Friday, September 09, 2016
LLUVIA EN EL ALMA
Desde el ventanal observo el paisaje lluvioso, frío pero sin ese viento que cala los huesos intensificando el dolor.
Septiembre desafía los almanaques, el dia es invernal.
Detengo mi vista en uno de los canteros de mi jardín, lindero al cerco donde comienza la vereda de piedras irregulares de color gris, tan opacas como las nubes amenazantes que cubren el cielo.
Es hora de prepararme un café, mientras me dedico a ello la veo pasar, erguida en su soledad.
La llovizna es pertinaz, fría, triste,
Días propicios para recordar.
Enfrascada en mis pensamientos no demoro en darme cuenta que esa mujer a quien he tenido la gracia de concer camina como si el sol brillara en su máximo esplendor.
No lleva un paraguas que la proteja del agua que tenue cae sin cesar.
Por el camino que elige imagino hacia donde dirige sus pasos.
Esá abstraída en sus pensamientos, sé cuales son el hijo perdido hace más de un año y cuya historia me contara no hace demasiado tiempo.
Mi café puede esperar, ella no.
Del perchero recojo el pilotín.
No deseo invadirla pues se dirige al sitio donde la esencia de los ángeles duermen su sueño eterno.
Sortea sin dificultad los pequeños escollos del sendero, comparados con el dolor que la mantiene como prisionera sé que saldrá de ese pequeño laberinto de rocas desiguales que para otros terrenales significarían una dificultad.
Ella puede sortearlas todas como si transitara un camino de luz.
Siempre en estado de alerta no le sorprende mi llegada.
Le pregunto si puedo acompañarla sus ojos tristes me dicen que puedo hacerlo.
Comenzamos hablando del tiempo, me cuenta que para ella todos los días desde la partida de su hijo son idénticos.
Poco le importa si Febo brilla en el cielo o de noche coqueta la luna esoera la aparición de las estrellas àra luego aparecer regalando destellos plateados que otorgan luz al universo.
La conversación tiene como eje central a su amado hijo.
Sé que su vida cambió a partir del momento en que pudo despedirse por última vez.
Recuerda que en aquella ocasión la mañana era soleada, no estaba sola, la acompañaba una mujer especial de la que prometí preservar su nombre y uno de los seres que más admiraba su hijo.
No quiero que mis preguntas la hieran, en otra ocasión me conto qyuenes eran esas personas que la acompañaban en el peor momento de su vida, ver a su hijo adorado por última vez.
Nunca imaginó verlo contenido en una bolsa de plástico negro, tuvo que pedir que corrieran el cierre para identificarlo.
No dudó en solicitar con voz imperativa que lo descorrieran un poco más, tenía derecho de darle a su hijo el beso final de la despedida que llevaría al muchachito hacia el camino de la eternidad.
Entiendo el por qué de su alma convertida en jirones que quizás el tiempo no sea capaz de restaurar.
Ingresamos al sitio donde descansan las almas de quienes Dios decidió vivieran en un `lano superior.
Pese al dolor la noto entera, sus ojos no tardarán en tener el vrillo de las lágrimas que se contienen.
Los recuerdos son tan potentes que aquellas comienzan a rodar por sus mejillas sin pudor.
La llovizna ha cesado, entre las nubes inquieto quiere brillar el sol..
Antes de sentarnos en un banco de plaza de color blanco que existe en el lugar recorre con sus manos cada letra de una oración que está en una placa de piedra, frase que recuerda a los que se han ido y a los que se irán según el mandato de ese Ser Sioperior que es el único que sabe a qué hora debe partir un terrenal.
Me dice que para el primer aniversario de la partida de su hijo estuvo más de un día sin dormir.
Los recuerdos que descansan en el laberinto de su mente le impedían conciliar el sueño.
Sé que necesita descansar, comprendo que no pueda hacerlo cuando la evocación de su muchachito ocupa todas las horas de una vida sumergida en el más profundo de los dolores que una madre pueda tener.
Jabla de los hermanos de la vida de su hijo como si fueran propios.
Si rostro se torna más agobiado cuando me cuenta que con uno de ellos debe cuidar cada palabra que escribe o pronuncia para que no se sienta castigado, lo justifica diciendo que para ella es importante cada minuto que ese chico le dispensa, pese a ello no puede comprender el castigo inverso que recibe cuando a una palabra que no ha sido comprendida en el exacto sentido que se pronunció el silencio es la única respuesta que obtiene.
La sé respetuosa del tiempo de terceros los hermanos de la vida de su hijo no tienen ninguna obligación para con ella.
Sabe que si hijo añorado les formuló un pedido que solo podía realizar un ser de luz,
Intuyendo que su vida podía extinguirse en cualquier momento les rogó que cuidaran a su mamá.
Esa mamá que siempre los llevará encadenados a su corazón por la sencilla razón que no solo fueron seres nobles sino por otra de mayor dimensión y es que mientras su hijo tuvo el don de la vida lo quisieron como a un hermano.
Entiende la diversidad de pensamientos, sobre todo cuando hay diferencias de generación.
Los dogmas no son interpretados de la misma forma por todos los terrenales.
Le pido me permita acompañarla en el trayecto de regreso, asiente incondicionalmente.
La mueca de una sonrisa se dibuja en su rostro,
Las nubes se han disipado, el sol regala destellos de oro.
Lentamente los capullos de las flores vuelven a tomar vida y color.
Estamos llegando a su casa no quiero perturbarla programando un próximo encuentro.
Enriendo que prefiera estar acompañada por los recuerdos de los sueños que no se cristalizaron.
La despido con un abrazo sabiéndo que recibiendo muchos se pueda encontrar un paliativo para desterrar tanta angustia.
A ti ser de luz que no tuve el placer de conocerte àraa que me enseñaras a vivir con alegría haciéndome conocer otros valores de la viida que desconocía te pido con respeto que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=RLwTyMZSp34
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