Viajar en el tiempo es un placer nacido en la imaginación.
Deseo encontrarme con Atenea, una de las más importantes diosas del Olimpo griego.
En su nombre Pericles, construyó el mayor monumento, recordando el nacimiento de su deidad protectora de esa cultura milenaria.
El Partenón.
Cientos de bloques de mármol blanco fueron utilizados, con el propósito de venerar a quien cuidaba a los atenienses.
¿Cómo evitar trasladarse a eras remotas y de esa forma recrear virtudes que no han podido ser olvidadas hasta el día de hoy?
Invierno en otros lugares del planeta.
Estación del año donde prevalece, no solo el frío, sino días de lluvia que parecieran querer eliminar ese sitio sagrado?
Sagrado para los antiguos pobladores de Grecia antigua.
Silencioso testigo de la humanidad rindiendo culto a quienes pertenecieron al mundo terrenal.
Monumento dórico que fuera bombardeado por los mercaderes del horror.
¿Puede eliminarse de la memoria de aquellos que presenciaron el advenimiento de una cultura, trascendiendo los años.
Nuestro amigo querido está allí.
Una pausa, para continuar su periplo por lugares tan soñados como enigmáticos.
¿Han cambiado los paradigmas en la época transitada por los terrenales de hoy?
Sin dudas, sí.
¿Cómo no conmoverse antes esas expresiones donde solo predominaban las mentes de todos los seres terrenales que han tenido la oportunidad de presenciar un advenimiento que atravesaría los deseos de un pueblo que deseaba permanecer sin verse ajustado por los designios de Cronos?
¿Cronos, has podido eliminar los sueños de cada ser milenario nacidos siglos antes de la era cristiana?
¿No ha sido más poderoso que cada uno de los terrícolas que pensaban en tiempos lejanos?
¿Sirvió de algo que otro ser, instara a destruir uno de los mayores monumentos dóricos?
No tu necedad demuestra eso que no pudo ser.
Sobrevivieron a las guerras las columnas de erudición demostrada por quienes nos antecedieron en el camino?
¿Podrás apreciar que tu poder se termina cuando se ofrenda a toda la humanidad?
Seguramente, no.
Tu saña se muestra cuando creés, poder vulnerar la esencia de los débiles.
Tus sueños se han quedado truncos al enfrentarte con el íntimo deseo de quienes aman con sentimientos buenos.
Nada puede destruir los sentimientos gestados en el alma de aquellos a quien no dudaste en arrancarle su mejor obra.
¿Pensaste podrías eliminar con tus artilugios las muestras de la creación?
Imposible.
A través de las imágenes, puedo viajar a tiempos pasados.
¿Pensás podrás impedirlo?
¿Necedad elevada a si máxima expresión o ignorancia?
No soy quien para juzgar tu conducta a veces carente de raciocinio total.
¿Has pensado que podía olvidar a mi hijo amado?
No pierdas tu esencia primitiva.
Aquello unido por el amor más profundo trasciende la eternidad?
Estoy preparada para apreciar en un espacio al aire libre, con acústica especial.
¿Creías poder derrumbar utopías?
No es posible cuando están imbuidas de amor.
No necesito ser parte de una famosa tragedia griega.
¿Sabés por qué?
Es simple, vivo la propia sin la necesidad de escuchar tus letanías.
¿Deseabas fuera tu prisionera hasta el final de mi existencia terrena?
No has conseguido tu derrotero.
Mi hijo está presente siempre.
Logra a diario, resurge de las cenizas como el Ave Fénix,
¿Siento temor ante tus represalias?
No.
Estoy acostumbrada a tus desmanes.
Vacuos e inútiles son tus esfuerzos cuyo objetivo es hacerme sentir derrotada.
¿De dónde saco fuerzas?
Mi mejor obra las otorga cada día, con la intención de continuar mi derrotero.
¿Tengo cansancio?
No.
Solo cierta fatiga, al sentir que quien resultará cansancio sos vos.
¿Has tenidos hijos?
¿Qué piensan de su padre?
Debió ser espantoso no poder sumergirse en sus ojos, tal como lo hacía con mi heredero.
Disfrutando las imágenes, persistentes en el tiempo, puedo aseverar que ninguna entidad ha podido con ellas.
En planos diferentes podemos admirarlas con ese pequeño que traje a la vida.
Es cierto.
Hubiera preferido que fuera quien sobreviviera a su madre.
No pudo ser temporalmente.
En algún instante se producirá la magia del reencuentro.
Mientras tanto releo los himnos de Homero.
¿Qué más puedo pedir?
¿Colmarás mi paciencia?
No.
Tengo un pilar único en el que puedo apoyarme cuando lo necesito.
¿Es posible derribarlo?
No lo intentes, el amor puede siempre un poco más.
Mi vida hoy he querido compartir imágenes antiguas con vos.
Si ellas han sobrevivido,
¿Por qué no podría hacerlo quien escribe?
Hay vida aquí.
Compartida con el ser que más amo en la vida.
En ésta y en las otras.
Tesoro, disfrutemos de cada una de las vivencias de nuestro amigo.
Conoce que ambos seguimos sus viajes.
Te extraña, casi tanto como esta madre deseosa de establecer la magia de nuestros contactos.
Te pido paciencia, ante la desidiosa espera.
Llegaré.
Mientras tanto repito, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=8fxgltskCuM
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