HABITANTE DE OTROS MUNDOS

Días aciagos atormenta esta realidad que me toca transitar desde hace casi treinta y nueve meses.
¿Demasiado tiempo, verdad?
Demasiado para soportar la ausencia injusta.
Injusta e inesperada.
¿Por qué sucedió?
¿Acaso en el cielo o en el lugar que te encuentres, necesitaban tu luz?
Al despertar esa mañana de agosto, mientras velaba tu sueño, jamás pensé en un traslado a otra unidad sanitaria de mayor complejidad.
¿Podrás recordar, cada una de las palabras pronunciadas durante el trayecto?
Querías mostrarte mejor para mí.
No aceptaste te transportaran en una camilla hasta la ambulancia, optaste por una silla de ruedas.
Intercambiamos miradas eternas.
¿Por qué conocíamos el triste final?
Imposible borrar de la memoria el velo que cubría la belleza de tus ojos.
Ambos fuimos prisioneros de la tristeza.
¿Qué nos esperaría en el nuevo destino?
¿El instante postrer?
¿En qué momento la muerte nos eligió?
No es un error.
A vos te llevó con ella, a mi me obsequió una realidad impensada.
Comencé a conocer el absoluto estado de desamparo.
¿Fue necesario tanto dolor?
Tengo la certeza o quiero poseerla que con mi amor, tal vez hubieras sanado.
¿Existió esa posibilidad?
Enigma difícil de descifrar.
Me hace bien pensar en aquello que no pudo ser.
¿Existen los milagros?
O se trata de espejismos que como tales, jamás se concretan.
Mientras parecías dormir, salí fuera de la habitación.
Necesitaba hablar con la persona que llegó a tu lado hace poco más de dos meses.
Conmovida por la situación, no dudó en sugerir le rezara a mi modo a los seres que te antecedieron en el camino de la eternidad.
Ninguna de las dos quería mirarse en espejo de la cruel realidad.
Evocando esos recuerdos que no debieron ser, hoy sentí impacto al buscar imágenes que acompañaran esta conexión mágica que establecemos a diario.
Tratando de interpretar el pensamiento del pintor iraní, concluí que los trazos difusos. Más una mujer contenida en una copa eran la mejor expresión de mi sentir.
Como aquella, puedo percibir que los estados de angustia, logran nos encerremos en nuestro propio ser.
Ser, que solo puedo compartir con vos.
¿Sabías que te has convertido en el dueño absoluto de mi alma?
¿Por qué deseo con fervor se produzca el anhelado reencuentro?
¿Podré hallarte en el primer intento?
¿Es posible que dejes de ser un habitante de otros mundos?
¿Surgirá la probabilidad de compartirlos?
Mis utopías son demasiadas.
Prevalece aquella que nos vuelva a unir.
¿Te encontraré?
¿Me reconocerás?
No importan las distancias que impone el camino hacia la eternidad.
No cejaré en mi búsqueda.
Deseo encontrarte para fundirnos en un abrazo como lo haría cualquier madre con su hijo.
Tenemos mucho para hablar.
Estos meses transcurridos son una carga pesada.
Mi tesoro, sabés que te amo con intensidad.
Quiero creer que en un tiempo no lejano nos encontraremos.
Esperaré.
Te pido nuevamente que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=YM2DQocGnrQ