EL JARDÍN DEL ARTISTA

Hace mucho no utilizaba para desplazarme, la poderosa máquina del tiempo.
En esta ocasión mi destino, nuevamente es un pequeño pueblo en la campiña holandesa.
Visitaré nuevamente la casa museo donde vivió mi pintor favorito.
¿Recordás mi tesoro a quien hago referencia?
Sí.
Se trata del maestro Vincent Van Gogh.
Llego a destino al atardecer.
La estrella mayor del universo se ha despedido.
Las primeras sombras de la noche aparecen en el cielo.
Un racimo de brillantes estrellas han comenzado a titilar en el firmamento.
¿Por qué su color no es azul profundo?
Las fragantes lavandas del jardín del artista, buscan reflejarse en el universo.
Indescriptible la belleza magnánima de esa tarde noche.
Una pintura que podría atribuirse al prolífico artista.
Durante su corta vida, marcada por los excesos pinto más de novecientos cuadros.
A ello hay que agregarle miles de dibujos.
¿Por qué la injusticia de tu desaparición física tan temprana, no nos permite disfrutar de este paseo?
¿Nuevamente debo desafiar a Cronos?
¿No ha comprendido que con tu ayuda estoy restándole importancia?
¿Cuántas veces debo repetirlo?
Como bien imaginás debo atravesar los jardines de perfumadas lavandas para llegar a la mansión del artista.
Una casona bellísima donde en su galería aún descansa un atril recordando a su dueño.
La tela está preparada, esperando sus trazos.
En ese estado pasará el tiempo que se compara con la duración de las cosas eternas.
Como siempre está en el sitio la persona que se ocupa de cuidar la propiedad, igual que el museo.
Pensé que no recordaría a esta viajera del tiempo.
Me equivoqué.
Soy recibida con una sonrisa afectuosa.
Observa el reloj que lleva.
Sé que es tarde.
El horario de visitas ha concluido.
Al notar la desesperación en mi rostro, no duda en franquearme la entrada.
Prometo no estar mucho tiempo.
La mirada está ávida de tanta belleza.
Han incorporado al museo, acordes armoniosos .
La música funcional agrega más hermosura.
¿Te gustaría que nos internáramos en alguno de sus cuadros?
¿Por cual optarías?
Coincidimos.
Los girasoles son los adecuados para concretar nuestro reencuentro.
Poseen el color del Astro Rey, inclusive su propia naturaleza hace que giren sobre sus tallos buscando cada destello dorado que otorga vida.
¡Por fin podré depositar en tu mejilla un beso!
Otra vez conversaremos sin utilizar el don de la palabra.
Para ambos es suficiente hacerlo con la mirada.
¿Cuánto tiempo durará esta fantasía de amor entre un hijo y su mamá?
Desearía detener el tiempo.
Si pudiera lograrlo estaríamos juntos para siempre.
Es mágico adentrarse en el corazón de una pintura.
¿Alguien osará perturbar nuestro encuentro?
Estás más bello que siempre.
¿Por qué el tiempo se ha detenido de manera que no encuentro grandes cambios en tu fisonomía?
Quisiera gritarle al mundo terreno la felicidad que siento.
Las señales de la maquina del tiempo, comienzan a sonar de manera imprudente.
Mi estadía ha concluido.
¡No puedo complacer tu deseo, deteniendo las lágrimas!
En soledad absoluta regreso a la realidad no deseada.
Atravieso el campo de lavandas.
La vuelta es tortuosa.
¿Se han dormido las flores?
¿Por qué no están erguidas como al ingreso?
¿Con su fragilidad acompañan mi tristeza?
Tesoro, no voy a cejar en mis intentos.
Hoy estuvimos juntos unos minutos.
Seré perseverante.
Necesito como el sediento encontrar un poco de agua, estar a tu lado para siempre.
Ahora sabemos que podemos encontrarnos en los espacios donde el arte se manifiesta.
A vos te agrada la música y el teatro.
En mi caso debo reconocer que tengo pasión por las letras y la pintura.
No te preocupes mi cielo, pronto nos reencontraremos.
Mientras estoy entregada al tedio que produce la espera, reitero mi pedido de siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=wgjsiehIe30