Monday, November 26, 2018
VIAJES EN EL RECUERDO
Cada día antes de establecer estas conexiones que me acercan aún más a vos, busco imágenes para que atesores allá en la eternidad.
Esta que antecede a mis letras corresponde al último viaje que realizaste.
Inmensa la figura del Cristo Redentor, en Brasil pareciera esperar a los turistas que no dejan de admirar la majestuosidad cincelada en la dureza de una roca.
Los brazos extendidos
para recibir a aquellos me llevan a pensar si en algún momento esa mole de piedra habrá cerrado sus brazos con el propósito de recibir a todos los ángeles que necesito creer cobran vida en la dimensión que habitás desde hace casi treinta y nueve meses.
¿Habrá sido una premonición?
¿Por qué te fascinaba tanto ese sitio pletórico de belleza?
¿Por qué no puedo abrazarte con el Cristo que adoran en muchas culturas?
En estado de ensoñación percibo que ese último viaje fue una señal.
Poco tiempo después abandonarías suelo terrenal para llegar al Edén.
Lugar tan enigmático como misterioso.
¿Están cómodos allá?
¿Gas podido encontrarte con quienes te antecedieron en el camino?
¿Has encontrado a quien el destino se llevó hace poco?
¿Pudieron abrazarse como antes?
¿Por qué Cronos se ha empecinado en retenerme aquí?
¿Aún no comprendió que nada tengo que hacer aquí?
Deberé viajar en el tiempo para encontrarme con esa deidad griega y poder preguntarle sin que esquive la mirada
¿Hasta cuando demorará el reencuentro que me lleva a soñar?
¿Podés visualizar desde tu nueva morada la maravilla de ese país?
Es una de las nuevas siete maravillas del mundo.
Ubicado en la cima del Cerro Corcovado mide treinta y ocho metros, más un pedestal de ocho metros de alturas.
Fue construido a instancias del emperador Manuel II del país hermano.
Atracción para los turistas creyentes que visitan ese espacio sin igual.
Desde el mirador se pueden observar un paisaje cautivante.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO cuando se cumplieron ochenta años del emplazamiento.
Visitaste muchos lugares de la República Federativa de Brasil.
Tu último paseo fue visitar Río de Janeiro.
¿Comprendés por qué afirmo que nada es casual?
Guardo fotos tuyas contemplando esa pétrea
¿Realizaría el mismo trayecto?
Decididamente, no.
Tampoco he regresado a cada uno de las zonas que recorrimos juntos.
Sería como arrojar sal en las heridas que permanecerán abiertas mientras dure mi existencia.
Temprano, arrobada miraba tus fotos.
Es cierto no pude detener el llanto.
Es difícil contener el rodar de las lágrimas cuando se evocan los momentos compartidos.
Afortunadamente no fueron pocos.
Mi realidad impide volver a esos países.
Jamás podría disfrutar de la generosidad de la naturaleza.
¿Puede una madre reponerse de la ausencia más querida?
No.
Sería el equivalente a reconocer que la muerte te arrancó sin piedad de mi lado.
Jamás lo haré.
No se trata de posturas caprichosas.
¿Existe dolor semejante a la pérdida del ser más amado?
No.
Los especialistas que estudian los enigmas de la mente, afirman que de otros duelos se puede salir con tiempo y terapia.
De la muerte prematura del ser que se engendró nunca se sale.
¿Cuál es la razón?
Hay sentimientos que el raciocinio no está capacitado para explicar.
Sé que tu observación es constante.
Pese al dolor que te producía el llanto, tu sabiduría te lleva a comprender que los esfuerzos para no dañarte, son vanos.
Cuando pienso en la distancia se renuevan los sollozos.
Aquel viaje, tan próximo al último en el que no pude ser tu guía, lo tomo como una señal.
Un paseo encantador, propicio para descubrir cada uno de los rincones donde estalla la hermosura.
Playas de arenas blancas.
Rocas internadas en la inmensidad, rogando a las aguas encrespadas que en su ir y venir las horaden, otorgándoles diversas formas.
No nacen de un día al otro.
El tiempo se encarga de moldearlas hasta llegar a sus entrañas.
¿Recordás que en una de ellas perdiste tus lentes?
Nunca te gustó la exposición ante los dorados rayos de la más grande estrella del Universo.
¿En tu nuevo hábitat también evitás a Febo?
¿Cómo se ve desde allí?
Sin dudas existen muchos espacios para visitar.
No los tengo en cuenta.
Quiero tener un único destino, estar para siempre a tu lado.
Esas son las razones que impiden vuelva a viajar a sitios que conocimos juntos.
¿Sabe Cronos que la espera sin razón produce hastío?
¿Podrías ayudarme a cristalizar mi mayor utopía?
Es difícil losé.
Nada es improbable.
Tesoro de mi alma, como otras veces, expreso que estoy condenada a una espera que no he requerido.
Tormento cuyo final desconozco.
Como en otras ocasiones vuelvo a pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=pGSM1cxMwA4
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