de la mano a ese hijo añorado y sin musitar una sola palabra lograr transmitir un acto de amor filial.
Todo eso me fue negado y por esa causa la aceptación de tu partida no llegará jamás.
El amor entre madre e hijo trasciende tiempos y espacios sin embargo no puedo aceptar esa ausencia que quema mi alma.
Solo le pido a Dios que tenga benevolencia con este ser terrenal y me lleve cuanto antes al inicio de la escalera que lleva al Reino de los Cielos.
Tengo prisa por encontrarte.
Ciando arribe al inicio de esa escalera celestial estoy segura que estarás esperándome con una sonrisa cargada de ternura.
Juntos podremos admirar las flores que adornan sus barandas.
Sé que me dirás qué suerte que llegaste má.
Sueños que ansíó convertir en realidad tangible.
En el espacio terrenal nada me queda por hacer.
Mientras monótono transcurre este destino que no tuve opción de elegir solo te imploro que mientras llego no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=2TvWZEVf6go&spfreload=5
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