Thursday, November 29, 2018
TESTIGO DE NUESTRO TIEMPO
Desde tu tan inesperada como injusta ausencia cada uno de mis días se transformó en una catarata de dificultades.
Con tu ayuda inestimable he podido sortear varias de ellas.
Oreas, por siempre permanecerían en mi memoria y alma.
Un día como hoy desde hace treinta y nueve meses, culminaba uno de los peores capítulos de mi existencia.
Tuve la amarga tarea de reconocer tu cuerpo yaciente.
¿Es necesario someter, no solo a una mamá, sino a todos los que pierden un ser adorado a semejante tragedia?
¿Por qué nos enfrentan con un ser helado que poco tiene que ver con la tibieza que siempre lo caracterizó?
¿No son trámites burocráticos demasiado semejantes a una herejía?
¿A qué se debe tamaña tortura?
Pese a las adversidades cumplí con esa misión.
Jamás pensé me entregarían al ser que engendré con amor en una bolsa de plástico negro.
¿Hasta dónde llega la falta de tacto de quienes cosifican a los que debieron partir?
¿Por qué la ofensa de un cierre cuya abertura apenas permite ver una porción del rostro?
¡Imaginás bien!
Pese al pedido de la persona encargada de entregarme tu ser, pedí descorriera el mismo.
Lacónicamente respondió que no se podía.
¿No sabía que para una madre no hay imposibles?
Abrí el cierre.
Quizás con brusquedad.
En ese instante escucho la voz de tu prima diciéndome eras vos, acompañada del llanto de uno de tus mejores amigos.
¿Quién osaría impedirme depositara en tu mejilla el beso postrer?
Nadie.
¿Recordás el reloj de arena que adquirimos juntos?
Fue y seguirá siendo testigo de nuestros tiempos.
Aquellos que fueron felices y los otros que no se pueden evitar.
Testigo de nuestra alegría al regresar de los viajes.
Cada diminuto y dorado grano de arena representaba un recuerdo inmodificable.
No todo fue festejo, también pasamos momentos tensos y dolorosos en los que acudías a tu propia fuerza para que esta mamá no cayera en abismos.
Abismos que conocí y pude emerger gracias a vos.
¡Pequeño gigante tenés la sabiduría para transformar los sucesos negativos en positivos.
¿Podrías enseñarme a mí?
¿Cómo no evocar tu capacidad de realizar inteligentes sugerencias con el propósito de evitar el sufrimiento?
Debo confesar que nunca he podido lograr algo semejante
No es por inacción sino por exceso de ansiedad.
¿Has visto que el antiguo reloj de arena en sus recipientes no contiene más aquellos gránulos tan parecidos a la estrella mayor del Universo?
Los mismos mutaron a lágrimas.
Lágrimas que nacen desde que no estás físicamente.
Así como el sediento necesita un oasis para saciar su sed, en mi caso necesito desahogar la angustia.
El llanto es una manera de conseguir finalice la opresión en el corazón.
¿Comprendés por qué te has convertido en el lucero que guía cada uno de mis pasos?
¿Podrías intervenir ante quien sea para que los tiempos se acoten y pronto esté a tu lado?
¿Alguna vez reconocerán quienes se ocupan de impedir cristalice mis utopías, mi necesidad de darte un beso?
¿Qué puedo hacer con la cantidad de caricias que cargo en mi mochila?
Es verdad.
Algunas las he transformado en seres alados solicitando se dirijan al Reino de los Cielos?
¿Has podido percibirlas?
No quiero más envíos de esa clase, deseo que mis manos sean las que acaricien tu rostro amado.
¿Existen relojes en el Paraíso celestial?
Quiero verte corporizado.
No me alcanza sentir que estás en mí.
¿Es tan difícil de comprender?
Tesoro, te amo cada día un poco más.
Es posible que sea de manera irracional.
No puedo ni quiero modificar ese estatus.
Así lo siento.
Rehúso cambiar.
Lo sé.
Debo seguir esperando sin saber muy bien para qué o por qué soy retenida en suelo terrenal en contra de mi voluntad.
Tal vez el testigo de nuestros tiempos, pueda indicarme cuando llegará mi momento.
Mientras tanto te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=lY4AHUE3FH4
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